los 10 mandamientos de Dios
El hombre moderno necesita una cosa, y la necesita con urgencia. Necesita... no una fe nueva, no una religión nueva, no un código nuevo, sino: un corazón nuevo, un alma nueva, una generosidad nueva, un amor nuevo de la fe antigua.
Título: Los 10 Mandamientos
Autor: Mons. Dr. Tihamér Tóth (1889-1939), Obispo de Veszprém (Hungría)
Obra de julio de 1944. Segunda edición nov. de 1998 por Editora Latino Americana, S. A., México 1, D. F. Traducción del húngaro por M. I. Sr. Dr. D. Antonio Sancho Nebot
SON 3 PARTES
INDICE
PARTE 1 DE 3
[6] INTRODUCCIÓN
[10] CAPÍTULO I. ¿TIENE TODAVÍA EL DECÁLOGO ACTUALIDAD?
[25] CAPÍTULO II. EL DECÁLOGO Y LA VIDA TERRENA
[30] I. En el capítulo anterior…
[35] II. Pero, ¡ay también del individuo…!
[42] CAPÍTULO III. EL DECÁLOGO Y LA VIDA ETERNA
[45] I. En primer lugar, es muy digna de atención…
[52] II. El Señor dió leyes a todas sus criaturas…
[61] CAPÍTULO IV. LA INFRACCIÓN DEL DECÁLOGO: EL PECADO
[63] I. ¿Qué piensa el mundo respecto del pecado?
[67] II. ¿Qué piensa Dios respecto del pecado?
[68] A. ¿Cómo se comete el pecado?
[71] B. ¿Cuál es la consecuencia del pecado?
[73] C. El castigo del pecado: la muerte
[82] CAPÍTULO V. ¿FELICIDAD SIN DIOS?
[84] I. ¿Cuál es nuestra enfermedad?
[90] II. ¿Hay esperanza de curación?
[101] CAPÍTULO VI. EL PRIMER MANDAMIENTO. “YO SOY EL SEÑOR DIOS TUYO”
[104] I. “Yo soy el Señor Dios tuyo”
[108] II. De hecho bortan incomparables fuentes de energía…
[119] CAPÍTULO VII. “NO TENDRÁS OTROS DIOSES DELANTE DE MI”
[122] I. Empecemos la revista con el tipo más desgraciado…
[128] II. Pero con lo que llevo dicho, no lo he dicho todavía todo…
[137] CAPÍTULO VIII. “HONRARÁS AL SEÑOR TU DIOS”
[139] I. Rezo, porque es mi deber
[142] II. Rezo, porque esto es para mí una gran honra
[144] III. Rezo, porque así hago acopio de energías
[153] CAPÍTULO IX. ¿POR QUÉ NO REZAS?
[155] I. ¿Por qué no rezan?: La escusa…
[159] II. Observemos ahora el segundo grupo…
[165] III. Vimos los dos grupos de hombres que no rezan…
[170] CAPÍTULO X. CONTRA LA SUPERSTICIÓN
[172] I
[172] A. Vamos, pues, a tratar de la superstición
[173] B. ¡Cómo suele crecer en este suelo el gran bosque…!
[175] II. ¡Ya está aquí el desgraciado número 13!
[177] III. Otra superstición…
[180] IV. Tengo que mencionar la superstición más moderna…
[180] A. No hace muchos decenios, cualquier hombre de mediana culturade reía de buen grado…
[185] B. Y en este punto tocamos ya la parte religiosa de la cuestión…
[189] CAPÍTULO XI. DEL CULTO A MARÍA
[191] I. ¿Por qué título honramos a la Virgen María?
[197] II. ¿Con qué fin honramos a la Virgen María?
[199] 1. Perderíamos a nuestra Madre celestial
[203] 2. Y si lo suprimiésemos, perderíamos también a la Madre Dolorosa
[205] 3. Y finalmente, ¡cuánto perdería el alma húngara…!
[211] CAPÍTULO XII. ¿CON QUÉ TÍTULO HONRAMOS A LOS SANTOS?
[213] I. No son necesarias muchas líneas para convencer…
[214] II. Entremos, pues, en la segunda parte de nuestra tesis…
[214] A. Lo que no es la “santidad”
[218] B. Lo que es la “santidad”
[218] 1. Los Santos son artistas…
[221] 2. Los veneramos también, porque…
[223] III. No cabe la menor duda que el culto de los Santos…
[229] CAPÍTULO XIII. ¿CON QUÉ FIN HONRAMOS A LOS SANTOS?
[232] I. El culto de los Santos viste de poesía nuestra religión
[235] II. El culto de los Santos propone un ideal digno al hombre
[240] III. El culto de los Santos nos comunica vigor moral
[247] CAPÍTULO XIV. SEGUNDO MANDAMIENTO. “NO TOMARÁS EN VANO EL NOMBRE DEL SEÑOR TU DIOS”
[250] I. Los rebeldes
[250] A. Plutarco, en uno de sus libros…
[252] B. ¿Tan grave será, en realidad el pecado de la blasfemia?
[256] II. Los vehementes
[256] A. Pero es grande, por desgracia, el número de aquellos…
[258] B. Es cierto que ahora nuestros nervios sufren…
[261] C. Cuando el hombre oye las blasfemias…
[265] CAPÍTULO XV. RESPETA EL NOMBRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
[267] I. ¿Por qué debemos respetar el nombre santo de Jesucristo?
[269] 1. ¿De qué mal nos salvó Jesucristo?
[271] 2. Y se acrecienta nuestro amor a Jesucristo…
[273] II. ¿Cómo hemos de honrar el santo nombre de Jesús?
[274] 1. Respetemos el nombre de Jesucirsto con la palabra
[278] 2. Pero hemos de honrarlo no solamente con palabras…
[282] CAPÍTULO XVI. “NO DÉIS A LOS PERROS LAS COSAS SANTAS”
[284] I. De la blasfemia cruda. manifiesta, no hay que hablar…
[302] CAPÍTULO XVII. LA ESTIMA CONSCIENTE DEL NOMBRE CRISTIANO
[305] I. Los que no tienen conciencia del nombre cristiano
[312] II. Los que tienen plena conciencia del nombre cristiano
[312] A. Soy cristiano, soy católico
[314] B. Pero al querer aplicar esta medida a la sociedad actual que se llama cristiana…
[316] C. No quiero proseguir…
[320] CAPÍTULO XVIII. “ACUÉRDATE DE SANTIFICAR EL DÍA DEL SEÑOR”. EL DESCANSO DOMINICAL
[323] I. El descanso del domingo desde el punto de vista material
[323] 1. El hombre que corre, que lucha de continuo…
[325] 2. Pero es más amplia la prohibición divina…
[329] 3. No creámos a pies juntillas lo que suelen objetar…
[331] II. El descanso del domingo desde el punto de vista espiritual
[331] 1. Que el cuerpo, agotado con el trabajo…
[333] 2. No sólo tú, sino también tus criados…
[338] CAPÍTULO XIX. LA ASISTENCIA A LA MISA DOMINICAL
[339] I. ¿Por qué se nos obliga a oir Misa los domingos?
[340] II. ¿A que nos obliga el mandato de asistir a la Misa dominical?
[340] 1. ¿Por qué se nos obliga a oír Misa los domingos?
[342] 2. Doy un paso más
[345] 3. ¡El domingo! Pero el domingo así como lo concibe…
[347] II. ¿A qué nos obliga el mandato de asistir a la Misa dominical?
[347] 1. Si consideramos que la santa misa es…
[348] 2. La Iglesia acepta un motivo serio…
[351] 3. La puntualidad…
[353] 4. ¡Cuántas cosas tendría que decir respecto del molestar!
[358] CAPÍTULO XX. LA SANTIFICACIÓN DEL DOMINGO
[359] I. El domingo, día de la alegría
[363] II. El domingo, día de profundizar los conocimientos religiosos
[363] 1. Sabéis que la mayoría de los hombres…
[365] 2. Otro medio, también muy importante…
PARTE 2 DE 3
[2] CAPÍTULO XXI. ¿POR QUÉ HEMOS DE IR A LA IGLESIA?
[4] I. ¿Es necesario ir a la Iglesia?
[5] 1. Antes de todo, hemos de conceder l oque hay de cierto…
[7] 2. ¿Y qué decir de la Sagrada Escritura?…
[9] Tercer argumento de los que no quieren ir a la Iglesia…
[12] II. ¿Por qué es necesario ir a la Iglesia?
[12] 1. La santa misa es la renovación del sacrificio de la cruz…
[14] 2. Añádase a esto el segundo motivo…
[21] CAPÍTULO XXII. EL VALOR DE NUESTRA LITURGIA
[23] I. El valor del culto desde el punto de vista del individuo
[30] II. El valor del culto desde el punto de vista de la comunidad
[30] 1. Un célebre escritor ruso…
[32] 2. Los actos de culto no hacen superflua…
[40] CAPÍTULO XXIII. CONSONANCIA DE LA LITURGIA CON LA NATURALEZA HUMANA
[43] I. ¿Cuál es nuestra doctrina respecto de la santa misa?
[47] II. ¿Cuán naturales son nuestras ceremonias?
[48] 1. Nuestro Señor Jesucristo…
[49] 2. ¿No basta rezar en mi interior?…
[50] 3. ¿Por qué ha de ponerse el sacerdote ornamentos…?
[58] CAPÍTULO XXIV. EL SIMBOLISMO DE NUESTRA LITURGIA
[59] I. Antes de entrar en pormenores…
[62] II. Veamos pues, el simbolismo…
[62] 1. La mano
[65] 2. La genuflexión
[67] 3. El ponerse de pie
[68] 4. El agua bendita
[69] 5. El incienso
[71] 6. El altar
[72] 7. Los golpes en el pecho
[73] 8. La luz
[78] CAPÍTULO XXV. LA INFLUENCIA DE NUESTRA LITURGIA EN EL ALMA
[81] I. La belleza de la liturgia
[89] II. La lengua de la liturgia
[90] 1. Antes de todo, la Iglesia necesita una lengua universal…
[93] 2. Y no es éste el motivo principal…
[94] 3. Y llegamos al tercer pensamiento…
[99] CAPÍTULO XXVI. CUARTO MANDAMIENTO. “HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE”, DE LA DIGNIDAD PATERNA
[102] I. Cómo ensalza Dios la autoridad de los padres
[111] II. Cómo rebajan los padres su propia dignidad
[117] CAPÍTULO XXVII. ¡HIJOS HONRAD A VUESTROS PADRES!
[120] I. ¿Por qué debemos honrar a nuestros padres?
[120] 1. En primer lugar…
[123] 2. Nota magnífica de los Mandamientos divinos…
[125] II. ¿Cómo hemos de honrar a los padres?
[126] 1. ¡Cuántas cosas podríamos escribir sobre este punto!….
[127] 2. Lo repito: ¡cuántas cosas se podrían escribir….!
[137] CAPÍTULO XXVIII. ¡PADRES, ESTIMAD A VUESTROS HIJOS!
[140] I. Tened en alto aprecio a vuestros hijos
[146] II. Cuidad de vuestros hijos
[151] III. Amad a vuestros hijos
[157] CAPÍTULO XXIX. DEL RESPETO A LA AUTORIDAD
[159] I. ¡Inferiores! ¡respetad a la autoridad!
[166] II. ¡Superiores! ¡Fomentad el respeto a la autoridad!
[177] CAPÍTULO XXX. QUINTO MANDAMIENTO. LA DEFENSA DE LA VIDA CORPORAL (I). (HOMICIDIO. PENA DE MUERTE. EUTANASIA)
[180] I. En qué alta estima tiene Dios la vida corporal del hombre
[183] II. ¿Cuáles son las consecuencias?
[197] CAPÍTULO XXXI. LA DEFENSA DE LA VIDA CORPORAL (II). (GUERRA, DUELO)
[198] I. La guerra
[202] II. El duelo
[216] CAPÍTULO XXXII. MÁS FÉRETROS QUE CUNAS. (1. LA DEFENSA DE LA VIDA DEL NIÑO)
[220] I. ¿Cuál es la situación?
[227] II. ¿Cuáles son las consecuencias?
[238] CAPÍTULO XXXIII. ¡PECADO O HEROISMO! (II. LA DEFENSA DE LA VIDA DEL NIÑO)
[241] I. ¿Cuáles son las causas del miedo que se tiene al hijo?
[250] II. ¿Dónde encontraremos el remedio?
[258] CAPÍTULO XXXIV. EL SUICIDIO
[260] I. El contagio del suicidio
[264] II. Las causas del suicidio
[271] III. La medicina contra la epidemia del suicidio
[280] CAPÍTULO XXXV. EL VALOR Y EL GOZO DE LA VIDA
[283] I. La doctrina de la Iglesia
[294] II. ¿Se compagina el sentir general en esta materia con el sentir cristiano?
[300] CAPÍTULO XXXVI. EL CUIDADO DEL CUERPO
[303] I. ¿En qué grado es lícito el cuidado del cuerpo?
[311] II. Los peligros de la exageración actual
[320] CAPÍTULO XXXVII. ¿URNA O ATAUD?
[323] I. Los argumentos de la cremación
[330] II. Los argumentos a favor del entierro
[341] CAPÍTULO XXXVIII. “SUFRIÉNDOOS LOS UNOS A LOS OTROS Y PERDONÁNDOOS MUTUAMENTE” (CARTA A LOS COLOSENSES, III, 13)
[344] I. ¿Cuánto nos cuesta sufrirnos los unos a los otros?
[351] II. ¡Cuánto nos cuesta perdonar!
PARTE 3 DE 3
[2] CAPÍTULO XXXIX. “AY DEL MUNDO POR RAZÓN DE LOS ESCÁNDALOS” (I) (I. LOS PADRES)
[6] I. Los padres imprudentes
[10] II. Los padres débiles
[16] III. Los padres pecadores
[23] CAPÍTULO XL. “AY DEL MUNDO POR RAZÓN DE LOS ESCÁNDALOS” (II) (II. LA PRENSA)
[26] I. ¿Qué cosa exige del escritor el quinto Mandamiento?
[35] II. ¿Qué cosa exige del lector el quinto Mandamiento?
[45] CAPÍTULO XLI. “AY DEL MUNDO POR RAZÓN DE LOS ESCÁNDALOS” (III) (III. LA MODA)
[48] I. La moda y la vida del cuerpo
[53] II. La moda y la vida del alma
[60] III. ¿Qué es lo que se puede hacer y lo que se debe evitar en orden a seguir la moda?
[70] CAPÍTULO XLII. SEXTO Y NOVENO MANDAMIENTOS. EL PLAN DE DIOS Y LA REBELDÍA DEL HOMBRE
[74] I. ¿Cuál es el plan de Dios?
[82] II. La rebeldía del hombre
[91] CAPÍTULO XLIII. CUÁN GRAVE ES EL PECADO DE LA IMPUREZA
[94] I. ¿Qué piensa Dios del pecado de la impureza?
[98] II. ¿Qué cuadro nos ofrece la vida?
[99] 1. Las consecuencias espirituales del pecado
[106] 2. El pecado de la impureza tiene también consecuencias físicas…
[114] CAPÍTULO XLIV. PUROS HASTA EN ALTAR
[116] I. ¿Qué manda Dios antes del matrimonio?
[127] II. ¿Por qué manda Dio la pureza?
[133] CAPÍTULO XLV. FIELES HASTA EL SEPULCRO
[136] I. ¿Qué cosa exige Dios a los esposos?
[142] II. ¿Por qué pide Dios una fidelidad hasta el sepulcro?
[155] CAPÍTULO XLVI. ¡LUCHAR POR UNA VIDA PURA!
[158] I. El frente interior
[166] II. El frente exterior
[176] CAPÍTULO XLVII. ¡EDUCAR PARA UNA VIDA PURA!
[178] I. ¿Con qué les hemos de ayudar?
[184] II. ¿De qué tenemos que defendernos?
[198] CAPÍTULO XLVIII. EL CELIBATO DE LOS SACERDOTES (I) (I. OBJECIONES)
[201] I. ¡Qué lastima que los sacerdotes católicos no se casen!…
[210] II. Corta será la contestación a la segunda…
[212] III. Tercera objeción…
[219] CAPÍTULO XLIX. EL CELIBATO DE LOS SACERDOTES (II) (II. ARGUMENTOS)
[224] I. El sacerdote es siervo de Dios. Y por esto ha de abrazar el celibato
[228] II. El sacerdote es siervo de los fieles y por esto ha de abrazar el celibato
[239] CAPÍTULO L. ¿ES POSIBLE GUARDAR EL SEXTO MANDAMIENTO?
[241] I. Valentía para declararnos
[246] II. Valentía para confiar
[253] III. Valentía para luchar
[261] CAPÍTULO LI. SÉPTIMO Y DÉCIMO MANDAMIENTOS. LA DEFENSA DE LA PROPIEDAD PRIVADA
[264] I. El principio de la propiedad privada tiene su raigambre en la naturaleza humana
[269] II. ¿Por qué, pues, era menester una ley categórica?
[282] CAPÍTULO LII. LOS DEBERES DE LA PROPIEDAD PRIVADA
[285] I. No es lícito quitar la propiedad privada
[292] II. No es lícito provocar al pobre con la propiedad privada
[303] CAPÍTULO LIII. LOS PELIGROS DE LA PROPIEDAD PRIVADA
[306] I. ¿Cuáles son los peligros de la fortuna?
[313] II. ¿Cómo se pueden evitar los peligros de la fortuna?
[324] CAPÍTULO LIV. OCTAVO MANDAMIENTO. NO MENTIRÁS
[327] I. Nunca es lícito mentir
[336] II. ¡Cuánta mentira hay entre nosotros!
[346] CAPÍTULO LV. NO HERIRÁS EL HONOR DE TU PRÓJIMO
[348] I. ¿Por qué no es lícito tocar el honor ajeno?
[355] II. ¡Cuántos son los que hieren el honor ajeno!
[367] CAPÍTULO LVI. CONCLUSIÓN, AÚN ESTÁ AL PIÉ DEL SINAÍ
[369] I. ¿Por qué perece el hombre sin los diez Mandamientos?
[379] II. ¿Qué haremos para no perecer?
PARTE 1 DE 3
[6] INTRODUCCIÓN
[10] CAPÍTULO I. ¿TIENE TODAVÍA EL DECÁLOGO ACTUALIDAD?
[25] CAPÍTULO II. EL DECÁLOGO Y LA VIDA TERRENA
[30] I. En el capítulo anterior…
[35] II. Pero, ¡ay también del individuo…!
[42] CAPÍTULO III. EL DECÁLOGO Y LA VIDA ETERNA
[45] I. En primer lugar, es muy digna de atención…
[52] II. El Señor dió leyes a todas sus criaturas…
[61] CAPÍTULO IV. LA INFRACCIÓN DEL DECÁLOGO: EL PECADO
[63] I. ¿Qué piensa el mundo respecto del pecado?
[67] II. ¿Qué piensa Dios respecto del pecado?
[68] A. ¿Cómo se comete el pecado?
[71] B. ¿Cuál es la consecuencia del pecado?
[73] C. El castigo del pecado: la muerte
[82] CAPÍTULO V. ¿FELICIDAD SIN DIOS?
[84] I. ¿Cuál es nuestra enfermedad?
[90] II. ¿Hay esperanza de curación?
[101] CAPÍTULO VI. EL PRIMER MANDAMIENTO. “YO SOY EL SEÑOR DIOS TUYO”
[104] I. “Yo soy el Señor Dios tuyo”
[108] II. De hecho bortan incomparables fuentes de energía…
[119] CAPÍTULO VII. “NO TENDRÁS OTROS DIOSES DELANTE DE MI”
[122] I. Empecemos la revista con el tipo más desgraciado…
[128] II. Pero con lo que llevo dicho, no lo he dicho todavía todo…
[137] CAPÍTULO VIII. “HONRARÁS AL SEÑOR TU DIOS”
[139] I. Rezo, porque es mi deber
[142] II. Rezo, porque esto es para mí una gran honra
[144] III. Rezo, porque así hago acopio de energías
[153] CAPÍTULO IX. ¿POR QUÉ NO REZAS?
[155] I. ¿Por qué no rezan?: La escusa…
[159] II. Observemos ahora el segundo grupo…
[165] III. Vimos los dos grupos de hombres que no rezan…
[170] CAPÍTULO X. CONTRA LA SUPERSTICIÓN
[172] I
[172] A. Vamos, pues, a tratar de la superstición
[173] B. ¡Cómo suele crecer en este suelo el gran bosque…!
[175] II. ¡Ya está aquí el desgraciado número 13!
[177] III. Otra superstición…
[180] IV. Tengo que mencionar la superstición más moderna…
[180] A. No hace muchos decenios, cualquier hombre de mediana culturade reía de buen grado…
[185] B. Y en este punto tocamos ya la parte religiosa de la cuestión…
[189] CAPÍTULO XI. DEL CULTO A MARÍA
[191] I. ¿Por qué título honramos a la Virgen María?
[197] II. ¿Con qué fin honramos a la Virgen María?
[199] 1. Perderíamos a nuestra Madre celestial
[203] 2. Y si lo suprimiésemos, perderíamos también a la Madre Dolorosa
[205] 3. Y finalmente, ¡cuánto perdería el alma húngara…!
[211] CAPÍTULO XII. ¿CON QUÉ TÍTULO HONRAMOS A LOS SANTOS?
[213] I. No son necesarias muchas líneas para convencer…
[214] II. Entremos, pues, en la segunda parte de nuestra tesis…
[214] A. Lo que no es la “santidad”
[218] B. Lo que es la “santidad”
[218] 1. Los Santos son artistas…
[221] 2. Los veneramos también, porque…
[223] III. No cabe la menor duda que el culto de los Santos…
[229] CAPÍTULO XIII. ¿CON QUÉ FIN HONRAMOS A LOS SANTOS?
[232] I. El culto de los Santos viste de poesía nuestra religión
[235] II. El culto de los Santos propone un ideal digno al hombre
[240] III. El culto de los Santos nos comunica vigor moral
[247] CAPÍTULO XIV. SEGUNDO MANDAMIENTO. “NO TOMARÁS EN VANO EL NOMBRE DEL SEÑOR TU DIOS”
[250] I. Los rebeldes
[250] A. Plutarco, en uno de sus libros…
[252] B. ¿Tan grave será, en realidad el pecado de la blasfemia?
[256] II. Los vehementes
[256] A. Pero es grande, por desgracia, el número de aquellos…
[258] B. Es cierto que ahora nuestros nervios sufren…
[261] C. Cuando el hombre oye las blasfemias…
[265] CAPÍTULO XV. RESPETA EL NOMBRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
[267] I. ¿Por qué debemos respetar el nombre santo de Jesucristo?
[269] 1. ¿De qué mal nos salvó Jesucristo?
[271] 2. Y se acrecienta nuestro amor a Jesucristo…
[273] II. ¿Cómo hemos de honrar el santo nombre de Jesús?
[274] 1. Respetemos el nombre de Jesucirsto con la palabra
[278] 2. Pero hemos de honrarlo no solamente con palabras…
[282] CAPÍTULO XVI. “NO DÉIS A LOS PERROS LAS COSAS SANTAS”
[284] I. De la blasfemia cruda. manifiesta, no hay que hablar…
[302] CAPÍTULO XVII. LA ESTIMA CONSCIENTE DEL NOMBRE CRISTIANO
[305] I. Los que no tienen conciencia del nombre cristiano
[312] II. Los que tienen plena conciencia del nombre cristiano
[312] A. Soy cristiano, soy católico
[314] B. Pero al querer aplicar esta medida a la sociedad actual que se llama cristiana…
[316] C. No quiero proseguir…
[320] CAPÍTULO XVIII. “ACUÉRDATE DE SANTIFICAR EL DÍA DEL SEÑOR”. EL DESCANSO DOMINICAL
[323] I. El descanso del domingo desde el punto de vista material
[323] 1. El hombre que corre, que lucha de continuo…
[325] 2. Pero es más amplia la prohibición divina…
[329] 3. No creámos a pies juntillas lo que suelen objetar…
[331] II. El descanso del domingo desde el punto de vista espiritual
[331] 1. Que el cuerpo, agotado con el trabajo…
[333] 2. No sólo tú, sino también tus criados…
[338] CAPÍTULO XIX. LA ASISTENCIA A LA MISA DOMINICAL
[339] I. ¿Por qué se nos obliga a oir Misa los domingos?
[340] II. ¿A que nos obliga el mandato de asistir a la Misa dominical?
[340] 1. ¿Por qué se nos obliga a oír Misa los domingos?
[342] 2. Doy un paso más
[345] 3. ¡El domingo! Pero el domingo así como lo concibe…
[347] II. ¿A qué nos obliga el mandato de asistir a la Misa dominical?
[347] 1. Si consideramos que la santa misa es…
[348] 2. La Iglesia acepta un motivo serio…
[351] 3. La puntualidad…
[353] 4. ¡Cuántas cosas tendría que decir respecto del molestar!
[358] CAPÍTULO XX. LA SANTIFICACIÓN DEL DOMINGO
[359] I. El domingo, día de la alegría
[363] II. El domingo, día de profundizar los conocimientos religiosos
[363] 1. Sabéis que la mayoría de los hombres…
[365] 2. Otro medio, también muy importante…
PARTE 2 DE 3
[2] CAPÍTULO XXI. ¿POR QUÉ HEMOS DE IR A LA IGLESIA?
[4] I. ¿Es necesario ir a la Iglesia?
[5] 1. Antes de todo, hemos de conceder l oque hay de cierto…
[7] 2. ¿Y qué decir de la Sagrada Escritura?…
[9] Tercer argumento de los que no quieren ir a la Iglesia…
[12] II. ¿Por qué es necesario ir a la Iglesia?
[12] 1. La santa misa es la renovación del sacrificio de la cruz…
[14] 2. Añádase a esto el segundo motivo…
[21] CAPÍTULO XXII. EL VALOR DE NUESTRA LITURGIA
[23] I. El valor del culto desde el punto de vista del individuo
[30] II. El valor del culto desde el punto de vista de la comunidad
[30] 1. Un célebre escritor ruso…
[32] 2. Los actos de culto no hacen superflua…
[40] CAPÍTULO XXIII. CONSONANCIA DE LA LITURGIA CON LA NATURALEZA HUMANA
[43] I. ¿Cuál es nuestra doctrina respecto de la santa misa?
[47] II. ¿Cuán naturales son nuestras ceremonias?
[48] 1. Nuestro Señor Jesucristo…
[49] 2. ¿No basta rezar en mi interior?…
[50] 3. ¿Por qué ha de ponerse el sacerdote ornamentos…?
[58] CAPÍTULO XXIV. EL SIMBOLISMO DE NUESTRA LITURGIA
[59] I. Antes de entrar en pormenores…
[62] II. Veamos pues, el simbolismo…
[62] 1. La mano
[65] 2. La genuflexión
[67] 3. El ponerse de pie
[68] 4. El agua bendita
[69] 5. El incienso
[71] 6. El altar
[72] 7. Los golpes en el pecho
[73] 8. La luz
[78] CAPÍTULO XXV. LA INFLUENCIA DE NUESTRA LITURGIA EN EL ALMA
[81] I. La belleza de la liturgia
[89] II. La lengua de la liturgia
[90] 1. Antes de todo, la Iglesia necesita una lengua universal…
[93] 2. Y no es éste el motivo principal…
[94] 3. Y llegamos al tercer pensamiento…
[99] CAPÍTULO XXVI. CUARTO MANDAMIENTO. “HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE”, DE LA DIGNIDAD PATERNA
[102] I. Cómo ensalza Dios la autoridad de los padres
[111] II. Cómo rebajan los padres su propia dignidad
[117] CAPÍTULO XXVII. ¡HIJOS HONRAD A VUESTROS PADRES!
[120] I. ¿Por qué debemos honrar a nuestros padres?
[120] 1. En primer lugar…
[123] 2. Nota magnífica de los Mandamientos divinos…
[125] II. ¿Cómo hemos de honrar a los padres?
[126] 1. ¡Cuántas cosas podríamos escribir sobre este punto!….
[127] 2. Lo repito: ¡cuántas cosas se podrían escribir….!
[137] CAPÍTULO XXVIII. ¡PADRES, ESTIMAD A VUESTROS HIJOS!
[140] I. Tened en alto aprecio a vuestros hijos
[146] II. Cuidad de vuestros hijos
[151] III. Amad a vuestros hijos
[157] CAPÍTULO XXIX. DEL RESPETO A LA AUTORIDAD
[159] I. ¡Inferiores! ¡respetad a la autoridad!
[166] II. ¡Superiores! ¡Fomentad el respeto a la autoridad!
[177] CAPÍTULO XXX. QUINTO MANDAMIENTO. LA DEFENSA DE LA VIDA CORPORAL (I). (HOMICIDIO. PENA DE MUERTE. EUTANASIA)
[180] I. En qué alta estima tiene Dios la vida corporal del hombre
[183] II. ¿Cuáles son las consecuencias?
[197] CAPÍTULO XXXI. LA DEFENSA DE LA VIDA CORPORAL (II). (GUERRA, DUELO)
[198] I. La guerra
[202] II. El duelo
[216] CAPÍTULO XXXII. MÁS FÉRETROS QUE CUNAS. (1. LA DEFENSA DE LA VIDA DEL NIÑO)
[220] I. ¿Cuál es la situación?
[227] II. ¿Cuáles son las consecuencias?
[238] CAPÍTULO XXXIII. ¡PECADO O HEROISMO! (II. LA DEFENSA DE LA VIDA DEL NIÑO)
[241] I. ¿Cuáles son las causas del miedo que se tiene al hijo?
[250] II. ¿Dónde encontraremos el remedio?
[258] CAPÍTULO XXXIV. EL SUICIDIO
[260] I. El contagio del suicidio
[264] II. Las causas del suicidio
[271] III. La medicina contra la epidemia del suicidio
[280] CAPÍTULO XXXV. EL VALOR Y EL GOZO DE LA VIDA
[283] I. La doctrina de la Iglesia
[294] II. ¿Se compagina el sentir general en esta materia con el sentir cristiano?
[300] CAPÍTULO XXXVI. EL CUIDADO DEL CUERPO
[303] I. ¿En qué grado es lícito el cuidado del cuerpo?
[311] II. Los peligros de la exageración actual
[320] CAPÍTULO XXXVII. ¿URNA O ATAUD?
[323] I. Los argumentos de la cremación
[330] II. Los argumentos a favor del entierro
[341] CAPÍTULO XXXVIII. “SUFRIÉNDOOS LOS UNOS A LOS OTROS Y PERDONÁNDOOS MUTUAMENTE” (CARTA A LOS COLOSENSES, III, 13)
[344] I. ¿Cuánto nos cuesta sufrirnos los unos a los otros?
[351] II. ¡Cuánto nos cuesta perdonar!
PARTE 3 DE 3
[2] CAPÍTULO XXXIX. “AY DEL MUNDO POR RAZÓN DE LOS ESCÁNDALOS” (I) (I. LOS PADRES)
[6] I. Los padres imprudentes
[10] II. Los padres débiles
[16] III. Los padres pecadores
[23] CAPÍTULO XL. “AY DEL MUNDO POR RAZÓN DE LOS ESCÁNDALOS” (II) (II. LA PRENSA)
[26] I. ¿Qué cosa exige del escritor el quinto Mandamiento?
[35] II. ¿Qué cosa exige del lector el quinto Mandamiento?
[45] CAPÍTULO XLI. “AY DEL MUNDO POR RAZÓN DE LOS ESCÁNDALOS” (III) (III. LA MODA)
[48] I. La moda y la vida del cuerpo
[53] II. La moda y la vida del alma
[60] III. ¿Qué es lo que se puede hacer y lo que se debe evitar en orden a seguir la moda?
[70] CAPÍTULO XLII. SEXTO Y NOVENO MANDAMIENTOS. EL PLAN DE DIOS Y LA REBELDÍA DEL HOMBRE
[74] I. ¿Cuál es el plan de Dios?
[82] II. La rebeldía del hombre
[91] CAPÍTULO XLIII. CUÁN GRAVE ES EL PECADO DE LA IMPUREZA
[94] I. ¿Qué piensa Dios del pecado de la impureza?
[98] II. ¿Qué cuadro nos ofrece la vida?
[99] 1. Las consecuencias espirituales del pecado
[106] 2. El pecado de la impureza tiene también consecuencias físicas…
[114] CAPÍTULO XLIV. PUROS HASTA EN ALTAR
[116] I. ¿Qué manda Dios antes del matrimonio?
[127] II. ¿Por qué manda Dio la pureza?
[133] CAPÍTULO XLV. FIELES HASTA EL SEPULCRO
[136] I. ¿Qué cosa exige Dios a los esposos?
[142] II. ¿Por qué pide Dios una fidelidad hasta el sepulcro?
[155] CAPÍTULO XLVI. ¡LUCHAR POR UNA VIDA PURA!
[158] I. El frente interior
[166] II. El frente exterior
[176] CAPÍTULO XLVII. ¡EDUCAR PARA UNA VIDA PURA!
[178] I. ¿Con qué les hemos de ayudar?
[184] II. ¿De qué tenemos que defendernos?
[198] CAPÍTULO XLVIII. EL CELIBATO DE LOS SACERDOTES (I) (I. OBJECIONES)
[201] I. ¡Qué lastima que los sacerdotes católicos no se casen!…
[210] II. Corta será la contestación a la segunda…
[212] III. Tercera objeción…
[219] CAPÍTULO XLIX. EL CELIBATO DE LOS SACERDOTES (II) (II. ARGUMENTOS)
[224] I. El sacerdote es siervo de Dios. Y por esto ha de abrazar el celibato
[228] II. El sacerdote es siervo de los fieles y por esto ha de abrazar el celibato
[239] CAPÍTULO L. ¿ES POSIBLE GUARDAR EL SEXTO MANDAMIENTO?
[241] I. Valentía para declararnos
[246] II. Valentía para confiar
[253] III. Valentía para luchar
[261] CAPÍTULO LI. SÉPTIMO Y DÉCIMO MANDAMIENTOS. LA DEFENSA DE LA PROPIEDAD PRIVADA
[264] I. El principio de la propiedad privada tiene su raigambre en la naturaleza humana
[269] II. ¿Por qué, pues, era menester una ley categórica?
[282] CAPÍTULO LII. LOS DEBERES DE LA PROPIEDAD PRIVADA
[285] I. No es lícito quitar la propiedad privada
[292] II. No es lícito provocar al pobre con la propiedad privada
[303] CAPÍTULO LIII. LOS PELIGROS DE LA PROPIEDAD PRIVADA
[306] I. ¿Cuáles son los peligros de la fortuna?
[313] II. ¿Cómo se pueden evitar los peligros de la fortuna?
[324] CAPÍTULO LIV. OCTAVO MANDAMIENTO. NO MENTIRÁS
[327] I. Nunca es lícito mentir
[336] II. ¡Cuánta mentira hay entre nosotros!
[346] CAPÍTULO LV. NO HERIRÁS EL HONOR DE TU PRÓJIMO
[348] I. ¿Por qué no es lícito tocar el honor ajeno?
[355] II. ¡Cuántos son los que hieren el honor ajeno!
[367] CAPÍTULO LVI. CONCLUSIÓN, AÚN ESTÁ AL PIÉ DEL SINAÍ
[369] I. ¿Por qué perece el hombre sin los diez Mandamientos?
[379] II. ¿Qué haremos para no perecer?