Mientras daba una audiencia entró en una somnolencia misteriosa, cuando volvió en sí, exclamó: "Esto que veo es horroroso. ¨Seré yo? ¨Será mi sucesor? Lo que es seguro es que el Papa dejará Roma, y para salir del Vaticano, le será necesario pasar sobre los cadáveres de sus sacerdotes" (M. Servant, pág. 244; A. Marty, pág. 78).
Al Canónigo Thellier de Poncheville, San Pio X le dijo: "Todo el mal depende de nosotros, sacerdotes... Si todos estuviesen inflamados de un celo de amor, bien pronto la tierra entera sería católica" (M. Servant, pág. 80, nota 1 -- apud "La Croix de Paris", 1904, número del 26 de mayo).