ortodoxos y catolicos comulgando sacrilegamente
COMMUNICATIO IN SACRIS
Información de CWN, May-27-2008. Traducción de Secretum Meum Mihi.
Echamos de menos el Código De Derecho Canónico de 1917, en el cual se establecía que participar en ceremonias religiosas con heréticos hacía a una persona HEREJE —communicatio in sacris—. Cánones 1258, 2259, 2261, 2315, 2316 y 2338 par. 3.Un Obispo Ortodoxo rumano ha compartido la comunión con católicos, provocando sensación en un país donde Católicos Bizantinos y Ortodoxos tienen una historia de tensas relaciones.
En la consagración de la iglesia parroquial Reina de la Paz, en Timisoara el 25 de mayo, El Metropolita Ortodoxo Nicolae Corneanu de Banat pidió compartir la Comunión. El Metropolita Ortodoxo se acercó al altar y recibió la Eucaristía por su propia mano.
El Obispo Católico rumano Alexandru Mesian de Lugoj fue el celebrante de la Divina Liturgia en la iglesia Católica Bizantina; el arzobispo Francisco Javier Lozano, el Nuncio Apostólico en Rumania, también estuvo presente.
Aunque los obispos Ortodoxos y Católicos se unen a menudo en servicios ecuménicos, y de vez en cuando participan en las ceremonias litúrgicas de la otra parte, no comparten la Comunión, una indicación del rompimiento de la comunión eclesial entre las iglesias Ortodoxas y la Santa Sede. En Rumania, las tensiones entre la Iglesia Ortodoxa y la Iglesia Católica rumana de Rito Oriental se han profundizado, a lo que se suma la sorpresa creada por la acción del Metropolita Corneanu.
Con algunos creyentes Ortodoxos indignados por el [hecho del] Metropolita al compartir la comunión con los obispos Católicos, el Patriarcado Ortodoxo de Rumania emitió una declaración diciendo que en la próxima reunión del sínodo Ortodoxo, en julio, el Metropolita Corneanu “podrá ser invitado a dar una explicación adecuada” por su acción.
La declaración del Patriarcado Ortodoxo continuó diciendio que las relaciones ecuménicas con la Iglesia Católica, “ya bastantes frágiles, no se les puede ayudar, sino más bien complicarse,” por la participación en la Comunión.
El Metropolita Corneanu —que fue uno de los primeros obispos Ortodoxos en admitir que había cooperado con la policía secreta bajo el régimen Comunista— tiene un record de amistad con los Católicos rumanos. Él fue uno de los pocos líderes Ortodoxos dispuestos a devolver a la Iglesia propiedades que habían sido incautadas por el gobierno Comunista de propiedad Católica en 1948 y entregadas al control Ortodoxo.