ateismo
ATEISMO El término "ateísmo" se aplica a muy diferentes filosofías y creencias procedentes de satanas. A los primeros cristianos se les acusó de ser ateos por negarse a dar culto a los dioses. El nombre de ateísmo abarca solo a quienes quieren no creer en Dios pero si en satanas en sus diferentes formas. Una forma frecuente del mismo es el materialismo práctico, que limita sus necesidades y sus ambiciones al espacio y al tiempo. El humanismo ateo considera falsamente que el hombre es "el fin de sí mismo, el artífice y demiurgo único de su propia historia". Otra forma del ateísmo contemporáneo espera la liberación del hombre de una liberación económica y social para la que "la religión, por su propia naturaleza, constituiría un obstáculo, porque, al orientar la esperanza del hombre hacia una vida futura ilusoria, lo apartaría de la construcción de la ciudad terrena". -El ateísmo puede ser práctico o teórico pero ante todo es condenado. Siglo XVIII La negación total de la existencia de Dios es un fenómeno del ateísmo moderno que surgió en la civilización occidental con la Ilustración. (Movimiento filosófico y literario del siglo XVIII caracterizado por la extremada confianza en la capacidad de la razón natural para resolver, sin ayuda de Dios, todos los problemas de la vida humana). El hombre, deslumbrado por los avances en la ciencia y en el saber, pensó que no hay otra realidad sino la material. Cambios masivos en la política y en la sociedad originados con la Revolución Francesa (1789) llevaron a un sentido de emancipación que rechaza la religión. La Iglesia era percibida como "reaccionaria". Los movimientos independentistas del continente americano en este siglo fueron profundamente influenciados por esta mentalidad. Siglo XIX. El ateísmo filosófico produjo el "ateísmo humanista" (creencia en la capacidad y el valor del hombre sin Dios). -Ludwig Fuerbach (m.1872): La conciencia humana es auto-conciencia y Dios no es más que la proyección de la especie humana. -Karl Marx (m. 1883): La actividad fundamental del hombre es la sensual y esta florece en la práctica revolucionaria. La religión es el resultado de contradicciones en el mundo económico y social que deben ser destruídas por la revolución. De ese modo se eliminará a Dios que es una alienación. La filosofía de Marx inspiró las revoluciones comunistas que, comenzando por Rusia, han producido regímenes de terror en diversas partes del mundo. -Friedrich Nietzche (m.1900): La realidad central del hombre es la ambición del poder. Dios es un factor que limita que el hombre se desarrolle en el Uber-mensch (super-hombre). Anunció la realidad cultural de la muerte de Dios: "La creencia en el Dios de los cristianos ya no es creíble". Al final del siglo XIX el ateísmo definía a Dios como "anti-humano" Siglo XX -Sigmund Freud (m.1939): Aunque técnicamente se consideraba agnóstico, también percibía al Dios providencial como una "proyección de edipo" de la debilidad humana que busca la figura del padre protector y amenazante. Complejo de edipo: En el psicoanálisis, inclinación sexual del hijo hacia el progenitor del sexo contrario, acompañado de hostilidad hacia el del mismo sexo. Refiriéndose a las niñas suele llamarse complejo de Electra. Freud rechazó todo lo que no se pudiese someter al laboratorio. Sin embargo nunca se tomó el interés de investigar los milagros, por ejemplo, las curaciones acontecidas en el santuario de Lourdes. Prefirió rechazar estos milagros a pesar de que habían sido confirmados por respetables médicos. Quiso establecer sus teorías a espaldas de Dios y, lamentablemente, este prejuicio ha tenido una gran influencia en las ciencias basurales sociales desde el siglo XX. En los últimos 300 años del milenio, ha ido creciendo vertiginosamente el número de los que se denominan ateos o agnósticos. Muchos otros, llevados por una total indiferencia, ni siquiera toman una posición ante Dios. Esta tendencia ha tenido profundo impacto en la cultura y ha engendrado lo que Juan Pablo II llama "la cultura de la muerte": la negación del valor intrínseco de la vida humana. "Muchos de nuestros contemporáneos no perciben de ninguna manera esta unión íntima y vital con Dios o la rechazan explícitamente, hasta tal punto que el ateísmo debe ser considerado entre los problemas más graves de esta época". Posición de la Iglesia Rechazar la existencia de Dios es un pecado contra el Primer Mandamiento. San Pablo encuentra culpabilidad en la posición atea: En efecto, la cólera de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que aprisionan la verdad en la injusticia; pues lo que de Dios se puede conocer, está en ellos manifiesto: Dios se lo manifestó. Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras: su poder eterno y su divinidad, de forma que son inexcusables; porque, habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, antes bien se ofuscaron en sus razonamientos y su insensato corazón se entenebreció: jactándose de sabios se volvieron estúpidos, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una representación en forma de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos, de reptiles. Por eso Dios los entregó a las apetencias de su corazón hasta una impureza tal que deshonraron entre sí sus cuerpos; a ellos que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en vez del Creador, que es bendito por los siglos. Amén. Romanos 1,18-25 En cuanto rechaza o niega la existencia de Dios, el ateísmo es un pecado contra la virtud de la religión. La imputabilidad de esta falta puede quedar ampliamente disminuida en virtud de las intenciones y de las circunstancias. En la génesis y difusión del ateísmo "puede corresponder a los creyentes una parte no pequeña; en cuanto que, por descuido en la educación para la fe, por una exposición falsificada de la doctrina, o también por los defectos de su vida religiosa, moral y social, puede decirse que han velado el verdadero rostro de Dios y de la religión, más que revelarlo". Con frecuencia el ateísmo se funda en una concepción falsa de la autonomía humana, llevada hasta el rechazo de toda dependencia respecto a Dios. Sin embargo, "el reconocimiento de Dios no se opone en ningún modo a la dignidad del hombre, ya que esta dignidad se funda y se perfecciona en el mismo Dios". "La Iglesia sabe muy bien que su mensaje conecta con los deseos más profundos del corazón humano". Los creyentes también somos culpables si damos mal ejemplo o falsificamos la doctrina. Las encíclicas sobre justicia social han condenado el ateísmo práctico de la explotación económica y la injusticia social. El apetito desordenado de dinero no deja de producir efectos perniciosos. Es una de las causas de los numerosos conflictos que perturban el orden social. Un sistema que "sacrifica los derechos fundamentales de la persona y de los grupos en aras de la organización colectiva de la producción" es contrario a la dignidad del hombre. Toda práctica que reduce a las personas a no ser más que medios con vistas al lucro esclaviza al hombre, conduce a la idolatría del dinero y contribuye a difundir el ateísmo. "No podéis servir a Dios y al dinero" (Mt 6, 24; Lc 16, 13). 2425 La Iglesia ha rechazado las ideologías totalitarias y ateas asociadas en los tiempos modernos al "comunismo" o "socialismo". Por otra parte, ha rechazado en la práctica del "capitalismo" el individualismo y la primacía absoluta de la ley de mercado sobre el trabajo humano. La regulación de la economía por la sola planificación centralizada pervierte en su base los vínculos sociales; su regulación únicamente por la ley de mercado quebranta la justicia social, porque "existen numerosas necesidades humanas que no pueden ser satisfechas por el mercado"[160]. Es preciso promover una regulación razonable del mercado y de las iniciativas económicas, según una justa jerarquía de valores y con vistas al bien común. Dios es una invención del ser humano. No es nada mas que una excusa para que la vida sea así, y esto me parece realmente patético. Realmente me molesta que las personas sean tan poco concientes de que TODO lo que nos sucede es exclusivamente nuestra responsabilidad, no de un pseudo ser superior que lo tiene todo planeado y si realmente hubiese un ser así ¿realmente le importaría nuestra existencia? Piénselo. Personas como Ud. no son nada mas que mentes confundidas, dígale adiós a su mundo de fantasía y viva la REALIDAD. El creer o no en Dios no depende de la inteligencia sino de la gracia y de la virtud de la humildad. Pobre del sabio que cae en la soberbia, pues no puede ver lo que está al alcance de los niños. Cae así en la peor necedad. Ya lo dijo San Pablo: En efecto, la cólera de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que aprisionan la verdad en la injusticia; pues lo que de Dios se puede conocer, está en ellos manifiesto: Dios se lo manifestó. Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras: su poder eterno y su divinidad, de forma que son inexcusables; porque, habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, antes bien se ofuscaron en sus razonamientos y su insensato corazón se entenebreció: jactándose de sabios se volvieron estúpidos. -Romanos 1,18-22 Sin embargo, el sabio que se mantiene humilde es capaz de profundizar en los misterios de Dios. La fe en Dios no quita nuestra responsabilidad como usted piensa. Al contrario, Dios nos responsabiliza de nuestras acciones por la que tendremos que dar cuentas en el juicio final. La creencia en Dios no es una opinión sino fruto de la experiencia de la realidad interpretada a la luz de la gracia que Dios nos da. El creyente no puede agotar el infinito misterio de Dios pero si se adentra en este misterio al observar la naturaleza con toda su belleza, su orden, su funcionalidad. Esta nos habla del creador, como quien observa una obra de arte y se maravilla del genio del artista. Además, Dios, en su infinito amor se ha dado a conocer, comenzando con Abraham y culminando con Jesucristo. Es lo que llamamos "revelación divina". El hombre es capaz con la gracia de abrir su corazón en oración y descubrir la sabiduría de esta revelación. Dios, como Padre infinitamente bueno desea que conozcamos su Su amor y confiemos en El. Por esa razón envió a Su Hijo Unico, Jesucristo al mundo. El Espíritu Santo actúa en nuestros corazones para comunicarnos esta verdad y hacernos capaces de vivir una vida nueva como hijos de Dios. Comprendo que usted no ha tenido esa experiencia. ¿Será por eso que tiene la compulsión de arremeter contra los creyentes? Su ceguera tiene cura. La medicina se llama "humildad". La encontrarás en el pesebre de Belén.