Bien, estas imagenes aberrantes que ves son lo que sucedia en sodoma y gomorra de la cual hoy dia tambien se ven a diario en lugares distintos del mundo. Estos abominables seres salidos del infierno han tomado forma en un Desorden de Identidad de Género, el cual es un desorden mental de tipo patológico y consecuencias a largo plazo dependiendo la edad.
Cuidado con el nuevo evangelio que traen ellos para poner todo a su favor... cuando la escritura habla de otra cosa distinta...
Respecto al homosexual de prototipo original y desprecio la sodomia que predican
Veamos que es HOMOFOBIA: El término homofobia hace referencia al rechazo (fobia del griego antiguo Φόϐος, ‘pánico’) o de forma extendida a la aversión, odio, prejuicio o discriminación, contra gays o lesbianas, aunque también se incluye a las demás personas que integran a la diversidad sexual, como es el caso de las personas bisexuales o transexuales, y las que mantienen actitudes o hábitos comúnmente asociados al otro sexo, como los metrosexuales y las personas «con pluma». El adjetivo es "homofóbico".
Ahora, enseñarles a que las leyes de la tierra son basadas en la MORAL y las del Cielo son basadas en la Ley de Dios y que por tanto NO DEBEN AGREGARSEN DERECHOS a los LGBT ya que esto es antinatural y antimoral y NO ES HOMOFOBIA sino el decirles en la cara que no pidan cosas absurdas. Me da pena con el homosexual pero su espiritu impuro (lo que es psicologicamente conocido como patologia) que le hace actuar inmoralmente y desenfrenada viene de la union lujuriosa entre el padre y la madre de la criatura que se va a concebir tiempo despues....
El pecado de ambos es la causa de la infiltracion de este espiritu maldito y que se encargue de influir en el niño o niña que nacerá...
El niño al ser adolescente y por su exploracion sexual, afectiva y demas en la adolescencia, se deja llevar por el amiguito torcido que le termina manejando la afectividad y lo convierte en su raza... (de forma inocente cae, ya que sus padres no le hablaron a tiempo... perros mudos que lidiaran con ese error màs adelante)
Es por esto que he creado esta web para ver el punto claro de las cosas, crudo pero sincero... detallado pero seguro. Respetamos al homosexual que no se acuesta ni revuelca su cuerpo en cama de otro de su mismo sexo (como burro rebajado a sus pasiones), aquel que guarda desde los miembros de su cuerpo hasta sus intimos pensamientos para Dios y no hace caer a nadie en pecado alguno de lujuria ni en la más leve intension NI ALTERA LA MORAL Y LA SEXUALIDAD DE NINGUN PEQUEÑO INDEFENSO para corromperlo y cambiar la moral natural de la que le dio Dios desde el vientre del mismo, es digno de grandes indulgencias porque es un hijo de Dios que lidia con un espiritu impuro dentro de si y no le permite actuar (cosa que tortura a un demonio)
El cuento chino de que si una prostituta en tailandia està ultrajada por este oficio y el abandono de los padres se suma, no seria mejor dejarla bajo tutoria de dos tutores del mismo sexo? PUES NO, HAY SOLUCION PARA ESTO Y ES LA EDUCACION Y LUEGO EL TRABAJO HONRADO. La siguiente imagen es la hipocresia y el parapeto para creerse que por ser catolico va a propagar la sodomia....
y en su lema decian: !"soy homosexual, tengo hijos y soy catolic@"¡
(como va a ser asi, haciendose pasar por padres o madres solteras para que les den los niños en adopcion y luego se marchan como si nada.... yendo sin miedo contra la Ley de Dios, accediendo a aberrantes deseos iniciales.)
Menos mal existe gente con valentia y no deja que sodomierdas insipidos impongan nuevas reglas e inventen derechos que nunca les correspondieron
Menos mal en la Santa Biblia lo dice clarito...
YO NO SOY ALCAHUETA NI ME CAYO, SOY CATOLICO Y TAMBIEN CAYO A LOS FARISEOS¡¡¡¡
Pedro Trevijano: “No es una
casualidad que la difusión y
creciente aceptación social de la homosexualidad vaya
acompañada de una menta-
lidad muy difundida hostil a la
vida y de una tremenda libertad
sexual”.
Y dado que las fobias son enfermedades mentales y el repudiar el pecado contra natura y la contumaz desvergüenza de muchos de sus seguidores es denominada homo”fobia”, me di cuenta gracias a la indicación de un familiar de que la manera correcta de nombrar a estos pobres infelices es empleando la denominación que emplea la biblia para referirse a ellos, son SODOMITAS.
Ya que así se llamaba a los habitantes de Sodoma, ciudad contigua a Gomorra, ambas destruidas por el fuego de la Santa Ira de Dios debido a que en esos pueblos la moral se había degradado de manera tal que era frecuente a casi la totalidad de sus habitantes la practica del pecado contra la naturaleza llamado homosexualismo, además de toda clase de aberraciones que no viene al caso mencionar.
sodomita sinónimo de marica, maricón, sarasa, lesbiana, sáfica, tortillera y homosexual se desprende de que el termino SODOMITA se puede emplear en casos de homosexuales hombres y/o mujeres.
Visto lo anterior es que declaro que a contar de hoy se llamara a los sodomitas por su nombre, es decir SODOMITAS seremos Anti-Sodomitas.
Llamémoslos por su nombre y no como ellos nos impongan.
Dejo en claro que como ordena Nuestra Santa Madre Iglesia: Se ha de odiar al pecador que persevera en su pecado.
-SODOMA Y GOMORRA-
Evidencia de la existencia de estas dos ciudades cuya destrucción consta en el relato bíblico.
RESALTO QUE SODOMITA ES: Aquella persona que se entrega sexualmente de forma promuscua y VEHEMENTE a una o diferentes personas y difunde esta conducta retorcida a personas normales por medio de la duda persuasiva.
No hay que tratar de justificar las porquerias que se hacen entre dos o mas personas del mismo sexo entre 4 paredes...
Se han tratado de colar en la politica para que sean aceptados y sus relaciones sean abiertas yendo hacia el matrimonio y adopcion.
Este tema es fácil de tratar porque si son LGBT deben ser tratados como basura.
Dios nos ama tal y como somos (solo si somos católicos y normales), cierto es que debemos respetarnos unos a otros (solo entre catolicos), que debemos ayudarnos unos a otros, pero no debemos respetar las abominaciones que hagan para aprobar derechos y leyes que no les corresponden fuera de las ya recibidas ni propagar su bajeza a los que no son como ellos... ESO NO¡¡
Viendo la soledad que enfrentan al no tener gente como ellos a quienes consentir y revolcarsen como burros, se ven obligados a seducir a otros a dudar de su sexualidad.... para convertirlos en SODOMITAS como ellos y poder asi tener una pareja estable.
Nivel Cero: tratan de admitirlo y mostrarlo pero tienen miedo
Primero, tratan de ser aceptados
Segundo, tratan de ser respetados
Tercero, tratan de que los vean como personas que deben ser respetadas como personas diversas de pensamiento y actuar libre
Cuarto, tratan de que su SODOMIA sea aceptada como inclinacion sexual libre como persona y opcion libre para todos
Quinto, tratan de que sus relaciones homosexuales sean respetadas al igual que sus falsos derechos
Sexto, tratan de propagar su SODOMIA a cada objetivo humano por el que sienta gusto por medio de la duda persuasiva y la acaparacion del afecto vacio
Septimo, tratan de que sus relaciones se puedan formalizar por el matrimonio civil
Octavo, tratan de justificar biblicamente su SODOMIA para que hacer creer que Dios les cree y los hombres tambien para escudarsen
Noveno, protestan contra las sectas por no aceptar el ser SODOMITA y colocar ante ella la discriminacion a ellos por discriminar sus absurdas leyes
Decimo, tratan de hacer adopciones entre parejas sodomierdas para reclutar niños para propagar la ideologia sodomita
Undecimo, tratan de hacer fecundaciones in vitro y un dador anonimo de semen que de su cuota alimentaria a la pareja SODOMITA
Por tanto el sodomita con estos hechos es un humano que ha sido poseido debido a que es el desvio humano que trata de cimentarse en la moral y es atacada...
Un sodomita es un poseedor de un demonio de lujuria desenfrenada, un depravado pedofilo.
LGBT: Artificio del demonio
4 opciones, 1 objetivo: Proliferar esas 4 opciones e infundarlas sutilmente mediante persuacion pasiva.
LGBT: Lesbianas, gays, bisexuales y transexuales... en eso consiste las siglas de esa organizacion que se ha ido revelando poco a poco en nuestra sociedad a nivel mundial.
Era un tabu si se era gay, un problema si se era lesbiana, una aberracion si se era transexual y una bestialidad si se era bisexual... en estas 4 facetas se divide un gran numero de humanos deliberados y de "mente abierta" que han deseado una cosa como principio basico inicial: el respeto a la igualdad humanitaria, el respeto como seres humanos. Obviamente no son humanos ni tienen derechos.
Hasta ahi todo iba bien, (imaginariamente) luchaban por ser aceptados como personas normales y que nadie tuviese prejuicios contra ellos y mermaran las burlas en su contra. Durante decadas fue lo contrario (genial): humillaciones, mofas y siendo desechados se vieron obligados a "meterse al closet", un closet de cristal rosado que estaba oculto en un sitio que solo ellos sabian: su cuarto.
Viendo la historia pasamos por conquistadores, cantantes, escritores, estilistas, diseñadores de modas y demas figuras insipidas del espectaculo que tanto relleno de lavatorio de cerebros aportan a la television. Logicamente el televidente imita las estupideces y desgasta vanamente la poca materia gris que le queda.
Viendo un ejemplo a madonna, lady gaga, britney spears, christina aguilera, avril lavigne... figuras dominadoras de masas que raramente estan conectadas por una cosa: lesbianismo cinico¡¡¡
Pero volviendo a la gran comunidad de personas de habitos depravados, colores, gustos, hormonas y costumbres, estos se dividen en dos clases que en ultimas hacen parte de una escala retroalimentaria:
LGBT no revelados: Los que pateamos y se acomplejan y que desean relucir su depravacion.
Los LGBT revelados: Los que desean mas que el respeto a sus derechos falsos, igualdad de leyes (depravadas mezcladas con las normales) en todo sentido con los normales. Son los que se entregan a todo tipo de pasiones y hacen caer a personas normales por escogencia de gusto.
Pero ambas ramas se unen cuando los revelados incitan al apoyo de nuevas leyes absurdas en bien comun para ambos con tal de aumentar el provecho de las leyes para una total satisfaccion y realizacion como persona pero esto es contradictorio en varios principios ya sabidos:
1- En lo moral, sabemos que los nucleos familares estan conformados por un padre, madre e hijos que son nacidos del vientre de la madre y procreados por el padre.
2- Hombre y mujer se unen ante la ley constitucional correcta y la ley de Dios (catolica) para conformar una familia de forma responsable y como Dios manda.
3- El homosexual esta limitado unicamente a respirar nada mas, vivir en una sociedad donde le sea no respetado como humano y que toda actividad desarrollada sea comun y corriente.
4- Un hijo normal esta completamente formado bajo las bases de la etica y moral de sus padres, de la Iglesia Catolica apostolica y romana bajo la tradicion verdadera y unica.
5- Hombre y mujer son desde que nacieron, no hay punto medio. Se debe mantenerse como tal hasta su muerte ya que si se desvia, es un evidente desequilibrio mental y de genero. Condena.
Viendo estos 5 principios sabemos que somos libres de elegir lo que deseemos ser pero esa eleccion en mayoria es erronea... no es nada moral y etica. Todo tiene un orden, un principio y un porque de existir.
El homosexualismo no tiene fundamento de principios ni un porque cimentado, no tiene un orden ya que todo es tapujo para lograr la autorrealizacion como persona falsa en su totalidad....
Algunas excusas que usan para hacer legal la adopcion o adoptrinacion son:
-No es raro que digan que el niño por no ser protegidos sus derechos, el sea el que reclame la potestad diciendo que puede rellenar estos vacios que una familia heterosexual de la que carece puede llenar el.
(ironicamente desean llenar vacios sin saber que a quien corresponde esta responsabilidad es a padres normales y no a personas desequilibradas de genero y del ano)
-Como el niño carece de familia o un tutor que pueda hacerse responsable de el, el puede hacerse cargo del niño cargo totalmente como persona acta..
(ni como niñera/o ni como padre ni madre porque no tiene la moral real sino una a conveniencia y erronea si es huerfano se cree capaz de darle una educacion supuestamenet real que es erronea)
-El niño puede ser beneficiado en un seguro de salud igual como lo haria una familia heterosexual ya que no ven diferencia alguna en brindar esta ayuda a un niño.
(No hay que cogerse de esta excusa para hacerse a una adopcion inmediata, estos niños merecen un padre y madre que den cariño, amor y todo lo complementario sin excepcion alguna)
-El niño puede morir sin una familia, por eso es prioritaria una familia sea cual sean sus integrantes mientras sean actos para ser sus tutores.
(el vivir es necesario en todo ser humano recto y una familia que complemente el amor total es una de padre y madre)
Como carajos van a explicar las siguientes cosas:
Que fue lo que creo Dios al principio luego del cielo y la tierra, el mar, las plantas y animales, la luz y demas?
Como haran para negar el genesis y la parte que dice sobre la creacion del hombre y la mujer?
Como le explicaran a esos inocentes niños como se procrea un niño?
Que tipo de proceso biologico se inventaran ellos para no contradecirsen con el niño que luego sera un joven?
Como haran para mantener esa mentira si la biologia es una cosa y el homosexualismo es otra no relativa?
Como van a sustituir la procreacion natural por una artificial?
Como van a contradecir la moral y lo que Dios hizo?
Algunas excusas sutiles y persuasivas para desequilibrar la etica y moral verdadera entre amigos (gay-normal) son:
- Si tus padres se separaron, vente para mi casa que aqui hablamos mejor, tienes un amigo con quien contar, tranquilo que yo siempre estare contigo en las buenas y las malas.
- Tu significas mucho para mí que no deseo que nadie te haga daño alguno y deseo cuidarte.
- Necesitas un nuevo aire, algo distinto... vamos de viaje...
Cuando un homosexual acapara el tiempo de un amigo normal, este se ve envuelto en el tiempo del otro... cosa que da para hacerle entrar en su razon sutil: eres homosexual tambien, aceptalo... solo falta que te encuentres a ti mismo.
No es raro que sean grandes amigos y se confien todo como dos personas de gran confianza, esto da para conocer a la victima y saber por donde hacerla caer... el talon de aquiles.
La duda infundada por un homosexual a un amigo que le gusta y este es heterosexual, es de dos maneras:
1- Premisas de doble sentido pero con un toque de afectividad de por medio indicando un mensaje subliminal de atraccion que el otro procesara en su subconciente.
2- Mensajes de cariño y afecto fisico con palabras e indirectas, similar al anterior pero con un sutil abrazo, palabra de animo o detalle.
Ellos seran felices cuando todos opten por ser preferiblemente homosexuales como ellos mismos ya que es un orgullo gay que les hace felices, es como ser libre de la manera que deseaba el. De tal palo tal astilla, asi sera la sociedad, y la proliferacion es mas que evidente o mentira?
Veamos el nuevo testamento que nos dice sobre la sodomia....
Esto va como respuesta a aquellos que piensan que el Nuevo Testamento no condena el putimonio (el "matrimonio" gay), y otras prácticas contra la naturaleza.
El matrimonio es la unión de un hombre y una mujer NO otra.
He visto en muchos lugares que los defensores del putinomio y demás prácticas contranatura argumentan que en el Nuevo Testamento no hay cita sobre la condena de la homosexualidad y más aún, que Jesús no dijo nada la respecto.
En el Antiguo Testamento tenemos infinidad de citas sobre el hecho y NUNCA Jesús las cambió, ni cuestionó.
Ejemplos:
"No te echarás con varón como con mujer, es abominación" (Lv 18,22).
"Si alguno se juntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos, sobre ellos será su sangre" (Lv 20,13).
Las ciudades de Sodoma y Gomorra fueron destruidas por su pecado. Y el pecado que más aparece en el escenario de esas dos ciudades fue el de la homosexualidad. Se sabe que este pecado era tan dominante que, cuando los ángeles de Dios fueron a casa de Lot, los hombres de Sodoma quisieron entrar a la casa para "poseer" sexualmente a aquellos visitantes de Dios. Pero no lo consiguieron, porque los ángeles les hirieron de ceguera. Y esta ciudad fue borrada del mapa (Gn 19,4-11).
Sodoma y Gomorra fueron destruidas por causa de la homosexualidad que reinaba en dichas ciudades, de donde viene la palabra "sodomía". (Huida de Lot, detalle de "La destrucción de Sodoma")
Y como las anteriores hay al menos una decena de citas contra la homosexualidad.
Dicen estos tergiversadores de la Verdad que el Antiguo testamento era otra cosa. ¡Cómo si no fuera parte de la Misma Biblia!
Pero bueno, demósle el gusto, a los que piden citas del Nuevo Testamento he aquí algunas:
Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aún sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y al igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron con su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen" (Ro 1,26-28)
Inexorablemente "La paga de su pecado es la muerte" (Ro 6,23).
En 2 Corintios 6:9-10 está escrito: "¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, NI LOS AFEMINADOS, NI LOS QUE SE ECHAN CON VARONES, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios….
Y si quieren un cita sobre el UNICO matrimonio posible de boca del mismísimo Jesús al respecto, acá la tienen:
En Mateo 19:4-6: “El, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, VARÓN Y HEMBRA LOS HIZO, y dijo: Por esto el HOMBRE dejará padre y madre, y SE UNIRÁ A SU MUJER, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”.
Acá no hay parábolas ni doble interpretación, ni dudoso significado, es bien claro y taxativo.
Jesús fue totalmente claro en este asunto: el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer, ¡NO OTRA!
Siendo así, estos desviados no sólo practican y defienden estas aberrantes costumbres sino que además cambian las Escrituras, pero, ya lo había dicho el apóstol Pedro hace casi dos mil años:
II Pedro 3:16 "Casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos é inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para perdición de sí mismos."
Lo más grave no es que los servidores de Satanás cambien, desvirtúen y mientan sobre las Sagradas Escrituras, lo más grave es que ante estos hecho la Iglesia pernanece anestesiada avalando con su pasividad cosas como estas aún apoyadas por boca de algunos sacerdotes, cuando debería salir "espada en mano" a enfrentar esa aberración destructora de la familia, base primordial de una sociedad Cristiana.
ESTUDIOS DOCTRINALES SOBRE EL MATRIMONIO
EL MATRIMONIO A LA LUZ DE LA ARCANUM SAPIENTIAE DE LEON XIII
CARTA ENCÍCLICA
ARCANUM DIVINAE SAPIENTIAE
DEL SUMO PONTÍFICE LEÓN XIII
SOBRE LA FAMILIA
I. INTRODUCCIÓN
Restauración de todas las cosas en Cristo
1. El arcano designio de la sabiduría divina que Jesucristo, Salvador de los hombres, había de llevar a cabo en la tierra tuvo por finalidad restaurar Él mismo divinamente por sí y en sí al mundo, que parecía estar envejeciendo. Lo que expresó en frase espléndida y profunda el apóstol San Pablo, cuando escribía a los efesios: «El sacramento de su voluntad…, restaurarlo todo en Cristo, lo que hay en el cielo y en la tierra» (1).
Y, realmente, cuando Cristo Nuestro Señor decidió cumplir el mandato que recibiera del Padre, lo primero que hizo fue, despojándolas de su vejez, dar a todas las cosas una forma y una fisonomía nuevas. Él mismo curó, en efecto, las heridas que había causado a la naturaleza humana el pecado del primer padre; restituyó a todos los hombres, por naturaleza hijos de ira, a la amistad con Dios; trajo a la luz de la verdad a los fatigados por una larga vida de errores; renovó en toda virtud a los que se hallaban plagados de toda impureza, y dio a los recobrados para la herencia de la felicidad eterna la esperanza segura de que su propio cuerpo, mortal y caduco, había de participar algún día de la inmortalidad y de la gloria celestial.
Y para que unos tan singulares beneficios permanecieran sobre la tierra mientras hubiera hombres, constituyó a la Iglesia en vicaria de su misión y le mandó, mirando al futuro, que, si algo padeciera perturbación en la sociedad humana, lo ordenara; que, si algo estuviere caído, que lo levantara.
Influencia de la religión en el orden temporal
2. Mas, aunque esta divina restauración de que hemos hablado toca de una manera principal y directa a los hombres constituidos en el orden sobrenatural de la gracia, sus preciosos y saludables frutos han trascendido, de todos modos, al orden natural ampliamente; por lo cual han recibido perfeccionamiento notable en todos los aspectos tanto los individuos en particular cuanto la universal sociedad humana.
Pues ocurrió, tan pronto como quedó establecido el orden cristiano de las cosas, que los individuos humanos aprendieran y se acostumbraran a confiar en la paternal providencia de Dios y a alimentar una esperanza, que no defrauda, de los auxilios celestiales; con lo que se consiguen la fortaleza, la moderación, la constancia, la tranquilidad del espíritu en paz y, finalmente, otras muchas preclaras virtudes e insignes hechos.
Por lo que toca a la sociedad doméstica y civil, es admirable cuánto haya ganado en dignidad, en firmeza y honestidad. Se ha hecho más equitativa y respetable la autoridad de los príncipes, más pronta y más fácil la obediencia de los pueblos, más estrecha la unión entre los ciudadanos, más seguro el derecho de propiedad.
La religión cristiana ha favorecido y fomentado en absoluto todas aquellas cosas que en la sociedad civil son consideradas como útiles, y hasta tal punto que, como dice San Agustín, aun cuando hubiera nacido exclusivamente para administrar y aumentar los bienes y comodidades de la vida terrena, no parece que hubiera podido ella misma aportar más en orden a una vida buena y feliz.
3. Pero no es nuestro propósito tratar ahora por completo de cada una de estas cosas; vamos a hablar sobre la sociedad doméstica, que tiene su principio y fundamento en el matrimonio.
II. EL MATRIMONIO CRISTIANO
Origen y propiedades
4. Para todos consta, venerables hermanos, cuál es el verdadero origen del matrimonio. Pues, a pesar de que los detractores de la fe cristiana traten de desconocer la doctrina constante de la Iglesia acerca de este punto y se esfuerzan ya desde tiempo por borrar la memoria de todos los siglos, no han logrado, sin embargo, ni extinguir ni siquiera debilitar la fuerza y la luz de la verdad.
Recordamos cosas conocidas de todos y de que nadie duda: después que en el sexto día de la creación formó Dios al hombre del limo de la tierra e infundió en su rostro el aliento de vida, quiso darle una compañera, sacada admirablemente del costado de él mismo mientras dormía. Con lo cual quiso el providentísimo Dios que aquella pareja de cónyuges fuera el natural principio de todos los hombres, o sea, de donde se propagara el género humano y mediante ininterrumpidas procreaciones se conservara por todos los tiempos.
Y aquella unión del hombre y de la mujer, para responder de la mejor manera a los sapientísimos designios de Dios, manifestó desde ese mismo momento dos principalísimas propiedades, nobilísimas sobre todo y como impresas y grabadas ante sí: la unidad y la perpetuidad.
Y esto lo vemos declarado y abiertamente confirmado en el Evangelio por la autoridad divina de Jesucristo, que atestiguó a los judíos y a los apóstoles que el matrimonio, por su misma institución, sólo puede verificarse entre dos, esto es, entre un hombre y una mujer; que de estos dos viene a resultar como una sola carne, y que el vínculo nupcial está tan íntima y tan fuertemente atado por la voluntad de Dios, que por nadie de los hombres puede ser desatado o roto. Se unirá (el hombre) a su esposa y serán dos en una carne. Y así no son dos, sino una carne. Por consiguiente, lo que Dios unió, el hombre no lo separe (2).
Corrupción del matrimonio antiguo
5. Pero esta forma del matrimonio, tan excelente y superior, comenzó poco a poco a corromperse y desaparecer entre los pueblos gentiles; incluso entre los mismos hebreos pareció nublarse y oscurecerse. Entre éstos, en efecto, había prevalecido la costumbre de que fuera lícito al varón tener más de una mujer; y luego, cuando, por la dureza de corazón de los mismos (3), Moisés les permitió indulgentemente la facultad de repudio, se abrió la puerta a los divorcios. Por lo que toca a la sociedad pagana, apenas cabe creerse cuánto degeneró y qué cambios experimentó el matrimonio, expuesto como se hallaba al oleaje de los errores y de las más torpes pasiones de cada pueblo.
Todas las naciones parecieron olvidar, más o menos, la noción y el verdadero origen del matrimonio, dándose por doquiera leyes emanadas, desde luego, de la autoridad pública, pero no las que la naturaleza dicta.
Ritos solemnes, instituidos al capricho de los legisladores, conferían a las mujeres el título honesto de esposas o el torpe de concubinas; se llegó incluso a que determinara la autoridad de los gobernantes a quiénes les estaba permitido contraer matrimonio y a quiénes no, leyes que conculcaban gravemente la equidad y el honor.
La poligamia, la poliandria, el divorcio, fueron otras tantas causas, además, de que se relajara enormemente el vínculo conyugal.
Gran desorden hubo también en lo que atañe a los mutuos derechos y deberes de los cónyuges, ya que el marido adquiría el dominio de la mujer y muchas veces la despedía sin motivo alguno justo; en cambio, a él, entregado a una sensualidad desenfrenada e indomable, le estaba permitido discurrir impunemente entre lupanares y esclavas, como si la culpa dependiera de la dignidad y no de la voluntad (4).
Imperando la licencia marital, nada era más miserable que la esposa, relegada a un grado de abyección tal, que se la consideraba como un mero instrumento para satisfacción del vicio o para engendrar hijos. Impúdicamente se compraba y vendía a las que iban a casarse, cual si se tratara de cosas materiales (5), concediéndose a veces al padre y al marido incluso la potestad de castigar a la esposa con el último suplicio.
La familia nacida de tales matrimonios necesariamente tenía que contarse entre los bienes del Estado o se hallaba bajo el dominio del padre, a quien las leyes facultaban, además, para proponer y concertar a su arbitrio los matrimonios de sus hijos y hasta para ejercer sobre los mismos la monstruosa potestad de vida y muerte.
Su ennoblecimiento por Cristo
6. Tan numerosos vicios, tan enormes ignominias como mancillaban el matrimonio tuvieron finalmente, sin embargo, alivio y remedio pues Jesucristo, restaurador de la dignidad humana y perfeccionador de las leyes mosaicas, dedicó al matrimonio un no pequeño ni el menor de sus cuidados. Ennobleció, en efecto, con su presencia las bodas de Caná de Galilea, inmortalizándolas con el primero de sus milagros (6), motivo por el que, ya desde aquel momento, el matrimonio parece haber sido perfeccionado con principios de nueva santidad.
Restituyó luego el matrimonio a la nobleza de su primer origen, ya reprobando las costumbres de los hebreos, que abusaban de la pluralidad de mujeres y de la facultad de repudio, ya sobre todo mandando que nadie desatara lo que el mismo Dios había atado con un vínculo de unión perpetua.
Por todo ello, después de refutar las objeciones fundadas en la ley mosaica, revistiéndose de la dignidad de legislador supremo, estableció sobre el matrimonio esto: «Os digo, pues, que todo el que abandona a su mujer, a no ser por causa de fornicación, y toma otra, adultera; y el que toma a la abandonada, adultera»(7).
Transmisión de su doctrina por los apóstoles
7. Cuanto por voluntad de Dios ha sido decretado y establecido sobre los matrimonios, sin embargo, nos lo han transmitido por escrito y más claramente los apóstoles, mensajeros de las leyes divinas. Y dentro del magisterio apostólico, debe considerarse lo que los Santos Padres, los concilios y la tradición de la Iglesia universal han enseñado siempre (8), esto es, que Cristo Nuestro Señor elevó el matrimonio a la dignidad de sacramento, haciendo al mismo tiempo que los cónyuges, protegidos y auxiliados por la gracia celestial conseguida por los méritos de Él, alcanzasen en el matrimonio mismo la santidad, y no sólo perfeccionando en éste, admirablemente concebido a semejanza de la mística unión de Cristo con la Iglesia, el amor que brota de la naturaleza (9), sino también robusteciendo la unión, ya de suyo irrompible, entre marido y mujer con un más fuerte vínculo de caridad.
«Maridos —dice el apóstol San Pablo—, amad a vuestras mujeres igual que Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla… Los maridos deben amar a sus mujeres como a sus propios cuerpos.., ya que nadie aborrece jamás su propia carne, sino que la nutre y la abriga, como Cristo también a la Iglesia; porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su esposa y serán dos en una carne. Sacramento grande es éste; pero os lo digo: en Cristo y en la Iglesia» (10).
Por magisterio de los apóstoles sabemos igualmente que Cristo mandó que la unidad y la perpetua estabilidad, propias del matrimonio desde su mismo origen, fueran sagradas y por siempre inviolables. «A los casados —dice el mismo San Pablo— les mando, no yo, sino el Señor, que la mujer no se aparte de su marido; y si se apartare, que permanezca sin casarse o que se reconcilie con su marido» (11). Y de nuevo: «La mujer está ligada a su ley mientras viviere su marido; y si su marido muere, queda libre» (12).
Es por estas causas que el matrimonio es «sacramento grande y entre todos honorable» (13), piadoso, casto, venerable, por ser imagen y representación de cosas altísimas.
La finalidad del matrimonio en el cristianismo
8. Y no se limita sólo a lo que acabamos de recordar su excelencia y perfección cristiana. Pues, en primer lugar, se asignó a la sociedad conyugal una finalidad más noble y más excelsa que antes, porque se determinó que era misión suya no sólo la propagación del género humano, sino también la de engendrar la prole de la Iglesia, conciudadanos de los santos y domésticos de Dios (14), esto es, la procreación y educación del pueblo para el culto y religión del verdadero Dios y de Cristo nuestro Salvador (15).
En segundo lugar, quedaron definidos íntegramente los deberes de ambos cónyuges, establecidos perfectamente sus derechos. Es decir, que es necesario que se hallen siempre dispuestos de tal modo que entiendan que mutuamente se deben el más grande amor, una constante fidelidad y una solícita y continua ayuda.
El marido es el jefe de la familia y cabeza de la mujer, la cual, sin embargo, puesto que es carne de su carne y hueso de sus huesos, debe someterse y obedecer al marido, no a modo de esclava, sino de compañera; esto es, que a la obediencia prestada no le falten ni la honestidad ni la dignidad.
Tanto en el que manda como en la que obedece, dado que ambos son imagen, el uno de Cristo y el otro de la Iglesia, sea la caridad reguladora constante del deber. Puesto que el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza de la Iglesia… Y así como la Iglesia está sometida a Cristo, así también las mujeres a sus maridos en todo (16).
Por lo que toca a los hijos, deben éstos someterse y obedecer a sus padres y honrarlos por motivos de conciencia; y los padres, a su vez, es necesario que consagren todos sus cuidados y pensamientos a la protección de sus hijos, y principalísimamente a educarlos en la virtud: Padres…, educad (a vuestros hijos) en la disciplina y en el respeto del Señor (17).
De lo que se infiere que los deberes de los cónyuges no son ni pocos ni leves; mas para los esposos buenos, a causa de la virtud que se percibe del sacramento, les serán no sólo tolerables, sino incluso gratos.
La potestad de la Iglesia
9. Cristo, por consiguiente, habiendo renovado el matrimonio con tal y tan grande excelencia, confió y encomendó toda la disciplina del mismo a la Iglesia. La cual ejerció en todo tiempo y lugar su potestad sobre los matrimonios de los cristianos, y la ejerció de tal manera que dicha potestad apareciera como propia suya, y no obtenida por concesión de los hombres, sino recibida de Dios por voluntad de su fundador.
Es de sobra conocido por todos, para que se haga necesario demostrarlo, cuántos y qué vigilantes cuidados haya puesto para conservar la santidad del matrimonio a fin de que éste se mantuviera incólume.
Sabemos, en efecto, con toda certeza, que los amores disolutos y libres fueron condenados por sentencia del concilio de Jerusalén (18); que un ciudadano incestuoso de Corinto fue condenado por autoridad de San Pablo (19); que siempre fueron rechazados y combatidos con igual vigor los intentos de muchos que atacaban el matrimonio cristiano: los gnósticos, los maniqueos y los montanistas en los orígenes del cristianismo; y, en nuestros tiempos, los mormones, los sansimonianos, los falansterianos y los comunistas.
Quedó igualmente establecido un mismo y único derecho imparcial del matrimonio para todos, suprimida la antigua diferencia entre esclavos y libres (20); igualados los derechos del marido y de la mujer, pues, como decía San Jerónimo, entre nosotros, lo que no es lícito a las mujeres, justamente tampoco es lícito a los maridos, y una misma obligación es de igual condición para los dos (21); consolidados de una manera estable esos mismos derechos por la correspondencia en el amor y por la reciprocidad de los deberes; asegurada y reivindicada la dignidad de la mujer; prohibido al marido castigar a la adúltera con la muerte (22) y violar libidinosa o impúdicamente la fidelidad jurada.
Y es grande también que la Iglesia limitara, en cuanto fue conveniente, la potestad de los padres de familia, a fin de que no restaran nada de la justa libertad a los hijos o hijas que desearan casarse (23); prohibiera los matrimonios entre parientes y afines de determinados grados (24), con objeto de que el amor sobrenatural de los cónyuges se extendiera por un más ancho campo; cuidara de que se prohibieran en los matrimonios, hasta donde fuera posible, el error, la violencia y el fraude (25), y ordenara que se protegieran la santa honestidad del tálamo, la seguridad de las personas (26), el decoro de los matrimonios (27) y la integridad de la religión (28). En fin, defendió con tal vigor, con tan previsoras leyes esta divina institución, que ningún observador imparcial de la realidad podrá menos que reconocer que, también por lo que se refiere al matrimonio, el mejor custodio y defensor del género humano es la Iglesia, cuya sabiduría ha triunfado del tiempo, de las injurias de los hombres y de las vicisitudes innumerables de las cosas.
III. ATAQUES DE QUE ES OBJETO
Negación de la potestad de la Iglesia
10. No faltan, sin embargo, quienes, ayudados por el enemigo del género humano, igual que con incalificable ingratitud rechazan los demás beneficios de la redención, desprecian también o tratan de desconocer en absoluto la restauración y elevación del matrimonio.
Fue falta de no pocos entre los antiguos haber sido enemigos en algo del matrimonio; pero es mucho más grave en nuestros tiempos el pecado de aquellos que tratan de destruir totalmente su naturaleza, perfecta y completa en todas sus partes.
La causa de ello reside principalmente en que, imbuidos en las opiniones de una filosofía falsa y por la corrupción de las costumbres, muchos nada toleran menos que someterse y obedecer, trabajando denodadamente, además, para que no sólo los individuos, sino también las familias y hasta la sociedad humana entera desoiga soberbiamente el mandato de Dios.
Ahora bien: hallándose la fuente y el origen de la sociedad humana en el matrimonio, les resulta insufrible que el mismo esté bajo la jurisdicción de la Iglesia y tratan, por el contrario, de despojarlo de toda santidad y de reducirlo al círculo verdaderamente muy estrecho de las cosas de institución humana y que se rigen y administran por el derecho civil de las naciones.
De donde necesariamente había de seguirse que atribuyeran todo derecho sobre el matrimonio a los poderes estatales, negándoselo en absoluto a la Iglesia, la cual, si en un tiempo ejerció tal potestad, esto se debió a indulgencia de los príncipes o fue contra derecho. Y ya es tiempo, dicen, que los gobernantes del Estado reivindiquen enérgicamente sus derechos y reglamenten a su arbitrio cuanto se refiere al matrimonio.
De aquí han nacido los llamados matrimonios civiles, de aquí esas conocidas leyes sobre las causas que impiden los matrimonios; de aquí esas sentencias judiciales acerca de si los contratos conyugales fueron celebrados válidamente o no.
Finalmente, vemos que le ha sido arrebatada con tanta saña a la Iglesia católica toda potestad de instituir y dictar leyes sobre este asunto, que ya no se tiene en cuenta para nada ni su poder divino ni sus previsoras leyes, con las cuales vivieron durante tanto tiempo unos pueblos, a los cuales llegó la luz de la civilización juntamente con la sabiduría cristiana.
Carácter religioso del matrimonio
11. Los naturalistas y todos aquellos que se glorían de rendir culto sobre todo al numen popular y se esfuerzan en divulgar por todas las naciones estas perversas doctrinas, no pueden verse libres de la acusación de falsedad.
En efecto, teniendo el matrimonio por su autor a Dios, por eso mismo hay en él algo de sagrado y religioso, no adventicio, sino ingénito; no recibido de los hombres, sino radicado en la naturaleza. Por ello, Inocencio III (29) y Honorio III (30), predecesores nuestros, han podido afirmar, no sin razón ni temerariamente, que el sacramento del matrimonio existe entre fieles e infieles.
Nos dan testimonio de ello tanto los monumentos de la antigüedad cuanto las costumbres e instituciones de los pueblos que anduvieron más cerca de la civilización y se distinguieron por un conocimiento más perfecto del derecho y de la equidad: consta que en las mentes de todos éstos se hallaba informado y anticipado que, cuando se pensaba en el matrimonio, se pensaba en algo que implicaba religión y santidad.
Por esta razón, las bodas acostumbraron a celebrarse frecuentemente entre ellos, no sin las ceremonias religiosas, mediante la autorización de los pontífices y el ministerio de los sacerdotes. ¡Tan gran poder tuvieron en estos ánimos carentes de la doctrina celestial la naturaleza de las cosas, la memoria de los orígenes y la conciencia del género humano!
Por consiguiente, siendo el matrimonio por su virtud, por su naturaleza, de suyo algo sagrado, lógico es que se rija y se gobierne no por autoridad de príncipes, sino por la divina autoridad de la Iglesia, la única que tiene el magisterio de las cosas sagradas. Hay que considerar después la dignidad del sacramento, con cuya adición los matrimonios cristianos quedan sumamente ennoblecidos.
Ahora bien: estatuir y mandar en materia de sacramentos, por voluntad de Cristo, sólo puede y debe hacerlo la Iglesia, hasta el punto de que es totalmente absurdo querer trasladar aun la más pequeña parte de este poder a los gobernantes civiles.
Finalmente, es grande el peso y la fuerza de la historia, que clarísimamente nos enseña que la potestad legislativa y judicial de que venimos hablando fue ejercida libre y constantemente por la Iglesia, aun en aquellos tiempos en que torpe y neciamente se supone que los poderes públicos consentían en ello o transigían.
¡Cuán increíble, cuán absurdo que Cristo Nuestro Señor hubiera condenado la inveterada corruptela de la poligamia y del repudio con una potestad delegada en Él por el procurador de la provincia o por el rey de los judíos!
¡O que el apóstol San Pablo declarara ilícitos el divorcio y los matrimonios incestuosos por cesión o tácito mandato de Tiberio, de Calígula o de Nerón!
Jamás se logrará persuadir a un hombre de sano entendimiento que la Iglesia llegara a promulgar tantas leyes sobre la santidad y firmeza del matrimonio (31), sobre los matrimonios entre esclavos y libres (32), con una facultad otorgada por los emperadores romanos, enemigos máximos del cristianismo, cuyo supremo anhelo no fue otro que el de aplastar con la violencia y la muerte la naciente religión de Cristo; sobre todo cuando el derecho emanado de la Iglesia se apartaba del derecho civil, hasta el punto de que Ignacio Mártir (33), Justino (34), Aten ágoras (35) y Tertuliano (36) condenaban públicamente como injustos y adulterinos algunos matrimonios que, por el contrario, amparaban las leyes imperiales.
Y cuando la plenitud del poder vino a manos de los emperadores cristianos, los Sumos Pontífices y los obispos reunidos en los concilios prosiguieron, siempre con igual libertad y conciencia de su derecho, mandando y prohibiendo en materia de matrimonios lo que estimaron útil y conveniente según los tiempos, sin preocuparles discrepar de las instituciones civiles.
Nadie ignora cuántas instituciones, frecuentemente muy en desacuerdo con las disposiciones imperiales, fueron dictadas por los prelados de la Iglesia sobre los impedimentos de vínculo, de voto, de disparidad de culto, de consanguinidad, de crimen, de honestidad pública en los concilios Iliberitano (37), Arelatense (38), Calcedonense (39), Milevitano II (40) y otros.
Y ha estado tan lejos de que los príncipes reclamaran para sí la potestad sobre el matrimonio cristiano, que antes bien han reconocido y declarado que, cuanta es, corresponde a la Iglesia. En efecto, Honorio, Teodosio el Joven y Justiniano (41) no han dudado en manifestar que, en todo lo referente a matrimonios, no les era lícito ser otra cosa que custodios y defensores de los sagrados cánones. Y si dictaminaron algo acerca de impedimentos matrimoniales, hicieron saber que no procedían contra la voluntad, sino con el permiso y la autoridad de la Iglesia (42), cuyo parecer acostumbraron a consultar y aceptar reverentemente en las controversias sobre la honestidad de los nacimientos (43), sobre los divorcios (44) y, finalmente, sobre todo lo relacionado de cualquier modo con el vínculo conyugal (45).
Con el mejor derecho, por consiguiente, se definió en el concilio Tridentino que es potestad de la Iglesia establecer los impedimentos dirimentes del matrimonio (46) y que las causas matrimoniales son de la competencia de los jueces eclesiásticos (47).
Intento de separar contrato y sacramento
12. Y no se le ocurra a nadie aducir aquella decantada distinción de los regalistas entre el contrato nupcial y el sacramento, inventada con el propósito de adjudicar al poder y arbitrio de los príncipes la jurisdicción sobre el contrato, reservando a la Iglesia la del sacramento.
Dicha distinción o, mejor dicho, partición no puede probarse, siendo cosa demostrada que en el matrimonio cristiano el contrato es inseparable del sacramento.
Cristo Nuestro Señor, efectivamente, enriqueció con la dignidad de sacramento el matrimonio, y el matrimonio es ese mismo contrato, siempre que se haya celebrado legítimamente.
Añádese a esto que el matrimonio es sacramento porque es un signo sagrado y eficiente de gracia y es imagen de la unión mística de Cristo con la Iglesia.
Ahora bien: la forma y figura de esta unión está expresada por ese mismo vínculo de unión suma con que se ligan entre sí el marido y la mujer, y que no es otra cosa sino el matrimonio mismo.
Así, pues, queda claro que todo matrimonio legítimo entre cristianos es en sí y por sí sacramento y que nada es más contrario a la verdad que considerar el sacramento como un cierto ornato sobreañadido o como una propiedad extrínseca, que quepa distinguir o separar del contrato, al arbitrio de los hombres.
Ni por la razón ni por la historia se prueba, por consiguiente, que la potestad sobre los matrimonios de los cristianos haya pasado a los gobernantes civiles. Y si en esto ha sido violado el derecho ajeno, nadie podrá decir, indudablemente, que haya sido violado por la Iglesia.
Los principios del naturalismo
13. ¡Ojalá que los oráculos de los naturalistas, así como están llenos de falsedad y de injusticia, estuvieran también vacíos de daños y calamidades! Pero es fácil ver cuánto perjuicio ha causado la profanación del matrimonio y lo que aún reportará a toda la sociedad humana.
En un principio fue divinamente establecida la ley de que las cosas hechura de Dios o de la naturaleza nos resultaran tanto más útiles y saludables cuanto se conservaran más íntegras e inmutables en su estado nativo, puesto que Dios, creador de todas las cosas, supo muy bien qué convendría a la estructura y conservación de las cosas singulares, y las ordenó todas en su voluntad y en su mente de tal manera que cada cual llegara a tener su más adecuada realización.
Ahora bien: si la irreflexión de los hombres o su maldad se empeñara en torcer o perturbar un orden tan providentísimamente establecido, entonces las cosas más sabia y provechosamente instituidas o comienzan a convertirse en un obstáculo o dejan de ser provechosas, ya por haber perdido en el cambio su poder de ayudar, ya porque Dios mismo quiera castigar la soberbia y el atrevimiento de los mortales.
Ahora bien: los que niegan que el matrimonio sea algo sagrado y, despojándolo de toda santidad, lo arrojan al montón de las cosas humanas, éstos pervierten los fundamentos de la naturaleza, se oponen a los designios de la divina Providencia y destruyen, en lo posible, lo instituido.
Frutos del matrimonio cristiano
14. Si se considera a qué fin tiende la divina institución del matrimonio, se verá con toda claridad que Dios quiso poner en él las fuentes ubérrimas de la utilidad y de la salud públicas. Y no cabe la menor duda de que, aparte de lo relativo a la propagación del género humano, tiende también a hacer mejor y más feliz la vida de los cónyuges; y esto por muchas razones, a saber: por la ayuda mutua en el remedio de las necesidades, por el amor fiel y constante, por la comunidad de todos los bienes y por la gracia celestial que brota del sacramento. Es también un medio eficacísimo en orden al bienestar familiar, ya que los matrimonios, siempre que sean conformes a la naturaleza y estén de acuerdo con los consejos de Dios, podrán de seguro robustecer la concordia entre los padres, asegurar la buena educación de los hijos, moderar la patria potestad con el ejemplo del poder divino, hacer obedientes a los hijos para con sus padres, a los sirvientes respecto de sus señores. De unos matrimonios así, las naciones podrán fundadamente esperar ciudadanos animados del mejor espíritu y que, acostumbrados a reverenciar y amar a Dios, estimen como deber suyo obedecer a los que justa y legítimamente mandan amar a todos y no hacer daño a nadie. La ausencia de religión en el matrimonio 15. Estos tan grandes y tan valiosos frutos produjo realmente el matrimonio mientras conservó sus propiedades de santidad, unidad y perpetuidad, de las que recibe toda su fructífera y saludable eficacia; y no cabe la menor duda de que los hubiera producido semejantes e iguales si siempre y en todas partes se hubiera hallado bajo la potestad y celo de la Iglesia, que es la más fiel conservadora y defensora de tales propiedades. Mas, al surgir por doquier el afán de sustituir por el humano los derechos divino y natural, no sólo comenzó a desvanecerse la idea y la noción elevadísima a que la naturaleza había impreso y como grabado en el ánimo de los hombres, sino que incluso en los mismos matrimonios entre cristianos, por perversión humana, se ha debilitado mucho aquella fuerza procreadora de tan grandes bienes. ¿Qué de bueno pueden reportar, en efecto, aquellos matrimonios de los que se halla ausente la religión cristiana, que es madre de todos los bienes, que nutre las más excelsas virtudes, que excita e impele a cuanto puede honrar a un ánimo generoso y noble? Desterrada y rechazada la religión, por consiguiente, sin otra defensa que la bien poco eficaz honestidad natural, los matrimonios tienen que caer necesariamente de nuevo en la esclavitud de la naturaleza viciada y de la peor tiranía de las pasiones. De esta fuente han manado múltiples calamidades, que han influido no sólo sobre las familias, sino incluso sobre las sociedades, ya que, perdido el saludable temor de Dios y suprimido el cumplimiento de los deberes, que jamás en parte alguna ha sido más estricto que en la religión cristiana, con mucha frecuencia ocurre, cosa fácil en efecto, que las cargas y obligaciones del matrimonio parezcan apenas soportables y que muchos ansíen liberarse de un vínculo que, en su opinión, es de derecho humano y voluntario, tan pronto como la incompatibilidad de caracteres, o las discordias, o la violación de la fidelidad por cualquiera de ellos, o el consentimiento mutuo u otras causas aconsejen la necesidad de separarse. Y si entonces los códigos les impiden dar satisfacción a su libertinaje, se revuelven contra las leyes, motejándolas de inicuas, de inhumanas y de contrarias al derecho de ciudadanos libres, pidiendo, por lo mismo, que se vea de desecharlas y derogarlas y de decretar otra más humana en que sean lícitos los divorcios. 16. Los legisladores de nuestros tiempos, confesándose partidarios y amantes de los mismos principios de derecho, no pueden verse libres, aun queriéndolo con todas sus fuerzas, de la mencionada perversidad de los hombres; hay, por tanto, que ceder a los tiempos y conceder la facultad de divorcio. Lo mismo que la propia historia testifica. Dejando a un lado, en efecto, otros hechos, al finalizar el pasado siglo, en la no tanto revolución cuanto conflagración francesa, cuando, negado Dios, se profanaba todo en la sociedad, entonces se accedió, al fin, a que las separaciones conyugales fueran ratificadas por las leyes. Y muchos propugnan que esas mismas leyes sean restablecidas en nuestros tiempos, pues quieren apartar en absoluto a Dios y a la Iglesia de la sociedad conyugal, pensando neciamente que el remedio más eficaz contra la creciente corrupción de las costumbres debe buscarse en semejantes leyes. Males del divorcio 17. Realmente, apenas cabe expresar el cúmulo de males que el divorcio lleva consigo. Debido a él, las alianzas conyugales pierden su estabilidad, se debilita la benevolencia mutua, se ofrecen peligrosos incentivos a la infidelidad, se malogra la asistencia y la educación de los hijos, se da pie a la disolución de la sociedad doméstica, se siembran las semillas de la discordia en las familias, se empequeñece y se deprime la dignidad de las mujeres, que corren el peligro de verse abandonadas así que hayan satisfecho la sensualidad de los maridos. Y puesto que, para perder a las familias y destruir el poderío de los reinos, nada contribuye tanto como la corrupción de las costumbres, fácilmente se verá cuán enemigo es de la prosperidad de las familias y de las naciones el divorcio, que nace de la depravación moral de los pueblos, y, conforme atestigua la experiencia, abre las puertas y lleva a las más relajadas costumbres de la vida privada y pública. Y se advertirá que son mucho más graves estos males si se considera que, una vez concedida la facultad de divorciarse, no habrá freno suficientemente poderoso para contenerla dentro de unos límites fijos o previamente establecidos. Muy grande es la fuerza del ejemplo, pero es mayor la de las pasiones: con estos incentivos tiene que suceder que el prurito de los divorcios, cundiendo más de día en día, invada los ánimos de muchos como una contagiosa enfermedad o como un torrente que se desborda rotos los diques. Su confirmación por los hechos 18. Todas estas cosas son ciertamente claras de suyo; pero con el renovado recuerdo de los hechos se harán más claras todavía. Tan pronto como la ley franqueó seguro camino al divorcio, aumentaron enormemente las disensiones, los odios y las separaciones, siguiéndose una tan espantosa relajación moral, que llegaron a arrepentirse hasta los propios defensores de tales separaciones; los cuales, de no haber buscado rápidamente el remedio en la ley contraria, era de temer que se precipitara en la ruina la propia sociedad civil. Se dice que los antiguos romanos se horrorizaron ante los primeros casos de divorcio; tardó poco, sin embargo, en comenzar a embotarse en los espíritus el sentido de la honestidad, a languidecer el pudor que modera la sensualidad, a quebrantarse la fidelidad conyugal en medio de tamaña licencia, hasta el punto de que parece muy verosímil lo que se lee en algunos autores: que las mujeres introdujeron la costumbre de contarse los años no por los cambios de cónsules, sino de maridos. Los protestantes, de igual modo, dictaron al principio leyes autorizando el divorcio en determinadas causas, pocas desde luego; pero ésas, por afinidad entre cosas semejantes, es sabido que se multiplicaron tanto entre alemanes, americanos y otros, que los hombres sensatos pensaran en que había de lamentarse grandemente la inmensa depravación moral y la intolerable torpeza de las leyes. Y no ocurrió de otra manera en las naciones católicas, en las que, si alguna vez se dio lugar al divorcio, la muchedumbre de los males que se siguió dejó pequeños los cálculos de los gobernantes. Pues fue crimen de muchos inventar todo género de malicias y de engaños y recurrir a la crueldad, a las injurias y al adulterio al objeto de alegar motivos con que disolver impunemente el vínculo conyugal, de que ya se habían hastiado, y esto con tan grave daño de la honestidad pública, que públicamente se llegara a estimar de urgente necesidad entregarse cuanto antes a la enmienda de tales leyes. ¿Y quién podrá dudar de que los resultados de las leyes protectoras del divorcio habrían de ser igualmente lamentables y calamitosas si llegaran a establecerse en nuestros días? No se halla ciertamente en los proyectos ni en los decretos de los hombres una potestad tan grande como para llegar a cambiar la índole ni la estructura natural de las cosas; por ello interpretan muy desatinadamente el bienestar público quienes creen que puede trastocarse impunemente la verdadera estructura del matrimonio y, prescindiendo de toda santidad, tanto de la religión cuanto del sacramento, parecen querer rehacer y reformar el matrimonio con mayor torpeza todavía que fue costumbre en las mismas instituciones paganas. Por ello, si no cambian estas maneras de pensar, tanto las familias cuanto la sociedad humana vivirán en constante temor de verse arrastradas lamentablemente a ese peligro y ruina universal, que desde hace ya tiempo vienen proponiendo las criminales hordas de socialistas y comunistas. En esto puede verse cuán equivocado y absurdo sea esperar el bienestar público del divorcio, que, todo lo contrario, arrastra a la sociedad a una ruina segura. Conducta de la Iglesia frente al divorcio 19. Hay que reconocer, por consiguiente, que la Iglesia católica, atenta siempre a defender la santidad y la perpetuidad de los matrimonios, ha servido de la mejor manera al bien común de todos los pueblos, y que se le debe no pequeña gratitud por sus públicas protestas, en el curso de los últimos cien años, contra las leyes civiles que pecaban gravemente en esta materia (48); por su anatema dictado contra la detestable herejía de los protestantes acerca de los divorcios y repudios (49); por haber condenado de muchas maneras la separación conyugal en uso entre los griegos (50); por haber declarado nulos los matrimonios contraídos con la condición de disolverlos en un tiempo dado (51); finalmente, por haberse opuesto ya desde los primeros tiempos a las leyes imperiales que amparaban perniciosamente los divorcios y repudios (52). Además, cuantas veces los Sumos Pontífices resistieron a poderosos príncipes, los cuales pedían incluso con amenazas que la Iglesia ratificara los divorcios por ellos efectuados, otras tantas deben ser considerados como defensores no sólo de la integridad de la religión, sino también de la civilización de los pueblos. A este propósito, la posteridad toda verá con admiración los documentos reveladores de un espíritu invicto, dictados: por Nicolás II contra Lotario; por Urbano II y Pascual II contra Felipe I, rey de Francia; por Celestino III e Inocencio III contra Felipe II, príncipe de Francia; por Clemente VII y Paulo III contra Enrique VIII, y, finalmente, por el santo y valeroso pontífice Pío VII contra Napoleón, engreído por su prosperidad y por la magnitud de su Imperio. IV. LOS REMEDIOS El poder civil 20. Siendo las cosas así, los gobernantes y estadistas, de haber querido seguir los dictados de la razón, de la sabiduría y de la misma utilidad de los pueblos, debieron preferir que las sagradas leyes sobre el matrimonio permanecieran intactas y prestar a la Iglesia la oportuna ayuda para tutela de las costumbres y prosperidad de las familias, antes que constituirse en sus enemigos y acusarla falsa e inicuamente de haber violado el derecho civil. 21. Y esto con tanta mayor razón cuanto que la Iglesia, igual que no puede apartarse en cosa alguna del cumplimiento de su deber y de la defensa de su derecho, así suele ser, sobre todo, propensa a la benignidad y a la indulgencia en todo lo que sea compatible con la integridad de sus derechos y con la santidad de sus deberes. Por ello jamás dictaminó nada sobre matrimonios sin tener en cuenta el estado de la comunidad y las condiciones de los pueblos, mitigando en más de una ocasión, en cuanto le fue posible, lo establecido en sus leyes, cuando hubo causas justas y graves para tal mitigación. Tampoco ignora ni niega que el sacramento del matrimonio, encaminado también a la conservación y al incremento de la sociedad humana, tiene parentesco y vinculación con cosas humanas, consecuencias indudables del matrimonio, pero que caen del lado de lo civil y respecto de las cuales con justa competencia legislan y entienden los gobernantes del Estado. El poder eclesiástico 22. Nadie duda que el fundador de la Iglesia, nuestro Señor Jesucristo, quiso que la potestad sagrada fuera distinta de la civil, y libres y expeditas cada una de ellas en el desempeño de sus respectivas funciones; pero con este aditamento: que a las dos conviene y a todos los hombres interesa que entre las dos reinen la unión y la concordia, y que en aquellas cosas que, aun cuando bajo aspectos diversos, son de derecho y juicio común, una, la que tiene a su cargo las cosas humanas, dependa oportuna y convenientemente de la otra, a que se han confiado las cosas celestiales. En una composición y casi armonía de esta índole se contiene no sólo la mejor relación entre las potestades, sino también el modo más conveniente y eficaz de ayuda al género humano, tanto en lo que se refiere a los asuntos de esta vida cuanto en lo tocante a la esperanza de la salvación eterna. En efecto, así como la inteligencia de los hombres, según hemos expuesto en anteriores encíclicas, si está de acuerdo con la fe cristiana, gana mucho en nobleza y en vigor para desechar los errores, y, a su vez, la fe recibe de ella no pequeña ayuda, de igual manera, si la potestad civil se comporta amigablemente con la Iglesia, las dos habrán de salir grandemente gananciosas. La dignidad de la una se enaltece, y yendo por delante la religión, jamás será injusto su mandato; la otra obtendrá medios de tutela y de defensa para el bien común de los fieles. 23. Nos, por consiguiente, movidos por esta consideración de las cosas, con el mismo afecto que otras veces lo hemos hecho, invitamos de nuevo con toda insistencia en la presente a los gobernantes a estrechar la concordia y la amistad, y somos Nos el primero en tender, con paternal benevolencia, nuestra diestra con el ofrecimiento del auxilio de nuestra suprema potestad, tanto más necesario en estos tiempos cuanto que el derecho de mandar, cual si hubiera recibido una herida, se halla debilitado en la opinión de los hombres. Ardiendo ya los ánimos en el más osado libertinaje y vilipendiando con criminal audacia todo yugo de autoridad, por legítima que sea; la salud pública postula que las fuerzas de las dos potestades se unan para impedir los daños que amenazan no sólo a la Iglesia, sino también a la sociedad civil. Exhortación a los obispos 24. Mas, al mismo tiempo que aconsejamos insistentemente la amigable unión de las voluntades y suplicamos a Dios, príncipe de la paz, que infunda en los ánimos de todos los hombres el amor de la concordia, no podemos menos de incitar, venerables hermanos, exhortándoos una y otra vez, vuestro ingenio, vuestro celo y vigilancia, que sabemos que es máxima en vosotros. En cuanto esté a vuestro alcance, con todo lo que pueda vuestra autoridad, trabajad para que entre las gentes confiadas a vuestra vigilancia se mantenga íntegra e incorruptible la doctrina que enseñaron Cristo Nuestro Señor y los apóstoles, intérpretes de la voluntad divina, y que la Iglesia católica observó religiosamente ella misma y mandó que en todos los tiempos observaran los fieles cristianos. 25. Tomaos el mayor cuidado de que los pueblos abunden en los preceptos de la sabiduría cristiana y no olviden jamás que el matrimonio no fue instituido por voluntad de los hombres, sino en el principio por autoridad y disposición de Dios, y precisamente bajo esta ley, de que sea de uno con una; y que Cristo, autor de la Nueva Alianza, lo elevó de menester de naturaleza a sacramento y que, por lo que atañe al vínculo, atribuyó la potestad legislativa y judicial a su Iglesia. Acerca de esto habrá que tener mucho cuidado de que las mentes no se vean arrastradas por las falaces conclusiones de los adversarios, según los cuales esta potestad le ha sido quitada a la Iglesia. Todos deben igualmente saber que, si se llevara a cabo entre fieles una unión de hombre con mujer fuera del sacramento, tal unión carece de toda fuerza y razón de legítimo matrimonio; y que, aun cuando se hubiera verificado convenientemente conforme a las leyes del país, esto no pasaría de ser una práctica o costumbre introducida por el derecho civil, y este derecho sólo puede ordenar y administrar aquellas cosas que los matrimonios producen de sí en el orden civil, las cuales claro está que no podrán producirse sin que exista su verdadera y legítima causa, es decir, el vínculo nupcial. Importa sobre todo que estas cosas sean conocidas de los esposos, a los cuales incluso habrá que demostrárselas e inculcárselas en los ánimos, a fin de que puedan cumplir con las leyes, a lo que de ningún modo se opone la Iglesia, antes bien quiere y desea que los efectos del matrimonio se logren en todas sus partes y que de ningún modo se perjudique a los hijos. También es necesario que se sepa, en medio de tan enorme confusión de opiniones como se propagan de día en día, que no hay potestad capaz de disolver el vínculo de un matrimonio rato y consumado entre cristianos y que, por lo mismo, son reos de evidente crimen los cónyuges que, antes de haber sido roto el primero por la muerte, se ligan con un nuevo vínculo matrimonial, por más razones que aleguen en su descargo. Porque, si las cosas llegaran a tal extremo que ya la convivencia es imposible, entonces la Iglesia deja al uno vivir separado de la otra y, aplicando los cuidados y remedios acomodados a las condiciones de los cónyuges, trata de suavizar los inconvenientes de la separación, trabajando siempre por restablecer la concordia, sin desesperar nunca de lograrlo. Son éstos, sin embargo, casos extremos, los cuales sería fácil soslayar si los prometidos, en vez de dejarse arrastrar por la pasión, pensaran antes seriamente tanto en las obligaciones de los cónyuges cuanto en las nobilísimas causas del matrimonio, acercándose a él con las debidas intenciones, sin anticiparse a las nupcias, irritando a Dios, con una serie ininterrumpida de pecados. Y, para decirlo todo en pocas palabras, los matrimonios disfrutarán de una plácida y quieta estabilidad si los cónyuges informan su espíritu y su vida con la virtud de la religión, que da al hombre un ánimo fuerte e invencible y hace que los vicios dado que existieran en ellos, que la diferencia de costumbres y de carácter, que la carga de los cuidados maternales, que la penosa solicitud de la educación de los hijos, que los trabajos propios de la vida y que los contratiempos se soporten no sólo con moderación, sino incluso con agrado. Matrimonios con acatólicos 26. Deberá evitarse también que se contraigan fácilmente matrimonios con acatólicos, pues cuando no existe acuerdo en materia religiosa, apenas si cabe esperar que lo haya en lo demás. Más aún: dichos matrimonios deben evitarse a toda costa, porque dan ocasión a un trato y comunicación vedados sobre cosas sagradas, porque crean un peligro para la religión del cónyuge católico, porque impiden la buena educación de los hijos y porque muchas veces impulsan a considerar a todas las religiones a un mismo nivel, sin discriminación de lo verdadero y de lo falso. Entendiendo, por último, que nadie puede ser ajeno a nuestra caridad, encomendamos a la autoridad de la fe y a vuestra piedad, venerables hermanos, a aquellos miserables que, arrebatados por la llama de las pasiones y olvidados por completo de su salvación, viven ilegalmente, unidos sin legítimo vínculo de matrimonio. Empeñad todo vuestro diligente celo en atraer a éstos al cumplimiento del deber, y, directamente vosotros o por mediación de personas buenas, procurad por todos los medios que se den cuenta de que han obrado pecaminosamente, hagan penitencia de su maldad y contraigan matrimonio según el rito católico. V. CONCLUSIÓN 27. Estas enseñanzas y preceptos acerca del matrimonio cristiano, que por medio de esta carta hemos estimado oportuno tratar con vosotros, venerables hermanos, podéis ver fácilmente que interesan no menos para la conservación de la comunidad civil que para la salvación eterna de los hombres. Haga Dios, pues, que cuanto mayor es su importancia y gravedad, tanto más dóciles y dispuestos a obedecer encuentren por todas partes los ánimos. Imploremos para esto igualmente todos, con fervorosas oraciones, el auxilio de la Santísima Inmaculada Virgen María, la cual, inclinando las mentes a someterse a la fe, se muestre madre y protectora de los hombres. Y con no menor fervor supliquemos a los Príncipes de los Apóstoles, San Pedro y San Pablo, vencedores de la superstición y sembradores de la verdad, que defiendan al género humano con su poderoso patrocinio del aluvión desbordado de los errores. 28. Entretanto, como prenda de los dones celestiales y testimonio de nuestra singular benevolencia, os impartimos de corazón a todos vosotros, venerables hermanos, y a los pueblos confiados a vuestra vigilancia, la bendición apostólica. Dada en Roma, junto a San Pedro, a 10 de febrero de 1880, año segundo de nuestro pontificado. Notas 1. Ef 1,9-10. 2. Mt 19,5-6. 3. Ibíd., 8. 4. San Jerónimo, Opera t.l col.455. 5. Arnobio, Contra los gentiles 4. 6. Jn c.2 7. Mt 19,9. 8. Concilio Tridentino Ses.24 al princ. 9. Ibíd., c.l De reform. matr. 10. Ef 5,25ss. 11. 1 Cor 7,10-11. 12. Ef 5,39. 13. Heb 13,4. 14. Ef 2,19. 15. Catec. Romano c.8. 16. Ef 5,23-24. 17. Ef 6,4. 18. Hech 15,29. 19. 1 Cor 5,5. 20. C.1 De coniug. serv. 21.Opera t.l col.455. 22. Canon Interfectores y canon Admonere cuest.2. 23. C.30 cuest.3 c.3 De cognat. spirit 24.. C.8 De consang. et affin; c.l De cognat. legali. 25. C.26 De sponsal.; c.13,15-29 De sponsal. et matrim. et alibi. 26. C.1 De convers. infid.; c.5 y 6 De eo que duxit in matr. 27. C.3.5.8 De sponsal. et matrim.; Concilio Tridentino, ses.24 c.3 De reform. matrim. 28. C.7 De divort. 29. C.8 De divort. 30. C.11 De transact. 31. Can. apost. 16.17.18. 32. Philosophum. Oxon ( 1851 ). 33. Carta a Policarpo c.5. 34. Apolog. mai n.15. 35. Legat. pro Christian. n.32-33. 36. De coron. milit. c.13. 37. De Aguirre, Conc. Hispan. t.l can.13.15.16.17. 38. Harduin, Act. Concil. t.l can.l l. 39. Ibíd., can.16. 40. Ibíd., can.17. 41. Novel. 137. 42. Feier, Matrim. ex institut. Christ. (Pest 1835). 43. C.3 De ordin. cognit. 44. C.3 De divort. 45. C.13 Qui filii sint legit. 46. Tridentino, ses.24 can.4. 47. Ibíd., can.12. 48. Pío VI, epístola al obispo lucionense, de 28 de mayo de 1793; Pío VII, encíclica de 17 de febrero de 1809 y constitución de fecha 19 de julio de 1817; Pío VIII, encíclica de 29 de mayo de 1829; Gregorio XVI, constitución del 15 de agosto de 1832; Pío IX, alocución de 22 de septiembre de 1852. 49. Concilio Tridentino, ses.24 can.5 y 7. 50. Concilio Florentino e instrucción de Eugenio IV a los armenios; Benedicto XIV, constitución Etsi pastoralis, de 6 de mayo de 1742. 51. C.7 De condit. apost. 52. San Jerónimo, Epist. 79, ad Ocean; San Ambrosio, 1.8 sobre el c.16 de San Lucas, n.5; San Agustín, De nuptiis c.10.
ESTUDIOS DOCTRINALES: NATURALEZA JURÍDICA DEL MATRIMONIO
NATURALEZA JURÍDICA DEL MATRIMONIO
Un lector nos ha hecho llegar gentilmente las siguientes precisiones sobre el Matrimonio considerado desde el punto de vista del derecho civil.
Considerando que pueden interesar al resto de los lectores, las publicamos, al mismo tiempo que agradecemos la participación.
Existen tres teorías al respecto
1. La teoría del matrimonio como un contrato: Para la cual el matrimonio es un contrato, es decir un acuerdo de voluntades entre dos personas que hacen surgir derechos y obligaciones entre ellas.
La objeción que existe a esta teoría es que el contrato crea derechos y obligaciones de carácter económico, mientras que el matrimonio genera derechos y obligaciones de carácter moral.
La Teoría Civil dice que el matrimonio es un contrato especial donde priman los caracteres de índole personal, los cuales, inclusive, permiten disolverlo bajo sanción de la autoridad.
2. La teoría del matrimonio como un acto jurídico: Esta doctrina toma como base que existen actos jurídicos públicos y actos privados; los primeros con los cuales actúa el Estado; los segundos los que son realizados por los particulares.
En el matrimonio se conjuntan ambos, es decir la participación del Estado, a través del funcionario que autoriza el matrimonio, y la participación de los particulares o contrayentes.
Es un acto jurídico matrimonial y no un contrato en la noción tradicional. Es un acto jurídico bilateral que se constituye por el consentimiento de los contrayentes, pero integrado por la actuación también constitutiva del oficial público encargado del Registro Civil o de la autoridad competente para celebrar el matrimonio, para hacer efectivo un control de legalidad de parte del Estado.
3. La teoría del matrimonio como una institución social: Considera al matrimonio como un ente creado y regulado por sus propias normas y reglas que le han sido otorgadas por el Estado con el objeto de darle una seguridad social a dicha institución.
La Teoría Institucional dice que el matrimonio es una institución creada por el Estado para proteger y garantizar las relaciones familiares a los que los pretendientes se adhieren a través de un acto jurídico (Manifestación de voluntad destinada a crear, regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas) complejo, formalizado ante la autoridad estatal en la que por libre manifestación de voluntad consienten en unirse, sin la posibilidad futura de disolver tal unión, a no ser que intervenga autoridad judicial.
Legislación argentina
Fuentes del Código Civil
Para la redacción del Código, Dalmacio Vélez Sárfield se inspiró en Códigos contemporáneos o pasados, en leyes nacionales e internacionales y en buena parte de la doctrina reinante en la época.
Entre las fuentes pueden contarse el Derecho Romano, la legislación española y patria, el Derecho Canónico, el Código de Napoleón y sus comentaristas, la obra de Freitas y otras fuentes menores.
Derecho romano
El Derecho romano no fue una fuente directa del Código Civil, de modo que ninguna de sus disposiciones fue extraída directamente del Corpus Iuris Civilis o de algún pasaje de algún jurisconsulto romano.
Empero, Vélez Sársfield volvió en la regulación de algunas instituciones a los criterios romanos, aun los que no eran tenidos en cuenta por la codificación contemporánea. Éste fue el caso de la tradición como modo de transmitir el dominio, que en el código francés había sido sustituido por la pura manifestación delconsentimiento.
Además, en las notas del codificador existen citas de aquellas leyes, pero se trata de referencias de segunda mano.
La influencia indirecta romana se refleja en gran parte de la doctrina utilizada por el autor, en especial las estructuras de carácter patrimonial.
La principal influencia en el trabajo de Vélez Sarsfield fue el romanista alemán Friedrich Karl Von Savigny con su obra Sistema de Derecho Romano Actual (System des heutigen römischen Rechts), utilizada especialmente en lo referido a personas jurídicas, obligaciones, dominio y posesión, y la adopción del principio de domicilio como elemento determinante de la ley aplicable al estado y la capacidad de las personas.
Legislación española y patria
Terminada la labor de recopilación, Vélez Sársfield fue criticado por haber dejado de lado la utilización como fuente la legislación española, que en ese momento era la propia. Uno de estos críticos fue Juan Bautista Alberdi, quien fue refutado por la crítica moderna y por el propio Vélez:
“Si el doctor Alberdi hubiese recorrido siquiera ligeramente mi proyecto de Código, hubiera encontrado que la primera fuente de que me valgo, son las leyes que nos rigen. El mayor número de los artículos tienen la nota de una ley de Partidas, del Fuero Real, de las recopiladas.”
La influencia de esta legislación en lo referente a su método y técnica fue prácticamente nula, lo que se comprende por la dispersión que la caracterizaba. Aún así, en lo referente al material y al sentido y alcance de las disposiciones, Vélez se valió del antiguo Derecho, adoptándolo a las nuevas necesidades.
La legislación patria tuvo poca relevancia en materia de Derecho privado; aunque sin embargo, influyó parcialmente en el trabajo del codificador. Éste es el caso de la vocación hereditaria que reconoce al cónyuge el artículo 3.572, cuyo antecedente es una ley dictada por la Legislatura de Buenos Aires el 22 de mayo de 1857.
Vélez también tuvo en cuenta los usos y costumbres del país, en especial en lo referente a la organización familiar.
Derecho canónico
El Derecho Canónico tuvo una gran influencia en lo referente al Derecho de familia, en especial sobre el matrimonio. Vélez Sársfield dejó este instituto bajo la jurisdicción de la Iglesia Católica, tomando la institución del matrimonio canónico y adjudicándole efectos civiles. Pero la validez del matrimonio quedó sujeta al régimen canónico y a las disposiciones de los tribunales eclesiásticos, lo que se mantendría hasta la sanción de la Ley de matrimonio civil. En relación a esto, el codificador argumentó:
“Las personas católicas, como las de los pueblos de la República Argentina, no podrían contraer el matrimonio civil. Para ellas sería un perpetuo concubinato, condenado por su religión y por las costumbres del país. La ley que autorizara tales matrimonios, en el estado actual de nuestra sociedad, desconocería la misión de las leyes que es sostener y acrecentar el poder de las costumbres y no enervarlas y corromperlas. Sería incitar a las personas católicas a desconocer los preceptos de su religión, sin resultado favorable a los pueblos y a las familias.
Para los que no profesan la religión católica, la ley que da al matrimonio carácter religioso, no ataca en manera alguna la libertad de cultos, pues que ella a nadie obliga a abjurar sus creencias. Cada uno puede invocar a Dios en los altares de su culto.”
Esta resolución tomada por Vélez Sarsfield, tiene su explicación en los usos y costumbres del momento, como lo prueba la sanción de una ley de matrimonio civil, por parte de la Legislatura de la Provincia de Santa Fe en 1867: la ley produjo una reacción popular que culminó con la renuncia del gobernador y la disolución de la Legislatura, que al volverse a constituir la dejó sin efecto.
Nuestro derecho positivo había consagrado la indisolubilidad del matrimonio, salvo por causa de muerte de uno de los cónyuges, ya que el divorcio, en la ley 2393 se reducía a la separación personal de los esposos.
A partir de la ley 23515 se establece el divorcio vincular que disuelve el vínculo matrimonial. No se considera al acto jurídico como fuente de relaciones jurídicas, sino al estado de familia en sí, o a las relaciones jurídicas matrimoniales que se constituyen a partir del acto jurídico matrimonial.
“Dondequiera que por donación divina se confiere alguna facultad, se dan también los oportunos auxilios para su debido uso, como lo manifiesta el hecho de que a todas las potencias del alma corresponden algunos miembros corporales, de los cuales puedan aquéllas servirse para ejercer sus operaciones. Y como en el matrimonio se le confiere al hombre, por divina disposición, el uso de la mujer para tener hijos, se le da también la gracia, sin la cual no podría realizarlo en forma conveniente; y así esa gracia es la última cosa contenida en este sacramento”.
Para terminar esta entrega, leamos con placer dos alocuciones de Pío XII en sus famosas Audiencia a los recién casados:
26 de abril de 1939
“Vuestra presencia, amados hijos e hijas, llena de alegría nuestro Corazón; porque si siempre es bello y consolador este acudir de los hijos en derredor del padre, nos es particularmente grato vernos rodeados por estos grupos de recién casados que vienen a hacernos partícipes de su gozo y a recibir una palabra de bendición y de aliento.
Y tenéis ciertamente que animaros, queridos esposos, pensando que el divino Autor del sacramento del matrimonio, Jesucristo Nuestro Señor, lo ha querido enriquecer con la abundancia de sus celestiales favores. El sacramento del matrimonio significa, como vosotros sabéis, la unión mística de Jesucristo con su esposa la Iglesia (en la cual y de la cual deben nacer los hijos adoptivos de Dios, herederos legítimos de las promesas divinas). Y de modo que Jesucristo enriqueció sus bodas místicas con la Iglesia, con las perlas preciosísimas de la gracia divina, se complace en enriquecer el sacramento del matrimonio de dones inefables.
Éstos son especialmente todas aquellas gracias necesarias y útiles a los esposos para conservar, acrecentar y perfeccionar cada vez más su santo amor recíproco, para observar la debida fidelidad conyugal, para educar sabiamente, con el ejemplo y con la vigilancia, a sus hijos y para llevar cristianamente las cargas que impone el nuevo estado de vida.
Todas estas cosas las habéis ya comprendido, meditado y gustado vosotros: y si en este momento os las recordamos es para participar también Nos en alguna manera de esta hora solemne de vuestra vida y para dar a la santa alegría que os anima una base cada vez más segura y más sólida.
Que Dios, que es tan bueno, os conceda no enturbiar jamás la grandeza de vuestros sagrados deberes.
Que sea prenda de favores divinos la bendición apostólica que os impartimos con efusión de corazón y que deseamos os acompañe en los días alegres y tristes de vuestra vida y quede siempre en vosotros como testimonio perenne de nuestra paternal benevolencia.”
3 de mayo de 1939
“Vuestra presencia, amadísimos esposos, trae a nuestra memoria y a la vuestra aquel episodio tan delicado y al mismo tiempo tan portentoso que leemos en el Santo Evangelio, de las bodas de Caná de Galilea, y el primer milagro obrado por Jesucristo Nuestro Señor en aquella ocasión.
Pero Él, el buen Maestro, quiso justamente traer con su presencia una particular bendición a aquellos afortunadísimos esposos, y como santificar y consagrar aquella unión nupcial, de igual modo que al tiempo de la creación había bendecido el Señor a los progenitores del género humano.
En aquel día de las bodas de Caná, Cristo abarcaba con su mirada divina a los hombres de todos los tiempos por venir y de modo particular a los hijos de su futura Iglesia, y bendecía sus bodas, y acumulaba aquellos tesoros de gracias que con el sacramento del matrimonio, instituido por Él, derramaría con divina largueza sobre los esposos cristianos.
Jesucristo ha bendecido y consagrado también vuestras bodas, amados esposos; pero la bendición que habéis recibido ante el santo altar, queréis confirmarla y como ratificarla a los pies de su Vicario en la tierra, y por esa razón habéis venido a él.
Nos os impartimos esa bendición con todo el corazón, y deseamos que quede siempre con vosotros y os acompañe a todas partes en el curso de vuestra vida. Y quedará con vosotros si hacéis que entre vuestros muros domésticos reine Jesucristo, su doctrina, sus ejemplos, sus preceptos, su espíritu; si María Santísima, a la que invocáis, veneráis y amáis, es la Reina, la Abogada, la Madre de la nueva familia que habéis formado.”
ESTUDIOS DOCTRINALES: EL MATRIMONIO: EL CONSENTIMIENTO
MATRIMONIAL
ESTUDIOS DOCTRINALES:
EL CONSENTIMIENTO MATRIMONIAL
El Código de Derecho Canónico dice expresamente que “El matrimonio lo produce el consentimiento entre personas hábiles según derecho, legítimamente manifestado; consentimiento que por ninguna potestad humana puede suplirse” (canon 1081 § 1.).
El matrimonio es un contrato; por lo tanto, el consentimiento de las partes es absolutamente necesario por derecho natural.
Los contrayentes, con su consentimiento, son los que realizan el matrimonio; son sus ministros.
Pío XI, en su Encíclica Casti connubii, enseña:
“Quede asentado, en primer lugar, como fundamento firme e inviolable, que el matrimonio no fue instituido ni restaurado por obra de los hombres, sino por obra divina; que no fue protegido, confirmado ni elevado con leyes humanas, sino con leyes del mismo Dios, autor de la naturaleza, y de Cristo Señor, Redentor de la misma, y que, por lo tanto, sus leyes no pueden estar sujetas al arbitrio de ningún hombre, ni siquiera al acuerdo contrario de los mismos cónyuges.
Esta es la doctrina de la Sagrada Escritura, ésta la constante tradición de la Iglesia universal, ésta la definición solemne del santo Concilio de Trento, el cual, con las mismas palabras del texto sagrado, expone y confirma que el perpetuo e indisoluble vínculo del matrimonio, su unidad y su estabilidad tienen por autor a Dios.
Mas aunque el matrimonio sea de institución divina por su misma naturaleza, con todo, la voluntad humana tiene también en él su parte, y por cierto nobilísima, porque todo matrimonio, en cuanto que es unión conyugal entre un determinado hombre y una determinada mujer, no se realiza sin el libre consentimiento de ambos esposos, y este acto libre de la voluntad, por el cual una y otra parte entrega y acepta el derecho propio del matrimonio [Cf. C.I.C. c. 1081, §2], es tan necesario para la constitución del verdadero matrimonio, que ninguna potestad humana lo puede suplir [Cf. C.I.C. c. 1081, §1].
Es cierto que esta libertad no da más atribuciones a los cónyuges que la de determinarse o no a contraer matrimonio y a contraerlo precisamente con tal o cual persona; pero está totalmente fuera de los límites de la libertad del hombre la naturaleza del matrimonio, de tal suerte que si alguien ha contraído ya matrimonio se halla sujeto a sus leyes y propiedades esenciales.
Y así el Angélico Doctor, tratando de la fidelidad y de la prole, dice: “Estas nacen en el matrimonio en virtud del mismo pacto conyugal, de tal manera que si se llegase a expresar en el consentimiento, causa del matrimonio, algo que les fuera contrario, no habría verdadero matrimonio” [Suma Teológica III Suplem., q. 49, a. 3].
Por obra, pues, del matrimonio, se juntan y se funden las almas aun antes y más estrechamente que los cuerpos, y esto no con un afecto pasajero de los sentidos o del espíritu, sino con una determinación firme y deliberada de las voluntades; y de esta unión de las almas surge, porque así Dios lo ha establecido, un vínculo sagrado e inviolable.
Tal es y tan singular la naturaleza propia de este contrato, que en virtud de ella se distingue totalmente, así de los ayuntamientos propios de las bestias, que, privadas de razón y voluntad libre, se gobiernan únicamente por el instinto ciego de su naturaleza, como de aquellas uniones libres de los hombres que carecen de todo vínculo verdadero y honesto de la voluntad, y están destituidas de todo derecho para la vida doméstica.
De donde se desprende que la autoridad tiene el derecho y, por lo tanto, el deber de reprimir las uniones torpes que se oponen a la razón y a la naturaleza, impedirlas y castigarlas, y, como quiera que se trata de un asunto que fluye de la naturaleza misma del hombre, no es menor la certidumbre con que consta lo que claramente advirtió Nuestro Predecesor, de s. m., León XIII [Enc. Rerum novarum]: No hay duda de que, al elegir el género de vida, está en el arbitrio y voluntad propia una de estas dos cosas: o seguir el consejo de guardar virginidad dado por Jesucristo, u obligarse con el vínculo matrimonial. Ninguna ley humana puede privar a un hombre del derecho natural y originario de casarse, ni circunscribir en manera alguna la razón principal de las nupcias, establecida por Dios desde el principio: “Creced y multiplicaos”.
Hállase, por lo tanto, constituido el sagrado consorcio del legítimo matrimonio por la voluntad divina a la vez que por la humana: de Dios provienen la institución, los fines, las leyes, los bienes del matrimonio; del hombre, con la ayuda y cooperación de Dios, depende la existencia de cualquier matrimonio particular —por la generosa donación de la propia persona a otra, por toda la vida—, con los deberes y con los bienes establecidos por Dios.”
Queda claro, pues, que“todo matrimonio, en cuanto que es unión conyugal entre un determinado hombre y una determinada mujer, no se realiza sin el libre consentimiento de ambos esposos”.
Por esa razón, enseña Pío XI que “por obra del matrimonio se juntan y se funden las almas aun antes y más estrechamente que los cuerpos, y esto no con un afecto pasajero de los sentidos o del espíritu, sino con una determinación firme y deliberada de las voluntades; y de esta unión de las almas surge, porque así Dios lo ha establecido, un vínculo sagrado e inviolable.”
El consentimiento de los cónyuges es, pues, la causa eficiente del matrimonio; y de dicho contrato resulta el vínculo permanente.
Por eso el Código de Derecho Canónico expresa que
“Para que pueda haber consentimiento matrimonial es necesario que los contrayentes no ignoren, por lo menos, que el matrimonio es una sociedad permanente entre varón y mujer para engendrar hijos” (canon 1082, § 1.).
Ahora bien, ¿en qué consiste el consentimiento matrimonial?
El Código de Derecho Canónico responde: “El consentimiento matrimonial es el acto de la voluntad por el cual ambas partes dan y aceptan el derecho perpetuo y exclusivo sobre el cuerpo en orden a los actos que de suyo son aptos para engendrar prole” (canon 1081 § 2.).
El canon expone las condiciones que, por derecho natural, debe tener este consentimiento:
1ª) Un acto de la voluntad.
2ª) Mutuo y recíproco.
3ª) Consistente en la entrega y aceptación, también mutuas y recíprocas.
4ª) Del derecho perpetuo y exclusivo.
5ª) Sobre los cuerpos de los contrayentes.
6ª) En orden a engendrar hijos.
Este consentimiento, aunque de suyo supone conocimiento por parte de la inteligencia, es un acto de la voluntad; y debe ser interno, y también exteriormente manifestado.
Si el consentimiento reúne todas estas condiciones y se manifiesta exteriormente, es naturalmente válido.
Si carece de alguna de las condiciones que por derecho natural se requieren, el consentimiento es naturalmente inválido e ineficaz en absoluto.
Damos algunas explicaciones complementarias a cada una de las condiciones enumeradas por el Código:
1ª) Un acto de la voluntad.
De tal modo que no bastaría la simple manifestación externa, si la voluntad no consintiera interiormente. Sin este consentimiento interior, sincero y auténtico, el matrimonio sería, por derecho natural, absolutamente nulo e inválido.
2ª) Mutuo y recíproco.
Puesto que, tratándose de un contrato bilateral, sería nulo e inválido si una sola de las partes, pero no ambas, cumpliera las condiciones para realizarlo.
3ª) Consistente en la entrega y aceptación, también mutuas y recíprocas.
No bastaría que una de las dos partes diera a la otra él derecho sobre el propio cuerpo si esta otra no lo acepta, y viceversa.
4ª) Del derecho perpetuo y exclusivo.
El derecho, en el sentido estricto y riguroso de la palabra; de suerte que se cometería una injusticia, si se negara, sin causa razonable que lo justifique, el ejercicio de este derecho al cónyuge que lo pida legítimamente.
No debe confundirse, sin embargo, el derecho radical —que es esencial al matrimonio— con el uso efectivodel mismo, al que pueden renunciar los cónyuges de común acuerdo.
Perpetuo, como consecuencia de la intrínseca indisolubilidaddel vínculo matrimonial una vez contraído legítimamente.
Exclusivo, en virtud de la unidad del matrimonio, que es una de sus propiedades esenciales.
5ª) Sobre los cuerpos de los contrayentes.
Estas palabras expresan el objeto esencial del contrato matrimonial, según aquellas palabras de San Pablo: “La mujer no tiene potestad sobre su cuerpo, sino el marido; e igualmente el marido no tiene potestad sobre su cuerpo, sino la mujer” (I Cor. 7,4).
Esta es la razón por la que, si uno de los cónyuges abusa a solas de su propio cuerpo o lo entrega a otra persona distinta de su legítimo cónyuge, no sólo peca contra la castidad, sino también contra la justicia,puesto que hace uso de lo que no le pertenece a él, sino a su legítimo cónyuge.
Ni siquiera un cónyuge puede autorizar al otro para estos actos, ya que el derecho exclusivo sobre el propio cónyuge es irrenunciable por la misma naturaleza del contrato matrimonial.
6ª) En orden a engendrar hijos.
Las palabrasen orden a los actos que de suyo son aptos para engendrar prole indican lo queconstituye el fin primario del matrimonio; y ellas expresan, además, con admirable precisión y exactitud las cosas que son lícitas o ilícitas entre los cónyuges, que pueden reducirse a este solo principio fundamental:Son lícitos todos aquellos actos que de suyo son aptos para engendrar prole; y son ilícitos e inmorales todos los que, de suyo, no son aptos para ese fin (actos solitarios, onanismo, actos contra natura, etc.).
Para completar este tema, es necesario saber que el Nuevo Código de Derecho Canónico, del año 1983, ha cambiado el objeto del consentimiento matrimonial, constitutivo esencial del matrimonio.
En efecto, el canon 1057 § 2., dice: “El consentimiento matrimonial es el acto de la voluntad por el cual el varón y la mujer se entregan y aceptan mutuamente en alianza irrevocable para constituir el matrimonio”.
Recordemos lo enseñado por la doctrina católica, y ya transcrito dicho más arriba:“El consentimiento matrimonial es el acto de la voluntad por el cual ambas partes dan y aceptan el derecho perpetuo y exclusivo sobre el cuerpo en orden a los actos que de suyo son aptos para engendrar prole”(canon 1081 § 2.).
Por lo tanto, según el nuevo concepto del matrimonio, el objeto del consentimiento matrimonial ya no es, como lo enseña la doctrina tradicional, “el derecho perpetuo y exclusivo sobre el cuerpo [del cónyuge] en orden a los actos que de suyo son aptos para engendrar prole”, es decir, la procreación, fin primario del matrimonio, sino la persona misma de los esposos.
Los comentaristas de la B.A.C., sin ningún pudor, dicen:“Así se supera la restricción operada por el Código anterior, cuando parecía limitar el objeto del consentimiento matrimonial (…) con una finalidad específica”, es decir, la generación.
Para esta nueva concepción del matrimonio, lo que cuenta esencialmente, lo que constituye el objeto central del matrimonio, es el “consorcio de toda la vida”, mientras que en la doctrina tradicional este elemento, aunque pertenece normalmente al matrimonio, es secundario.
Todo esto implica la noción personalista del matrimonio, e influye en la designación, jerarquización y orden de los fines del mismo.
ESTUDIOS DOCTRINALES: EL MATRIMONIO: FINES DEL MATRIMONIO
ESTUDIOS DOCTRINALES:
FINES DEL MATRIMONIO
En el matrimonio se distingue un doble fin: primario y secundario.
Así lo ha enseñado siempre la Iglesia Católica, y ha quedado consignado en el canon 1013, § 1. Del Código de derecho Canónico:
La procreación y la educación de la prole es el fin primario del matrimonio; la ayuda mutua y el remedio de la concupiscencia es su fin secundario.
El estado matrimonial, considerado como efecto del contrato realizado, es una sociedad permanente, y, como tal, tiene que tener su fin, pues el fin es lo que caracteriza y especifica las sociedades.
Y como el matrimonio es una sociedad natural, instituida por el mismo Autor de la naturaleza, Él es también el que le ha marcado su fin propio, intrínseco, esencial y especifico, que es el fin de la institución misma en si considerada.
A este fin —el fin propio del matrimonio—, y no al fin particular y personal que al casarse persiguen de una manera inmediata los contrayentes, es al que se refiere el canon 1013.
Este fin objetivo de la institución matrimonial es doble: fin primario y fin secundario.
El fin primario del matrimonio es la procreación y la educación de la prole; y este fin es tan necesario y tan esencial, que sin él no puede haber matrimonio válido. No puede fallar, por lo menos en la intención, pues a él se ordena el matrimonio por su naturaleza.
El fin secundario también es fin objetivo de la institución misma, procede de la entraña del matrimonio y es, por consiguiente, fin intramatrimonial; pero no entra en la esencia del matrimonio, como elemento esencialconstitutivo del mismo, sino que es elemento integrante, el cual facilita el cumplimiento y consecución del fin primario.
Este fin secundario es doble: la mutua ayuda y el remedio de la concupiscencia.
Por lo dicho se comprende que ambos fines, el primario y el secundario, no están en el mismo plano. El fin primario está por encima y a él está subordinado el otro. Así lo declaró la Sagrada Congregación del Santo Oficio, el 1º de abril de 1944, (AAS 36 [1944] 103), saliendo al paso de ciertas teorías modernas, que o sostienen que la procreación y educación no es fin primario esencial del matrimonio, o no admiten la subordinación de fines.
Acerca de esta importante materia ya volveremos en otra oportunidad. Cabe ahora explicar la doctrina sobre los dos fines del matrimonio.
La procreación y la educación de la prole es el fin primario del matrimonio.
Ya sabemos que Dios instituyó el matrimonio como contrato natural con las siguientes palabras: «Creced y multiplicaos y henchid la tierra» (Gen. 1,28). Por lo tanto, ésa es su finalidad primaria y principal.
La enseñanza de Santo Tomás es clara:
“El matrimonio fue instituido principalmente para el bien de la prole, no sólo para engendrarla, ya que eso puede verificarse también fuera del matrimonio, sino además para conducirla a un estado perfecto, pues todas las cosas tienden a que sus efectos logren la debida perfección.
Dos perfecciones podemos considerar en la prole, a saber, la perfección de la naturaleza no sólo en cuanto al cuerpo, sino también respecto del alma mediante aquellas cosas que pertenecen a la ley natural y la perfección de la gracia” (Suma Teológica, Suplemento 59, 2. Ver también 41, 1).
Pío XI, en su Encíclica Casti connubii, expone esta doctrina de este modo:
“La prole, por lo tanto, ocupa el primer lugar entre los bienes del matrimonio. Y por cierto que el mismo Creador del linaje humano, que quiso benignamente valerse de los hombres como de cooperadores en la propagación de la vida, lo enseñó así cuando, al instituir el matrimonio en el paraíso, dijo a nuestros primeros padres, y por ellos a todos los futuros cónyuges: Creced y multiplicaos y llenad la tierra.
Lo cual también bellamente deduce San Agustín de las palabras del apóstol San Pablo a Timoteo, cuando dice: Que se celebre el matrimonio con el fin de engendrar, lo testifica así el Apóstol: “Quiero —dice— que los jóvenes se casen”. Y como se le preguntara: “¿Con qué fin?, añade en seguida: Para que procreen hijos, para que sean madres de familia“.
Cuán grande sea este beneficio de Dios y bien del matrimonio se deduce de la dignidad y altísimo fin del hombre. Porque el hombre, en virtud de la preeminencia de su naturaleza racional, supera a todas las restantes criaturas visibles. Dios, además, quiere que sean engendrados los hombres no solamente para que vivan y llenen la tierra, sino muy principalmente para que sean adoradores suyos, le conozcan y le amen, y finalmente le gocen para siempre en el cielo; fin que, por la admirable elevación del hombre, hecha por Dios al orden sobrenatural, supera a cuanto el ojo vio y el oído oyó y pudo entrar en el corazón del hombre.
De donde fácilmente aparece cuán grande don de la divina bondad y cuán egregio fruto del matrimonio sean los hijos, que vienen a este mundo por la virtud omnipotente de Dios, con la cooperación de los esposos.
Tengan, por lo tanto, en cuenta los padres cristianos que no están destinados únicamente a propagar y conservar el género humano en la tierra, más aún, ni siquiera a educar cualquier clase de adoradores del Dios verdadero, sino a injertar nueva descendencia en la Iglesia de Cristo, a procrear ciudadanos de los Santos y familiares de Dios, a fin de que cada día crezca más el pueblo dedicado al culto de nuestro Dios y Salvador.
Y con ser cierto que los cónyuges cristianos, aun cuando ellos estén justificados, no pueden transmitir la justificación a sus hijos, sino que, por lo contrario, la natural generación de la vida es camino de muerte, por el que se comunica a la prole el pecado original; con todo, en alguna manera, participan de aquel primitivo matrimonio del paraíso terrenal, pues a ellos toca ofrecer a la Iglesia sus propios hijos, a fin de que esta fecundísima madre de los hijos de Dios los regenere a la justicia sobrenatural por el agua del bautismo, y se hagan miembros vivos de Cristo, partícipes de la vida inmortal y herederos, en fin, de la gloria eterna, que todos de corazón anhelamos.
Considerando estas cosas la madre cristiana entenderá, sin duda, que de ella, en un sentido más profundo y consolador, dijo nuestro Redentor: “La mujer…, una vez que ha dado a luz al infante, ya no se acuerda de su angustia, por su gozo de haber dado un hombre al mundo”, y superando todas las angustias, cuidados y cargas maternales, mucho más justa y santamente que aquella matrona romana, la madre de los Gracos, se gloriará en el Señor de la floridísima corona de sus hijos. Y ambos esposos, recibiendo de la mano de Dios estos hijos con buen ánimo y gratitud, los considerarán como un tesoro que Dios les ha encomendado, no para que lo empleen exclusivamente en utilidad propia o de la sociedad humana, sino para que lo restituyan al Señor, con provecho, en el día de la cuenta final.
El bien de la prole no acaba con la procreación: necesario es que a ésta venga a añadirse un segundo bien, que consiste en la debida educación de la misma. Porque insuficientemente, en verdad, hubiera provisto Dios, sapientísimo, a los hijos, más aún, a todo el género humano, si además no hubiese encomendado el derecho y la obligación de educar a quienes dio el derecho y la potestad de engendrar. Porque a nadie se le oculta que la prole no se basta ni se puede proveer a sí misma, no ya en las cosas pertenecientes a la vida natural, pero mucho menos en todo cuanto pertenece al orden sobrenatural, sino que, durante muchos años, necesita el auxilio de la instrucción y de la educación de los demás. Y está bien claro, según lo exigen Dios y la naturaleza, que este derecho y obligación de educar a la prole pertenece, en primer lugar, a quienes con la generación incoaron la obra de la naturaleza, estándoles prohibido el exponer la obra comenzada a una segura ruina, dejándola imperfecta. Ahora bien, en el matrimonio es donde se proveyó mejor a esta tan necesaria educación de los hijos, pues estando los padres unidos entre sí con vínculo indisoluble, siempre se halla a mano su cooperación y mutuo auxilio.”
La ayuda mutua y el remedio de la concupiscencia es el fin secundario del matrimonio.
Las Sagradas Escrituras lo dicen expresamente:
“Y se dijo Yavé Dios: No es bueno que el hombre esté solo, voy a hacerle una ayuda semejante a él..., y de la costilla que del hombre tomara formó Yavé Dios a la mujer y se la presentó al hombre” (Gen. 2, 18 y 22).
“Pero, si no pueden guardar continencia, cásense, que mejor es casarse que abrasarse” (I Cor. 7, 9).
Una vez más, lo declara Pío XI en su Encíclica sobre el matrimonio:
“Ni se puede decir que obren contra el orden de la naturaleza los esposos que hacen uso de su derecho siguiendo la recta razón natural, aunque por ciertas causas naturales, ya de tiempo, ya de otros defectos, no se siga de ello el nacimiento de un nuevo viviente. Hay, pues, tanto en el mismo matrimonio como en el uso del derecho matrimonial, fines secundarios -verbigracia, el auxilio mutuo, el fomento del amor recíproco y la sedación de la concupiscencia-, cuya consecución en manera alguna está vedada a los esposos, siempre que quede a salvo la naturaleza intrínseca del acto y, por ende, su subordinación al fin primario.”
También Santo Tomás explica lo referente a ambos fines secundarios:
“En segundo lugar, tocante al fin secundario del matrimonio, que consiste en los servicios mutuosque los cónyuges deben prestarse en los quehaceres domésticos. Efectivamente, así como la razón natural dicta que los hombres vivan asociados, ya que nadie se basta para proveer a las múltiples necesidades de la vida, razón por la cual se dice que el hombre es naturalmente político, asimismo, respecto de aquellas cosas que hacen falta para la vida humana, unas competen a los varones y otras a las mujeres. Por lo cual, la misma naturaleza impele a que se establezca cierta sociedad entre el varón y la mujer, y en eso consiste el matrimonio” (Suplemento, 41, 1.).
“De dos maneras pueden aplicarse remedios contra la concupiscencia. La primera es por parte de la misma concupiscencia, a fin de cohibirla en su raíz; y, bajo este aspecto, el matrimonio provee de remedio en virtud de la gracia que confiere. La segunda dice relación a su propio acto, y esto de dos modos. Uno de ellos, haciendo que dicho acto, al cual inclina exteriormente la concupiscencia, quede inmune de torpeza, y esto se obtiene por los bienes del matrimonio, que cohonestan la concupiscencia carnal. El otro modo, impidiendo los actos torpes, ya que, por el hecho de quedar satisfecha la concupiscencia con el uso del matrimonio, deja de incitar a otras corruptelas. Por eso dice el Apóstol que «es mejor casarse que abrasarse». Y aunque es verdad que los actos de la concupiscencia contribuyen de suyo a exacerbarla, sin embargo, en cuanto van ordenados por la razón, consiguen reprimirla; pues «de actos semejantes engéndranse disposiciones y hábitos semejantes»” (Suplemento, 42, 3, ad 4).
Para introducir la próxima entrega, señalemos desde ahora que el Nuevo Código de Derecho Canónico, en su canon 1055 §1, dice:
“La alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer constituyen entre sí un consorcio de toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de la prole, fue elevada por Cristo Nuestro Señor a la dignidad de sacramento entre bautizados”.
Los medios de comunicación buscan privilegios para las uniones homosexuales. Como tienden a confundir los datos, hay que hacer un esfuerzo por aclararse:
1. Cualquier consideración sobre la sexualidad parte de la base de que es una función biológica con un orden orgánico evidente y claramente visible. Los actos homosexuales lo contradicen, como contradice la función de comer introducirse alimentos por la oreja.
2. Desde el punto de vista biológico, sólo hay dos sexos: varón y mujer. El sexo está impreso en todas y cada una de las células del cuerpo humano y tiene una expresión muy clara en los órganos sexuales. Muy excepcionalmente, se dan casos de hermafroditismo (mezcla parcial de caracteres sexuales), que suele comportar serias alteraciones orgánicas y requerir intervenciones quirúrgicas.
3. La homosexualidad no es hermafroditismo. Tampoco es un fenómeno perfectamente determinado y estable. Cualquier persona puede sentir alguna vez afectos o intereses que podrían considerarse homosexuales. Pero se considera propiamente homosexualidad el interés y deseo sexualmente intenso y permanente hacia personas del mismo sexo, y falta de atracción por personas del sexo contrario. Esto puede variar porque no es un estado o tendencia definitiva. También puede asociarse a alteraciones psíquicas más profundas.
4. Según la literatura especializada y la experiencia común, esa inclinación suele producirse por condicionamiento del ambiente familiar cultivada por el sujeto. Se suele formar en la juventud por una interrupción en el desarrollo espontáneo de los intereses sexuales, asociada a deficiencias en la autoestima como varón o como mujer. Y se refuerza por el condicionamiento, si se da una práctica homosexual. Por más que se ha buscado, no se ha podido demostrar que exista una predisposición genética.
5. Sentir una inclinación sexual no hace a una persona ni mejor ni peor. La moral y la honradez de las personas no dependen de las inclinaciones que sienten, sino de lo que libremente quieren y hacen. Por otra parte, sentir no da derecho a nada ni ante la moral ni ante la ley. La inclinación habitual e intensa por el dinero, por ejemplo, no da derecho a apropiárselo.
6. Sienta lo que sienta, toda persona tiene que esforzarse en controlar sus impulsos. Esto cuesta a todos, y, a veces, puede resultar difícil. Por eso, el sistema educativo y el ambiente social deben ayudar a controlarse más que a desatarse. El descontrol sexual es una de las mayores causas de infelicidad y violencia en el ser humano.
7. Si la práctica homosexual es muy arraigada, puede no bastar el esfuerzo personal y necesitar ayuda externa. Si no se consigue controlar la conducta o hay mucho sufrimiento, es conveniente acudir a especialistas con experiencia en esta terapia (evitar ideólogos). Mejor si tienen un criterio cristiano. Merece comprensión y ayuda, como cualquier otra dificultad en la vida.
8. Desde el punto de vista social, la relación homosexual es una relación privada, que sólo afecta a dos particulares, no aporta ningún beneficio público y es bastante inestable. La familia, en cambio, es una unión que se orienta por sí misma al amor mutuo y a la procreación y educación de los hijos. Encauza y despliega intensas fuerzas naturales de cohesión, de paternidad y de maternidad. Y contiene un enorme potencial humano, educativo, económico y asistencial. Por eso, cada familia es un bien de alto interés social, que es conveniente distinguir y proteger.
9. Se hace violencia a las cosas (y mucho daño al orden social) cuando se confunde la relación homosexual con el matrimonio y la familia. Por otra parte, si se le conceden privilegios, se discrimina injustamente otras formas de convivencia humana sin sexo: dos hermanos, parientes o amigos que viven juntos (sin sexo) o las comunidades religiosas. Por supuesto, la inclinación o la relación homosexual no añade ninguna capacidad para adoptar o educar niños.
10. El cristianismo cree que la vida humana es sagrada y que el sexo debe vivirse siempre dentro del matrimonio como manifestación de la entrega mutua de los esposos y quedando abierto a la vida. Subordina el sexo a la entrega de los esposos y a la vida. Otra cosa es inmoral. En cambio hay un liberalismo sexual que pone en primer lugar el derecho a disfrutar del sexo. Y está dispuesto a sacrificarle el matrimonio, la familia y la vida humana. Por eso, el cristianismo es una cultura de vida. Mientras que este liberalismo sexual es una cultura de muerte. De hecho, a medida que se difunde, hay más traiciones al amor, más familias que se disuelven y más madres que matan a sus hijos antes de nacer.
Los cristianos tenemos el derecho y el deber de exponer honradamente nuestras convicciones; que son perfectamente coherentes y respetuosas con la naturaleza del sexo, del amor conyugal y del misterio de la vida, y muy beneficiosas para la vida social. Al defenderlas no tratamos de ofender a nadie, sino de ayudar a todos.
11- Tratar de que los niño sean privados de otro tipo de familia bajo una union que crean licita dos personas de sexos iguales, no da para que sea sodomizado ya que toda base fundamental de la orientacion sexual que se le de bajo la tutoria de dos personas del mismo sexo va a ser inmoral y nula que dará como resultado una depravacion pasiva que progresara como impulsiva.
12- Devastar idealismos inmorales sobre leyes y derechos invencionados para deformar el concepto Cristiano, moral y social de familia, es esfuerzo futuramente premiado por Dios quien es dueño de la moral y las costumbres mas perfectas que nos enseñó su Hijo, Jose y su Santa Madre, murieron pero su ejemplo es legado para seguir aunque implique ser firme en la decision tomada y la ejecucion de continuas contradicciones.
13- Homofobia fue adaptada sigilozamente dentro de el lenguaje urbano para aquellos que luchamos por mantener estables las costumbres morales, buena FE y viva la Santa Ley Biblica que Jesus confirmó desde hace 20 siglos.
14- Debemos ser tajantes ante el mal que tiene ramas espinosas y cada espina puede verse su denominacion impresa en ella misma entre ellas: inmoralismo, impureza, desobediencia, orgullo y muchas más que pocos conocen y muchos ignoran o gustan de ellas aunque el dolor sea somnoliente.
15- El hermafrodita no es un ser extraño ni inmoral, es una persona con sentimientos y dos generos cruzados en su corporalidad pero no en su alma. Si trata de ser feliz que sea en castidad.
16- La homosexualidad es el denominativo de un querubin caido que se especializa en ir contra la pureza del alma humana, con unico fin de lograr derrotar el alma de quien desee tentar a quebrantar dicha pureza que Dios otorgó como Virtud a un alma desde que fue enviada al mundo.
FILOSOFIA SODOMITA
Amar a todos brindando el cariño incondicional basados en el amor que Jesus nos tuvo a todos. Llenar los espacios de una persona en todas sus facetas para lograr una estabilidad emocional perfecta para con los suyos y los que le oprimen por su condicion sexual distinta al resto.
Ese amor es un pretexto, parapeto, excusa para sentirse "emos" (que si se les prohibe algun derecho que es indigno para ellos) y poder intentar manipular la compasion de muchos para adquirir derechos, deberes que no les corresponden para lograr asi una igualdad en todo ambito socio-cultura-moral y encajar fichas que no encajan en la constitucion, la moral y la ley Divina de Dios.
El derecho que deben tener unicamente es el de vivir, ser aceptados, respetados como personas de carne y hueso y por ultimo respirar, no coger el codo de los derechos y responsabilidades que son incompatibles con la orientacion sexual, modo de desarrollarla, valores similares a los normales... etc.
El respeto que han deseado tener es una manipulacion de la ley constitucional de cada nacion y la mimetizacion de la ley Divina a su manera, la mal-interpretacion de la misma convirtiendola en una herejia superflua casi inperceptible al rehojearla... pero que si se lee detenidamente, es una APOSTACIA y la más grande HEREJIA naciendo de una excusa simple de intentar mostrar que su CONDUCTA REPROBADA Y DEPRAVADA pueda estar remotamente justificada por una Ley Divina que la Iglesia que Jesus fundo en Pedro conoce y sabe que no es para alcahuetear a nadie.
Es por eso que el plan del N.W.O. es abalanzar la homofobia y cambiar su concepto como una negacion de derechos que van contra la moral pero haciendola ver como algo que deba ser alegados y por compasion agregados a estos seres que en el fondo sabemos que SON INMORALES E INDIGNOS de los mismos que reclaman.
Pero asi funciona el N.W.O. de la masoneria, atacar la moral y las buenas costumbres de la Santa Iglesia Catolica para dañar la conducta y tratar de sodomisarlas para poner a la sociedad en contra nuestra y desencadenar enemigos nuevos contra Dios, llamandonos "arcaicos" y "ultraconservadores".
LGBT: Artificio del demonio
4 opciones, 1 objetivo: Proliferar esas 4 opciones e infundarlas sutilmente mediante persuacion pasiva.
LGBT: Lesbianas, gays, bisexuales y transexuales... en eso consiste las siglas de esa organizacion que se ha ido revelando poco a poco en nuestra sociedad a nivel mundial.
Era un tabu si se era gay, un problema si se era lesbiana, una aberracion si se era transexual y una bestialidad si se era bisexual... en estas 4 facetas se divide un gran numero de humanos deliberados y de "mente abierta" que han deseado una cosa como principio basico inicial: el respeto a la igualdad humanitaria, el respeto como seres humanos.
Hasta ahi todo iba bien, luchaban por ser aceptados como personas normales y que nadie tuviese prejuicios contra ellos y mermaran las burlas en su contra. Durante decadas fue lo contrario: humillaciones, mofas y siendo desechados se vieron obligados a "meterse al closet", un closet de cristal rosado que estaba oculto en un sitio que solo ellos sabian: su cuarto.
Viendo la historia pasamos por conquistadores, cantantes, escritores, estilistas, diseñadores de modas y demas figuras insipidas del espectaculo que tanto relleno de lavatorio de cerebros aportan a la television. Logicamente el televidente imita las estupideces y desgasta vanamente la poca materia gris que le queda.
Viendo un ejemplo a madonna, lady gaga, britney spears, christina aguilera, avril lavigne... figuras dominadoras de masas que raramente estan conectadas por una cosa: lesbianismo cinico¡¡¡
Pero volviendo a la gran comunidad de personas de distintos habitos, colores, gustos, hormonas y costumbres, estos se dividen en dos clases que en ultimas hacen parte de una escala retroalimentaria:
Los LGBT conformes con el respeto a ellos y su aceptacion total por las personas de su entorno.
Los LGBT sodomitas revelados: Los que desean mas que el respeto a sus derechos, igualdad de leyes en todo sentido con los heterosexuales. Son los que se entregan a todo tipo de pasiones y hacen caer a heterosexuales por escogencia de gusto.
Pero ambas ramas se unen cuando los revelados incitan al apoyo de nuevas leyes absurdas en bien comun para ambos con tal de aumentar el provecho de las leyes para una total satisfaccion y realizacion como persona pero esto es contradictorio en varios principios ya sabidos:
1- En lo moral, sabemos que los nucleos familares estan conformados por un padre, madre e hijos que son nacidos del vientre de la madre y procreados por el padre.
2- Hombre y mujer se unen ante la ley constitucional correcta y la ley de Dios para conformar una familia de forma responsable y como Dios manda.
3- El homosexual esta limitado unicamente a respirar nada mas, vivir en una sociedad donde le sea respetado como humano y que toda actividad desarrolada sea comun y corriente.
4- Un hijo heterosexual esta completamente formado bajo las bases de la etica y moral de sus padres, de la Iglesia Catolica apostolica y romana bajo la tradicion verdadera y unica.
5- Hombre y mujer son desde que nacieron, no hay punto medio. Se debe mantenerse como tal hasta su muerte ya que si se desvia, es un evidente desequilibrio mental y de genero.
Viendo estos 5 principios sabemos que somos libres de elegir lo que deseemos ser pero esa eleccion en mayoria es erronea... no es nada moral y etica. Todo tiene un orden, un principio y un porque de existir.
El homosexualismo no tiene fundamento de principios ni un porque cimentado mas que el respeto a ellos como personas nada mas, no tiene un orden ya que todo es tapujo para lograr la autorrealizacion como persona en su totalidad....
Algunas excusas que usan para hacer legal la adopcion son:
-No es raro que digan que el niño por no ser protegidos sus derechos, el sea el que reclame la potestad diciendo que puede rellenar estos vacios que una familia heterosexual de la que carece puede llenar el.
(ironicamente desean llenar vacios sin saber que a quien corresponde esta responsabilidad es a padres normales y no a personas desequilibradas de genero)
-Como el niño carece de familia o un tutor que pueda hacerse responsable de el, el puede hacerse cargo del niño cargo totalmente como persona acta..
(ni como niñera/o ni como padre ni madre porque no tiene la moral real sino una a conveniencia y erronea si es huerfano se cree capaz de darle una educacion supuestamenet real que es erronea)
-El niño puede ser beneficiado en un seguro de salud igual como lo haria una familia heterosexual ya que no ven diferencia alguna en brindar esta ayuda a un niño.
(No hay que cogerse de esta excusa para hacerse a una adopcion inmediata, estos niños merecen un padre y madre que den cariño, amor y todo lo complementario sin excepcion alguna)
-El niño puede morir sin una familia, por eso es prioritaria una familia sea cual sean sus integrantes mientras sean actos para ser sus tutores.
(el vivir es necesario en todo ser humano y una familia que complemente el amor total es una de padre y madre)
Como carajos van a explicar las siguientes cosas:
Que fue lo que creo Dios al principio luego del cielo y la tierra, el mar, las plantas y animales, la luz y demas?
Como haran para negar el genesis y la parte que dice sobre la creacion del hombre y la mujer?
Como le explicaran a esos inocentes niños como se procrea un niño?
Que tipo de proceso biologico se inventaran ellos para no contradecirsen con el niño que luego sera un joven?
Como haran para mantener esa mentira si la biologia es una cosa y el homosexualismo es otra no relativa?
Como van a sustituir la procreacion natural por una artificial?
Como van a contradecir la moral y lo que Dios hizo?
Algunas excusas sutiles y persuasivas para desequilibrar la etica y moral verdadera entre amigos (gay-hetero) son:
- Si tus padres se separaron, vente para mi casa que aqui hablamos mejor, tienes un amigo con quien contar, tranquilo que yo siempre estare contigo en las buenas y las malas.
- Tu significas mucho para mí que no deseo que nadie te haga daño alguno y deseo cuidarte.
- Necesitas un nuevo aire, algo distinto... vamos de viaje...
Cuando un homosexual acapara el tiempo de un amigo hetero, este se ve envuelto en el tiempo del otro... cosa que da para hacerle entrar en su razon sutil: eres homosexual tambien, aceptalo... solo falta que te encuentres a ti mismo.
No es raro que sean grandes amigos y se confien todo como dos personas de gran confianza, esto da para conocer a la victima y saber por donde hacerla caer... el talon de aquiles.
La duda infundada por un homosexual a un amigo que le gusta y este es heterosexual, es de dos maneras:
1- Premisas de doble sentido pero con un toque de afectividad de por medio indicando un mensaje subliminal de atraccion que el otro procesara en su subconciente.
2- Mensajes de cariño y afecto fisico con palabras e indirectas, similar al anterior pero con un sutil abrazo, palabra de animo o detalle.
Ellos seran felices cuando todos opten por ser preferiblemente homosexuales como ellos mismos ya que es un orgullo gay que les hace felices, es como ser libre de la manera que deseaba el. De tal palo tal astilla, asi sera la sociedad, y la proliferacion es mas que evidente o mentira? La homosexualidad de hoy dia esta caracterizada por alarmantes caracteristicas:
Promiscuidad
Depresion
Soledad
Ansiedad
Ninfomania
Peligro en un 99% de contraer enfermedades de transmision sexual por via anal, oral o vaginal (segun sea el personaje LGBT)
Persuacion pasiva a otros de su mismo sexo (que no son como el) y manejar su afectividad para hacerlo su pareja a causa de su soledad y por tanto otro de su misma raza
Autoestima baja por vacio amoroso-sexual
Aparentan ser inofensivos pero su perversion sexual y depravacion hacen que el niño sea un sodomita mas pero para pedir la adopcion la gente insipida cree que estan en iguales condiciones pero moralmente NUNCA lo estaran... cosa que es el principio fundamental de una familia.
En las arrejuntaciones bajo 4 paredes + niño criado por ellos:
Stress
Falta de rigidez
Actos sexuales que el niño puede ver
Peliculas gay en casa
Fabrican niños de papel
Fomentacion al niño de hacer un acto basico de inmoralidad: besar a otro de su mismo sexo
Instruccion artificial al niño de que el ser gay es normal pero que es tambien moral los actos sexuales y de toda indole de intercambio sexual con LGBT
Ambiente diverso y exposicion a una corrupcion moral del niño
Fomentacion al niño a creer que el matrigay es natural y "bueno" moralmente y que la adopcion es algo tambien natural
Incitacion a tener como opcion el ser LGBT o heterosexual pero es mas instruido a ver de mejor lado el ser LGBT o lo que sean sus "parientes raros"
Preguntas de los niños, dudas...:
Tengo que ir al orgullo gay hoy.. porque?
Me encontre con un niño de padre y madre normal, porque el dice que papa y mama hacen un hijito y que esto es natural y lo mio que sera?
Porque mis mamas se encierran solas en la pieza y a que?
Porque mi mama esta besandose con otra mujer?
Porque esas discotecas tienen mujeres con mujeres teniendo sexo en el baño?
Porque los hombres se clavan con otros hombres?
HOMBRE+MUJER= MATRIMONIO
<<Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó» (Gn 1,27).
Estas palabras del Génesis, sobre las que queremos reflexionar en la Jornada de la Familia y la Vida, recogen dos verdades fundamentales sobre la persona humana: es creada “a imagen de Dios”; es creada como “hombre y mujer”.
Dios crea al hombre y a la mujer iguales en su humanidad, con idéntica dignidad personal, y al mismo tiempo en esencial y profunda relación de hombre y mujer.
Esta web nace por una cuestión lógica y razón natural de respeto y amor a la familia y a su base fundamental: el matrimonio, antigua institución que solo debe ser conformada por un hombre y una mujer, dualidad que debe ser defendida, pues cualquier atentado, deformacion o mimetizacion contra ella es una burla y ofensa directa hacia la familia, la institución fundamental, universal e insustituible para la formación de seres humanos sanos y completos.
No estamos para ir en contra de nadie violando su identidad personal y el genero escogido. Aclaro que NO estamos de acuerdo con ningún tipo de discriminación humana, desde ningún punto de vista, sobre todo la discriminación a la que hoy es sometida la base matrimonial hombre-mujer (por parte de la comunidad LGBT), la que continua siendo constantemente vapuleada y atacada desde abajo por progresistas y mentalidades de izquierda y de derecha por alguna razón, y que la tratan como si fuese cualquier cosa.
Nuestro deber es también demostrar que somos Católicos y estamos orgullosos de serlo, y orgullosos de emprender cada noble cruzada que nos demande el mundo moderno, acosado desde sus adentros por malévolas fuerzas anticristianas. Por ello hemos nosotros de dar combate, con la cruz en una mano y la espada en la otra, y demostrar que no somos fáciles de domar ni de someter. Recuerden, la Patria misma nació bajo el Sagrado Signo de la Cruz y bajo el Celestial manto de la Virgen María, es por ello que nuestras luchas son también por la grandeza de nuestro amor y devoción a la Patria.
Nuestro deber es despertar conciencia, que todo católico este orgulloso y sepa que hay causas como esta por las que debe arriesgarse y ofrendar todos sus esfuerzos, que la Patria y sus hijos lo pide. Que sepa también que hay gente que trata de dividirnos y atacarnos constantemente mediante calumnias y persecuciones varias(o sectarios o LGBT o feministas o el islam), tanto interna como exteriormente y eso no ha de quedar impune.
VIVA LA PATRIA!!!
VIVA CRISTO REY!!!
Aclaraciones:
-Anteriormente estuvimos dispuestos a ofrecer debate sobre el asunto en tanto este se manejase en un clima de respeto moral. Mas ahora el debate se ha basado en argumentos vacios y faltas de respeto hacia toda moral; y como si fuera poco, algunos individuos han intentado crear una pseudoreligión a su antojo, usando a Dios, Nuestro Señor, como un títere mundano para su libertinaje sexual.
Sostenemos así como el Apostol San Pablo, que la opinión de personajes así no tiene cabida y debesele "tapar la boca antes de que exparsan sus mentiras".
-A PARTIR DE AHORA,DEBIDO A QUE EL ACCIONAR DE CIERTOS USUARIOS QUE SE LLENAN LA BOCA CON LO QUE DENOMINAN ''LIBERTAD DE EXPRESION'' PERO QUE SIN EMBARGO SE HAN DESEMPEÑADO EN COARTARLE Y EN CENSURARLE A QUIENES NO PIENSAN COMO ELLOS LA TAN MENTADA ''LIBERTAD'' QUE ALEGAN DEFENDER.
PARA QUE LOS VERDADEROS VALORES DE LA FAMILIA NO SE PIERDAN Y SE DEFORME.
PORQUE EL VERDADERO SENTIDO DE LA PALABRA MATRIMONIO ES LA UNION ENTRE EL " HOMBRE Y MUJER ", SIGAN VIGENTES.
SON LOS PASOS DE UNA VERDADERA FAMILIA.
NO PERMITAMOS QUE LOS NIÑOS PIERDAN EL SIGNIFICADO DE "LA FAMILIA" Y CREZCAN EN UN AMBITO DE DESFORMACION MORAL Y ETICA. CONFUNDIENDOLOS CON SU SEXUALIDAD DEPRAVADA Y SUS IDEAS SODOMITAS.
ELIGIENDO EL CAMINO QUE DIOS NOS REGALO Y QUIERE QUE SIGAMOS.
RESPETAMOS SUS PENSAMIENTOS E IDEAS PERO NO PERMITIRE QUE SE EJECUTEN DERECHOS INVALIDOS E INDIGNOS. NO QUEREMOS SER OFENCIVOS CON EL HOMOSEXUAL PERO SI DISCRIMINATIVOS CON DICHOS DERECHOS QUE DESEAN RECLAMAR Y SON ABSURDOS Y ABOMINABLES.
¿Por qué? El matrimonio enseña que los hombres y las mujeres se necesitan el uno al otro, y que los hijos necesitan de su madre y su padre. Una sociedad que es cariñosa y compasiva está dispuesta a ayudar a los niños sin padres, pero ninguna sociedad compasiva intencionalmente les quita el acceso a sus propios padres de correcta naturaleza.
Pero lo que ocurre en los hogares homosexuales es el deseo y la razon de someter al pequeño a sus desviadas enseñanzas y depravar su sexualidad y no por otra razón más que para satisfacer el deseo de los adultos.
"¿Cómo afectará el matrimonio homosexual a tu matrimonio?"
Los que apoyan el matrimonio homosexual quieren forzar a los demás a que alteremos nuestra definición del matrimonio y de la familia de una manera dramática y permanente, colocando como parapeto que se le discrimina y se aisla por ser homosexual. La razon es que los derechos de ellos son solo dos: Vivir y ser respetado como personas.
La definición histórica del matrimonio, compartida por todas las culturas, sobre la unión entre un esposo y una esposa será llamada intolerancia en los sitios públicos. La ley les enseñará a nuestros hijos y nietos que es irrelevante que las madres y los padres críen sus hijos de manera conjunta, y el que piense lo contrario será un intolerante. COSA QUE NO SE PERMITIRÁ HOY, PRESERVAR EL MATRIMONIO COMO ES Y NO COMO LA ABOMINACION CAMUFLADA QUE PRESENTAN
“De este modo no resulta contradictorio que una persona pueda amar y respetar a los homosexuales como a cualquier otra persona, pero no estar de acuerdo con la legalización de las bodas gay ni la adopcion. Una cosa no quita a la otra. Podemos amar y hasta incluso respetar el estilo de vida de un individuo que fuma Cannabis (pero que lo haga lejitos donde nadie huela el hedor de la hierba), pero no estar de acuerdo con la legalización del consumo de marihuana no significa tener odio a estas personas. Una cosa es rechazar un hecho, una conducta, un hábito y otra cosa muy distinta es rechazar a un ser humano.
"HOMOSEXUAL, NO TE RESPETAMOS COMO PERSONA porque no lo eres NO PIDAS COSAS IMPOSIBLES E INMORALES"
Veamos la prueba de su blasfemia en la nueva secta sodomita: la iglesia inclusiva, bajo un nuevo evangelio ANATEMA:
BIBLIA QUEER – EVANGELIO DE JUAN /Robert E. Goss
Traducción MCRP
EL DISCÍPULO AMADO.-
Es en el discurso de despedida que se nos presenta al Discípulo Amado. Hay una intimidad física entre Jesús y él. Está al lado de Jesús (13.23), apoyando la mano en el pecho del maestro. En el discurso, Jesús indica que su amor por sus discípulos es de amistad. Pero la proximidad física del Discípulo Amado y sus conversaciones privadas durante la comida, los destacan. El Discípulo Amado mantiene conversaciones más íntimas. No es un amigo como los demás, porque es el amado por Jesús.
Los estudiosos han discutido largamente si este Discípulo Amado es Juan, el hijo de Zebedeo, Tomás el Mellizo, María Magdalena, Lázaro o un símbolo de la comunidad. Para algunos escritores “queer”, la evidencia apunta a Lázaro (Williams 1992; Wilson 1995: 141-5; Goss 2000: 208-9) Jennings no descarta la posibilidad de Lázaro, pero mantiene que la evidencia no es concluyente. Elizabeth Stuart entiende que el Discípulo Amado está representando la perfecta intimidad con Jesús (Stuart 1995: 171) El Discípulo Amado actúa como un testigo de Jesús, y parece comprenderlo mejor que cualquier otro en el Evangelio. La consecuencia dentro del texto: él es el autor del Evangelio, y su particular intimidad con Jesús da autoridad a este libro.
Durante casi dos milenios, los hombres atraídos por el mismo sexo han intuido una relación homoerótica entre Jesús y el Discípulo Amado (Goss 2002: 113-139; Jennings 2003: 75-91; Boisvert 2004: 200) Han leído correctamente la relación entre ellos como una rara instancia de deseo homoerótico, encontrando momentos de gracia y auto-aceptación en esta relación. Van Tilborg escribe acerca de la renuencia de estudiosos heterosexistas para aceptar este modelo de la relación entre Jesús y el Discípulo Amado:
“La razón de que la exégesis científica no conectara la relación del maestro Jesús y su discípulo amado con este ambiente educacional típico es, probablemente, que la sexualidad está presente en la mayoría de los textos relacionados, o al menos no está lejos. El amor por el “pais” en el contexto de la educación y el entrenamiento, tiene connotaciones sexuales en el pensamiento y la acción griegos y helenísticos, que no pueden ponerse en línea con el texto asexuado del Evangelio de Juan”. (Van Tilborg 1993: 79)
Hay una intimidad entre Jesús y el Discípulo Amado que se destaca en el Evangelio, y los hombres gays han comprendido el Cuarto Evangelio desde los contextos de sus vidas homoeróticas. Jennings tiene la esperanza de que las lecturas gay del discípulo que Jesús amaba permitirían que los eruditos bíblicos reconsideraran los materiales bíblicos desde una nueva perspectiva: “Quizás un día, incluso aquellos que han sido remojados en la historia cristiana, puedan leer con ojos abiertos la historia de Jesús y el hombre a quien Él amaba” (Jennings 2003: 91) Jennings afirma que el Evangelio afirma públicamente que eran amantes (2003: 64)
El Discípulo Amado tiene el papel más prominente en el Cuarto Evangelio. Actúa como intercesor entre Jesús y Pedro y se recuesta en el pecho de Jesús, durante la comida de despedida. El Discípulo Amado está completamente enamorado de Jesús, leal a él y permanece valientemente con Jesús en la vigilia de su muerte, al pie de la cruz. Jesús mira al Discípulo Amado y lo considera como su sustituto en la familia, encomendándole el cuidado de su madre. Cuando María Magdalena le dice que no está en la tumba el cuerpo de Jesús, corre a la tumba y espera a Pedro antes de entrar a la cámara. Jennings destaca la duda del Discípulo Amado, porque está traumatizado desde la muerte del Maestro y no está preparado para ser el cuerpo torturado de Jesús. (Jennings 2003: 29) El Discípulo Amado es el primero en sacar la conclusión de la resurrección de Jesús, mientras mira las ropas que quedaron en la tumba vacía. Se considera a sí mismo como recordando e interpretando las palabras de Jesús en la fe, referidos a la función del Paráclito. Ayuda a la comunidad hacia la fe, escribiendo la historia de la revelación de Dios en Jesús.
Ted Jennings anticipa una objeción a que Jesús y el Discípulo Amado eran pareja y que esto limitaría el amor de Jesús a sus discípulos (Jennings 2003: 94-6) La intimidad física de Jesús y su amor particular hacia el Discípulo Amado no obstruye ni limita su amor por los demás discípulos, y tampoco hacia aquellos marginados por la religión fundamentalista. El clero será el primero en atestiguar cómo esta intimidad especial con una esposa/o abre su amor, y no limita su amor por los demás. La intimidad especial no limita el amor por la humanidad.
Para muchas personas “queer”, el Discípulo Amado sirve como recuerdo de cuán leales hemos sido a la tradición cristiana a pesar de sus exclusiones, su violencia y sus crucifixiones de nuestra gente. Hemos permanecido leales a una tradición cuyas instituciones nos han rechazado constantemente y nos han hecho objetivos del “asalto” cultural. El escritor y estudioso gay Donald Boisvert habla acerca de cuán significativa es la imagen de Jesús y el Discípulo Amado: “Es, sin embargo, una imagen hermosa, una profunda y destacada afirmación de nuestro lugar central como hombres gay en el corazón de Dios” (Boisvert 2004: 2000) Puede ser que no nos quieran las iglesias, pero ciertamente tenemos un lugar en el corazón de Dios.
Dios no es un Dios de maricas... es un Dios de hijos que aceptan ser hombres y mujeres en castidad o matrimonio, no depravados sexuales de mentalidad desvidada y torcida.
Cuenta Periodista Digital que Servimedia informa de que pastores protestantes, laicos y organizaciones de gays y lesbianas constituirán el próximo sábado en el Puerto de Sagunto (Valencia) la primera Iglesia inclusiva protestante. Esta nueva Iglesia quiere aglutinar a todos los gays evangélicos y cristianos “en un gran proyecto de aceptación y acogida fraterna”, según informó hoy el Colectivo Gay Evangélico de España.
A su juicio, este hecho “es el mejor homenaje a aquellos héroes de Stonewall”, que en 1969 se enfrentaron en Nueva York a los policías que humillaban a homosexuales y lesbianas.
Además, este colectivo anima a todos a “salir de los armarios de las sacristías, porque es hora de afirmar que se puede ser gay y cristiano en voz alta”.
La primera Iglesia inclusiva protestante de España tiene el propósito de celebrar matrimonios gays y ordenará pastores y pastoras gays, lesbianas y transexuales con sucesión apostólica.
Otra secta mas para la cuenta y esta vez era lo que temiamos: una secta donde se albergara la raza LGBT completa y de distintas sectas protestantes...
HOY VEREMOS UN DOCUMENTO REDACTADO POR ASUNTOS DE LA SECTA SODOMITA Y SE HABLA DE LA VIRGEN MARIA (la madre de Jesus) COMO UNA MUJER FEMINISTA Y DESADAPTADA.
En sábado, día de María, publicamos este interesante texto realizado por la persona coordinadora de este taller en el III Encuentro Estatal de Asuntos Religiosos-FELGTB que se realizó en marzo en Chipiona. Resume lo expuesto en el taller y algunas reflexiones lanzadas desde el catolicismo que nos envían desde el Área de Asuntos Religiosos de la FELGTB. Lo hemos incluído en la página
Resumen del taller de Teología Feminista – La figura de María.
III Encuentro Estatal de Asuntos Religiosos – FELGTB
Este concepto quiere reivindicar a María como una mujer valiente, muy valiente (porque para ser la madre de Jesús, y convertirse al Cristianismo, hay que ser muy valiente). También quiero desterrar esa imagen ñoña, beatona, de la Virgen María con su manto azul y en las manos su rosario, porque para empezar, en las manos no llevaría el rosario (que aún no se había formulado), sino las cestas de la compra, las tinajas del agua, la ropa sucia, la comida. En fin, estas manos serían unas manos con callos, resecas de trabajar para los suyos y los demás, y también manos de madre, dispuestas a querer.
MARÍA, LA MADRE DE JESÚS.
¿Quién fue María?
Los Evangelios nos dan una visión de quién fue María.
La primera prueba de la valentía de María es la aceptación de la concepción de Jesús, y de la continuación de su embarazo. María pudo pensar que tuvo una alucinación, un sueño, pero cuando vio que se le había retirado la regla (y supongo que el resto de los síntomas de embarazo), confirmó que estaba embarazada. En ese momento pudo haber replanteado su primera aceptación de la concepción, y dentro de su uso de la libertad, haber tomado otra decisión.
Con la segunda decisión de continuar con su embarazo, rechazaba una boda festiva, su buen nombre y fama, e incluso se expuso a ser juzgada y condenada a morir por lapidación, si José la hubiese denunciado. También podría haber sido abandonada por José con la ruina económica que le hubiese abocado a la indigencia o vivir como prostituta, o ser repudiada en secreto. Desde luego que la reputación de María quedó dañada pues el embarazo se produjo fuera del matrimonio, y las cuentas no cuadraban. Y eso en un pueblo como Nazaret hace más de 2.000 años. Antiguamente, tras la noche de bodas se solían mostrar las sábanas ensangrentadas como trofeo. En este caso, al quedar María embarazada antes del matrimonio, para sus vecinos esta celebración quedaba sin sentido, pues ya no había virginidad que celebrar. Seguramente, su visita a su prima Santa Isabel respondió a huir de las habladurías sobre su maternidad en el pueblo. María se había quedado embarazada antes del matrimonio, y los vecinos no sabían si era de José, o si había habido alguna infidelidad de María. Las comidillas y comentarios debían haber atosigado a María que decidió pasar parte de su embarazo en casa de su prima, lejos de Nazaret.
El canto del Magnificat da lugar a muchos interrogantes puesto que, por un lado, se podría ver como un canto de alabanza a Dios y de autoproclamación de la libertad personal. María también es profeta cuando anuncia el derribo de los arrogantes, soberbios y poderosos, para elevar a los pobres y hambrientos Ya adelanta el Reino de su hijo. Visto desde una perspectiva moderna, la segunda parte del Magníficat es un canto a la teología de la liberación pues apela a Dios como Aquel que echa por tierra las categorías sociales. Dios interviene en favor de los humildes, de los débiles y de las personas explotadas. En cambio, debe temblar quien quiera ser de los grandes y poderosos; intelectual, política y socialmente. La persona que está pagada de su propio poder, cierra su corazón a Dios, y Dios no puede entrar en un corazón cerrado. La persona que cree en la Justicia y en el Amor, en cambio, abre su corazón a Dios, su único refugio y seguridad, y Dios se vuelve hacia ella. María, conocedora de la exclusión social por ser mujer, desde el Magnificat, ya está profetizando las condiciones para entrar en el reino de los cielos. Profetiza las bienaventuranzas de las personas explotadas, discriminadas y excluidas. Hay que recordar que los profetas de Israel se presentaron como portavoces del Señor. Vivieron intensamente los problemas de su tiempo y hablaron a sus contemporáneos por el mandato y la autoridad que habían recibido de Dios.
María volvió su pueblo donde empezó a vivir con José. Tuvieron que ir a Belén a empadronarse, y desde allí huir a Egipto, para defender la vida de ese hijo por el cual había aceptado muchos riesgos gratuitamente. María se convirtió en una inmigrante más en Egipto.
Cuando volvieron a Nazaret, María vivió como cualquier mujer casada y madre. Fue ama de casa. Sabemos que Jesús tuvo hermanos y hermanas. La expresión de los Evangelios de los hermanos de Jesús, no nos concluye que María tuviese otros hijos, pues siempre se usa esa expresión hermanos de Jesús y no hijos de María, de manera que estos hermanos podían ser hijos de José, tenidos de otra relación, o podían ser primos de Jesús, criados en su casa, por fallecimiento de sus padres. En realidad, no se sabe. Sí que está claro que Jesús fue el primogénito de María, y que María, además de criar a Jesús, crió a otros niños.
María fue una mujer observadora (“y guardó todo aquello en su corazón”), e inconformista con la marginación de la mujer. Buena prueba es que suele hacer con su marido esa peregrinación anual a Jerusalén que sólo al hombre obliga.
Su hijo debió ser objeto de muchas preocupaciones suyas. No se decide a tomar mujer, no forma familia, permanece en Nazaret hasta los 30 años más o menos. ¿En qué piensa?. Cuando se marcha para ser bautizado por Juan, y tras la experiencia del Desierto, vuelve predicando un Reino de Dios que no tiene nada que ver con el nacionalismo, deshaciendo fanatismos, y con una visión diferente a la que daban los rabinos de su tiempo (Hillel y Gamaliel).
Los sacerdotes judíos están molestos con Jesús, con su predicación, sus curaciones, su denuncia social sobre todo, y cunde el rumor de que está loco. María, en un principio, se une a los parientes que quieren pedirle explicaciones, pero comprende que su privilegiado parentesco con El no le da derecho a pedir estas explicaciones, y lo comprende de duras palabras de su propio Hijo, que no reconoce ya más parentesco que el que se genera desde la Paternidad de Dios por la obediencia a la Palabra. Y lo sigue como discípula, no ya como madre.
Siendo María una mujer observadora, inconformista, como se ha dicho antes, y la que enseñó a Jesús muchas cosas de la vida diaria, no nos debe extrañar que la mujer sea la principal actriz de muchas parábolas que Jesús construye, o poniéndonos de ejemplo ante la sociedad patrialcal machista. Tampoco debe extrañarnos la actitud de Jesús con las mujeres, tratándolas de igual, teniéndolas por discípulas (cuando ningún rabí lo permitía) y derrumbando la familia patriarcal con la prohibición del divorcio y el concubinato.
María sigue a su hijo, aunque no aparece en todo momento, sino en algunos pasajes escogidos. Es de suponer que María volvía a su casa a ocuparse de los suyos. No sabemos si José había muerto, o simplemente decidió no seguir a este Jesús “alocado”. María sí lo sigue y hasta la Cruz, como madre pero también como creyente (pues podría muy bien haber rechazado a su Hijo y creer que era un iluminado). Y por eso Jesucristo, cuando se le aparece resucitado, lo hace con el conjunto de la Comunidad, no como madre sino como discípula.
No es justo para con María tener una visión de ella mojigata, pues ella no lo fue. María fue una mujer valiente, que abandonó a su propia familia para formar parte de la nueva Comunidad creada por su Hijo, y desde luego, por su Fe, Amor y Valentía extremas, se convirtió por derecho propio en Pilar de la Iglesia.
Aberrante abominacion... Maria Santisima era la mas decente mujer jamas vista... una mujer de paz, amor y sencillez ante todo, NO LO QUE LOS SODOMITAS DICEN¡¡
REVOLUCIÓN DE MARICONES,
MOVIMIENTOS IDEOLOGICOS EN CONTRA DE
LA IGLESIA CATÓLICA Y DEL PUEBLO
La manifestación convocada gayEuropride , celebrada en Roma disfrazada bajo una fachada de "derechos humanos", patentó su trasfondo ideológico que se opone ferozmente a la Iglesia y la familia.
Paolo Patane, director de Arcigay - grupo de activistas maricones fundada en los años 80 - se describe el contexto político e ideológico del movimiento. El objetivo es derrocar al gobierno de Italia, que despectivamente se describe como "retrógrada" y cambiar el pensamiento del pueblo italiano, que se adhiere al concepto de la familia que enseñan las Escrituras.
"Es el gobierno más regresivo que Italia ha visto desde la última guerra mundial", dijo. Una vez desestimado el Parlamento elegido por voluntad popular, que "nunca se aprobaría una ley que contradice el concepto de familia defendido por el Vaticano." En otras palabras, que no comparte la ideología del movimiento homosexual - incluso si es el Parlamento, que representa a la mayoría de la nación - sea digno de desprecio.
En Patane, el gran reto para los maricas en la sociedad es romper la influencia de la religión católica y la "jerarquía del Vaticano."
Otro de los líderes anti-cristiano, Vladimir Luxuria, un miembro transexual que no puede ser elegido, a acusado alegremente: "Este parlamento es homófobo de pies a cabeza." La homofobia y el fascismo son una mezcla continuó, hablando acerca de las lesiones que les impiden reproducirse.
Sobre la base de el Circo Massimo - regado por la sangre de innumerables mártires cristianos - una multitud profirió insultos contra la Iglesia y el llamado "Habemus Gaga", refiriéndose así al canto sacrílegamente porno que fue el centro de atención y aplaudió como "papa" el anti-cristiano, según "La Stampa" .
“Queremos igualdad plena. La estrella de la obscenidad explicó los antecedentes filosóficos igualitarios del movimiento homosexual: "Queremos la plena igualdad. Estoy loco como usted. , Vamos a la revolución del amor ", dijo en segundo" La República ", la profunda transformación dirigida para justificar la revolución sexual.
“Es cabalmente conocida la actitud de las principales Iglesias de nuestro país respecto a la homosexualidad. En la mayoría de los casos se argumenta que la homosexualidad es una conducta “antinatural” y condenable moralmente. Esta actitud tiene consecuencias legales y políticas graves, ya que impide el reconocimiento de derechos de las personas homosexuales.
Esta actitud, tan claramente homofóbica, no es homogénea internacionalmente. Es interesante el caso de las Iglesias Anglicanas de varios países donde se han homologado los derechos de sus miembros, sin consideración a su orientación sexual. Por este motivo hay importantes obispos anglicanos gay en Inglaterra, como mons. Jeffrey John, y en Estados Unidos, como mons. Gene Robinson. En el caso de las iglesias reformadas de origen calvinista, que no poseen obispos, se ha avanzado en la incorporación del rito matrimonial de personas homosexuales. Por ejemplo, la Iglesia Protestante de Holanda (PKN), la más grande en ese país, permite que cada comunidad local defina libremente si está abierta a este tipo de celebraciones o no.
Sin embargo en los países africanos y latinoamericanos esta apertura no ha ocurrido. Al contrario, se sigue afirmando que la homosexualidad es un pecado que es condenado en la Biblia. Este argumento ha vuelto a aparecer en Chile a la hora de debatir la ley de discriminación. Un grupo de Iglesias han afirmado, equivocamente, que esta ley les obligaría a aceptar miembros homosexuales en sus celebraciones y se cohartaría su libertad de expresión.
¿Es posible sostener, responsablemente, que la Biblia condene la homosexualidad? Las lecturas dominantes y tradicionales de la Biblia así lo sostienen. Sin embargo, los exégetas modernos cada vez rebaten con mayor fuerza estos planetamientos. Por ejemplo, el biblista John J. McNeill después de su clasico análisis bíblico sobre la homosexualidad concluyó:
“No parece haber una condena clara de tal relación en la Escritura: más aún, en tales circunstancias quizá pudiera admitirse que una relación homosexual satisface a los ideales positivos de las Sagradas Escrituras” .
Al mismo tiempo, se ha ganado conciencia de los anacrónico que resulta hacer decir a la Biblia algo que en su contexto original no se definía de la misma forma que en nuestros tiempos. La Rev. Dra. Mona West ha hecho ver que es muy difícil hacer que la Biblia se refiera a temas contemporáneos bajo sus categorías: “La palabra ‘homosexualidad’ es un término moderno y no existía en los tiempos bíblicos. Escritores bíblicos no tenían noción de la orientación sexual o el desarrollo sexual tal como lo entendemos los que hoy en día”.
Por este motivo, teólogos cristianos como el Rev. Elder Don Eastman afirman en la actualidad que “Un creciente número de eruditos bíblicos y teológicos ahora reconocen que la Escritura no condena las relaciones homosexuales amorosas y responsables. Por lo tanto, los hombres gay y las lesbianas deben ser aceptadas en las iglesias cristianas, y las relaciones homosexuales deberían ser celebradas y afirmas en su dignidad.”
Es posible repasar los argumentos bíblicos tradicionales y revisar si de ellos se desprende la condena a la homosexualidad en los términos que argumentan las Iglesias chilenas. En este análisis sigo el estudio de Alexandre Awi “¿Qué dice la Biblia sobre la homosexualidad?”, Licenciado en Teología por la Philosophisch – Theologische Hochschule de Vallendar, Alemania.
I. HOMOSEXUALIDAD EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
Existe un contexto general nos explica el temor a la homosexualidad masculina en el antiguo Israel:
a) Los hebreos valorizaban la fecundidad familiar, como una verdadera bendición de Dios. Esta percepción se entendía en una cultura en el que el número de Hijos representabaun claro indicador del poder económico, militar y político de una tribu. Es necesario, por lo tanto, comparar esta valoración con la realidad contemporánea, donde la falta de planificación familiar se asocia a empobrecimiento, dadas las características de la vida urbana moderna.
b) El otro motivo, quizá el principal, y que explica también por qué se desentendían de lo que ocurriera entre mujeres, era la sobrevaloración del rol social del varón, muy fuerte en un pueblo predominantemente patriarcal como era Israel.
c) Un tercer motivo está dado por el hecho de que egipcios y cananeos solían realizar actos de violación con los vencidos en el combate, a manera de burla y escarnio, por lo cual se consideraba denigrante esta práctica para los varones que habían de sufrirla pasivamente. De ello hay también un vestigio en la historia primitiva y extrabíblica de Noé, violado por su hijo Cam (Egipto), lo cual determinó que el patriarca maldijese a su nieto Canaán (las tribus palestinas), hijo o descendiente del mismo Cam.
Los textos veterotestamentarios tradicionalmente relacionados con la homosexualidad se pueden dividir en tres grupos:
a)El pecado de Sodoma: Gn 19, 1-29. Al analizarlo tendremos que hacer el paralelo con Jue 19, 22-30, que también tiene relación con nuestro tema. Estos textos aparecen como parte de la historia del pecado y de la alienación creciente del hombre.
b)Los “prostitutos sagrados“: Dt 23, 17; 1R 14, 24; 15, 12; 22, 46; Job 36, 14. Se trata de textos que condenan en primer lugar la sacralización pagana de la prostitución varonil, ocupándose, pues, de la homosexualidad ejercida en los lugares sagrados durante los cultos orgiásticos.
c) La prohibición del Levítico: Lv 18, 22; 20, 13
a. Sodoma.
¿Eran los habitantes de Sodoma homosexuales? La interpretación clásica de este relato se basa en el siguiente silogismo:
a) Dios les tiene repugnancia a todos los degenerados
b) Los degenerados de Gn 19 son unos homosexuales
c) Dios les tiene repugnancia a (todos) los homosexuales.
El mayor problema de este análisis lógico es que la premisa “b” es falsa. Para probar esto hay que estudiar este relato en un contexto literario más amplio. En concreto hay que relacionarlo con el capítulo 19 de Jueces, pues los dos relatos tienen bastante en común.
En los dos relatos se quiere violar al huésped, se “ofrecen” dos mujeres, y los hombres de la ciudad niegan la oferta. En el caso de Gn 19 negar la oferta de las dos vírgenes siempre se ha interpretado como expresión de la homosexualidad de los hombres de Sodoma. Pero debemos observar que también los hombres de Guibeá (Jue 19) niegan la oferta de dos mujeres: la hija virgen del anfitrión y la concubina del levita ( 9 ).
Por lo tanto los hombres de Guibeá tuvieron la misma actitud de los de Sodoma: querer tener relaciones con un hombre y rechazar la relación con una mujer. Si interpretamos esta actitud como movida por “deseos homosexuales”, tendríamos que decir, como se ha manifestado tradicionalmente, que aquellos serían igual de homosexuales que estos. Pero veamos los siguientes argumentos:
- Si las intenciones de los hombres de Guibeá hubiesen sido interpretadas como “deseos homosexuales”, ¿por qué al anfitrión y al levita no se les ocurrió sacrificar al criado del levita para satisfacer estas necesidades supuestamente tan específicas? El muchacho debe de haber estado allí, pues es mencionado en los vv. 3.11.12.19.
Tanto en Gn 19 como en Jue 19 se sugiere que una parte significativa de la población masculina participó del asalto. En Sodoma: todo el pueblo, ¡desde el más joven hasta el más viejo! (Gn 19, 4), y en Guibeá: “los hombres de la ciudad” (Jue 19, 22). Sería un absurdo pensar que una ciudad entera sea homosexual.
Estos argumentos ganan más peso y se comprenden a partir de la siguiente explicación de Mieke Bal en el análisis del libro de Jueces: el fundamento de cualquier violación es el odio, no la preferencia o inclinación sexual. Recordemos que en las cárceles o en locales de tortura de nuestro país esta realidad ha sido cruelmente vivida por prisioneros violados por heterosexuales que hacen de este acto un ejercicio de violencia y poder que no tiene relación alguna con la homosexualidad.
Por eso es que muchas veces la violación “homosexual” es efectuada por “heterosexuales”. En el caso de Sodoma puede haber sido porque con esos dos mensajeros se rebasaba la cuota de extranjeros en la ciudad y las costumbres de Sodoma se veían amenazadas.
Junto a esto hay que destacar que tanto los mensajeros de Dios de Gn 19 como el huésped del hombre de Guibeá, toleran que el anfitrión ofrezca a sus hijas como mercancía (en el caso de Jue 19 hasta la mujer del huésped) para sustituir a las “víctimas masculinas” en la cruel negociación. Esto se debe a que la amenaza de una violación sexual por seres del mismo género no cabe en la mente de un heterosexual hebreo y eso es justamente lo que los atacadores heterosexuales tanto de Sodoma como de Guibeá convierten en su arma más poderosa. Tanto es así que el levita no solo pasa por alto a su criado en las negociaciones, como ya hemos dicho, sino que además prefiere no comentar que casi fue víctima de un acto de ese tipo (cfr. Jue 20, 4-5).
Por todo lo dicho, tanto la premisa “b” mencionada al inicio es falsa como también lo es la conclusión “c”. De esta forma la tradición “invirtió el crimen cometido por violadores heterosexuales en crimen de homosexuales”.
El prestigioso investigador D. Sherwin Bailey, postula que el severo juicio condenatorio de la conducta homosexual, que es constante en la tradición cristiana, se funda sobre todo en una interpretación errónea de la historia de Sodoma y Gomorra.
El muestra que el pecado de Sodoma no fue la práctica homosexual entre varones, sino que consistió precisamente en su orgullosa impiedad, que la llevó a despreciar las sagradas leyes de la hospitalidad para con los extranjeros. En contraste con la hospitalidad de Abraham y de Lot, los habitantes de Sodoma quisieron “conocer” a los huéspedes de ese último. Pero aquí hay que aclarar que el término hebreo yadha (conocer) no significa la mayoría de las veces conocimiento carnal, sin más precisiones. Por eso aquí podría significar simplemente la intención de saber quiénes eran los recién llegados, con actitud desconfiada y hostil hacia ellos.
La afirmación de Bailey se ve reforzada y corroborada al estudiar los demás pasajes bíblicos que hablan de Sodoma:
a) Se alude a Sodoma como ejemplo de impiedad, orgullo y falta de hospitalidad, que mereció por esto el castigo divino, pero nunca en relación con la depravación sexual: Ez 16, 49-50; Sab 19, 13; Eclo 16, 8; etc.
b) El mismo Jesús se refiere al castigo de Sodoma en relación con la falta de hospitalidad que pueden encontrar sus discípulos: Lc 10, 10-13.
c) El NT nunca alude a Sodoma cuando reprueba las prácticas homosexuales.
Resumiendo, el pecado de Sodoma se cifra en la falta de hospitalidad y no en las prácticas homosexuales.
b. Los “prostitutos sagrados “
Dt 23, 18: “No habrá hieródula entre los israelitas ni hieródulo entre los israelitas”.
1R 14, 24: “Hasta consagrados a la prostitución hubo en la tierra. Hicieron todas las abominaciones de las gentes que Yahveh había arrojado de delante de los israelitas”.
1R 15, 12: “Expulsó de la tierra a los consagrados a la prostitución y quitó todos los ídolos que sus padres habían hecho”.
1R 22, 47: “Barrió de la tierra a todos los consagrados a la prostitución, que habían quedado en el país en los días de Asá su padre”.
2Re 23, 7: “Derribó las casas de los consagrados a la prostitución que estaban en la Casa de Yahveh…”
Job 36, 14: “mueren en plena juventud, y su vida como la de los hieródulos”.
El Texto Masorético utiliza en todos estos casos el término qadesh, derivado de la raíz qdsh (= ser santo, consagrar). El vocablo aparece algunas veces más en el AT: Gn 38, 21-22; Os 4, 14. En todos los casos se trata de prostitución, efectuadas tanto por mujeres (Gn 38, 21-22; Dt 23, 18; Os 4, 14) como por hombres, tanto en un contexto “sagrado” como en un contexto “profano”.
Hoy sabemos que lLa prostitución masculina en general era cultual (cfr. Job 36, 14); y tampoco se deja ver con seguridad qué tan “homosexuales” fueron las prácticas de prostitución de los prostitutos. Según algunos autores, existen testimonios sobre la obligación de la mujer de dejarse desflorar por funcionarios de los santuarios fenicio-canaanitas. Por lo tanto también estos prostitutos eran seguramente forzados.
En conclusión la condena moral es enfocada a la prostitución, tanto con mujeres como con hombres. Especialmente porque se trata de la condenación de la prostitución idolátrica presente en los cultos paganos de las religiones vecinas a Israel.
c. La prohibición del Levítico
Lv 18,22: “No te acostarás con varón como con mujer; es abominación”.
Lv 20,13: “Si alguien se acuesta con varón como se hace con mujer, ambos han cometido abominación: morirán sin remedio; su sangre caerá sobre ellos”.
Se trata de textos bastante directos, los más explícitos a nivel del AT para condenar las prácticas homosexuales. Sin embargo, estos textos requieren ser encuadrados en su marco histórico-cultural. Se trata del ‘Código de Santidad’ de los judíos, que contiene sus austeras normas rituales del culto a Yahveh. En este contexto, se explica bien la prohibición de las orgías sagradas de los cananeos, ligadas a los ritos idolátricos de la fertilidad en honor de Astarté y de Baal.
“Los cananeos creían participar en el proceso primaveral de los campos por la comunión vital con sus dioses de ambos sexos, a través de la unión carnal con prostitutas y prostitutos consagrados a ellos en sus templos. Por eso los hebreos, ante cuyos asombrados ojos se desarrollaban estas fiestas rituales de los pueblos vecinos, asociaban espontáneamente los actos homosexuales a la más depravada idolatría. Hay que tener en cuenta el marco histórico-cultural de la religión cananea de la fertilidad.” .
Por este motivo el juicio moral a la homosexualidad contenido en las prohibiciones del Levítico son un rechazo cultual idolátrico, y no tanto una condenación a las relaciones homosexuales en cuanto contrarias a la naturaleza humana y a la voluntad de Dios, como se ha leído. Además, algunas otras observaciones deben hacernos relativizar la importancia dada a estas prohibiciones al interior del pueblo:
“Es preciso señalar que entre el número de leyes de todo tipo que encontramos en los cuatro últimos libros del Pentateuco solo encontramos dos relativas a la homosexualidad. En cuanto al castigo de pena de muerte, el mismo castigo estaba previsto para el adulterio, la bestialidad y el acostarse con una mujer durante el periodo de menstruación (Lv 20, 10.15.18)”.
II. HOMOSEXUALIDAD EN EL NUEVO TESTAMENTO a. La moral según Jesucristo
Llama la atención la ausencia de cualquiera referencia a la homosexualidad en los evangelios, a pesar de referencias a ella en la literatura rabínica, lo que hace suponer que era una práctica conocida.
Jesús asumió, practicó y confirmó muchas de las prácticas de la tradición judía en la cual fue educado. Por otro lado, demostró mucha libertad frente a las costumbres de su pueblo, distanciándose de todo tipo de discriminación social y asumiendo con firme delicadeza la defensa de los marginados de su tiempo, como ilustran las historias de la mujer adúltera (Jn 8, 1-11) y de la mujer de mala fama (Lc 7, 36-50), cuyos delitos estaban precisamente en el área sexual. Sin embargo, ni para atacarlos ni para defenderlos Jesús se refirió a los homosexuales. Sobre varios asuntos de orden sexual habló Jesús. Matrimonio, adulterio y divorcio fueron temas de importantes discursos realistas y a veces innovadores, hasta revolucionarios. Pero sobre la homosexualidad, ni una palabra.
La gran novedad que el Nuevo Testamento incorpora en el plano moral es la ruptura con los criterios legalistas sostenidos por la tradición farisaica. Un ejemplo pertinente a nuestro estudio lo encontramos en Jn. 8, 1 -11. Se trata de un texto en el que Jesús es conminado a
legitimar la lapidación de una mujer adúltera. El argumento de los fariseos y escribas que le presentan el caso es: “Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés, en la Ley, nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres. Y tú, ¿qué dices?”. En esta
acusación se oculta un engaño, ya que el fundamento legal que sostiene este procedimiento es diferente al expuesto por los acusadores: en Deuteronomio 22,22 -24, y de acuerdo a la ley del Talión, se estipula que “tanto la mujer como el varón, los dos tienen que morir”.
La actitud de Jesús rompe con la lógica universalista de los fariseos para proponer una solución contextualizada: “El que no tenga pecado, que arroje la primera piedra”. La respuesta ofrecida no niega la falta de mujer (Vete, no peques más en adelante), pero la circunscribe a un contexto social en el cual los acusadores son puestos en entredicho: “Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Nadie te ha condenado?”
Comentando este texto Judith van Osdol afirma: “al agacharse Jesús se pone al lado y a la misma altura que ella, al mismo nivel, como ella está agachada en el polvo, tratando de protegerse de las piedras que vendrán. Y Jesús dice con su cuerpo si la matan a ella primero deben pasar por mi cuerpo, protegía a la mujer con su propio ser; segundo cuando Jesús se agacha asume físicamente el rol y el lugar físico del varón culpable, adúltero que por ley debería estar presente en el escenario y no está, no asume esta posición. Jesús, tanto en este texto como en la cruz, asume la posición del culpable, cuando es inocente, de hecho sabe en carne propia la consecuencia del pecado que en la cruz perdona también con cuerpo propio.
Al estar al lado de ella Jesús no está condonando el acto de adulterio, el adulterio sigue siendo un pecado, y sigue estando fuera de la Voluntad de Dios; Jesús acá no condona el adulterio sino que reconoce en la práctica de la ley que es la mujer que lleva la culpa, la
carga, la condena y el castigo, y el hombre sigue impune. Al agacharse a su lado no dice que lo que hizo fuese correcto, sino que ella no debería morir por eso. “15 Desde la palabra y la práctica de Jesús se hace evidente que su marco de análisis moral parte de la situación misma a la que se enfrenta.
Como afirma Dietrich Bonhoeffer, en relación a la ética propuesta por Jesucristo: “Por consiguiente, su proceder no está establecido de antemano y de una vez por todas, es decir, a modo de principio, sino que surge con la situación dada. No dispone de principio alguno absolutamente válido, que tendría que poner en práctica fanáticamente contra toda oposición de la realidad, sino que trata de captar y de hacer lo que es necesario, “mandado “, en la situación dada”
b. Los escritos paulinos
Durante sus viajes apostólicos por Grecia, Pablo pudo comprobar hasta qué punto estaban extendidas en el mundo pagano las prácticas homosexuales. Son tres los textos que hacen referencia directa a nuestro tema.
a) 1 Cor 6, 9-10: “…Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados (malakoí), ni los homosexuales (arsenokoítai)… heredarán el Reino de Dios”.
Esta versión, presentada por la Biblia de Jerusalén, es inexacta y equívoca. Las traducciones de la Biblia que no interpretan bien los términos griegos usados en este versículo. El término malakós no se refiere directamente a la homosexualidad, aunque tampoco la excluye. Significa más bien el hombre de carácter muelle, libertino o licencioso, gente suave, blanda; por lo tanto, tampoco necesariamente “afeminados”.
Los arsenokoítai, en cambio, son literalmente aquellos hombres que mantienen relaciones carnales con otros hombres, a través del coito anal. Sin embargo, traducirla directamente por homosexuales es un error pues tendería a excluir de la salvación (del Reino de Dios) a todos cuanto participan de la condición homosexual por su estructura psicológica, incluso cuando observan una conducta moral irreprochable. De hecho, en Moral es importante distinguir entre la mera condición homosexual, como orientación psíquica fundamental, y la práctica homosexual, como conducta ocasional o hábito adquirido, como veremos más adelante.
Sin embargo, arsenokoítai con toda probabilidad designa aquí directamente a los concubinos o prostitutos, tal vez en relación con los cultos paganos de Corinto. De aquí surge la pregunta: ¿se refiere Pablo solo a ellos o a todos los que realizan prácticas homosexuales? Es decir, este texto parece no ser decisivo para la condena indiscriminada de toda relación homosexual.
b) 1 Tim 1, 9-11: “Teniendo bien presente que la ley no ha sido instituida para el justo, sino para los prevaricadores y rebeldes, para los impíos y pecadores,…, adúlteros, homosexuales (arsenokoítai), traficantes de seres humanos,…”
Vuelve a aparecer la palabra arsenokoítai, dentro de un contexto en el que se describe el caótico panorama moral de la sociedad helenístico-romana. Valen aquí las mismas observaciones que recién hicimos sobre el empleo de esta expresión.
c) Rom 1, 26-27: “Por eso los entregó Dios a pasiones infames; pues sus mujeres invirtieron las relaciones naturales por otras contra la naturaleza; igualmente los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se abrasaron en deseos los unos por los otros, cometiendo la infamia de hombre con hombre, recibiendo en sí mismos el pago merecido de su extravío”.
Mirando el contexto en que aparecen estos versículos constatamos que Pablo expresa aquí su convicción, de acuerdo con la tradición levítica y con la experiencia secular del pueblo judío, de que la verdadera causa de la depravación homosexual se encuentra en la idolatría (cfr. v. 25: “a ellos que… adoraron y sirvieron a la criatura en vez del Creador”. Lo mismo en los vv. 21-24 del mismo capítulo). Por no haber dado culto al verdadero Dios sino a los ídolos, Dios mismo abandonó a los gentiles a sus infames pasiones. Es decir, la perversión moral en la línea horizontal (relación de los seres humanos entre sí) es consecuencia directa de la perversión moral en línea vertical (relación con Dios).
Es importante destacar que nos encontramos aquí ante la única posible alusión a la homosexualidad femenina en toda la Biblia: “Sus mujeres invirtieron sus relaciones naturales por otras contra la naturaleza”. El paralelo que sigue (“los hombres, abandonando el uso natural de la mujer”) llevaría a sobrentender anteriormente “las mujeres, abandonando las relaciones naturales con el hombre”. Sin embargo, es posible que la palabra implícita fuera “con el cuerpo”, en cuyo caso las relaciones antinaturales con este se referirían a posturas antinaturales en el acto sexual. Diversos autores clásicos consideran “natural” el coito en que la mujer está debajo, lo que cuadraría perfectamente con el postulado básico de Pablo: la subordinación de la mujer al hombre (cfr. 1 Cor 11, 3ss).
Otro aspecto importante del texto: Pablo considera los actos homosexuales “para physin”. La dificultad radica en el sentido que se dé a “contra la naturaleza”. En general nos vienen de inmediato nuestras categorías aristotélico-tomistas, pero el tema no es tan sencillo. Mc Neill propone a manera de preguntas varias posibles interpretaciones: ¿será la naturaleza humana como la entendían los estoicos, o en cuanto vinculada a la herencia religiosa y cultural, o se referirá al pagano individual que va más allá de sus propios apetitos sexuales para entregarse a nuevos placeres carnales?.
“El concepto de naturaleza humana usado quizás con prodigalidad por los manuales de teología moral, es muy complejo, por no decir ambiguo. Por eso se usa hoy de manera restringida y cautelosa”.
En su estudio Mc Neill llega a dos conclusiones que debemos destacar:
a) El “uso natural del sexo”, al que se refiere Pablo en su carta a los Romanos, no hace alusión a ninguna naturaleza ontológica o esencial, lo cual sería extraño por completo al pensamiento semita, sino a las costumbres naturales o corrientes.
b) Los actos homosexuales que condena Pablo no son practicados por verdaderos homosexuales, sino por heterosexuales que podrían actuar según su inclinación natural. Es decir, estos textos no estarían condenando a los “verdaderos” homosexuales.
Conclusión. Si bien es cierto que la Biblia fue escrita en el contexto de una cultura patriarcal el mensaje yla historia que contienen es sobre todo sobre el amor incondicional de Dios en Cristo. Por eso se trata de un texto que puede ser una fuente de salvación para las personas homosexuales de hoy.
Una verdadera comunidad cristiana, tal como lo señala la escritura debería ser incluyente y abarcar a todos y todas sin excepción, a viudas sin hijos, prostitutas, marginados, célibes, personas casadas, eunucos, negros, Judios y gentiles. Quienes fueron excluidos previamente ahora debráin encontrar allí espacio para el cumplimiento de la promesa de Isaías 56: “Mi casa será llamada casa de oración para todos”.
La tradición bíblica es una fuente viva que afirma la libertad de conciencia y de discernimiento de espíritus. Estas antiguas enseñanzas de la iglesia cristiana tienen una actualidad especial para lesbianas y gays que luchan por liberarse de todas las autoridades homofóbicas para llegar a tratar con Dios en forma directa y personal.
Por este motivo, el proceso de reconocimiento de derechos a las personas homosexuales debería ser visto por los ccristianos como un camino animado por el Espíritu que permitirá a todos y todas alcanzar la vida gloriosa de los hijos de Dios y experimentar su amor en toda su plenitud.
Alvaro Ramis
Investigador del Centro Ecuménico Diego de Medellín”
QUE ALGUIEN SEPA QUE ESTOS ESCRITOS SON PROPIOS DE ESOS ABORRECIBLES SERES Y SIN MODIFICACIONES¡
En el siguiente texto que veremos lleno de mentiras y mas mentiras y excusas para no dejar la sodomia... vemos el intento de un sacerdote falso heroe por hacer que esa conducta desaparezca como espiritu maligno que le posee a esta raza de enfermos mentales....
¿ABANDONAR LA HOMOSEXUALIDAD?
Miércoles, 1 de julio de 2009
Javier Vives nos envía este escrito que colgaremos también en la Página DOCUMENTOS:
“Hola: Me llamo Javier Vives y soy miembro de una asociación de gays y lesbianas de Murcia. Hace unos meses recibimos con sorpresa un correo electrónico de un sacerdote español animándonos a abandonar nuestro estilo de vida homosexual, de acuerdo con la moral de la Iglesia Católica. Le escribí una respuesta bastante elaborada, con tono respetuoso y un espíritu dialogante, sincero y razonador, que busca la verdad. Creo que el documento que le mandé contiene reflexiones interesantes de cara a conseguir que poco a poco la Iglesia Católica, y otras religiones, vayan cambiando su actitud moral hacia las relaciones homosexuales. Pienso por tanto que sería positivo que estas reflexiones se difundan más allá del ámbito homosexual y llegue al ámbito de la Iglesia Católica y me pregunto si sería posible incluir este texto, aunque sea parcialmente en alguna sección de vuestro informativo Eclesalia. Os lo mando íntegramente a continuación. En él hago referencias a fragmentos de la carta que nos envió dicho sacerdote”.
Murcia, 6 de febrero del 2005
Sinceramente te agradezco muchísimo que te pongas en contacto con nosotros. Agradezco la intención de darnos ánimo… pero eso no lo necesitamos (no si es para luchar contra nuestra homosexualidad, cosa que no tenemos intención de hacer).
Pienso que el hecho de que hablemos es muy positivo. Creo que intercambiar opiniones y puntos de vista es la mejor forma de acercarnos a la verdad y el correo electrónico es un buen medio para ello, ya que nos permite expresar bien nuestras ideas, entender bien las del otro, meditar acerca de ellas y ver en qué cosas y por qué pensamos diferente (cosa que desgraciadamente se hace muy poco). La verdad es única… y si hay diferencias de visión respecto a cómo puede ser ésta, es porque en algo acertamos y nos equivocamos nosotros y en algo acertáis y os equivocáis vosotros. Saber los aciertos del otro y ayudar al otro a ver sus errores es muy positivo. En este sentido, no considero esto como una ayuda hacia nosotros, los homosexuales (como parece que lo planteas)… sino un intercambio de puntos de vista de igual a igual y con la predisposición de (en caso necesario y poco a poco sin que suponga un trauma) ser capaces de renunciar a ciertos axiomas en los que basamos nuestro entendimiento de la vida (o al menos relativizarlos y entender y valorar los axiomas en los que otros apoyan su forma de entender la vida y que también a veces pueden ser válidos). En resumen, creo que un diálogo de tipo socrático es mucho más fructífero que una batalla dialéctica de tipo sofista (esto ocurre cuando el diálogo se convierte en una batalla donde lo que se busca no es la verdad sino imponer tus criterios al homólogo y hacerle creer que uno tiene la razón).
También me gustaría aclarar que lo que te digo aquí es sólo una simplificación de la compleja, amplia y diversa realidad de la homosexualidad, al igual que pasa con cualquier fenómeno sociológico o antropológico. Digamos que, sin olvidar que es sólo una simplificación, es necesario hacerla para poder estudiar dicha realidad y poder acercarnos a algunas conclusiones. Asimismo, también te aclaro que las posibles valoraciones que pueda hacer respecto a ciertos comportamientos son sólo un planteamiento relativo a mi vida y eso no significa que crea que también sea aplicable a la vida de todos los individuos, es decir no universalizo mis planteamientos morales a diferencia de cómo hacen muchas religiones.
Primeramente, en contestación a tu primer párrafo, el tema que me preocupa no es la homosexualidad, sino el hecho de que a lo largo de la historia y en nuestros días, haya personas que sufran por que haya ámbitos (entre los cuales está la Iglesia Católica) que les hacen sentir culpabilidad por su homosexualidad, inútilmente.
Hablas acerca de que me siento raro y distinto hacia los demás por ser homosexual. Me temo que supones demasiadas cosas… En mi caso concreto, me sentía raro y distinto ante los demás hasta que afortunadamente conocí a gente homosexual, como yo, en el Colectivo NO TE PRIVES (Colectivo de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales de la Región de Murcia) y como vi que eran personas normales, muy diversas y válidas, gracias a ello empecé a sentir y a pensar que ser homosexual no era nada malo… y desde entonces me siento bastante bien en ese sentido. Creo que éste es el proceso de normalización por el que pasan muchos homosexuales, cada vez más. Respecto a “luchar para salir de esta situación”… La homosexualidad no se considera enfermedad, en el ámbito profesional psicológico o médico, desde los años setenta, como posteriormente te explico. Yo creo que las técnicas para “salir” sólo sirven para reprimir o eliminar el deseo homosexual y no generan deseo heterosexual.
También haces el razonamiento de que la homosexualidad ”no es una situación normal ya que el cuerpo del hombre y de la mujer están hechos para realizar la unión sexual los dos sexos opuestos y no los dos del mismo sexo. Los órganos genitales y otros órganos son diferentes y complementarios del hombre a la mujer y viceversa”. En un asunto tan complicado como es el ser humano y sobre todo sus relaciones afectivo-sexuales, no te aconsejo que hagas razonamientos tan simplistas. Es cierto que la complementariedad de los órganos sexuales de ambos sexos es un componente interesante en dichas relaciones sexuales y eso está muy bien. Pero por otro lado, no somos animales. El ser humano trasciende a nuestro cuerpo. Las relaciones sexuales no sólo son penetración vaginal: también puede haber otro tipo de cosas que pueden ser igualmente satisfactorias como el contacto, las caricias, los besos, la masturbación mutua, escuchar la voz del otro y qué dice, etc. Me resulta curioso que la Iglesia Católica, que defiende tanto la espiritualidad, use un razonamiento basado en criterios anatómicos de los genitales. Además, pienso que la sexualidad o las relaciones afectivo-sexuales tienen sentido incluso aunque el objetivo no sea la reproducción, como explico más adelante.
Por otro lado, ¿qué significa para ti la palabra “normal”? Esta palabra puede tener varios significados. Si hablamos de normalidad desde un punto de vista estadístico, somos alrededor de un 10-15 % de la población (me refiero a personas que sienten como homosexuales). No somos lo más frecuente, pero somos bastantes. Si hablamos normalidad desde un punto de vista moral… ese es un tema muy complicado del que espero que vayamos hablando.
Respecto a lo que dices acerca de ir a un psicólogo, te indico que en el año 1973, la homosexualidad fue eliminada de la lista de enfermedades mentales de la Asociación Psiquiátrica Americana (y esto a pesar de que Estados Unidos es más conservador que Europa). Actualmente la homosexualidad ya no está considerada como una enfermedad, en el ámbito científico y profesional de la psiquiatría y la psicología. No entiendo cómo la iglesia se mete en asuntos que pertenecen al saber científico y no a la fe.
Asimismo, en siguientes párrafos de tu carta, veo que las nociones que tienes respecto al mundo homosexual no son demasiado adecuadas, posiblemente debido a falta de datos. Imagino que no conoces a muchos homosexuales ni has percibido suficientemente los diversos ámbitos homosexuales (el ambiente de la noche o las páginas web eróticas dan una visión incompleta). Te animo a que visites páginas web de colectivos homosexuales (como el nuestro, www.geocities.com/cnoteprives, o bien la del COGAM) y, principalmente, a que te pongas en contacto con el grupo de homosexuales cristianos del COGAM. Te contesto con algunas aclaraciones al respecto, que intento que se adecuen al máximo a la verdad, a pesar de que ésta sea amplia, diversa y compleja, como en cualquier fenómeno sociológico o antropológico, como ya indiqué antes:
• El ámbito homosexual es muy amplio y diverso. No se puede generalizar. Es cierto que en algunos ámbitos (amplios, desde mi punto de vista), hay promiscuidad. Pero también hay gente que busca también una estabilidad con una pareja. Hay gente que busca sólo sexo, la hay también que busca sólo una pareja estable y la mayoría combina ambos deseos (es decir les gustaría tener pareja, pero también les apetece de vez en cuando sólo sexo).
• Es cierto que en el ambiente (discotecas), respecto al ámbito homosexual masculino (gays), el sexo es lo más fácil y lo difícil es encontrar pareja. También hay otros ámbitos, (aunque menos numerosos, actualmente) donde hay mayor predisposición a buscar una relación más estable (principalmente los Colectivos de Gays y Lesbianas).
• Por otro lado, no podemos confundir la homosexualidad masculina (gays) con la femenina (lesbianas). Las lesbianas tienen más tendencia a la fidelidad en la pareja y nunca o casi nunca buscan sólo sexo.
• En mi opinión la promiscuidad o el morbo no son malos. Creo que, en una visión global de la vida del ser humano, vivir experiencias de este tipo en una etapa joven, puede ser positiva. Porque de esta forma se tienen experiencias, se aprende, se hace uno más fuerte y eso es una forma de madurar y tener unas bases que permitan poco a poco tener relaciones más estables. Personalmente, en nuestra compleja sociedad repleta de estímulos, información y experiencias de todo tipo, no soy partidario de los noviazgos primerizos (sin previas experiencias) que luego se convierten en matrimonios.
• Desde mi punto de vista, y esto es solo una opinión personal, no es muy enriquecedor quedarse estancado en una etapa promiscua. Y esto es lo que le pasa a algunos gays, que incluso con 40-50 años todavía basan gran parte de su vida en el sexo promiscuo. Por otro lado, todavía no conozco a ninguna lesbiana que responda a este perfil.
• Respecto a las parejas homosexuales, suelen durar menos que las parejas heterosexuales (sin embargo hay de todo y hay también parejas homosexuales muy duraderas). De cualquier manera, no por ello dejan de tener valor las relaciones que sólo duran unos meses o unos años. Compartir durante un tiempo nuestras vidas con otra persona es también muy bonito y nos aporta muchas cosas, que nos enriquece como seres humanos.
• Respecto a los celos y a que se cruce una persona por el camino, es frecuente en el ámbito homosexual. Sin embargo, al igual que he dicho antes, no siempre ocurre así y también puede ocurrir en las parejas heterosexuales. No es bueno generalizar.
En resumen, admito (sólo parcialmente) tus apreciaciones respecto a la vida afectiva, sexual y afectivo-sexual de los homosexuales, en cuanto a que dichas cosas ocurren (con mayor o menor frecuencia según el caso y el contexto) pero disiento respecto a que ocurran siempre en todos los ámbitos de la homosexualidad. Por otro lado, dichos comportamientos también ocurren, aunque reconozco que quizás menos, en el ámbito heterosexual.
Comparto contigo que algunos de dichos comportamientos o actitudes, que criticas, no sean muy deseables, satisfactorios o enriquecedores (esto es sólo mi opinión personal y no quiero imponer a nadie mi moral). Sin embargo, pienso que te confundes al plantear las causas, ya que pienso que, al menos parcialmente, son debidos a causas ajenas al hecho homosexual en sí. A continuación te expongo las causas que yo considero más razonables.
• Primeramente, la presión social ha hecho que los homosexuales hayamos estado reprimidos desde la infancia y eso ha hecho que sintamos desagrado o vergüenza por ella en la edad cuando la sexualidad se va desarrollando. Esto hace que en muchos casos, nuestra madurez afectivo-sexual llegue más tarde y con problemas (que cada uno debe ir resolviendo). En esta represión, por cierto, participa activamente la Iglesia Católica.
• Pienso asimismo que otra de las causas es la liberalidad, es decir tener unos criterios morales diferentes a los secularmente tradicionales de nuestra cultura (la liberalidad no es necesariamente negativa o indeseable en mi opinión). Ésta lleva consigo por un lado una mayor promiscuidad. Por otro lado, también lleva consigo que las personas que tienen deseo homosexual tengan un comportamiento homosexual (si fuesen seguidores de la moral tradicional, serían célibes o bien se casarían con un hombre o una mujer). De esta forma vemos que entre tres factores, la liberalidad, la promiscuidad y los comportamientos homosexuales, uno de ellos (la liberalidad) es la causa de los otros dos (la promiscuidad y los comportamientos homosexuales) y así se explica el hecho de que promiscuidad y comportamiento homosexual coincidan en muchos casos. Tú sin embargo te confundes con el orden causal ya que como piensas que promiscuidad y comportamiento homosexual coinciden siempre (como ya te explico anteriormente esto no es así, no se puede generalizar) deduces que el comportamiento homosexual es la causa de la promiscuidad.
• Por otro lado, desde un punto de vista estadístico (con esto me refiero a que estoy hablando de una clara tendencia que diferencia a la población femenina y a la masculina y no me refiero a que esa diferencia afecte a todos los individuos hombres y todos los individuos mujeres, es decir no estoy generalizando) los hombres y las mujeres (independientemente de su orientación homosexual o heterosexual) tienen actitudes afectivo-sexual es diferentes. Por ejemplo, en la carretera entre Orihuela y Murcia hay infinidad de clubes de alterne (para hombres) mientras que todavía no conozco ninguno para mujeres (hay alguna mujer que se va de vez en cuando con algún chapero, pero son casos aislados). Otro ejemplo es que los gays tienen zonas de encuentro (cruising, como se le llama indebidamente) en playas o parques, tienen cuartos oscuros, en algunas discotecas de ambiente, así como saunas, mientras que las lesbianas no (oí decir que en Barcelona hay una sauna para mujeres, pero es algo aislado y seguro que con un planteamiento menos promiscuo). Así vemos que (al menos actualmente en nuestra sociedad) la población femenina es menos promiscua que la masculina, tanto en ámbito homosexual como heterosexual. Eso explica que generalmente en las parejas heterosexuales y en las parejas homosexuales femeninas haya más fidelidad que en las homosexuales masculinas. Todo esto por supuesto sin caer en las generalizaciones, ya que también hay parejas de gays en las que hay fidelidad y también hay parejas heterosexuales donde se ponen bastante los cuernos (principalmente el hombre).
• Otro aspecto a tener en cuenta, y creo que es el más importante de todos los que estoy exponiendo, es el de la formación de una familia con hijos. Creo que cuando en una familia hay hijos (a los cuales puedes llegar a querer más incluso que a tu pareja) la fidelidad y la estabilidad adquieren más importancia porque se hacen más necesarias para la consecución de un proyecto a largo plazo, consistente en educar y cuidar a unas personas a las que quieres muchísimo y que te necesitan. Y no sólo se hace necesaria sino que además ese proyecto común (esas personitas que necesitan a los dos o a las dos) une muchísimo. Asimismo, creo que a veces la falta de fidelidad o de estabilidad en las parejas se debe a que las personas buscan sensaciones (nuevas sensaciones) que (junto con otros componentes de nuestro entorno) contribuyan a llenarles la vida; es como el deseo de viajar (la necesidad que todos tenemos a veces de cambiar las sensaciones del entorno físico y social que nos rodea). A este respecto, estoy seguro de que tener hijos en la mayoría de los casos llena tanto que ya no es tan necesario buscar esas sensaciones en otro compañero sexual o afectivo-sexual ajeno a tu pareja heterosexual u homosexual.
• Por último, puede que, efectivamente como tú dices, haya también alguna causa implícita en las relaciones homosexuales relacionada con algunos de los anteriormente mencionados comportamientos o actitudes (que tú criticas y que no son muy deseables, satisfactorios o enriquecedores tampoco para mí, pero que te vuelvo a repetir no son generalizables). Es decir en sentido estricto y siendo fiel a la actitud de búsqueda de la verdad que procuro que se extienda en toda esta exposición, no puedo excluir este posible origen causal, pero siempre junto a las otras causas que te he citado. De cualquier manera, en caso de que exista, intuyo que no es tan determinante como tú planteas. Como ejemplo te repito algo que ya te he escrito anteriormente: “Es cierto que la complementariedad de los órganos sexuales de ambos sexos es un componente interesante en dichas relaciones sexuales y eso está muy bien. Pero por otro lado, no somos animales. El ser humano trasciende a nuestro cuerpo. Las relaciones sexuales no sólo son penetración vaginal, también puede haber otro tipo de cosas que pueden ser igualmente satisfactorias”.
Creo que las relaciones afectivo-sexual es o simplemente sexuales también pueden tener sentido por sí mismas (sin implicar necesariamente la reproducción): desde la simple obtención de complacencia, pasando por ser una forma de comunicación, relación o afectividad entre los seres humanos, hasta incluso (pero no estoy muy informado) creo que según algunas religiones la práctica del sexo puede ser una forma de misticismo (esto está relacionado con el Kamasutra). Igualmente, tomar un buen vino o una buena tarta de chocolate tienen también sentido en si mismo (sin implicar necesariamente la nutrición) ¿Quién no ha disfrutado alguna vez un poquito de la comida sólo por la complacencia que le produce (sin pensar en su utilidad nutricional? Las relaciones afectivo-sexual es (incluso las que no persiguen la reproducción) son importantes, hasta el punto de que creo que la ausencia de este tipo de relaciones puede afectar negativamente a la salud mental a través, por ejemplo, de la aparición de neurosis (es decir manías), a no ser que se sublime el deseo sexual mediante, por ejemplo, experiencias místicas, la oración a Dios, la entrega total al prójimo, etcétera. En este sentido, el celibato puede ser algo positivo, como es el caso de los sacerdotes o religiosos/as, que me parecen muy admirables; supongo que esa renuncia es un sacrificio que ofrecen a Dios y es una forma de acercarse a Él. De cualquier manera, pienso que la complejidad del ser humano hace que haya varios caminos para acercarnos a Dios y cada uno debe encontrar el camino al que mejor se adecue, en función de sus características personales (ya sean físicas, psicológicas o espirituales). Hay muchas personas que somos homosexuales, es decir que sólo sentimos deseo sexual por personas de nuestro propio sexo y no podemos sentirlo por personas del sexo contrario y tampoco queremos o sentimos la necesidad de que nuestro camino sea tener experiencias místicas, la oración a Dios o la entrega total al prójimo. Para tener relaciones afectivo-sexual es (tan necesarias, como he dicho antes) debemos hacerlo a través de relaciones homosexuales. El hecho de reprimirlas (o sanar, como tú lo llamas) es la amputación de un elemento importante en nuestras vidas.
Suponiendo incluso que la homosexualidad sea una forma afectivo-sexual menos perfecta que la heterosexualidad, cosa que habría que ver, creo que siempre es mejor que la ausencia de relaciones afectivo-sexual es. Imagínate una persona inválida. Tiene dos opciones. La primera de ellas es postrarse en la cama, no salir nunca de casa. La otra es utilizar una silla de ruedas (que no es algo natural, ya que lo natural es andar con las piernas) para poder tener una vida más complaciente y plena (a pesar de los inconvenientes que pueda tener, como no poder hacer senderismo o ir a correr). En el caso de la homosexualidad (repito que en caso de que fuera una forma menos perfecta) también tenemos dos opciones. Una de ellas es reprimir nuestra componente afectivo-sexual , no tener nunca relaciones. La otra es tener relaciones homosexuales (que en tu opinión no es algo natural) para poder tener una vida más complaciente y plena (a pesar de las carencias que tú dices que hay, las cuales ya he comentado anteriormente). Creo que en ambos supuestos la segunda opción es la que mucha gente elegiría y creo que es la más lógica.
Finalmente, frente al planteamiento que tú haces, consistente en que el comportamiento homosexual es intrínsecamente perjudicial y que la única opción es minimizarlo o, mejor incluso, eliminarlo, yo planteo otra vía. Creo que es más adecuado favorecer y cuidar el desarrollo afectivo-sexual de la persona, a través de la educación plural y sin excesiva represión, sólo en su justa medida, para que en el futuro su mundo afectivo-sexual (ya sea homosexual o heterosexual) sea los más sano posible. Pienso que, en este sentido, la Iglesia Católica podría desarrollar un papel importante respecto a la homosexualidad. La Iglesia Católica realiza muchísimas acciones admirablemente altruistas: desde el apoyo a personas y a familias en parroquias de España, hasta la labor tan importante que realizan las misiones en lejanos países, pasando por gran cantidad de hospitales. Al igual que la Iglesia apoya y aconseja a las personas a llevar lo mejor posible su vida matrimonial o familiar, igualmente creo que también podría participar activamente en ayudar a muchos homosexuales a desarrollar su vida afectivo-sexual de la forma más positiva y sana posible (y en la única forma que pueden hacerlo, que es a través de relaciones homosexuales lo más sanas que sea posible). Pienso que esta actitud sería más constructiva y ayudaría más al prójimo, en lugar de ponernos trabas, como hacéis actualmente.
En resumen, si bien no prohibís la homosexualidad, ni castigáis a los homosexuales, os empeñáis en mantener y difundir por doquier el mensaje cuyo contenido es el mismo del correo que nos enviaste y que básicamente es: La homosexualidad es una enfermedad que hay que curar. El hecho de que mantengáis ese mensaje contribuye a mantener una actitud, en nuestra sociedad, represora de la homosexualidad. Esta represión es la que hace (como ya te comenté antes) que los homosexuales tengamos a veces ciertas carencias o comportamientos, que a su vez pueden hacer parecer que la homosexualidad sea en sí misma una patología. Afortunadamente, este sistema retroalimentado poco a poco va desapareciendo; sobre todo próximamente cuando se legalice el matrimonio homosexual. Me gustaría que la Iglesia Católica oficial cambiase su actitud respecto a nosotros y de esa forma contribuir a que más rápida y fácilmente se normalice la homosexualidad, y lo que ello supone respecto a tener una vida afectivo-sexual sana.
Es bien sabido y mostrado en este texto que el pecado y la inmoralidad no son faciles de dejar si el pecador es un empedernido
Veamos acontinuacion un texto de parte de la comunidad sodomita LGBT donde se habla de la historia de la castidad:
Letra fuccia: Texto copiado de fuente
Letra azul: mi correccion
Donde no halla correccion es porque es dato verdadero.
Historia del Celibato en la Iglesia Católica
Martes, 12 de mayo de 2009
Siglo I: Pedro, el primer Papa, y los apóstoles escogidos por Jesús eran en su gran mayoría hombres casados. El Nuevo Testamento sugiere que las mujeres presidían la comida eucarística en la Iglesia primitiva.
Pero EL pidio que abandonaran a sus esposas y se fueran con EL para imitarlo y asi llevar este ejemplo a todos, incluido el celibato. ¿jesus dejo a Pedro tener sexo con su esposa siguiendo a Jesus quien predicaba que quien deje a su esposa... lo siga y sea como EL?
Siglos II y III: Es la época del Gnosticismo: la luz y el espíritu son buenos, la oscuridad y las cosas materiales son malas. Una persona no puede estar casada y ser perfecta. No obstante ello, la mayoría de los sacerdotes eran hombres casados.
Bien dicho: Gnosticismo... los que no eran cristianos hacian lo que les placiera... EN EL PAPADO Y EL CLERIGADO NO PORQUE YA DEBIAN SER CASTOS COMO JESUS, es un basico ejemplo que Jesus dio siempre....
Siglo IV: Conciliode Elvira del año 306, España, Decreto 43: todo sacerdote que duerma con su esposa la noche antes de dar misa perderá su trabajo.
Esto y los siguientes datos son mentira sobre la violacion del celibato porque se hablaba precisamente de que si algun sacerdote dormia con alguna mujer QUEDABA EXPULSADO¡¡¡¡
Concilio de Nicea, año 325: se decreta que una vez ordenados, los sacerdotes no pueden casarse. Se proclama el Credo de Nicea.
Esto fue también desde el principio y aqui confirmado una vez mas
Concilio de Laodicea, año 325: las mujeres no pueden ser ordenadas. Esto sugiere que antes de esta fecha se realizaba la ordenación de mujeres.
Mentira, no hubo ni HABRA ORDENACION SACERDOTAL FEMENINA¡¡
Año 385: el Papa Siricio abandona a su esposa para convertirse en Papa. Se decreta que los sacerdotes ya no pueden dormir con sus esposas.
Mentira, el Papa Siricio no tuvo esposa, era soltero y no se habia casado porque para eso debia ser estrictamente soltero y casto
Siglo V: Año 401: San Agustín escribe que “Nada hay tan poderoso para envilecer el espíritu de un hombre como las caricias de una mujer”
Esto fue dicho por el Obispo San Agustin para recordar a los sacerdotes que no cayeran en tentación con mujeres para evitar que fallaran a los votos de castidad.
Siglo VI: Año 567: El Concilio de Tours II establece que todo clérigo que sea hallado en la cama con su esposa será excomulgado por un año y reducido al estado laico.
Año 580, Papa Pelagio II: Su política fue no meterse con sacerdotes casados en tanto no pasaran la propiedad de la iglesia a sus esposas o hijos.
Esto fue abolido tiempo después para reforzar los votos de castidad que desde el inicio estaba.
Año 590 a 604: El Papa Gregorio, llamado “el Grande” dice que todo deseo sexual es malo en sí mismo (¿quiere decir que el deseo sexual es intrínsecamente diabólico?).
El deseo sexual siempre ha sido la raíz de la perversión en el hombre casto y que tiende a dar rienda suelta a todo pecado carnal.
Siglo VII: Francia: los documentos demuestran que la mayoría de los sacerdotes eran hombres casados.
Mentira¡¡¡
Siglo VIII: San Bonifacio informa al Papa que en Alemania casi ningún obispo o sacerdote es célibe.
Se refuerza el celibato y se hace una revisión a los clérigos alemanes quienes en mayoria fueron rechazados del sacerdocio por esta falta.
Siglo IX.
Año 836: El Concilio de Aix-la-Chapelle admite abiertamente que en los conventos y monasterios se han realizado abortos e infanticidio para encubrir las actividades de clérigos que no practican el celibato.
Los clérigos y monjas que habian cometido estas faltas gravísimas eran excomulgados por ayudar a dar muerte a las creaturas pequeñas no nacidas.
San Ulrico, un santo obispo, argumenta que basándose en el sentido común y la Escritura, la única manera de purificar a la Iglesia de los peores excesos del celibato es permitir a los sacerdotes que se casen.
Mentira. El decia que para evitar que el celibato fuera amenazado, debian tener en claro la vida que habia llevado Cristo en castidad para que sirviera de recorderis respecto al ministerio que estaban ejerciendo: el sacerdocio.
Siglo XI: Año 1045: El Papa Bonifacio IX se dispensa a sí mismo del celibato y renuncia al papado para poder casarse.
Una mujer trata de seducirlo pero el sumo pontifice no accede y en replesaria ella argumenta al pueblo que sostuvo relacion sexual con el, cosa que fue desmentida. El nunca abandona el Papado.
Año 1074: El Papa Gregorio VII dice que toda persona que desea ser ordenada debe hacer primero un voto de celibato: “Los sacerdotes [deben] primero escapar de las garras de sus esposas”.
Los sacerdotes debian antes renunciar a cualquier vinculo con mujeres antes de hacersen sacerdotes, esto incluia el noviazgo. Teniendo en cuenta que si estaban casados no podian ser sacerdotes ni diaconos.
Año 1095: El Papa Urbano II hace vender a las esposas de los sacerdotes como esclavas y sus hijos son abandonados.
Las mujeres que habian intentado seducir a los sacerdotes, eran vendidas como castigo por su pecado.
Siglo XII:
Año 1123: Papa Calixto II: El Concilio de Letrán I decreta que los matrimonios clericales no son válidos.
Año 1139: Papa Inocencio II: El Concilio de Letrán II confirma el decreto del anterior Concilio.
Siglo XIV:
El Obispo Pelagio se queja de que las mujeres son aún ordenadas y administran confesiones.
Mentira, eran excomulgadas y exiliadas por administrar sacramentos invalidos para mujeres. Los matrimonios clericales son mito.
Siglo XV: Transición; 50% de los sacerdotes son hombres casados y como tal, aceptados por la gente.
El 50% de los sacerdotes que deseaban abandonar la vida del sacerdocio, eran relevados del mismo por mantener su firme decisión.
Siglo XVI:
1545 a 1563: El Concilio de Trento establece que el celibato y la virginidad son superiores al matrimonio.
Apartir de aquí se fueron haciendo argumentos protestando contra el matrimonio y el celibato en los que se implicaron martin lutero y sus aliados protestantes de años siguientes.
1517: Martín Lutero.
1530: Enrique VIII.
Siglo XVII
Inquisición. Galileo. Newton.
Siglo XVIII:
1776: Declaración de Independencia de los Estados Unidos.
1789: Revolución Francesa
Siglo XIX:
1804: Napoleón.
1882: Darwin.
1847: Marx, Manifiesto Comunista.
1858: Freud.
1869: El Concilio Vaticano I establece la infalibilidad del Papa.
Siglo XX
1930: Papa Pío XI: el sexo puede ser bueno y santo. Dentro del matrimonio obviamente pero sin lujuria.
1951: Papa Pío XII: un pastor luterano casado es ordenado como sacerdote católico en Alemania. Hasta que se supo que era casado y fue excomulgado directamente.
A partir de 1958 se dio libertad de todo porque el Vaticano fue tomado por el primer anti-papa juan 23
Nosotros creemos que los sacerdotes debieran estar autorizados a casarse, y que las mujeres tienen igual derecho a demostrar la veracidad de su llamada al sacerdocio junto con los candidatos hombres.
Nosotros creemos que el celibato es un don del Espíritu, tal como lo es la vocación de matrimonio y la vocación a permanecer soltero. Los dones no pueden ser obligatorios, por eso es que con un profundo respeto por el don del celibato solicitamos que se lo decrete opcional, y no se lo imponga sobre aquellos que no han sido llamados a permanecer en ese estado.
Las mujeres no pueden soñar con que el Magisterio de la Iglesia Catolica quiebre 2000 años de Tradición para complacer un capricho aberrante de ordenar sacerdotizas. El sacerdote debe ser casto sino ¿para qué es sacerdote sino quisiera imitar a Cristo?
El amor a Dios es opcional, nosotros decidimos si dejarlo todo para dedicarnos a EL en cuerpo y alma o elegir el mundo donde toda perdición abunda.
IMPACTANTE TESTIMONIO: Mujer
criada por homosexuales pide al
gobierno proteger el verdadero
matrimonio
Julio 13, 2010
Una mujer canadiense que fue criada en un hogar homosexual se dedica ahora a asistir a otras personas que atraviesan por la misma situación y a pedir a los gobiernos del mundo que protejan el matrimonio entre hombre y mujer.
Según informa ForumLibertas.org, Dawn Stefanowicz vive en Ontario, Canadá, con su esposo de toda la vida y sus dos hijos, a los que ha educado en casa. Actualmente prepara su autobiografía y desarrolla un ministerio especial desde el sitio web (en inglés) http://www.dawnstefanowicz.com/:
Brinda ayuda a otras personas que como ella crecieron a cargo de un padre homosexual y fueron expuestas a este estilo de vida.
Stefanowicz explica en el sitio web “cómo en su infancia estuvo expuesta a intercambios de parejas gays, playas nudistas y la falta de afirmación en su feminidad, cómo le hirió el estilo de vida en el que creció, y ofrece ayuda, consejo e información para otras personas que han crecido heridas en un entorno de ‘familia’ gay, un estilo de ‘familia’ que ella no desea para nadie y que cree que las leyes no deberían apoyar”.
Su testimonio:
En su relato, Stefanowicz explica que debido a una enfermedad grave de su madre debió quedar al cuidado de su padre homosexual cuando aún era una niña. “Estuve expuesta a un alto riesgo de enfermedades de transmisión sexual debido al abuso sexual, a los comportamientos de alto riesgo de mi padre y a numerosas parejas”, relata.
“Incluso cuando mi padre estaba en lo que parecían relaciones monógamas, continuaba haciendo ‘cruising’ buscando sexo anónimo. Llegué a preocuparme profundamente, a amar y entender con compasión a mi padre. Compartía conmigo lo que lamentaba de la vida. Desgraciadamente, siendo niño unos adultos abusaron sexual y físicamente de él. Debido a esto, vivió con depresión, problemas de control, estallidos de rabia, tendencias suicidas y compulsión sexual. Intentaba satisfacer su necesidad por el afecto de su padre, por su afirmación y atención, con relaciones promiscuas y transitorias. Las (ex) parejas de mi padre, con los que traté y llegué a apreciar con sentimientos profundos, vieron sus vidas drásticamente acortadas por el SIDA y el suicidio. Tristemente, mi padre murió de SIDA en 1991″, recuerda.
Según Stefanowicz las “experiencias personales, profesionales y sociales con mi padre no me enseñaron el respeto por la moralidad, la autoridad, el matrimonio o el amor paterno. Me sentía temerosamente acallada porque mi padre no me permitía hablar de él, sus compañeros de casa, su estilo de vida y sus encuentros en esa subcultura. Mientras viví en casa, tuve que vivir según sus reglas”.
“Sí, amaba a mi padre. Pero me sentía abandonada y despreciada porque mi padre me dejaba a menudo para estar varios días con sus compañeros. Sus parejas realmente no se interesaban por mí. Fui dañada por el maltrato doméstico homosexual, las tentativas sexuales con menores y la pérdida de parejas sexuales como si las personas fueran sólo cosas para usar. Busqué consuelo, busqué el amor de mi padre en diversos novios a partir de los 12 años”, sostiene.
Stefanowicz recuerda que “desde corta edad, se me expuso a charlas sexualmente explícitas, estilos de vida hedonistas, subculturas GLBT y lugares de vacaciones gay. El sexo me parecía gratuito cuando era niña. Se me expuso a manifestaciones de sexualidad de todo tipo incluyendo sexo en casas de baño, travestismo, sodomía, pornografía, nudismo gay, lesbianismo, bisexualidad, voyeurismo y exhibicionismo. Se aludía al sadomasoquismo y se mostraban algunos aspectos. Las drogas y el alcohol a menudo contribuían a bajar las inhibiciones en las relaciones de mi padre”.
“Mi padre apreciaba el vestir unisex, los aspectos de género-neutro, y el intercambio de ropas cuando yo tenía 8 años. Yo no veía el valor de las diferencias biológicamente complementarias entre hombre y mujer. Ni pensaba acerca del matrimonio. Hice votos de no tener nunca hijos, porque no crecí en un ambiente de hogar seguro, sacrificial, centrado en los niños”, señala.
Las consecuencias:
“Más de dos décadas de exposición directa a estas experiencias estresantes me causaron inseguridad, depresión, pensamientos suicidas, miedo, ansiedad, baja autoestima, insomnio y confusión sexual. Mi conciencia y mi inocencia fueron seriamente dañados. Fui testigo de que todos los otros miembros de la familia también sufrían”, sostiene Stefanowicz.
Ella asegura que sólo después de haber tomado las decisiones más importantes de su vida, empezó a darse cuenta de cómo la había afectado crecer en ese ambiente.
“Mi sanación implicó mirar de frente la realidad, aceptar las consecuencias a largo plazo y ofrecer perdón. ¿Podéis imaginar ser forzados a aceptar relaciones inestables y prácticas sexuales diversas desde corta edad y cómo afectó a mi desarrollo?. Desgraciadamente, hasta que mi padre, sus parejas sexuales y mi madre murieron, no pude hablar públicamente de mis experiencias”, explica.
“Al final, los niños serán las víctimas reales y los perdedores del matrimonio legal del mismo sexo. ¿Qué esperanza puedo ofrecer a niños inocentes sin voz? Gobiernos y jueces deben defender el matrimonio entre hombre y mujer y excluir todos los otros, por el bien de nuestros niños”, concluye
Veamos acontinuacion noticias y comentarios de color azul que son los mios como opinion a los mismos, veremos como es el rol del sodomita respecto a quien se oponga
Es lo que sabemos de la Iglesia de El Salvador, cuyo Arzobispo José Luis Escobar inició una campaña de recogida de firmas (¡200.000!) para exigir del Legislativo que se incluya en la Constitución la referencia al matrimonio como algo ezxclusivo entre hombre y mujer.
En ese sentido, el Arzobispo a añadido que “Las uniones de personas del mismo sexo no son morales, entonces no pueden ser matrimonio. Si de hecho se dan, es otra cosa, nosotros no podemos impedir y pueden unirse de hecho, pero que no se les llame matrimonio” por lo tanto, ha de prohibirse el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Luego hablarán del supuesto “lobby gay”. ¿No son ellos el lobby de la ICAR (Iglesia Católica Romana)? ¿No son ellos los que presionan? ¿no son ellos los que defienden un modelo totalitario en el que no quepan todos?.
Vean que si hay personas que dicen lo obvio
El Arzobispo de Puebla pide a los homosexuales católicos que vivan “como Dios manda”.
Miércoles, 1 de junio de 2011
¿Y qué saben estos judas lo que Dios quiere? Cuando uno ve a este tipo vestido como si fuera una Drag Queen clerical (con todo mis respetos a las drag, que me perdonen…)
El arzobispo de Puebla, ciudadano Víctor Sánchez Espinosa pidió a las personas con orientación sexual“diferente” que sean católicas que vivan su vida “como Dios manda”. Con un desparpajo solo un poco menor que su cinismo, el susodicho reclamó además a los diferentes sectores de la sociedad que eviten discriminar a los homosexuales y señaló que la fe católica dictamina que los fieles deben ser respetuosos con quienee tienen preferencias sexuales hacia personas de su mismo sexo, ya que esto no elimina su condición de seres humanos.
Sin que se le moviera un pelo bajo la mitra, Sánchez Espinosa resaltó que esto no significa que la iglesia acepte la unión entre personas homosexuales, ya que reiteró que la ley de Dios es muy específica y un matrimonio está conformado por un hombre y una mujer.
El arzobispo recordó que “la enseñanza de la iglesia con respecto a este tema se encuentra en el catecismo de la iglesia católica, en donde a los creyentes se nos pide que las personas que tienen preferencias hacia su mismo sexo reciban de nuestra parte respecto, comprensión, para que no sean víctimas de discriminación injusta. Eso está claro en el catecismo de la iglesia católica pero”, añadió, ”también está claro que a ellos la iglesia les pide, sobre todo a los que son creyentes, que busquen la unión con Dios. Por lo tanto deben esforzarse por vivir como todos nuestra vida de santidad.”
El prelado explicó que la religión católica, aun cuando pide respeto y compasión a los homosexuales, se mantiene en la postura de no avalar la posibilidad que permitiría a parejas homosexuales acceder a la adopción de un menor de edad, ya que a la postre esto podría generar serios problemas psicológicos en el desarrollo del niño.
Lo dicho, de un cinismo escandaloso… ¿Qué entiende esta florida ilustrísima por Discriminación?
Noticia que hemos leído en SentidoG.com acerca de las declaraciones de este cardenal ultraconservador al que no importa oficiar misas por el sanguinario dictador Pinochet y que cuenta con una página en Facebook para que se calle… Y se van de rositas tras la Dictadura. Por cierto, sr. cardenal… ¡nosotros tampoco vamos a cambiar de postura! seguiremos luchando para acabar con la Homofobia y extender nuestros derechos…
Santiago – (Agencias)
El cardenal Jorge Medina aseguró que las personas “con tendencia homosexual” deberían “evitar el contacto con personas homosexuales” para no caer en el pecado. Así lo señaló en entrevista con el programa Podría ser Peor, deRadio Bio Bío, donde se refirió, entre otros puntos, al Acuerdo de Vida en Común que está en el tapete.
Haciendo una clara distinción entre quienes tienen la “tendencia homosexual”, la que a su juicio “no es pecado”, y entre quienes mantienen una “convivencia homosexual”, el sacerdote aseguró que “si una persona tiene tendencia homosexual, debe evitar el contacto con personas homosexuales, porque ya sabemos donde puede parar esta cosa. Es un esfuerzo, pero toda vida cristiana implica un esfuerzo”.
A su juicio, “la tendencia homosexual es algo que la ciencia no ha aclarado de dónde procede. Una persona puede tenerla, pero vivir conforme a la moral, es decir, no vivir con una pareja, no dejarse llevar por esa pulsión de la homosexualidad que es muy fuerte”.
Cree, en cambio, que “otra cosa es traducir eso en una convivencia homosexual. Desde el punto de vista católico y cristiano es inaceptable. Lo dice San Pablo: ‘Los que practiquen la sodomía no verán el reino de Dios’. No se puede decir una cosa más fuerte”.
Agregó que “cuando una persona tiene la tendencia homosexual muy fuerte, no debería contraer matrimonio, porque está viciado al punto que un tribunal eclesiástico podría considerarlo nulo, está considerado en el derecho canónico”.
Respecto al Acuerdo de Vida en Común, afirmó que “he seguido la información con mucha preocupación” y que “la iniciativa es lamentable, porque no se trata de regular o reglamentar las uniones de hecho, sino de favorecerlas”. “Eso significa, desde el punto de vista de la ley, darle un golpe al matrimonio e introducir un elemento más para debilitar esta institución esencial para toda sociedad que es el matrimonio entre un hombre y una mujer para toda la vida”, agregó.
Según Medina, el matrimonio “ya fue debilitado con un golpe feroz al aprobarse la ley de divorcio”, por lo que a su juicio “este es un primer paso y seguramente luego otros querrán que vengan otros”, en alusión a la posibilidad de un matrimonio homosexual. “Nuestra postura no va a cambiar, porque todo lo que signifique debilitar el matrimonio es negativo y lamentable”, explicó, agregando que “lamento mucho que la iniciativa se vaya abriendo paso y espero que los católicos que están en el parlamento no le den su voto”.
“Homofóbicos, escandalosos y ridículos”
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) expresó su completo repudiopor “los nuevos dichos homofóbicos” del Cardenal Jorge Medina.
Para el Movilh Medina “es sin duda un cardenal funesto, pues todo aquel que violente derechos humanos básicos de las personas, como la dignidad, la honra y la vida privada, simplemente no puede ser llamado de otra manera. Es repudiable que en todos sus dichos sobre homosexualidad vincule a la orientación sexual con ladrones o con los ebrios. Esto es ridículo e inhumano”.
El Movilh puntualizó que “la Alta Jerarquía de la Iglesia Católica suma a la violación a los derechos humanos de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales, un desprecio profundo por el Estado laico, al cual llama a violentar sin problemas. Estamos convencidos de que tarde o temprano la Iglesia Católica deberá pedir perdón por todo el permanente daño a la diversidad sexual”.
Cada vez está más claro que lo que es realmente contraproducente para el ser humano es la jerarquía de la Iglesia… Noticia que nos ha enviado el área de Asuntos religiosos de la FELGTB:
En la misma misa, el párroco de Campo Hardy, Reconquista, impidió que el hombre de 27 años cumpliera con la ceremonia. La familia se sintió discriminada y se retiró avergonzada de la iglesia.
El hecho ocurrió el sábado 21 de mayo en la iglesia de Campo Hardy, cuando el cura párroco de Florencia, Rogelio Bosch, prohibió a Fabián Aguirre de 27 años, que saliera de padrino de una beba, hija de su hermana, argumentando que no podía participar del sacramento bautismal ya que se lo sindica como pareja de una travesti (ambos en la fotografía de Uno).
El sacedote agregaba que la beba podría bautizarse con madrina solamente, cosa que la familia que vino desde la ciudad de Corrientes no aceptó, y se retiraron muy avergonzados por la posición del ministro de la Iglesia, y acongojados además por la actitud discriminativa del cura católico.
Fabián Aguirre reconoce su relación sentimental con la travesti Victoria Toledo, ambos son nacidos y criados en el Paraje Campo Hardy, jurisdicción de Florencia, localidad fronteriza del norte santafesino que limita a través del Paralelo 28 con la provincia del Chaco.
“La verdad que no entiendo la decisión del sacerdote. Yo trabajo, estudio, con mi pareja nos amamos, hacemos vida sana, no jodemos a nadie, no robamos, no estafamos, no violamos a nadie, no simulamos lo que no somos”, dijo Fabián. Y fue más alla: “No buscamos el púlpito de la Iglesia para tapar las cosas malas que podemos hacer, no concurrimos a la iglesia a golpearnos el pecho después de hacer sufrir a los demás, vivimos dignamente, seguramente somos distintos a muchos e iguales a otros tantos, pero no creo que haya argumentos válidos dentro de la iglesia católica apostólica romana que prohíba a un hombre, ser padrino de bautismo de su sobrina, porque es pareja de tal o cual persona”.
Por su parte, Martín caballero, integrante de VOX consideró que el hecho de Campo Hardy donde se le negó el padrinazgo de una beba a un joven (en la fotografía la pareja) por convivir con una travesti es “contraproducente para la iglesia”.
“Si la familia de la beba que iba a ser bautizada acepta la relación de este hombre que vive en pareja con una travesti y lo elige como el padrino no veo por qué la iglesia debe interponerse, si después de todo estamos hablando de un bautismo donde se consagra un niño en la fe cristiana. Me llama la atención las trabas que pone la iglesia en estas cosas, justo cuando están en plena decadencia y están perdiendo cada día más fieles, es más, me parece contraproducente para la iglesia misma”, reflexionó Martín Caballero de la Asociación Civil Vox, que forma parte de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT).
“Esta familia -continuó- vino desde la provincia de Corrientes para bautizar a la beba en Campo Hardy, que no es algo que pase todos los días e implica un gran esfuerzo realizado para poder bautizar a alguien en el lugar al que le tienen gran afecto y no poder hacerlo porque el párroco prohibió la participación del padrino que vive con una travesti es un hecho degradante. Pero si ese hombre estuviera conviviendo con alguien que nació mujer la Iglesia Católica se hubiese preguntado si esa mujer era buena o mala persona. No, porque la heterosexualidad no se juzga, se juzga la homosexualidad por el simple hecho de serlo sin importarle si es o no buena persona. Si la pareja hubiera sido heterosexual no garantizaba que hubiesen sido buenas personas para ser padrinos. Además le recuerdo al párroco que estamos hablando de una travesti que es una persona con una identidad de género femenino más allá de que a la iglesia no le parezca”.
“Se podría decir que es un claro hecho de discriminación, aunque tengo que reconocer que yo creo en la separación de la Iglesia y el Estado. Pero acá es la Iglesia la que está discriminando a sus propios fieles. Si la iglesia me negaría el bautismo de un hijo mío no me afectaría pero cuando se lo niega a personas que creen en ella y practican sus ritos es contraproducente, es como lo que llaman el fuego amistoso, que es cuando uno le dispara a su propia gente”, concluyó.
Esto se repite a diario con homoexcrementales de por medio
Un alto cargo del Vaticano afirma que la homosexualidad es “éticamente inaceptable”. Lo inaceptable es la existencia del Estado Vaticano y su falta de democracia.
Nos gustaría dejar de publicar noticias de este tipo, pero parece que la maldad de los jerarcas vaticanos no descansa. Lo que es inaceptable es que los dirigentes de un Estado no democrático pretenda dar lecciones a los poderes públicos, influir en la política de los estados e insultar y discriminara los homosexuales y mujeres. Es urgenteque la Iglesia católica deje de ser el refugio de la Caverna y del integrismo.
que El presidente del Pontificio Consejo para la Familia, el cardenal Ennio Antonelli afirmó hoy que la homosexualidad es “éticamente inaceptable” durante la sesión de apertura de hoy del Sínodo de los Obispos para Africa que se está celebrando en el Vaticano.
“Bajo la excusa de una justa igualdad de dignidad y de derechos se quiere dar como irrelevante las diferencias naturales entre hombres y mujeres como si fueran indiferenciados, y por lo tanto, equivalentes a todas las orientaciones y comportamientos sexuales, con implicaciones éticamente inaceptables”, afirma el purpurado, según recoge Radio Vaticano.
Antonelli alertó además de que la teoría de género, a la que se refirió como “residuo tóxico”, se está infiltrando en la sociedad africana.
Por su parte, el arzobispo de Johannesburgo y presidente de la Conferencia Episcopal Sudafricana, monseñor Joseph Tlhagale, denunció que los valores del Evangelio están amenazados por una ética que “trata de persuadir a los africanos de aceptar conceptos nuevos y diferentes de la familia, del matrimonio y de la sexualidad humana”.
“Las culturas de Africa están sometidas a una fuerte presión del liberalismo, la secularización y los grupos de presión que campean en las Naciones Unidas”, agregó el prelado sudafricano.
En este sentido, instó a los laicos a que den testimonio en el ámbito público, en sus familias y en sus lugares de trabajo.
“La jerarquía no cuenta con miembros creíbles en la labor de transfrmación de Africa; los laicos católicos deben ser tenidos en cuenta por su fe, la jerarquía no puede hacer todo por sí sola”, concluyó.
El Papa cree que las bodas gays amenazan la creación…La postura del Papa frente a la homosexualidad.
Ante la última burrada de Benedicto XVI perpetrada ante todo el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede diciendo que las bodas gays amenazan la Creación (¿no lo hará más la exigencia del celibato obligatorio?) y para que no se nos olvide, (difícil, oyendo estupidas mezcolanzas como esta afirmación dicha por Benedicto XVI acerca de que el aborto, la eutanasia, “las livianas” experimentaciones genéticas y los matrimonios entre personas del mismo sexo van contra la ley natural y contra la dignidad de las personas) rescato este otro artículo que nos recuerda la actitud de este Papa con respecto a la homosexualidad…mezclándolo todo y asociándola a diferentes tipos de violencia. Postura que contrasta con el espíritu de los auténticos padres de personas homosexuales.
El Papa está preocupado por el medio ambiente y por la creación. De ahí que durante su discurso ante los diplomáticos de más de 170 países, en el que realiza una evaluación de los acontecimientos en el mundo durante el año, haya centrado la atención precisamente en esos dos temas. La creación, según Benedicto XVI, se ha visto amenazada por las leyes que socavan “las diferencias entre los sexos”.
El pontífice considera que esa diferencia entre hombre y mujer, calificada de “esencia biológica”, es atacada “en el nombre de la lucha contra la discriminación“, por leyes como las que recientemente aprobó Portugal, que legalizan el matrimonio homosexual. En un discurso pretendidamente científico, el Papa asegura que “las criaturas difieren unas de otras y pueden ser protegidas o puestas en peligro de extinción de diferentes maneras, como sabemos por la experiencia cotidiana”.
Benedicto XVI señala directamente a “paises de Europa o del Norte y Sur de América”, en clara referencia a las legislaciones que comienzan a aprobar el matrimonio homosexual en diversas partes del mundo. Leyes que para el Papa suponen un “capricho” y una “obstinación”, ya que considera que “el camino a seguir” por el hombre “debe corresponder a la estructura querida por el Creador”.
Pero no todo el discurso estuvo centrado en la “amenaza” homosexual. Benedicto XVI también mostró su preocupación por el fracaso de la Cumbre del Cambio Climático de Copenhague, que para el pontífice se debió a “la resistencia económica y política para combatir la degradación del medio ambiente”. También mantuvo la esperanza de que se pueda “alcanzar un pacto” para enfrentar “con eficacia” el cambio climático en las conferencias de Bonn y Ciudad de México en 2010.
El Papa también aprovechó su discurso para criticar el excesivo gasto militar para el que se destinan enormes recursos para “mantener y desarrollar arsenales nucleares”, en lugar de destinarlos a ayuda para los pobres. También condenó la “indiferencia” ante conflictos como los de Darfur, Somalia y la República Democrática del Congo
Volviendo al artículo de fin de año de 2008 hay que destacar que el aperturismo creciente de la Iglesia anglicana, que nombró a su primera obispo lesbiana, contrasta con la postura del Papa Benedicto XVI, quien criticó duramente a los homosexuales: Son una “grave amenaza para la humanidad”, dijo. La estocada del jefe de la Iglesia católica contra “la negación de las leyes de la naturaleza” generó fuertes críticas de asociaciones y personalidades homosexuales.
La condena a los homosexuales ocurrió pocos días después de que el Vaticano rechazara aprobar la propuesta de despenalización universal de la homosexualidad presentada el pasado 18 de diciembre en la ONU por 66 países.
Las críticas a la autorización a “cambiar sexo” o “género” que aceptan algunas legislaciones fueron hechas por el Papa con ocasión de los saludos de fin de año a la Curia Romana, que reunió a cardenales y prelados de todo el mundo en la suntuosa Sala Clementina del palacio apostólico. “No es el hombre que decide, es Dios el que decide quien es hombre y quien es mujer”, advirtió el Papa, atacando la teoría que establece una diferencia entre aquellos que nacen biológicamente con órganos genitales de un sexo y la mentalidad del otro.
“El orden de la creación está siendo cuestionado por lo que se denomina ‘gender’ (género)”, lamentó el Papa, al hacer alusión a las teorías surgidas en la década de los 70 sobre la igualdad de sexo, o género, un tema que aborda feminismo y hasta el derecho de ser transexual.
“Aquí se trata de hecho de la fe en el creador y de escuchar el lenguaje de la creación, cuyo desprecio sería la autodestrucción humana”, dijo. “Si las selvas tropicales merecen nuestra protección, el hombre (…) la merece mucho más”, agregó.
El Papa defendió “una ecología del hombre” así como el matrimonio tradicional contra cualquier otra forma de unión, en particular las gay.
Seguiremos informando acerca de estos arrebatos paranoicos de su “santidad”…
Este anti-PAPA tiene el parapeto de no apoyar a estos depravados pero tiene que aparentar.
Enserio que esto es aberrante y el asco
producido es de proporciones bíblicas respecto
este Desorden de Identidad de Género (DIG)
Historia secreta: El ‘kit gay’, el escándalo evangélico y el
canje de Dilma.
Lunes, 30 de mayo de 2011
Más acerca de este asunto que esperemos pueda rectificarse:
Brasilia – (Urgente 24)
Fue una tormenta político-cultural en Brasil: el Ministerio de Educación preparaba la entrega a alumnos de un material sobre homosexualidad. Los evangélicos, con una poderosa representación parlamentaria, presionaron a Dilma Rousseff y ella terminó cediendo. Informe Especial.
La presidente Dilma Rousseff decidió el miércoles 25/05 la suspensión de la producción y distribución del Kit Anti-homofobia que planificó el Ministerio de Educación y definió que todo el material del gobierno federal que se refiera a “costumbres” pase por una consulta previa a los sectores interesados de la sociedad antes de ser publicados o divulgados.
Los diputados de la poderosa bancada evangélica en el Legislativo, afirmaron que los videos y la cartilla anti-homofobia “son un estímulo al homosexualismo”.
Según el ministro Gilberto Carvalho, ministro-jefe de la Secretaria General de la Presidencia, Dilma consideró el material del llamado ‘kit gay’, “inadecuado” y el video “inapropiado para su objetivo”.
Carvalho se lo dijo al bloque legislativo evangélico en la Cámara de Diputados. El grupo de parlamentarios evangélicos llegó a amenazar al Ejecutivo con la obstrucción del trabajo en el Congreso, reunir firmar para convocar al ministro Antonio Palocci (Casa Civil) para que explique sobre su evolución patrimonial y apoyar una CPI (Comisión Parlamentar de Inquérito o Comisión Parlamentaria de Investigación) para investigar al Ministerio de Educación.
El martes 24/05, en el recinto legislativo, el diputado federal Anthony Garotinho (PR-RJ / Partido de la República, Rio de Janeiro) llegó a pedir la destitución del ministro de Educación, Fernando Haddad.
Y una semana antes, el mismo Garotinho, que es vicepresidente de la Asociación Frente Parlamentario Evangélico, afirmó que la bancada evangélica, compuesta por 74 diputados, no votaría ningún proyecto en la Cámara hasta que el gobierno quitara de circulación todos los videos anti-homofobia.
“Mostramos al ministro Gilberto Carvalho que es virulento el modo como está siendo aplicado el material”, dijo Garotinho, ex gobernador de Rio.
Aún después de las declaraciones del Planalto, Gilberto Carvalho afirmó que no hay un canje entre el gobierno y la bancada evangélica: retiro del ‘kit gay’ contra apoyo a Palocci. Pero ¿es posible creerle? Sí quedó en claro el poder del bloque evangélico en la Cámara baja.
El Ministerio de Educación negó que el material antihomofobia que llegó a Internet fuese aprobado por Haddad.
Según Haddad, fue material producido por organizaciones no gubernamentales que son a veces contratadas por el ministerio y que estaban en evaluación.
La otra cara
“No hay escena de beso ni de sexo. Y las relaciones son siempre basadas en la amistad y en el cariño, nada muy ‘caliente’”, de acuerdo a Laurindo Leal Filho, profesor de comunicación de la USP (Universidad de São Paulo) y especialista en tele-dramaturgia.
Él, luego de mirar los videos cuestionados, consideró que tienen menos exhibión que las novelas que se difunden por la TV abierta y que el material debe ser aplaudido: “Con gran delicadeza y mucho cuidado, los videos tratan de un tema difícil, pero de una forma perfectamente asimilable por los jóvenes”.
Para Leal Filho, no hay incentivo a la homosexualidad, tal como acusan los congresistas religiosos.
Según el profesor, el material puede ser una gran contribución contra la homofobia y tiene el mérito de no traer un tono jocoso o la falta de contextualización que, a veces, están presentes en novelas y programas humorísticos.
Ya Claudino Mayer, investigador de la USP de tele-dramaturgia y autor de “Quem matou… O Romance Policial na Telenovela” (Quien mató… El Romance Policial en la Telenovela), considera a los videos están “atrasados” en relación a los folletos en circulación.
Según él, en la telenovela, no se dice que la persona es gay ni se discute el beso, son las acciones las que llevan a concluir eso.
Nadie necesita decir: “Fulano es gay. El personaje ya viene caracterizado. […] El filme Probabilidade (Probabilidad) habla del beso [gay], pero la telenovela ya lo trae”, dice Mayer, recordando el beso lésbico exhibido en la novela “Amor e Revolução” (Amor y Revolución).
Reacción de un vocero de la comunidad gay
El diputado Jean Wyllys (PSOL-RJ/ Partido Socialismo y Libertad – Rio de Janeiro) difundió un comunicado en la tarde del miércoles 25/05 en la que criticó con vehemencia la decisión de la presidente Dilma Rousseff de suspender la producción del “kit para el combate de la homofobia en las escuelas”.
El diputado afirmó que la suspensión del programa es el precio pagado por Dilma por haber aceptado el apoyo de los “representantes del fundamentalismo religioso” para impedir la“campaña subterránea de difamación” de ella, cuando era candidata a la Presidencia.
“La Presidenta es inteligente y sabe que los asesinatos brutales de homosexuales, que llegan a más de 200 por año, están directamente relacionado al discurso del odio. La comunidad LGBT (Lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) y personas con sentido común esperaban de la Presidenta un poco más de sensibilidad a esos datos, además de un mínimo de espíritu republicano y voluntad de proteger a todos y todas”, dijo Wyllys.
El diputado afirmó esperar que Dilma vuelva atrás en su decisión. “Si la Presidenta optara por ceder al chantaje –no hay otro nombre- de los enemigos de la ciudadanía plena, haciendo de su mandato un lamentable estelionato electoral, solo me resta esperar que, en la próximas elecciones, los LGBT y personas con sentido común despierten su conciencia política y también le pasen su factura: no voto a Dilma!”.
Kits anti-homofobia eran para niños de 11 años
El kit de material educativo “Escuela sin homofobia” que llevó a la presidente Dilma Rousseff a vetar su distribución no sólo tenía como objetivo a los alumnos de la enseñanza media, informó el Ministerio de Educación.
El material fue preparado también para ser presentado a alumnos de a partir de 11 años de edad que cursan la enseñanza elemental de 6º a 9º año/grado.
La franja de edad está registrada en el cuaderno “Escuela sin Homofobia”, que explica cómo debería ser aplicado el kit anti-homofobia en las clases, presentado a profesores y padres. El kit se compone de 3 videos, 1 DVD y guías de orientación a profesores.
Destinado a profesores, directivos y otros profesionales de la educación, el cuaderno enseña dinámicas de grupo para trabajar con estudiantes de la enseñanza elemental, con temas como homosexualismo, bisexualismo, etc.
“Estas dinámicas pueden ser aplicadas a las comunidad escolar y en especial a alumnos/as de la enseñanza Elemental (6º a 9º Año/grado) y de la enseñanza media”, dice el cuaderno.
La aplicación del kit contra la homofobia a alumnos de la enseñanaza elemental se hace evidente en el contenido del video “Muñeca en la mochila”.
Se trata de uno de los videos del kit y trae en la tapa un niño pequeño con una mochila. El video cuenta una historia basada en un hecho verídico: una madre es llamada para presentarse de forma urgente en la escuela porque encontraron “in fraganti” a su hijo con una muñeca en la mochila. En el camino al colegio, en un taxi, la madre escucha la misma noticia en la radio y queda más afligida aún.
La guía de discusión que acompaña el video sugiere dinámicas para que los profesores trabajen con los alumnos y discutan ese contenido.
Uno de los capítulos propone mostrar los “mitos y estereotipos” más comunes que involucran a los gays, lesbianas, bisexuales, travestis, transexuales, a partir de las siguientes afirmaciones, que deben ser completadas por los alumnos:
> “Niños que juegan con muñeca y a la casita…”;
> “Mujeres que manejan un camión son…”;
> “La peor cosa en un gay es…”;
> “Chicas a quienes le gusta pelear son…”.
Al proponer el debate sobre sexualidad, la cartilla recomienda cuestionar al alumno: “Ser un niño más sensible y una niña más dura de lo común ¿significa que sea un gay o una lesbiana?”.
En el material del kit en poder del Ministerio de Educación hay 6 Boletins Escola sen Homofobia (Boleshs), destinados a los estudiantes, con juegos, letras de música y consejos de películas. Todos con el tema de diversidad sexual y homofobia. Una de las letras musicales incluidas fue la canción “A namorada” (la novia), de Carlinhos Brown, que en el estribillo dice “novia tiene novia”.
En la sopa de letras, los alumnos tienen que descifrar 16 palabras correspondientes a definiciones como: “Persona que no se siente a gusto con su órgano sexual (transexual)”, “nombre que dio origen a la palabra lésbiana (Lesbos)”, “órgano sexual que es asociado al ser hombre (pene)”.
El boletín trae el juego de “o que é o que é” (¿qué es?), con conceptos de marcha de orgullo LGBT, homofobia, diversidad sexual, entre otros.
En la sección sobre películas, los alumnos son orientados a buscar en los video club o en la escuela, las películas
> Brokeback Mountain (Secreto en la Montaña), historia de dos vaqueros que trabajan cuidando ganado y tienen una relación amorosa;
> La Jaula de las Locas, comedia sobre el dueño de un cabaret gay que entra en apuros cuando el hijo de él, novio de la hija de un senador conservador, quiere presentar a su familia a la de ella.
También sugeridos Milk, con Sean Penn; y Deseo prohibido 2.
Los boletines traen también textos sobre esos temas. En la tapa de uno, “Terremoto en el territorio machista”, el asunto tratado es sobre la capacidad del ser humano de interactuar con personas diferentes.
Otra edición es abierta como un texto “Homofóbicos son los otros”, que relata historia de una joven que es prejuiciosa pero que cree no serlo.
En el video-guía Torpedo, con la persecución de alumnos a dos estudiantes que mantienen una relación, las ONGs responsables por el material sugieren que, después de exhibida se pregunte a los alumnos:
> “Es diferente la reacción de las personas cuando vienen dos muchachas y dos muchacho ya predispuestos”;
> “un profesor o una profesora ¿tendrían menos credibilidad si fueran homosexuales, travestis, transexuales o bisexuales?, ¿Por qué?”.
El Ministerio de Educación informó que el material producido iba a presentarse solamente a la enseñanza media. Y que su presentación a la enseñanza primaria no iba a ser aprobada. Luego, la distribución del kit fue abortada por orden de la presidente Dilma.
La profesora de filosofía de la Educación de la Uerj (Universidad del Estado de Rio de Janeiro), alertO:
“Cuanto más baja la edad, más delicada la situación. Es una edad muy sensible para cuestiones afectivas y psíquicas. Una palabra mal dirigida puede resultar un daño mayor que no decir nada simplemente. Debe involucrar un trabajo mayor, interdisciplinario. No es simplemente aprobar la ley y lanzar el kit. Es pedirle al profesor responsabilidad en ese tema. No se puede esperar que la escuela resuelva los problemas de la sociedad”.
Diganme si la imagen NO ES CORROMPER
AL PEQUEÑO PARA QUE SEA SODOMITA a
temprana edad... una
abominacion total... Luego las caricias no
son de amistad, son pura y mera
meloseria homosexual que no se debe
permitir, por eso: NO PERMITA
ADOPTARLES A LAS BESTIAS LGBT
Cuentos infantiles de temática homosexual españoles
Huy, huy, huy… cómo se habrá puesto la Caverna al leer esta noticia…
La homosexualidad y la infancia parecen dos conceptos que, relacionados entre sí, se convierten para muchas personas en tema tabú. La ONG por la No Discriminación sigue en su empeño de acercar estos cuentos al mayor número de niños y familias posibles.
“Cuentos infantiles en los que sea tratada la temática homosexual son algo que, incluso en España, viviendo en una situación de reconocimiento legal, son difíciles de encontrar. La homosexualidad y la infancia parecen dos conceptos que, relacionados entre sí, se convierten para muchas personas en tema tabú”, afirman desde la ONG por la No Discriminación.
En su convencimiento de que es en la educación donde encontramos la clave de la comprensión y la aceptación GLBT, esta Asociación sigue en su empeño de acercar estos cuentos al mayor número de niños y familias posibles. Por ello desde dicha entidad se está haciendo un especial esfuerzo por llegar a los niños americanos. “Una América Latina especialmente afectada de machismo y homofobia y una América del Norte con muchos prejuicios y represiones, aunque la imagen que quieran vendernos sea la de un país moderno y de personas libres”, agregan.
Hace unos meses la ONG consiguió, a través de la distribuidora LesLibros.com, llegar a México, colaboró en el 5º Festival de la Diversidad Sexual y de Género en Perú, gracias a MHOL (Movimiento Homosexual de Lima) y ahora ha conseguido llegar a Argentina, gracias a la Librería Otras Letras.
“La ONG por la No Discriminación no sólo está interesada en América Latina, ya que sus cuentos han empezado a traducirse al inglés y a editarse en versión bilingüe”, comentan.
“La base de toda sociedad son los valores que se siembran en la infancia. Que la persona crezca con unos valores de NO DISCRIMINACIÓN. Es esencial para formar personas íntegras”, finalizan.
El Cuento infantil “La princesa Ana” es una de las historias que propone la ONG. En todo cuento de princesas tiene que haber una rana a la que dándole un beso se convierta en… y aquí llegó el momento de cambiar la tradición… Texto e ilustraciones de M. Luisa Guerrero
Leemos en Dos Manzanas que un amplio estudio dirigido por investigadores de las Universidades de Arlington (Texas) y Carolina Oriental, en Estados Unidos, ha determinado que la orientación sexual de los padres no tiene ninguna influencia sobre el mayor o menor desarrollo de problemas emocionales en sus hijos adoptados.
Para determinar si la orientación sexual podía suponer o no un elemento predictivo sobre el desarrollo emocional de los niños, los investigadores compararon los datos de 1.229 familias heteroparentales con los procedentes de 155 familias homporentales. La evaluación de cada familia incluía datos sobre las características de padres e hijos, dinámica familiar, historial del niño anterior a la adopción, situación emocional actual y problemas de comportamiento.
El estudio sí que ha encontrado otros factores predictivos estadísticamente significativos, como la edad de los niños o el haber sufrido abusos con anterioridad a la adopción (en sentido negativo) o el hecho de que el proceso de adopción se desarrollara de forma satisfactoria, el nivel de ingresos o una dinámica familiar adecuada (en sentido positivo).
El estudio ha sido publicado en el último número de la revista especializada Adoption Quarterly.
Le van a explicar a Dios de moral?
Un alto cargo del Vaticano afirma que la homosexualidad es “éticamente inaceptable”. Lo inaceptable es la existencia del Estado Vaticano y su falta de democracia.
Nos gustaría dejar de publicar noticias de este tipo, pero parece que la maldad de los jerarcas vaticanos no descansa. Lo que es inaceptable es que los dirigentes de un Estado no democrático pretenda dar lecciones a los poderes públicos, influir en la política de los estados e insultar y discriminara los homosexuales y mujeres. Es urgenteque la Iglesia católica deje de ser el refugio de la Caverna y del integrismo.
que El presidente del Pontificio Consejo para la Familia, el cardenal Ennio Antonelli afirmó hoy que la homosexualidad es “éticamente inaceptable” durante la sesión de apertura de hoy del Sínodo de los Obispos para Africa que se está celebrando en el Vaticano.
“Bajo la excusa de una justa igualdad de dignidad y de derechos se quiere dar como irrelevante las diferencias naturales entre hombres y mujeres como si fueran indiferenciados, y por lo tanto, equivalentes a todas las orientaciones y comportamientos sexuales, con implicaciones éticamente inaceptables”, afirma el purpurado, según recoge Radio Vaticano.
Antonelli alertó además de que la teoría de género, a la que se refirió como “residuo tóxico”, se está infiltrando en la sociedad africana.
Por su parte, el arzobispo de Johannesburgo y presidente de la Conferencia Episcopal Sudafricana, monseñor Joseph Tlhagale, denunció que los valores del Evangelio están amenazados por una ética que “trata de persuadir a los africanos de aceptar conceptos nuevos y diferentes de la familia, del matrimonio y de la sexualidad humana”.
“Las culturas de Africa están sometidas a una fuerte presión del liberalismo, la secularización y los grupos de presión que campean en las Naciones Unidas”, agregó el prelado sudafricano.
En este sentido, instó a los laicos a que den testimonio en el ámbito público, en sus familias y en sus lugares de trabajo.
“La jerarquía no cuenta con miembros creíbles en la labor de transfrmación de Africa; los laicos católicos deben ser tenidos en cuenta por su fe, la jerarquía no puede hacer todo por sí sola”, concluyó.
Buena iniciativa que nos habla de padres y madres valientes que no miran para otro lado…
Un documento, elaborado por la Asociación de Madres y Padres de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales (AMPGYL), que pretende luchar contra la desinformación y enseñar a combatir los prejuicios.
Una guía que pretende ayudar a los padres de hijos e hijas gays, lesbianas, bisexuales y transexuales fue presentada con el objetivo de que ninguna familia viva “a escondidas” el tema.
Al dar a conocer la guía, calificada como “necesaria y de mucha utilidad” por Pedro Zerolo, se resaltó que el 47,2% de los adolescentes y jóvenes no heterosexuales considera negativa la actitud de su familia respecto a su condición sexual.
Además, según un estudio de la Federación Española de Gays y Lesbianas, sólo el 45% cuenta con el apoyo de su madre, porcentaje que es todavía menor, el 32%, cuando se trata del padre. Y aún peor en el caso de profesores (23%) y médicos (18,8%).
La guía es una iniciativa de la Asociación de Madres y Padres de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales (AMPGYL), en colaboración con la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF) y el Ministerio de Sanidad y Política Social, que ha financiado su edición.
A través de sus 19 páginas, explica a padres y madres que “enamorarse y amarse son sentimientos que no pertenecen únicamente a la pareja heterosexual”, o trata de convencerles de que no consientan que sus hijos vivan a escondidas sus sentimientos ni que “duden” de su calidad humana por el hecho de ser homosexuales, lesbianas, bisexuales o transexuales.
El documento pretende terminar con la desinformación y hablar claro a padres y madres sobre el comportamiento sexual de sus hijos, sobre sus proyectos de vida o su capacidad para formar una familia sin etiquetas, al tiempo que da pautas para combatir el rechazo social, los estereotipos y roles de género. “Que cuando esperen un bebé -subraya el texto- no presupongan su heterosexualidad”.
Se habla de culpas -“nadie escoge ser heterosexual, homosexual, bisexual ni tampoco transexual, sino que nos viene dado”- y de la necesidad de combatir la soledad y las frustraciones.
Los promotores de esta guía son padres y madres que saben de lo que hablan, porque han vivido esos miedos y temores, quieren que se convierta en “un soporte y ayuda para concienciar a las familias para que se acerquen a sus hijos e hijas y aprendan a comunicarse con ellos y ellas”.
Es necesario “prestarles el tiempo suficiente para detectar su estado de ánimo por culpa de una sociedad intolerante y excluyente”, según la presidenta de UNAF, Juana Angulo.
Esta guía contribuye a “hacer familias, todo tipo de familias, más saludables”, destacó Pedro Zerolo, quien se refirió a la necesidad de que padres y madres de hijos no heterosexuales “se hagan también visibles”. “La diversidad -insistió- es riqueza, el mejor antídoto contra la discriminación”.
“Más familias sanas contribuyen a crear una sociedad más saludable”, dijo Esther Nolla, presidenta de la AMPGYL, organización que trabaja para “acoger, escuchar, compartir y ayudar a no silenciar los sentimientos”.
Como sodomizar a los niños...
veamos otro ejemplito:
Hijos en el armario
Jueves, 7 de mayo de 2009
He leído en el Blog Homoprotestantes este magnífico artículo:
“Lo chocante es que para ellos el sexo solo tiene razón en la procreación, ¿ y entonces?. Resulta que sin preguntar tienen hijos desde hace eones, con mujeres víctimas de una mentira de amor, con otras que han cedido ante un bello rostro conscientes de su ¨desviación¨ y con algunas que aun gustando de la orquídea salvaje buscan un amigo gay para tener un hijo. Dicen que la basura quiere salir bajo la alfombra y hacerse ley, pero es que aunque vivamos al margen de la ley, no morimos del todo; existen grupos sociales viviendo entre líneas, haciendo trampas para sobrevivir, todos los conocemos y nos ¨conozcamos¨ pero preferimos callar. Nos encanta prohibir y mal usar el poder, creernos todopoderosos condenando el placer y coronando el dolor. Dicen que no se mueve una hoja sin que Dios lo quiera, pero hay hojas que no quieren que se muevan. Me pregunto ¿quién dominará la mano de Dios?; los buenos abortando por ley y los malos pariendo sin ley, pero nada, pongámonos las máscaras de serios que ahora inicia el carnaval. Por alguna razón Dios ha querido que estemos juntos, justos y pecadores, pero quienes somos unos y quienes los otros solo lo decide El. Los deberes cristianos son respetar, aceptar, escuchar y amar sobre todas las cosas, siendo todo lo buenos que nuestra humanidad nos permita. Son tantas las debilidades y carencias físicas, mentales, espirituales, económicas, religiosas y culturales, que nuestro señor Jesús dijo: Padre perdónalos porque no saben lo que hacen, como si le dijese algo que la divinidad no supiese y que el descubre en su humana encarnación. ¡Qué ciegas interpretaciones las que se hacen sin el cristal del amor!, ¡que soberbia más grande la de aquellos que se creen infalibles!, ¡que rodillas tan duras de doblar!, no caen en cuenta que ya no creemos en el cuco. La sociedad de hoy requiere de nuevos y verdaderos líderes espirituales de carne y hueso, sin pompa ni miedo, que tengan sexo y que no sean hipócritas.
La homosexualidad existe desde tiempos inmemorables y no siempre ha sido históricamente rechazada. En la Edad Media la iglesia católica unía personas del mismo sexo en santo matrimonio, esto lo descubrió hace una década el profesor de historia medieval de la universidad de Yale, John Boswell, quien publicó su hallazgo en un libro titulado “Cristianismo, tolerancia social y homosexualidad ( Ed. Munchnik)¨¨ . Boswell encuentra en su recorrido por bibliotecas de Europa, incluida la vaticana, 80 manuscritos de ceremonias de bodas gays, en las que se invocaba como protectores a San Sergio y San Baco, dos oficiales romanos que eran pareja y vivieron entre el siglo III y IV . La liturgia matrimonial gay más antigua, según Boswell procede de un manuscrito griego –el Barberini 336- conservado en los archivos vaticanos. La discriminación sexual es una lacra social que al igual que la sufrida por raza, genero, status económico, religión y cualquiera que sea su manifestación debe ser erradicada. Lo que un joven gay tiene que escuchar desde niño y callarse es más que un abuso infantil, es un crimen. Ser golpeados por sus padres adoctrinados cristianamente, ser rechazados por los amiguitos recibiendo todo tipo de insultos. Crecer en medio de las preguntas y cuestionamientos clásicos en una sociedad machista: ¿cuándo tendrás novia? y ¿ya te estrenaste? Recibir constantes críticas y castigos: no te pongas esa ropa, no juegues con niñas, deja de leer y juega béisbol. Descubrir un día que lo que te gusta no debe gustarte y que te tiene que gustar otra cosa y entonces te acostumbras a mentir para sobrevivir y a sentir vergüenza de ti mismo por ser de los peores pecadores, porque se puede ser de todo menos eso. Torturados en sus tiernos años, robándoles una vida que no se repetirá, un tiempo que pudo ser hermoso nunca lo recordarán como tal. Vivir la antesala del infierno en tu propia casa y recibir de los seres que mas amas las más duras miradas. Conformarte con las migajas de cariño de los que se aprovechan de tu bondad y sienten pena porque eres así. Ser extraditado y vivir en el exilio, si la familia es rica y puede sacar del país a la oveja más negra, la deshonra familiar y sino el ostracismo de cuerpo presente o la última opción, la alternativa más triste, el suicidio; para algo sin cura, que no es enfermedad ni te lo puedes arrancar y encima te encanta. Conservar la autoestima en estas condiciones es una proeza, conservar un corazón sano y amar es un milagro.
Ciertamente estamos rodeados de milagros vivientes, seres con una capacidad de amor y perdón superiores, aunque también, y son la mayoría, seres muy dañados síquica, emocional y espiritualmente; seres abusados, una palabrita muy utilizada hoy en día para defender a los ¨normales¨, los gays no disfrutamos ese derecho. Hace poco tiempo tuve en mi consulta una madre que dejó de hablarle a su hijo por meses cuando por fin lo supo; siempre lo intuyó desde que era un niño pero tuvo que escucharlo de labios de una amiga querida que le sirvió de mensajera, el no tuvo el valor de ver el rostro de su madre cuando le dijese que era lo que ella siempre había rechazado. Ahora, le dije, usted sabrá después de veintitantos años, quien es en verdad el hijo fuera del armario, usted es ahora la madre de un gay y sufrirá en carne propia lo que el ha sufrido en silencio, observará ansiosa las miradas de los demás pensando si lo sabrán, escuchará los chistes sobre pájaros como si fuesen burlas hacia usted, sabrá de los años perdidos e irrecuperables de su infancia cuando lo encontró con una muñeca y lo marcó para siempre. Sentirá lo que él siente cuando escucha a las autoridades condenar, denostar y gentilizar su sexualidad, llorará lo que el llora cuando unos asquerosos se sienten con el derecho de señalarlo.
Pero si es más que inteligente, sabia, verá el excelente hijo que tiene: tierno, cariñoso, profesional, estudioso, serio, sano, y que la única diferencia, lo único que usted no sabía era lo que él entendía podía hacerla sufrir y perder en sus ojos la admiración merecida. Tenemos la oportunidad ahora de cada uno en nuestros hogares respetarnos y aceptarnos, no esperar que el gobierno, temeroso de que se les caigan los que cuelgan, aprueben una ley de libertad sexual en pleno siglo XXI; no esperar que los religiosos nos digan todo lo que debemos hacer, dejemos que la voz de Dios nos hable, las traducciones siempre interfieren, dejemos que el amor permanezca entre nosotros, que la verdad nos haga libres y el amor es la única verdad. La vida de tu hijo es ahora. Quizás dentro de 200 años la religión cambie de parecer y se arrodille en algún portal en reverencia pidiendo perdón al primer homosexual martirizado, en un show de esos lindos que saben hacer. Pero tú, no postergues la felicidad ni la educación de tu hijo, el puede pertenecer a la nueva generación de gays sanos, equilibrados y orgullosos de ser quienes somos. Si tu cristianismo te empodera para maltratar y juzgar, ¿quien tiene mayor pecado?; ¿Cuando entenderemos que la única ley es el amor?, y que este romperá con todas las que estén en contra, el que tenga oídos que escuche”.
Juan Jiménez Coll, gay, arquitecto y consultor espiritual.
Bueno, esto es el colmo del culme de
este
desorden de identidad de genero¡¡¡ depravacion
El siguiente articulo da asco porque hacen una burla al matrimonio y el bautizo... y todo para satisfacer un capricho hormonado...
Sí, no estamos bebidos… Es cierto lo que habéis leído en el titular. En Argentina, dos madres lesbianas han bautizado a su hija, según nos cuenta el diario Clarín. Las madres, de 25 y de 29 años, son dos lesbianas católicas de Paraná que tuvieron que desplarse hasta Buenos Aires para poder cumplir con su sueño de bautizar a su bebé. Aunque para ello, tuvieron que encontrar una iglesia luterana que aceptase celebrar el bautizo, ya que en la Iglesia Católica es todavía complicado celebrar una ceremonia de estas características pero se abre todo un interrogante. En la fotografía vemos a claudia que sostiene a Bianca mientras el pastor Albertsen la bautiza. A su lado, Paola, la otra mamá.
Claudia Giménez y Paola Relea son católicas, pero su hija Bianca recibió el sacramento en la Iglesia Luterana Dinamarquesa. “Es una esperanza. Significa que se está aceptando la diversidad”, dijeron.
Llegaron desde Paraná hasta Buenos Aires para bautizar a su beba, Bianca. No les importó viajar, ni que ella recibiera este sacramento en una iglesia luterana, siendo ellas católicas. Cuando en Internet encontraron una iglesia que aceptaría bautizarla sin problemas, eligieron la fecha y se subieron al micro.
Bianca Juliana Giménez Relea tiene tres meses y dos mamás, Claudia Giménez (35) y Paola Relea (29). La pareja está junta desde hace siete años y ya ostentaba el privilegio de haber sido, en octubre de 2010, la primera de dos personas del mismo sexo en casarse en Paraná.
Ahora es también la primera en Latinoamérica en bautizar a un hijo.
La ceremonia se hizo ayer antes del mediodía en la pintoresca Iglesia Dinamarquesa de Buenos Aires, un angosto edificio de ladrillos a la vista que llama la atención en Carlos Calvo al 200, en San Telmo. Fue una reunión íntima : las mamás, la madrina, el padrino y unas 20 personas más se emocionaron cuando el pastor luterano Andrés Albertsen invitó “a las dos madres” al altar.
“Es una emoción enorme haberla bautizado. Hace tres días que estábamos histéricas, yendo de acá para allá, pero estamos tan felices”, cuenta emocionada Claudia. “Ya cuando empezamos a salir sabíamos que teníamos el mismo proyecto de vida, que era formar una familia con otra mujer y tener un hijo. Al tiempo de ponernos en pareja, nos unimos civilmente y cuando yo estaba embarazada de Bianca de siete meses nos casamos, así que me casé con el bombo”, se ríe Paola, sosteniendo en sus brazos a Bianca. La chiquita se mantuvo tranquila toda la ceremonia, que transcurrió entre bendiciones, sermones e himnos cantados en danés.
Además de un motivo de festejo familiar, el bautismo fue una reivindicación de los derechos de las personas homosexuales. Por eso estuvo Alejandra Portatadino, miembro de la Iglesia Luterana Dinamarquesa e integrante de la Comisión Directiva de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA). “Para nosotros, desde la Comunidad Homosexual Argentina, este es un evento muy emotivo porque marca, sobre todo, que el amor no tiene sexo y que Dios nos acepta a todos por igual”, sostuvo Portatadino. Y agregó: “Que somos todos iguales es precisamente el concepto que venimos trabajando en la CHA hace 25 años, cuando fue la primera marcha del orgullo. Eramos 30 personas y con caretas, nunca nos hubiéramos imaginado un acontecimiento como este bautismo”.
También para las mamás, que ya habían perdido otro bebé, el nacimiento de Bianca fue una bendición, y su bautismo, toda una fiesta.“Cuando vino Bianca nos dio vida de nuevo, fue un regalo de Dios. Y este bautismo es para nosotras una esperanza, significa que se está aceptando la diversidad, que hay familias diferentes, que de hecho existen hace tiempo. Que nos acepten a nosotras y a Bianca es algo que nos emocionó un montón”, cuenta Paola, que es ama de casa, mientras que Claudia trabaja en una cooperativa. Aunque es católica, Paola dice que ni quisieron intentar que el bautismo fuera por ese culto:“Me desilusionó la discriminación que sentimos por ser lesbianas, y hacia nuestros amigos gays y travestis. Preferimos que Bianca pertenezca a esta Iglesia en la que no la discriminan ni a ella ni a nosotras”.
Al preguntarles por estos tres meses como mamás, sostienen que esta experiencia fue un verdadero aprendizaje, pero que al ser dos mujeres les fue más fácil. En cuanto a la futura crianza de Bianca, sostienen:“Lo que tenemos pensado para ella es ir siempre con la verdad: que tiene un papá, y que no quiere la paternidad. No queremos ocultarle nada”.
Para el pastor Albertsen, se debe “atender al hecho de que hay muchas personas con orientaciones sexuales de las más variadas que también tienen inquietudes religiosas. Es absurdo que persista la discriminación ”.
La Iglesia Dinamarquesa de Argentina, fundada en 1924, mantuvo siempre una postura de apertura hacia la comunidad homosexual y desde que en diciembre de 2002 se sancionó la Unión Civil en la ciudad de Buenos Aires, realizó numerosas bendiciones de parejas sin importar su orientación sexual.
Mientras tanto, Bianca, con sus tres meses de vida, sonríe en los brazos de una de sus dos mamás. Pero si bien está vestida para la ocasión, no sabe que es parte de un acontecimiento tan importante, ni tampoco que fue la primera en algo. Algún día lo sabrá.
LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO
La Ideología de Género: Sus Peligros y Alcances
Por Jutta Burggraf
Es claro que para esta nueva "perspectiva de género", la realidad de la naturaleza incomoda, estorba, y por tanto, debe desaparecer. Esta perspectiva de género que se quiere imponer desde los organismos internacionales está en la misma línea contraria al orden natural como el antinatalismo.
"El género es una construcción cultural; por consiguiente no es ni resultado causal del sexo ni tan aparentemente fijo como el sexo... Al teorizar que el género es una construcción radicalmente independiente del sexo, el género mismo viene a ser un artificio libre de ataduras; en consecuencia hombre y masculino podrían significar tanto un cuerpo femenino como uno masculino; mujer y femenino, tanto un cuerpo masculino como uno femenino".
Estas palabras que podrían parecer tomadas de un cuento de ciencia ficción que vaticina una seria pérdida de sentido común en el ser humano, no son otra cosa que un extracto del libro "Gender Trouble: Feminism and the Subversion of Identity" (El Problema del Género: el Feminismo y la Subversión de la Identidad") de la feminista radical Judith Butler, que viene siendo utilizado desde hace varios años como libro de texto en diversos programas de estudios femeninos de prestigiosas universidades norteamericanas, en donde la perspectiva de género viene siendo ampliamente promovida.
Mientras muchos podrían seguir considerando el término 'género' como simplemente una forma cortés de decir 'sexo' para evitar el sentido secundario que 'sexo' tiene en inglés, y que por tanto 'género' se refiere a seres humanos masculinos y femeninos, existen otros que desde hace ya varios años han decidido difundir toda una "nueva perspectiva" del término. Esta perspectiva, para sorpresa de muchos, se refiere al término género como "roles socialmente construidos".
La IV Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer, realizada en setiembre de 1995 en Pekín, fue el escenario elegido por los promotores de la nueva perspectiva para lanzar una fuerte campaña de persuasión y difusión. Es por ello que desde dicha cumbre la "perspectiva de género" ha venido filtrándose en diferentes ámbitos no sólo de los países industrializados, sino además de los países en vías de desarrollo.
Definición del término "género"
Precisamente en la cumbre de Pekín, muchos de los delegados participantes que ignoraban esta "nueva perspectiva" del término en cuestión, solicitaron a sus principales propulsores una definición clara que pudiera iluminar el debate. Así, la directiva de la conferencia de la ONU emitió la siguiente definición:
"El género se refiere a las relaciones entre mujeres y hombres basadas en roles definidos socialmente que se asignan a uno u otro sexo".
Esta definición creó confusión entre los delegados a la cumbre, principalmente entre los provenientes de países católicos y de la Santa Sede, quienes solicitaron una mayor explicitación del término ya que se presentía que éste podría encubrir una agenda inaceptable que incluyera la tolerancia de orientaciones e identidades homosexuales, entre otras cosas. Fue entonces que Bella Abzug, ex-diputada del Congreso de los Estados Unidos intervino para completar la novedosa interpretación del término "género":
"El sentido del término 'género' ha evolucionado, diferenciándose de la palabra 'sexo' para expresar la realidad de que la situación y los roles de la mujer y del hombre son construcciones sociales sujetas a cambio".
Quedaba claro pues que los partidarios de la perspectiva de género proponían algo mucho más temerario como por ejemplo que "no existe un hombre natural o una mujer natural, que no hay conjunción de características o de una conducta exclusiva de un sólo sexo, ni siquiera en la vida psíquica". Así, "la inexistencia de una esencia femenina o masculina nos permite rechazar la supuesta 'superioridad' de uno u otro sexo, y cuestionar en lo posible si existe una forma 'natural' de sexualidad humana".
Ante tal situación, muchos delegados cuestionaron el término así como su inclusión en el documento. Sin embargo, la ex-diputada Abzug abogó férreamente en su favor:
"El concepto de 'género' está enclavado en el discurso social, político y legal contemporáneo. Ha sido integrado a la planificación conceptual, al lenguaje, los documentos y programas de los sistemas de las Naciones Unidas... los intentos actuales de varios Estados Miembros de borrar el término 'género' en la Plataforma de Acción y reemplazarlo por 'sexo' es una tentativa insultante y degradante de revocar los logros de las mujeres, de intimidarnos y de bloquear el progreso futuro".
El apasionamiento de Bella Abzug por incluir el término en Pekín llamó la atención de muchos delegados. Sin embargo, el asombro y desconcierto fue mayor luego que uno de los participantes difundiera algunos textos empleados por las feministas de género, profesoras de reconocidos Colleges y Universidades de los Estados Unidos. De acuerdo a la lista de lecturas obtenida por el delegado, las "feministas de género" defienden y difunden las siguientes definiciones:
- Hegemonía o hegemónico: Ideas o conceptos aceptados universalmente como naturales, pero que en realidad son construcciones sociales.
- Desconstrucción: La tarea de denunciar las ideas y el lenguaje hegemónico (es decir aceptados universalmente como naturales), con el fin de persuadir a la gente para creer que sus percepciones de la realidad son construcciones sociales.
- Patriarcado, Patriarcal: Institucionalización del control masculino sobre la mujer, los hijos y la sociedad, que perpetúa la posición subordinada de la mujer.
- Perversidad polimorfa, sexualmente polimorfo: Los hombres y las mujeres no sienten atracción por personas del sexo opuesto por naturaleza, sino más bien por un condicionamiento de la sociedad. Así, el deseo sexual puede dirigirse a cualquiera.
- Heterosexualidad obligatoria: Se fuerza a las personas a pensar que el mundo está dividido en dos sexos que se atraen sexualmente uno al otro.
- Preferencia u orientación sexual: Existen diversas formas de sexualidad -incluyendo homosexuales, lesbianas, bisexuales, transexuales y trasvestis- como equivalentes a la heterosexualidad.
- Homofobia: Temor a relaciones con personas del mismo sexo; personas prejuiciadas en contra de los homosexuales. (El término se basa en la noción de que el prejuicio contra los homosexuales tiene sus raíces en el ensalzamiento de las tendencias homosexuales).
Estas definiciones fueron tomadas del material obligatorio del curso "Re-imagen del Género" dictado en un prestigioso College norteamericano. Asimismo, las siguientes afirmaciones corresponden a la bibliografía obligatoria del mismo:
"La teoría feminista ya no puede darse el lujo simplemente de vocear una tolerancia del 'lesbianismo' como 'estilo alterno de vida' o hacer alusión de muestra a las lesbianas. Se ha retrasado demasiado una crítica feminista de la orientación heterosexual obligatoria de la mujer".
"Una estrategia apropiada y viable del derecho al aborto es la de informar a toda mujer que la penetración heterosexual es una violación, sea cual fuere su experiencia subjetiva contraria."
Las afirmaciones citadas podrían parecer suficientemente reveladoras sobre la peligrosa agenda de los promotores de esta "perspectiva". Sin embargo, existen aún otros postulados que las "feministas de género" propagan cada vez con mayor fuerza:
"Cada niño se asigna a una u otra categoría en base a la forma y tamaño de sus órganos genitales. Una vez hecha esta asignación nos convertimos en lo que la cultura piensa que cada uno es -femenina o masculino-. Aunque muchos crean que el hombre y la mujer son expresión natural de un plano genético, el género es producto de la cultura y el pensamiento humano, una construcción social que crea la 'verdadera naturaleza' de todo individuo."
Es así que para las "feministas de género", éste "implica clase, y la clase presupone desigualdad. Luchar más bien por desconstruir el género llevará mucho más rápidamente a la meta".
El feminismo de género
Pero en qué consiste el "feminismo de género" y cuál es la diferencia con el comúnmente conocido feminismo. Para comprender más a profundidad el debate en torno al "término género", vale la pena responder a esta pregunta.
El término "feministas de género" fue acuñado en primer lugar por Christina Hoff Sommers en su libro "Who Stole Feminism?" ("¿Quién se robó el Feminismo?"), con el fin de distinguir el feminismo de ideología radical surgido hacia fines de los 60's, del anterior movimiento feminista de equidad.
Aquí las palabras de Hoff Sommers:
"El feminismo de equidad es sencillamente la creencia en la igualdad legal y moral de los sexos. Una feminista de equidad quiere para la mujer lo que quiere para todos: tratamiento justo, ausencia de discriminación. Por el contrario, el feminismo del 'género' es una ideología que pretende abarcarlo todo, según la cual la mujer norteamericana está presa en un sistema patriarcal opresivo. La feminista de equidad opina que las cosas han mejorado mucho para la mujer; la feminista del 'género' a menudo piensa que han empeorado. Ven señales de patriarcado por dondequiera y piensan que la situación se pondrá peor. Pero esto carece de base en la realidad norteamericana. Las cosas nunca han estado mejores para la mujer que hoy conforma 55% del estudiantado universitario, mientras que la brecha salarial continúa cerrándose".
Al parecer, este "feminismo de género" tuvo una fuerte presencia en la Cumbre de Pekín. Así lo afirma Dale O'Leary, autora de numerosos ensayos sobre la mujer y participante en la Conferencia de Pekín, quien asegura que durante todas las jornadas de trabajo, aquellas mujeres que se identificaron como feministas abogaron persistentemente por incluir la "perspectiva del género" en el texto, por la definición de "género" como 'roles socialmente construidos' y por el uso de "género" en sustitución de 'mujer' o de masculino y femenino.
De hecho todas las personas familiarizadas con los objetivos del "feminismo de género", reconocieron inmediatamente la conexión entre la mencionada ideología y el borrador del "Programa de Acción" del 27 de febrero que incluía propuestas aparentemente inocentes y términos particularmente ambiguos.
Neo Marxismo
En palabras de Dale O'Leary, la teoría del "feminismo de género" se basa en una interpretación neo-marxista de la historia. Comienza con la afirmación de Marx, de que toda la historia es una lucha de clases, de opresor contra oprimido, en una batalla que se resolverá solo cuando los oprimidos se percaten de su situación, se alcen en revolución e impongan una dictadura de los oprimidos. La sociedad será totalmente reconstruida y emergerá la sociedad sin clases, libre de conflictos, que asegurará la paz y prosperidad utópicas para todos.
O'Leary agrega que Frederick Engels fue quien sentó las bases de la unión entre el marxismo y el feminismo. Para ello cita el libro "El Origen de la Familia, la Propiedad y el Estado", escrito por el pensador alemán en 1884 en el que señala:
"El primer antagonismo de clases de la historia coincide con el desarrollo del antagonismo entre el hombre y la mujer unidos en matrimonio monógamo, y la primera opresión de una clase por otra, con la del sexo femenino por el masculino"
Según O'Leary, los marxistas clásicos creían que el sistema de clases desaparecería una vez que se eliminara la propiedad privada, se facilitara el divorcio, se aceptara la ilegitimidad, se forzara la entrada de la mujer al mercado laboral, se colocara a los niños en institutos de cuidado diario y se eliminara la religión. Sin embargo, para las "feministas de género", los marxistas fracasaron por concentrarse en soluciones económicas sin atacar directamente a la familia, que era la verdadera causa de las clases.
En ese sentido, la feminista Shulamith Firestone afirma la necesidad de destruir la diferencia de clases, más aún la diferencia de sexos:
"... asegurar la eliminación de las clases sexuales requiere que la clase subyugada (las mujeres) se alce en revolución y se apodere del control de la reproducción; se restaure a la mujer la propiedad sobre sus propios cuerpos, como también el control femenino de la fertilidad humana, incluyendo tanto las nuevas tecnologías como todas las instituciones sociales de nacimiento y cuidado de niños. Y así como la meta final de la revolución socialista era no sólo acabar con el privilegio de la clase económica, sino con la distinción misma entre clases económicas, la meta definitiva de la revolución feminista debe ser igualmente -a diferencia del primer movimiento feminista- no simplemente acabar con el privilegio masculino sino con la distinción de sexos misma: las diferencias genitales entre los seres humanos ya no importarían culturalmente"
Cuando la Naturaleza estorba
Es claro pues que para esta nueva "perspectiva de género", la realidad de la naturaleza incomoda, estorba, y por tanto, debe desaparecer. Al respecto, la propia Shulamith Firestone decía:
"Lo 'natural' no es necesariamente un valor 'humano'. La humanidad ha comenzado a sobrepasar a la naturaleza; ya no podemos justificar la continuación de un sistema discriminatorio de clases por sexos sobre la base de sus orígenes en la Naturaleza. De hecho, por la sola razón de pragmatismo empieza a parecer que debemos deshacernos de ella"
Para los apasionados defensores de la "nueva perspectiva", no se deben hacer distinciones porque cualquier diferencia es sospechosa, mala, ofensiva. Dicen además que toda diferencia entre el hombre y la mujer es construcción social y por consiguiente tiene que ser cambiada. Buscan establecer una igualdad total entre hombre y mujer, sin considerar las naturales diferencias entre ambos, especialmente las diferencias sexuales; más aún, relativizan la noción de sexo de tal manera que, según ellos, no existirían dos sexos, sino más bien muchas "orientaciones sexuales".
Así, los mencionados promotores del "género" no han visto mejor opción que declararle la guerra a la naturaleza y a las opciones de la mujer. Según O'Leary, las "feministas de género" a menudo denigran el respeto por la mujer con la misma vehemencia con que atacan el irrespeto, porque para ellas el "enemigo" es la diferencia.
Sin embargo, es evidente que no toda diferencia es mala ni mucho menos irreal. Tanto el hombre como la mujer -creados a imagen y semejanza de Dios- tienen sus propias particularidades naturales que deben ser puestas al servicio del otro, para alcanzar un enriquecimiento mutuo.
Esto, claro está, no significa que los recursos personales de la femineidad sean menores que los recursos de la masculinidad; simplemente significa que son diferentes.
En tal sentido, si aceptamos el hecho de que hombre y mujer son diferentes, una diferencia estadística entre hombres y mujeres que participen en una actividad en particular, podría ser más que una muestra de discriminación, el simple reflejo de esas diferencias naturales entre hombre y mujer.
No obstante, ante la evidencia de que estas diferencias son naturales, los propulsores de la "nueva perspectiva" no cuestionan sus planteamientos sino más bien atacan el concepto de naturaleza.
Además, consideran que las diferencias de "género", que según ellos existen por construcción social, fuerzan a la mujer a ser dependiente del hombre y por ello, la libertad para la mujer consistirá, no en actuar sin restricciones indebidas, sino en liberarse de "roles de género socialmente construidos". En ese sentido, Ann Ferguson y Nancy Folbre afirman:
"... las feministas deben hallar modos de apoyo para que la mujer identifique sus intereses con la mujer, antes que con sus deberes personales hacia el hombre en el contexto de la familia. Esto requiere establecer una cultura feminista revolucionaria auto-definida de la mujer, que pueda sostener a la mujer, ideológica y materialmente 'fuera del patriarcado'. Las redes de soporte contra-hegemónico material y cultural pueden proveer substitutos mujer-identificados de la producción sexo-afectiva patriarcal, que proporcionen a las mujeres mayor control sobre sus cuerpos, su tiempo de trabajo y su sentido de sí mismas."
Con dicho fin, Ferguson y Folbre diseñan 4 áreas claves de "ataque":
1) Reclamar apoyo económico oficial para el cuidado de niños y los derechos reproductivos.
2) Reclamar libertad sexual, que incluye el derecho a la preferencia sexual (derechos homosexuales/lesbianos).
3) El control feminista de la producción ideológica y cultural (es importante porque la producción cultural afecta los fines, el sentido de sí mismo, las redes sociales y la producción de redes de crianza y afecto, amistad y parentesco social).
4) Establecer ayuda mutua: sistemas de apoyo económico a la mujer, desde redes de identificación única con la mujer, hasta juntas de mujeres en los sindicatos que luchen por los intereses femeninos en el trabajo asalariado.
Una buena excusa: La mujer
Luego de revisar la peculiar "agenda feminista", Dale O'Leary evidencia que el propósito de cada punto de la misma no es mejorar la situación de la mujer, sino separar a la mujer del hombre y destruir la identificación de sus intereses con los de sus familias. Asimismo, agrega la experta, el interés primordial del feminismo radical nunca ha sido el de mejorar directamente la situación de la mujer ni aumentar su libertad. Por el contrario, para las feministas radicales activas, las mejoras menores pueden obstaculizar la revolución de clase sexo/género.
Esta afirmación es confirmada por la feminista Heidi Hartmann que radicalmente afirma:
"La cuestión de la mujer nunca ha sido la 'cuestión feminista'. Esta se dirige a las causas de la desigualdad sexual entre hombres y mujeres, del dominio masculino sobre la mujer"
No en vano, durante la Conferencia de Pekín, la delegada canadiense Valerie Raymond manifestó su empeño en que la cumbre de la mujer se abordara paradójicamente "no como una 'conferencia de la mujer'" sino que "los temas debían enfocarse a través de una 'óptica de género'".
Así, dice O'Leary, la "nueva perspectiva" tiene como objeto propulsar la agenda homosexual/lesbiana/bisexual/transexual, y no los intereses de las mujeres comunes y corrientes.
Roles socialmente construidos
Para tratar este punto, tomemos la definición de "género" señalada en un volante que fuera circulado en la Reunión del ComPrep (Comité Preparatorio de Pekín) por partidarias de la perspectiva en cuestión.
"Género se refiere a los roles y responsabilidades de la mujer y del hombre que son determinados socialmente. El género se relaciona a la forma en que se nos percibe y se espera que pensemos y actuemos como mujeres y hombres, por la forma en que la sociedad está organizada, no por nuestras diferencias biológicas".
Vale señalar que el término 'rol' distorsiona la discusión. Siguiendo el estudio de O'Leary, el 'rol' se define primariamente como: parte de una producción teatral en la cual una persona, vestida especialmente y maquillada, representa un papel de acuerdo a un libreto escrito. El uso del término 'rol' o de la frase 'roles desempeñados' transmite necesariamente la sensación de algo artificial que se le impone a la persona.
Cuando se sustituye 'rol' por otro vocablo -tal como vocación-, se pone de manifiesto cómo el término 'rol' afecta nuestra percepción de identidad. Vocación envuelve algo auténtico, no artificial, un llamado a ser lo que somos. Respondemos a nuestra vocación a realizar nuestra naturaleza o a desarrollar nuestros talentos y capacidades innatos. En ese sentido, por ejemplo, O'Leary destaca la vocación femenina a la maternidad, pues la maternidad no es un 'rol'.
Cuando una madre concibe a un hijo, emprende una relación de por vida con otro ser humano.
Esta relación define a la mujer, le plantea ciertas responsabilidades y afecta casi todos los aspectos de su vida. No está representando el papel de madre; es una madre. La cultura y la tradición ciertamente influyen sobre el modo en que la mujer cumple con las responsabilidades de la maternidad, pero no crean madres, aclara O'Leary.
Sin embargo, los promotores de la "perspectiva de género" insisten en decir que toda relación o actividad de los seres humanos es resultado de una "construcción social" que otorga al hombre una posición superior en la sociedad y a la mujer una inferior. Según esta perspectiva, el progreso de la mujer requiere que se libere a toda la sociedad de esta "construcción social", de modo que el hombre y la mujer sean iguales.
Para ello, las "feministas de género" señalan la urgencia de "desconstruir estos roles socialmente construidos", que según ellas, pueden ser divididos en tres categorías principalmente:
- Masculinidad y Feminidad. Consideran que el hombre y la mujer adultos son construcciones sociales; que en realidad el ser humano nace sexualmente neutral y que luego es socializado en hombre o mujer. Esta socialización, dicen, afecta a la mujer negativa e injustamente. Por ello, las feministas proponen depurar la educación y los medios de comunicación de todo estereotipo y de toda imagen específica de género, para que los niños puedan crecer sin que se les exponga a trabajos "sexo-específicos".
- Relaciones familiares: padre, madre, marido y mujer. Las feministas no sólo pretenden que se sustituyan estos términos "género-específicos" por palabras "género-neutrales", sino que aspiran a que no haya diferencias de conducta ni responsabilidad entre el hombre y la mujer en la familia. Según Dale O'Leary, ésta es la categoría de "roles socialmente construidos" a la que las feministas le atribuyen mayor importancia porque consideran que la experiencia de relaciones "sexo-específicas" en la familia son la principal causa del sistema de clases "sexo/géneros".
- Ocupaciones o profesiones. El tercer tipo de "roles socialmente construidos" abarca las ocupaciones que una sociedad asigna a uno u otro sexo.
Si bien las tres categorías de "construcción social" ya podrían ser suficientes, el repertorio de las "feministas de género" incluye una más: la reproducción humana que, según dicen, también es determinada socialmente. Al respecto, Heidi Hartmann afirma:
"La forma en que se propaga la especie es determinada socialmente. Si biológicamente la gente es sexualmente polimorfa y la sociedad estuviera organizada de modo que se permitiera por igual toda forma de expresión sexual, la reproducción sería resultado sólo de algunos encuentros sexuales: los heterosexuales. La división estricta del trabajo por sexos, un invento social común a toda sociedad conocida, crea dos géneros muy separados y la necesidad de que el hombre y la mujer se junten por razones económicas. Contribuye así a orientar sus exigencias sexuales hacia la realización heterosexual, y a asegurar la reproducción biológica. En sociedades más imaginativas, la reproducción biológica podría asegurarse con otras técnicas."
BIEN, AHORA VEREMOS LOS TEXTOS EDULCORADOS DE ESTA RAZA DE HOMOEXCREMENTALES EN LOS CUALES SE ATENTA CONTRA LA MORAL Y LAS BUENAS COSTUMBRES CATOLICAS, NO SE DEJE LLEVAR LO QUE MENCIONAN Y TENGA EN CUENTA QUE SU UNICA MOTIVACION ES HACERSEN DAR LASTIMA
(Nota: La biblia no es para excusarse de toda la inmoralidad
y las abominaciones que por placer cometa y desee que otros
cometan, recuerden que son de la biblia queer, osea la adulterada seccion de libros anatemas de los sodomitas)
(que imagen tan abominablemente inmoral, osea que quien tiene confusión de género o DIG debe aceptar su confusión y caer en ella por siempre?)
Hemos visto en el Blog Homoprotestantes esta interesante reflexión:
“Esta semana hemos descubierto el blog de Marcelo Saenz.
Pienso que la mayoría de los cristianos estará de acuerdo en ello, pero cuando los creyentes comienzan a buscar pautas éticas de cómo deben entender y vivir la sexualidad, comienzan a surgir las discrepancias.
La mayoría de los cristianos, católicos y evangélicos cree que la homosexualidad es incompatible con su fe, especialmente porque entiende que la Biblia “claramente lo dice así”. Prácticamente todos nosotros crecimos creyendo que la orientación homosexual es una cosa mala y que los actos sexuales entre personas del mismo sexo son pecado.
Lo cierto es que casi nadie llega a cuestionar seriamente si esto es realmente así. Mientras tanto opinan con escaso fundamento sobre el tema y los que tienen algún liderazgo lo trasmiten así desde los púlpitos.
Sin embargo tenemos que reconocer que casi nadie está debidamente equipado como para cuestionar la enseñanza que ha recibido sobre la homosexualidad. Todos dependemos -en muchas áreas de nuestra vida-, de lo que nos han enseñado pues casi nadie tiene a mano la información, el tiempo y la preparación necesarios para cuestionar todo asunto a través de los fundamentos que lo sostienen.
En las últimas décadas, se ha venido dando un serio y profundo re-examen de los textos bíblicos que tradicionalmente se han usado para condenar la homosexualidad y muchos de quienes tuvimos acceso a ello, hemos sentido la responsabilidad de comunicarlo a aquellos hermanos y hermanas en Cristo que ignoran tal cosa . Cuestionar un asunto, implica en primera instancia admitir la posibilidad de que lo que uno ha aprendido puede no ser objetivamente correcto. Resulta imprescindible despojarnos de los prejuicios y preconceptos; un verdadero desafío a nuestras estructuras mentales.
Son muchísimos los creyentes con orientación homosexual que sufren las consecuencias de una interpretación exclusivamente “literal” nunca cuestionada de ciertos textos de la Biblia. Sufren específicamente porque en nombre de esos textos se les cierra la posibilidad de experimentar aquello en lo cual todos estamos de acuerdo: que la sexualidad es una parte muy importante de la vida del ser humano. No me refiero solamente al placer del sexo, creado por Dios para felicidad de las personas, sino particularmente a la necesidad que tenemos de relacionarnos afectivamente, de enamorarnos, de no estar solos, de encontrar un compañero o compañera para transitar juntos la vida.
Cuestionar algo comprende indefectiblemente la tarea de informarnos y reflexionar, contemplando todas las fuentes y procurando sopesar todos los datos que recolectamos a fin de arribar a una conclusión. La mayoría de las personas que me leen, probablemente conozcan una sola campana: la interpretación tradicional que sostiene que la homosexualidad en la práctica es desaprobada por Dios en las Escrituras. El proceso de cuestionamiento implicará indagar responsablemente sobre la otra campana. En tal sentido recomiendo comenzar con la lectura del material de CEGLA
http://www.cegla-argentina.com.ar/ que denominamos “cuadernillo” el cual después de una introducción general, se extiende en la exégesis de seis de los textos bíblicos que tocan el asunto más directamente. Más de uno se sorprenderá.
Bueno, ahora vemos la pantalla de humo y la excusa ideal de tantas para decir que la homosexualidad no es inmoral ni los actos hechos ahi tampoco... si vemos biblicamente esto es MENTIRA... (solo con mencionar levitico 20,8-13 basta porque el resto tambien lo refuta)
Otra imagen abominable vendida y vendida es esta:
Me da asco ver que cada vez mas y cada segundo imagenes asi sean asociadas a la Pureza y Divinidad de Jesucristo y lo asocien como un Dios de sodomitas... ESO NO¡¡
La imagen fue usada para el documental "el muro rosa" (‘El muro rosa’ es un proyecto en el que Del Pozo ha invertido 100.000 euros. Una pieza inconcebible sin el escritor Pierrot: “Él lo guardaba todo en su casa, llena de libros y cintas, y ha aportado casi toda la documentación”, explicó durante un pase de su ‘ópera prima’ en la plataforma Diversidad 2011. Un acto, y también un documental, dedicado Pierrot, que falleció hace pocas semanas.)
Creanme, la abominacion va hasta pintorezca y atrevida...
EL DISCURSO DE DESPEDIDA: LAS INSTRUCCIONES DE JESÚS A LOS CRISTIANOS “OUT”
Acerca de la quinta parte del Evangelio está dedicada al discurso de despedida de Jesús (13.31-17.26), en su última cena. Comienza con un fragmento litúrgico: “Ahora el Hijo del Hombre recibe honra, Dios también recibe honra a través de él, entonces le dará honra al Hijo del hombre a través de sí mismo, y lo hará muy pronto” (13.31-2) El discurso de despedida comienza con este fragmento litúrgico y termina con la oración sacerdotal de glorificación, en el capítulo 17.
Jesús anuncia el final de la existencia encarnada. La muerte traerá el fin de la encarnación, pero también inaugurará la venida del Espíritu Santo. El discurso de despedida es el corazón del Evangelio, el discurso más importante entregado para preparar a los discípulos para la partida de Jesús y su entrega del Espíritu Santo. Es una instrucción para los discípulos de la post-resurrección, sobre cómo vivir en el mundo lleno de conflicto y antagonismo. Es en esta importante sección del Evangelio que el discípulo amado es presentado por primera vez y se le da preeminencia. Yo interpreto el discurso de despedida de Jesús y la oración, como instrucciones a sus discípulos sobre cómo salir al mundo y vivir en él. La comunidad Juanina sufre similares antagonismos y hostilidades a nuestras personas “queer”.
El último discurso de Jesús es como un mensaje de despedida greco-romano o testamento, en que el hablante anuncia su partida inminente, recordando su vida, urgiendo a su audiencia para cumplir sus palabras y acciones, y consolándolos. Jesús está en el mundo, pero no es del mundo, y tiene una cualidad trascendente, sobre-mundana del Jesús resucitado, mientras habla y entrega su mensaje de despedida. Llevados por la llamada de Jesús hacia el discipulado, ellos descubren a Dios en Jesús y uno en el otro.
Comienza con un mandamiento (13.34) a sus discípulos, que se amen entre sí como él los amó.El nuevo mandamiento presupone un igualitarismo comunitarioy es crítico de la jerarquía. Este mandamiento de amarse mutuamente luego se extiende en 14.15 y en 15.15, donde Jesús llama a sus discípulos, “amigos”. Habla de la unidad de Dios y Él mismo: “Yo estoy en el Padre, y el Padre en mí” (14.20) Dice a sus discípulos que no estén tristes, porque esta unidad vivirá en ellos (14.19-20) Dios enviará al Paráclito (alguien que está al lado, o defensor”), un abogado para defenderlos y consolarlos. El Paráclito vive en todos los discípulos que aman a Jesús y cumplen sus mandamientos. Sostendrá a los discípulos en un mundo hostil y les enseñará el significado de las palabras de Jesús. Los discípulos amarán a Dios y se amarán entre sí, se convertirán en agentes de la presencia del Dios encarnado, a través del Espíritu.
Los capítulos 15 y 16 se extienden en los temas del capítulo anterior. Jesús utiliza la metáfora de la viña y las ramas para describir la conexión vital que él mantendrá con sus discípulos, después de su partida. Los cristianos asumidos, darán frutos agradables a Dios. Proclama su mandamiento: “Ámense unos a otros como yo los he amado (15.12) Este amor mutuo incluye una disposición para dar la vida unos por los otros. El mundo será hostil a los cristianos. Que Jesús se haya mostrado y hablado abiertamente, hace que el rechazo a los cristianos sea un pecado (15.22: “Si yo no hubiera venido y hablado con ellos, no serían culpables de ningún pecado, pero ahora no tienen excusa”. En la oración sacerdotal (capítulo 17), Jesús ora para que ellos sean uno como él y Dios son uno, y los envía al afuera, a un mundo hostil, para dar testimonio de la verdad.
El discurso de despedida de Jesús deja claro que los discípulos no pueden amar a Dios, a Jesús, o unos a otros en forma separada. El poeta Thomas Traherne escribe: “¿Amarías tú a Dios solo? Dios no puede ser amado”. Bill Countryman comenta este verso:
“Y la capacidad humana para amar – la capacidad que avala la posibilidad de unión con Dios y la posibilidad de unión con otro ser humano- esta capacidad no es múltiple. No hay amor dirigido hacia Dios y otro hacia los seres queridos. De la misma manera, el amor dirigido hacia Dios y los seres humanos no significa que nuestra capacidad de amar esté dividida. Como escribe Traherne, Dios “debe ser amado de todas las formas, con un amor ilimitado, incluso en todas Sus acciones, en todos Sus amigos, en todas Sus criaturas”. (Countryman 2005: 40)
No podemos compartimentar el amor de Dios y del amor a los seres humanos. Amar a Dios no impide el amor a los hermanos y a la humanidad. Son inseparables.
El discurso de despedida de Jesús se dirige a los cristianos “queer”, que viven en un mundo hostil. Así como el hombre ciego fue echado de la sinagoga, la comunidad Juanina fue echada de la sinagoga por su Cristología. Los cristianos “queer” han sido expulsados de sus iglesias, por su amor hacia el mismo sexo.
De que se tratan todas estas citas que POR MOTU PROPIO DE estos sodomierdas las explican con atrevimiento? veamos:
Dios no es un Dios de MARICAS con mentalidades retorcidas y sexualidades depravadas, es un Dios de hombres y mujeres rectos y con valores morales formados en un proceso completo por madre mujer y padre hombre como Dios lo ORDENA en su Santa Ley.
La Santa Ley o se cumple o se va al fuego eterno por no obederla.
En la Santa Biblia NUNCA se menciona que hubieran familias LGBT con hijos adoptados avaladas y bendecidas por Dios, por el contrario, esta conducta DEPRAVADA era castigada por EL. (ejemplo: sodoma y gomorra).
Es cuestion de leer la Palabra de Dios y saber que esta escrito que HOMBRE Y MUJER DIOS LOS CREO (Genesis 18) (los LGBT no que nacieron asi) y que por ningun motivo hoy se debe inventar otro evangelio distinto porque sera MALDITO quien lo haga.
Amar a todos fue lo que Dios quizo, amar a sus semejantes y enemigos como HERMANOS y no con fornicacion ni besos intimos a los de su mismo sexo... NO, el quizo que se quisieran como familia porque somos hijos de EL.
Juan no tuvo ninguna comunidad juanina ni favorecio a los sodomitas, LES PREDICABA QUE ESAS CONDUCTAS DEPRAVADAS entre los de su mismo sexo eran reprobadas (juan 14,15-16)
La igualdad es entre humanos que deben respetar su vida de igual a igual y ayudarsen mutuamente en las dificultades basicas (comida, techo, dinero) pero no afecto sodomita ni clandestino.
Dios hace cumplir su Santa Ley basado en el amor y Su Santa Palabra que es la Biblia Catolica apostolica y romana, un amor entre hermanos como una familia, nada mas¡¡¡
Los "cristianos queer" o los LGBT, o dejan sus costumbres SODOMITAS de acariciarsen y lamer sus cuerpos como perros a sus partes intimas y las de otros sodomitas... O CAERA SOBRE ELLOS ESA JUSTICIA DIVINA QUE ES IRRETENIBLE.
Cuando os reunís para las primeras comuniones, eso ya no es celebrar la Cena del Señor. Porque una gran cadena comercial que encabeza tanto las listas de grandes beneficios como las de salarios y condiciones laborales injustas, acaba de publicar un espectacular folleto en papel “couché”, de 22 páginas, donde anuncia trajes para la primera comunión, entre 400 y 1000 €, con descripciones como: “vestido de fantasía, de seda, de organza, cuerpo bordado con torera, falda de gasa con vuelo”… para niñas y niños, rubitas ellas en su mayoría.
También vestidos para niñas invitadas, cadenas y pulseras de oro, relojes Swacht o Viceroy, zapatos, libros de recuerdo, servicio de imprenta para invitaciones… Y finalmente “la gran idea”: listas de primera comunión, paralelas a las listas de boda (“porque te aseguras de recibir justo lo que más te gusta”). En ellas hay desde joyeros y pulseras, hasta sillas giratorias, bicicletas, juguetes electrónicos… ¡incluso biblias!.. De modo que, entre eso y el inevitable convite igualmente fatuo, apenas habrá auténtica primera comunión que no supere el medio millón de las antiguas pesetas. Demasiado dinero para recibir al Dios de los pobres. Tanto que algunas familias han retrasado la primera comunión de sus niños por la crisis económica.
¿Es que no tenéis otros días del año para todas esas fatuidades? ¿O es que despreciáis a la Iglesia de Dios y avergonzáis a los que no tienen?. La verdad es que en esto no puedo alabaros. Porque yo mismo recibí del Señor lo que ya os he transmitido: que el Señor Jesús, en la hora más negra de su vida, cuando iba a ser entregado por uno de los suyos y condenado a muerte por los sacerdotes, se sentó a la mesa a cenar con sus discípulos y, en aquella cena, tomó el pan, símbolo de la necesidad humana, lo partió y se lo pasó diciendo que aquel pan compartido era su persona entregada por nosotros.
También tomó una copa de vino, símbolo de la alegría humana y se la pasó diciendo que aquel vino era su sangre (sede de la vida para los judíos) con la que Dios sellaba una alianza nueva e irrompible con el género humano. Y añadió que repitiéramos esos gestos como memorial suyo: de modo que cada vez que celebráis la comunión estás anunciando esa vida de Jesús entregada hasta la muerte por solidaridad con nosotros.
Por eso debemos examinarnos seriamente, porque quien come el cuerpo del Señor sin discernimiento se traga su propia condena… (cf. 1ª Cor 11, 20sss) ¿No habéis oído el ejemplo de vuestros hermanos filipenses que han decidido celebrar la primera comunión de sus hijos del modo más sobrio posible, sin trajes ni alharacas, para dar todo el importe que eso hubiera supuesto a los niños de Haití? ¿No sabéis todavía que en ese mundo que habéis montado mueren cada hora mil niños menores de cinco años, por desnutrición o enfermedad (lo que hace unos once millones de niños al año)? ¿Creéis que el Señor entregó su persona y su vida (su cuerpo y su sangre) para que haya esas diferencias entre vosotros? ¿Es así como queréis preparar la jornada mundial de la juventud? ¿No sabéis que, además, esa forma de primera comunión, se convierte para la gran mayoría de los niños en su última comunión?
Por eso quiero recordaros palabras de los antiguos profetas: “Detesto vuestras primeras comuniones -dice el Señor-, estoy harto de vestidos de seda, se me han vuelto una carga vuestras diademas y pulseras; aprended a practicar la justicia, enderezad a los oprimidos, proteged a los que no pueden valerse… Porque ésta es la primera comunión que yo quiero: aprende a partir tu pan con el hambriento, a hospedar a los sin techo, a vestir al desnudo y a no cerrarte a los que son tu propia carne… Entonces irradiará tu luz como una aurora y tus oscuridades interiores se volverán mediodía” (cf. Isaías 1 y 58).
“Y no os contentéis con decir: vamos a la iglesia, vamos a la iglesia… ¿creéis que la casa del Señor es una pasarela de modelos?” (cf. Jeremías 7). ¿No sabéis que el rico sólo puede traer a la iglesia su humillación porque Dios eligió a los pobres como ricos en el mundo de la fe y herederos del reino de Dios? ¿No son acaso los ricos los que nos zarandean y luego nos llevan a los tribunales, y afrentan el hermoso nombre de cristianos? (carta de Santiago 1,10; 2, 5ss)…
Hace años, y por estas razones aquí expuestas, el mes de mayo ya fue calificado como “el mes de los sacrilegios”. Por favor, no me ofendáis de esa manera, dice el Señor.
La sacralizacion del Sacramento de la Primera Comunion viene desde la comunidad LGBT como bien visto vemos... y una cosa puede ser sencilla si uno la desea...
Seguimos con el tema del uso literal de la Biblia como base para la discriminación de mujeres y personas GLTB.
Hace tiempo que corre por Internet una carta atribuida a cierto programa estrellla estadounidense y que, sea cierto o no, sin embargo refleja muy claramente el cinismo e hipocresía de quienes utilizan los textos sagrados no para orar, para alabar a Dios o hacer de ellos norma de vida íntima, sino para arrojar a los “disidentes”, a los “impuros”, a los “diferentes”, a la condenación presente y eterna.
Laura Schlessinger es una conocida locutora de radio de los Estados Unidos que tiene un programa en el que da consejos en directo a los oyentes que llaman por teléfono. Recientemente saltó la polémica, y más cuando se mezclan temas de religión y homosexualidad, donde cada persona interpreta lo que dice Dios y la Biblia de una manera distinta, cuando la presentadora atacó a los homosexuales. Esta locutora dijo que la homosexualidad es una abominación, ya que así lo indica la Biblia en el Levítico, versículos 18:22, y, por lo tanto, no puede ser consentida bajo ninguna circunstancia. Lo que a continuación transcribimos es una carta abierta dirigida a la Dra. Laura escrita por un residente en los Estados Unidos, que fue hecha pública en Internet (no tiene desperdicio).
“Querida Dra. Laura: Gracias por dedicar tantos esfuerzos a educar a la gente en la Ley de Dios. Yo mismo he aprendido muchísimo de su programa de radio e intento compartir mis conocimientos con todas las personas con las que me es posible. Por ejemplo, cuando alguien intenta defender el estilo de vida homosexual me limito tan sólo a recordarle que el Levítico, en sus versículos 18:22, establece claramente que la homosexualidad es una abominación. Punto final. De todas formas, necesito algún consejo adicional de su parte respecto a algunas otras leyes bíblicas en concreto y cómo cumplirlas:
a) Cuando quemo un toro en el altar como sacrificio sé que emite un olor que es agradable para el Señor (Lev 1:9). El problema está en mis vecinos. Argumentan que el olor no es agradable para ellos. ¿Debería castigarlos? ¿Cómo?
b) Me gustaría vender a mi hermana como esclava, tal y como sanciona el Éxodo, 21:7. En los tiempos que vivimos, ¿qué precio piensa que sería el más adecuado?
c) Sé que no estoy autorizado a tener contacto con ninguna mujer mientras esté en su periodo de impureza menstrual (Lev 15:19-24).El problema que se me plantea es el siguiente: ¿cómo puedo saber si lo están o no? He intentado preguntarlo, pero bastantes mujeres se sienten ofendidas.
d) El Levítico, 25:44, establece que puedo poseer esclavos, tanto varones como hembras, mientras sean adquiridos en naciones vecinas. Un amigo mío asegura que esto es aplicable a los mejicanos, pero no a los canadienses. ¿Me podría aclarar este punto? ¿Por qué no puedo poseer canadienses?
e) Tengo un vecino que insiste en trabajar en el Sabat. El Éxodo, 35:2, claramente establece que ha de recibir la pena de muerte. ¿Estoy moralmente obligado a matarlo yo mismo? ¿Me podría apañar usted este tema de alguna manera?
f) Un amigo mío mantiene que aunque comer marisco es una abominación (Lev 11:10), es una abominación menor que la homosexualidad. Yo no lo entiendo. ¿Podría usted aclararme este punto?
g) En el Levítico, 21:20, se establece que uno no puede acercarse al altar de Dios si tiene un defecto en la vista. He de confesar que necesito gafas para leer. ¿Mi agudeza visual tiene que ser del 100%? ¿Se puede relajar un poco esta condición?
h) La mayoría de mis amigos (varones) llevan el pelo arreglado y bien cortado, incluso en la zona de las sienes a pesar de que esto está expresamente prohibido por el Levítico, 19:27. ¿Cómo han de morir?
i) Sé gracias al Levítico, 11:6-8, que tocar la piel de un cerdo muerto me convierte en impuro. Así y todo, ¿puedo continuar jugando al fútbol si me pongo guantes?
j) Mi tío tiene una granja. Incumple lo que se dice en el Levítico, 19:19, ya que planta dos cultivos distintos en el mismo campo, y también lo incumple su mujer, ya que lleva prendas hechas de dos tipos de tejido diferentes (algodón y poliéster). Él, además, se pasa el día maldiciendo y blasfemando. ¿Es realmente necesario llevar a cabo el engorroso procedimiento de reunir a todos los habitantes del pueblo para lapidarlos? (Lev 24:10-16). ¿No podríamos sencillamente quemarlos vivos en una reunión familiar privada, como se hace con la gente que duerme con sus parientes políticos? (Lev 20:14).
Sé que usted ha estudiado estos asuntos con gran profundidad, así que confío plenamente en su ayuda. Gracias de nuevo por recordarnos que la palabra de Dios es eterna e inmutable”.
Me divierte la ironía de este texto. El nuevo testamento también menciona que la homosexualidad es una abominación, pero el espíritu de Jesús queda bien reflejado en este texto paulino de Romanos 14,14: “Bien sé, y estoy persuadido de ello en el Señor Jesús, que nada hay de suyo impuro; a no ser para el que juzga que algo es impuro, para ése si lo hay “.
He leído un interesante artículo en elblog de Raúl Lugo acerca de la Discriminación ejercida por las Iglesias basándose en los textos bíblicos. Ya hemos hablado hasta la saciedad acerca de ello pero es conveniente volver de nuevo pues no deja de ser el método más usado por el fundamentalismo religioso que sólo ve enemigos en todo aquello que no entiende
Habrá quien piense que se exagera pero cuando uno lee noticias como la que os adjunto y que hace referencia a un seminario creado por una iglesia fundamentalista para formar “evangelizadores” contra la homosexualidad, no puede menos que darse cuenta de que algo así no podría ser posible desde una lectura inclusiva y real de las Sagradas Escrituras
La verdad es que bastaría, simplemente, con observar las actitudes de Jesús de Nazaret para con aquellos que eran discriminados, apartados, humillados, por el integrismo y literalismo de las autoridades religiosas de su tiempo. Por eso, me ha llamado mucho la atención la referencia que hace Raúl en el relato de la “Mujer adúltera” (Juan 8, 1-11)al gesto de Jesús de agacharse y ponerse a escribir en el suelo que es interpretado por alguno como “que el gesto de Jesús habría sido la manifestación de un estado de shock. Desconectado por un momento de la realidad, Jesús se habría inclinado hacia el suelo, no para escribir nada inteligible, sino como producto del estado de perplejidad en el que quedó después de la pregunta de los escribas y fariseos…¡Querer matar a una pobre mujer y, para colmo, usar la Biblia como pretexto!”.
Me ha gustado mucho el texto, que os recomiendo vivamente porque es un alegato contra los que siguen defendiendo el sufrimiento y justifican la existencia de leyes injustas bajo el pretexto de inicuas justificaciones religiosas basadas en un literalismo bíblico que no tiene base teológica y menos casa con la imagen de un Dios de la Misericordia. El Dios de la Vida se manifestó en Cristo Jesús para que, con su vida, muerte y Resurrección manifestara que YA no es posible utilizar el nombre de Dios para justificar la discriminación de ningun@ de sus hij@s.
Pierde adeptos la Iglesia católica; enfrenta una grave crisis por distanciamiento del clero con los fieles, señala el antropólogo Elio Masferrer
Mariana Viayra Ramírez | Nacional
Domingo 8 de Febrero, 2009 | Hora de creación: 23:51| Ultima modificación: 00:01
especialista. Elio Masferrer, presidente de la Asociación Latinoamericana para el Estudio de las Religiones.foto:Archivo
La Iglesia católica atraviesa por una severa crisis, que no se veía en los últimos 400 años, afirmó el antropólogo de las religiones Elio Masferrer Kan, y aseguró que a la Iglesia ya no le quedó otra opción más que reconocer ese trance, como lo hizo el representante del Papa en México, Christopher Pierre, quien admitió —el viernes pasado— la grave crisis al interior del catolicismo.
“Sí hay momentos de crisis, hay personas que dejan la Iglesia; hay personas que piensan que ahora pertenecer a la Iglesia o practicar su fe dentro de la Iglesia católica no le corresponde, eso ciertamente son momentos difíciles para la Iglesia”, aceptó el nuncio apostólico francés, Christopher Pierre.
En entrevista, Elio Masferrer, presidente de la Asociación Latinoamericana para el Estudio de las Religiones, refirió que la jerarquía católica está alejada cada vez más de la realidad cotidiana.
Ejemplificó que la crisis que vive la Iglesia católica se refleja en las estadísticas: “la mitad de mexicanos que se declaran católicos ya no les interesa socializar con la Iglesia; la gente cada vez se bautiza menos y se casa menos por la Iglesia”.
También explicó que ha disminuido la gente que hace la primera comunión, “eso quiere decir que si disminuye la primera comunión, los padres de familia no desean socializar a sus hijos con el catolicismo”.
El catedrático e investigador de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), puntualizó que en el 2005, se registraron alrededor de 2.5 millones de nacimientos, y hubo un millón 250 mil primeras comuniones, “prácticamente la mitad de los que nacieron se vincularon con la Iglesia, la otra mitad no”.
Masferrer dijo que eso quiere decir que las familias mexicanas no están muy interesadas en socializar a sus hijos dentro del catolicismo (…) por eso, a la Iglesia católica le urge impartir educación religiosa en las escuelas, porque ya no son las familias las encargadas de socializar”.
Añadió que en el mismo tenor de retroceso están los bautizos, pues sólo recibe ese sacramento el 74.5 por ciento de los que nacen en México.
De acuerdo al anuario estadístico del Vaticano —el último dato estadístico disponible— en todo el mundo se registraron 16 millones 900 nueve mil bautizos, y en el año anterior hubo 17 millones 23 mil.
Apuntó que encuestas del propio Vaticano refieren que en México hay un sacerdote por cada seis mil 500 feligreses, mientras la media mundial es un sacerdote cada dos mil 50 fieles.
“A la Iglesia ya no le checan los números; se está dando cuenta de la crisis por la que atraviesa”, expresó el experto en el tema.
Enfatizó que en Perú, el último censo de población, arrojó que sólo el 75 por ciento de los peruanos es católico. Y en Bolivia, donde el presidente Evo Morales, quitó el catolicismo como religión de Estado, el 53 por ciento de los bolivianos se declaró católico.
RETROCESO. En México —recordó Elio Masferrer—, de acuerdo a encuestas en la materia, alrededor del 80 por ciento de los mexicanos se declara católico; el cinco por ciento se dice no creyente, y el resto son: evangélicos, pentecostales o de otras religiones.
Agregó que estadísticas del Instituto Nacional de la Juventud, establecen que en el rango de 25 a 29 años, sólo el 40.9 por ciento se declara practicante del catolicismo, “eso quiere decir que el 59 por ciento o es católico no practicante o es evangélico o ateo”.
Por otra parte, el especialista en la materia añadió que si se comparan los datos de los casamientos religiosos con los civiles —en 2005— sólo pasó por un matrimonio religioso el 53 por ciento. “Entonces, realmente hay una crisis estructural en la Iglesia”, puntualizó.
Aseguró que la Iglesia católica pierde feligreses por todas partes “aunque traten de ocultarlo”.
“Los feligreses se dan cuenta de que no son tomados en cuenta por las autoridades eclesiásticas; saben que la jerarquía se codea más con gente de poder, como la clase política”, subrayó.
“El problema que la gente ve no es que Onésimo se abrace con Labastida o que el presidente del Episcopado Aguiar Retes se reúna con Calderón, lo que la gente ve es que esa jerarquía está totalmente alejada de la realidad cotidiana, de los problemas que tienen”.
Señaló que los feligreses no se sienten acompañados de sus sacerdotes u obispos.
PAPA AMBIGUO. Elio Masferrer Kan alertó que también se está gestando una crisis coyuntural. Recordó que en la últimas semanas el Papa Benedicto XVI ha tenido “desatinos” en algunas declaraciones sobre el Islam, y recientemente la polémica sobre el retiro de la excomunión a obispos que afirmaron la inexistencia del holocausto.
“El Papa ha tenido un comportamiento ambiguo (…) con ello, se pone en duda la calidad del Papa como representante de Cristo en la Tierra y el mandato de Pedro y que los obispos son descendientes de los apóstoles”, sostuvo el catedrático.
Benedicto está creando una situación cismática, de ruptura porque al rescatar a los lefebristas (obispos que negaron el holocausto y que rompieron con la Iglesia Romana) “se echa al plato al Vaticano II, pero si deja afuera al Vaticano II pone en duda su propia legitimidad”.
“El Papa tiene un comportamiento ambiguo en unos casos y en otros hace exactamente lo que menos se imaginaría que haría un Papa. Definitivamente un Papa que no defiende al Concilio Vaticano II tiene que convocar a otro Concilio (…) si rompe con el Vaticano II, rompe incluso con el criterio de descendencia apostólica”, finalizó el especialista en la materia.
El plan de los masones (judios) va como lo
desean, la LGBT desea que
tenga mas adeptos rosa maricarizados y
que la secta vaticana tenga menos adeptos para
luego de la nada instaurar una ley para ayudar a los
Hoy celebramos la fiesta de San José, el padre de Jesús de Nazaret. Según la teología católica, padre putativo, es decir, alguien que aceptó una paternidad no en la carne, sino producto del amor de Dios Padre y del SI responsable, fiel, humilde de María, su esposa, su compañera… La que puede cantar un
Magníficat liberador alegrándose de las maravillas que Dios ha hecho en ella, en su vida de mujer pobre y marginada.
Hoy, es un día en el que podríamos reflexionar acerca de tantas familias “no tradicionales” que pueden muy bien verse reflejadas en esta “atípica” familia de Nazaret, una familia en la que José acepta al Hijo de María como suyo. Es pues ejemplo de amor, ejemplo de paternidad responsable.
Hoy me atrevo a declarar, sin el permiso de la Caverna, sin el reconocimiento de los obispos…. a San José como patrono de las familias homoparentales, de las familias monoparentales, de toda familia que sigue la Ley del Amor de Dios aunque no coincida con la “Ley” de las iglesias.
Jesús, hermano nuestro tentado en el desierto humano. Tentado en el desierto duramente… Qué cerca de Ti nos sentimos los homosexuales. Pienso que en Nazaret, en esos largos y ocultos treinta años, experimentaste la tentación, eres hombre de barro como nosotros. ¿No sentías ansias de darte a conocer? de decir quién eras? Nosotros ese sufrimiento, creo que casi todos lo hemos pasado. Queremos decir cómo somos y no nos atrevemos. Nos remuerde la conciencia que las personas más queridas ignoren lo que sentimos en nuestra alma.
Jesús, hermano nuestro. Tú fuiste llevado al desierto y la tentación te rondaba, como león, como serpiente, como diablo al acecho, como necesidad de éxito o de fracaso, como ambición o ilusión o miedo.
Fuiste tentado en todo, hermano nuestro, somos de tu barro, por eso lo experimentamos. Estuviste en el desierto, en todos los desiertos: el de la soledad y la pobreza, el de la sequedad y el desamparo, el de la MARGINACIÓN y la lucha, el de la oscuridad y la impotencia, el de la profundidad misteriosa del ser.
Mediste, Jesús, la fuerza de la tentación, tan peligrosa,t an seductora,t an pesada, tan vergonzosa, tan falsa, tan “razonable”, tan arraigada, tan profunda, tan persistente… Por eso, SEÑOR, nos comprendes.
Estos días la Conferencia Episcopal Española acaba de publicar las estadísticas que narran el número de seminaristas que acogen los distintos seminarios españoles, no muy diferentes a los de otras naciones europeas. Los números cantan pero parece que quien tiene que tomar nota, prefiere esconder la cabeza en la tierra, ordenar que los seminaristas, sacerdotes, religiosos y religiosas lleven su “hábito” distintivo, el Clergyman, la sotana o lo que sea para que parezca que hay más, pero no van al fondo de la cuestión: el sacerdocio tal y como se ha entendido hasta ahora no es la solución, ni el servicio que requiere la vocación, la llamada, que el Señor hace a sus seguidores. El sacerdocio como respuesta a la Llamada del señor a servir a la Comunidad, tal y como la Iglesia lo concibe hoy, no es la respuesta adecuada. Los números cantan, ellos prefieren darse una y mil veces contra la pared. Si Dios les rectifica, ellos no.
Al igual que entre las primeras comunidades cristianas, lo importante es el mensaje de Jesús y la Comunidad que pretende vivir según él y evangelizar el ambiente: “Donde dos o tresestán reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18,20); una comunidad de seguidor@s de Jesús que se reúne para recordar a ese “que pasó por el mundo haciendo el bien” (Hech 10, 34-38), hacer memoria de la entrega de Jesús, celebrar la Resurrección y la Vida, escuchar la Palabra del Dios presente hoy y ahora, escrutar y discernir los signos de los tiempos, compartir el Pan de la Fraternidad y los bienes espirituales y materiales, desde el convencimiento de que tod@s participamos del sacerdocio del único sacerdote: Jesucristo, el Señor. Todo lo que no sea esto, será defender un sacerdocio esotérico, misterioso, mágico, basado en el mantenimiento del poder de una institución ya obsoleta y que no responde a las necesidades de los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Sobran sacerdotes que son los únicos que conocen no sé que arcanos. Faltan, “pastores” que acompañen, se compadezcan, compartan y entiendan la vida de sus herman@s en la Fe.
Mientras la Iglesia, las Iglesias, sigan dejando abandonado lo importante: “La Palabra y la Eucaristía” por el mantenimiento de un modelo de sacerdocio más pagano que cristiano, seguirá alejándose del hombre y la mujer de hoy y…sobre todo, traicionando el mensaje, la Palabra y la vida de Jesús de Nazaret.
Mientras se presente un modelo preconciliar del sacerdote que representa una falta de respeto a la vocación, a la llamada de Jesús al seguimiento y al servicio de la comunidad, los cristianos corren el serio riesgo de vivir sin el alimento de la Palabra, de la Eucaristía, de la Fraternidad vivida y celebrada en común.
Mientras, lo único que le importa a la Jerarquía es trabajar para que el Patriarcalismo y la masculinización y “castración” del sacerdocio impida a sacerdotes casados, a mujeres, a homosexuales y lesbianas el ser “pastores” del “rebaño” y responder a la llamada del único que convoca: Jesús de Nazaret, el Cristo, el Señor que llama:
“Los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo:
–Vengan ustedes solos, a un paraje despoblado, a descansar un rato. Porque los que iban y venían eran tantos, que no les quedaba tiempo ni para comer. Así que se fueron solos en barca a un paraje despoblado. Pero muchos los vieron marcharse y se dieron cuenta. De todos los poblados fueron corriendo a pie hasta allá y se les adelantaron. Al desembarcar, vio un gran gentío y sintió lástima, porque eran como ovejas sin pastor. Y se puso a enseñarles muchas cosas”. (Mc 6, 30-34)Él es el que llama…¿Quién osará impedir que podamos responder?
Ha bueno, el sacerdocio es UNO SOLO y
por hombres correctos y castos¡¡¡ pero solo fue hasta
“Ella está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para que sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar”.
Eduardo Galeano
He leído un post muy jugoso en el blog “Dos manzanas” en el que el autor se pregunta si es posible otra Iglesia ante la evidente diferencia entre los exabruptos episcopales producto de una deriva de la Jerarquía hacia posiciones neoconservadoras y preconciliares y la vida de colectivos que, como los que conforman “Redes Cristianas”, siguen en la lucha “atentos a los signos de los tiempos” como demandaba el Concilio Vaticano II, abriendo espacios de libertad, derribando fronteras y trincheras, acercando el Evangelio de Jesús de Nazaret a los más pobres y sencillos, a los huérfanos de una palabra y de la Palabra.
Pues si, querid@s amig@s, sí, herma@s, otra Iglesia no es que sea posible, es que YA es posible. Ya está entre nosotros, aunque entre dolores de parto…
De entrada me gustaría decir que cuando hablamos de Iglesia, lo hacemos entendiéndo a la misma como el conjunto de tod@s l@s cristian@s sin distinguir entre las distintas denominaciones e iglesias. En la gran Iglesia de Jesús de Nazaret caben católicos, evangélicos, luteranos, metodistas…..y hasta tant@s y tant@s personas que siguen manteniendo el rescoldo de una fe que ni los patéticos intentos de las diferentes jerarquías por detener el torrente del Espíritu consiguen apagar. Hay mucho hambre de Dios, hay mucha necesidad de una Iglesia que sea más signo de la Palabra que emisora de palabras…
Probablemente sea necesario para ello dar un paso de gigante en el sentido que alumbraba el teólogo luterano y mártir del Nazismo Dietrich Bonhoeffer y exigir de l@s cristian@s algo tan elemental como reconocer que “La Iglesia no tiene derecho a proclamar principios que sean siempre verdaderos, no puede proclamar más que mandamientos que sean verdaderos hoy. Porque lo que es verdad “siempre” no es ciertamente verdadero “hoy” Dios es para nosotros “siempre” Dios “hoy””.
Pero para elloharía falta escrutar los signos de los tiempos, ser humildes, trabajar en el día a día sabiendo que sómos instrumentos de Dios y no sus poseedores en exclusiva…Tener claro que Dios es un Dios encarnado, no una abstracción teológica ni un dogma caduco.
Entre tanto, digan los obispos lo que quieran, chille Rouco y sus adláteres, construyan sus “minivaticanos”, peleen por sus dineros, monten sus “Templos de Jerusalem”, l@s demás, seguiremos a la intemperie sabiendo que también somos Iglesia y que la estamos construyendo desde otros pilares (sí, también las personas GLTB que editamos este blog). El futuro nos dará la razón porque el presente nos la está dando.
Aunque ya contábamos con alcaldes declaradamente gays: París, Berlín… hace unos meses tuvimos la alegría de ver cómo una mujer lesbiana, casada con otra mujer desde 2002, accedía al cargo de Primera Ministra de Islandia. Su nombre, Johanna Siguroardottir
Hoy tenemos otra buena noticia y es la elección de Corinne Mauch, socialista y también lesbiana, también visible, como alcaldesa de la ciudad de Zurich
Sin embargo, no todo es así en el mundo. ser lesbiana es un delito en muchos países. Ser lesbiana significa ser despreciada, maltratada, discriminada, cuando no asesinada. Y por eso, nos duele ver noticias como esta en la que se refleja la dificultad de ser lesbiana en China
El sujeto cuya fotografía acompaña este texto es el obispo de la Diócesis argentina de Santo Tomé y se ha despachado contra la homosexualidad afirmando que es una enfermedad y que puede curarse y que bla, bla, bla…
En plena crisis económica mundial, en un país como Argentina en el que la pobreza ha aumentado de forma alarmante, lo único que parece preocuparle al Monseñor es la sexualidad, la homosexualidad en concreto, y una supuesta “crisis cultural”. De verdad, ya cansan, ya aburren.
Cada vez estoy más convencido de que lo que no tiene cura de ninguna manera es la obsesión psicópata que acerca del sexo tienen determinados obispos. ¿Será por la continencia obligada? ¿Será por vivir una sexualidad reprimida? ¿Será porque, precisamente no la reprimen y lo hacen en el secreto del cuarto oscuro?
“…y no solamente era menester, la fuerza de los apetitos sensitivos tener amor de su Esposo, sino estar inflamada de amor y con ansias…”
San Juan de la Cruz
El ideal cristiano no puede ser disminuir la intensidad del placer, porque Dios no mutila al hombre, sino que lo quiere sano y fuerte. De hecho “el placer es tanto más grande cuando más pura es la naturaleza y mas sensible el cuerpo” (S.Tomás de Aquino, ST I,98,2).
No podemos entender la alegría de una manera meramente espiritual, sin conexión con nuestro cuerpo, con nuestras necesidades emotivas, con nuestro deseo de placer. Dios , que ama al hombre entero, ama también su gozo terreno, sensible, corpóreo.
Dios ama el placer, la felicidad terrena, el gozo sensible de todos sus hijos e hijas.
Es cierto que Dios permite el sufrimiento por diversos motivos, y que el sufrimiento puede integrarse positivamente en la espiritualidad cristiana. Pero no es menos cierto que lo primero en el querer Divino es el gozo del ser humano (1 timoteo 6,17). Precisamente cada uno de nosotros está llamado a procurar la felicidad de los demás (Dt 15,7-8; Is 58,6-8).
Sin embargo, nadie estará marcado a fuego por este propósito, si no nos convencemos a fondo de que Dios nos ama y desea nuestra felicidad, si no percibimos con íntima gratitud que Dios se complace en nuestro placer y nuestra alegría. Si no renunciamos a torturarnos a nosotros mismos no seremos capaces de buscar la felicidad del otro.
Pues sí, fantástico artículo el que Carlos Osma ha escrito en Lupa Protestante y que recojo del Blog Homoprotestantes. Texto valiente en el que Carlos refleja el dolor de un cristiano auténtico ante la Homofobia que no sólo se vive en las comunidades evangélicas sino, practicamente, en todas las denominaciones cristianas y otras confesiones religiosas
De todo, lo que más me ha hecho reflexionar no sólo es el dolor que nos causan los integristas, no sólo es el daño que hacen al mensaje liberador de Jesús, no sólo la manipulación del rostro humano, misericordioso e inclusivo de Dios, ni tan siquiera sólo el blasfemar contra el Espíritu Santo que sopla dónde y cuando quiere… No, lo que más me ha llamado la atención es ese momento en el que, refiriéndose a la situación de una madre lesbiana afirma: “Tristemente tampoco tiene la posibilidad de encontrar el calor de una comunidad evangélica donde enseñar la fe a sus hijos y a su nueva pareja, Belén”.
Soy consciente de que las iglesias institucionales nos están dejando sin comunidad, nos están echando de su seno, nos quieren arrojar del lado de Dios. Y quien sabe si ese no es nuestro camino… Porque, inmediatamente, me he acordado del teólogo protestante ejecutado por el nazismo Dietrich Bonhoeffercuando al hablar de que Dios no es un Dios tapa-agujeros, nos hace trabajar etsi Deus non daretur, (como si Dios no existiera)… Y recordabe el siguiente texto, escrito en la prisión militar de Tegel, en los arrabales de Berlín, y que puede servirnos para entender nuestra situación de “exiliados”, de “expulsados” de unas iglesias prepotentes y alejadas del espíritu de Jesús de Nazaret:
“Y esto es precisamente lo que reconocemos… ¡ante Dios!; es el mismo Dios quien nos obliga a dicho reconocimiento. Así nuestro acceso a la mayoría de edad nos lleva a un veraz reconocimiento de nuestra situación ante Dios. Dios nos hace saber que hemos de vivir como hombres que logran vivir sin Dios. ¡El Dios que está con nosotros es el Dios que nos abandona (Mc 15,34)!
El Dios que nos hace vivir en el mundo sin la hipótesis de trabajo Dios, es el Dios ante el cual nos hallamos constantemente. Ante Dios y con Dios vivimos sin Dios. Dios, clavado en la cruz, permite que lo echen del mundo. Dios es impotente y débil en el mundo, y precisamente sólo así está Dios con nosotros y nos ayuda. Mt 8,17 (Para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias) indica claramente que Cristo no nos ayuda por su omnipotencia, sino por su debilidad y por sus sufrimientos.
Esta es la diferencia decisiva con respecto a todas las demás religiones. La religiosidad humana remite al hombre, en su necesidad, al poder de Dios en el mundo: así Dios es el deus ex machina. Pero la biblia lo remite a la debilidad y al sufrimiento de Dios; sólo el Dios sufriente puede ayudarnos. En este sentido podemos decir que la evolución hacia la edad adulta del mundo, de la que antes hemos hablado, al dar fin a toda falsa imagen de Dios, libera la mirada del hombre hacia el Dios de la biblia, el cual adquiere poder y sitio en el mundo gracias a su impotencia. Aquí es donde deberá entrar en juego la “interpretación mundana”.
Quien sabe si Dios, Jesús mismo, no nos está diciendo que eliminemos los “ídolos” en los que se están convirtiendo las diferentes Iglesias Institucionales…
«Sabéis que los que son tenidos como jefes de las naciones, las dominan como señores absolutos y sus grandes las oprimen con su poder. Pero no ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será esclavo de todos, que tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos».
Mc. 10, 42-45
Jesús, que es el único Señor y Maestro, adopta, dentro de la Comunidad, una inequívoca actitud de servicio. Por eso, es incomprensible que pertenezcan a una iglesia cristiana, y mucho menos que ocupen un puesto de honor (Santiago 2, 1-7) los que han hecho del ejercicio de la autoridad un fundamento de opresión, de explotación, una tiranía…
En este atardecer, Jesús, antes de padecer, quiso reunirse con sus amigos, esos hombres y mujeres que le siguieron fieles durante su caminar…Una cena que, al decir de Juan de la Cruz “recrea y enamora”… porque en ella el Hijo del Hombre quiere darse para permanecer en quienes se unan en su nombre, sean quienes sean, sean como sean… Y Jesús se da hasta dolerle… (Juan 13, 1-15)
Una cena en la que, a pesar de todo, amor y traición se hacen presentes…Una cena en la que todos parecen dar más de de lo que en realidad pueden… Una cena que quedará en la memoria porque en ella, Jesús desnuda las almas de quienes le acompañan… Una cena que pone al descubierto nuestras flaquezas… Una cena en la que conocemos a Jesús. Una cena en la que se nos descubre la intimidad del Dios que ama sin medida…
Se acercan los días en que veremos al Cristo coronado por la corona de espinas que representa su auténtica realeza…
Cada una de ellas laceran su frente, maltratan su cuerpo…
Hoy, sin darse cuenta, los mismos esbirros de la intolerancia, del odio y de la muerte, vuelven a coronar al Cristo con las nuevas espinas de la Homofobia, de la Discriminación de Género, de la desigualdad y de la falta de respeto…
Os dejo estos enlaces que reflejan cómo hoy, Cristo, de nuevo, es coronado como rey indiscutible de tod@s l@s excluíd@s…
Cristo crucificado es el compendio de todas las virtudes y el culmen de toda santidad. Es un tratado vivo de virtudes y de gracia. Sto. Tomás lo explica así: “En la cuz hallamos el ejemplo de todas las virtudes. Si buscas un ejemplo de AMOR: Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos… Si buscas un ejemplo de paciencia, encontrarás el mejor de ellos en la Cruz… Sufrió grandes males y los soportó pacientemente… Si buscas ejemplos de humildad, mira al crucificado: Él, que era Dios quiso ser juzgado… y morir. Si buscas ejemplo de obediencia, imita a aquel que se hizo obediente al Padre hasta la muerte… Si buscas un ejemplo de desprecio de las cosas terrenales, imita aquel que es Rey de Reyes… desnudo en la cruz.”
No estamos acostumbrados a que un hombre entregue su vida por los demás. A lo que sí estamos acostumbrados, desgraciadamente, es a que unos hombres quiten la vida a otros. No vamos a mencionar todos los conflictos bélicos en los que, a diario, mueren decenas de personas, ni el terrorismo salvaje que prolifera en nuestro mundo “civilizado”. Hay muchas formas de que los hombres arrebaten violentamente la vida a sus semejantes. Nos hemos habituado a las guerras, al hambre, a las torturas, a las opresiones, a la explotación, a la discriminación de todo tipo… Los seres humanos llevamos las manos manchadas de sangre…
Pero también hay personas buenas en el mundo y pesan en la balanza más que todos los que viven del odio y siembran la muerte. Muchas personas viven preocupadas por el bien de los otros, son la buena gente que salva el Mundo, exponen su vida por los demás y hasta llegan a perderla. Hay personas que se despojan, que son capaces de vivir en solidaridad, que cargan con todas las vejaciones de los oprimidos hasta perder ante la sociedad el trabajo, la libertad, el poder llevar una vida normal.
La proclamación de la pasión de Jesucristo (Marcos 14,1-15,47) es una muestra clara de que el camino del seguimiento de Jesús es el amor a los demás, hasta ser capaces de dar la vida por ellos. La firme convicción cristiana atestigua que quien pierde su vida, la gana para siempre.
Seguro que la lectura de estos enlaces nos ayudaran a comprenderlo mejor,
Pero, que quede claro, el pasaje de Marcos nos presenta a un Jesús que, frente a sus acusadores no acude a subterfugios, sino que confiesa claramente su “delito” y asume valientemente sus consecuencias. No debemos buscar la persecución, pero tampoco eludirla ni esquivarla con subterfugios diplomáticos, tan contrarios al Espíritu del Evangelio que es espíritu de Libertad.
Por eso, este día, l@s cristian@s LGTB reconocemos ante los jerarcas nuestro “delito” de ser homosexuales, de ser cristian@s y de que éste es el Mesías al que podemos llamar Rey y gritarle ¡Hossanna! y ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!, porque nos ha devuelto la dignidad de hij@s de Dios que los fariseos, los intransigentes de la caverna, pretenden arrebatarnos. Sí, hoy es un día grande… Sí, aunque nos cueste, aunque nos traiga problemas…seguiremos afirmando que Jesús es quien viene en nombre de Dios a defendernos de los homófobos. Y lo ha hecho entregando su vida por nosotr@s…
Hablar de Elredo de Rieval es hablar de sensibilidad y experiencia espiritual no sólo reservada a los monjes, como fue su caso, sino a toda persona que ansíe tener un contacto con la divinidad. Acerca de su biografía podéis leer en el “Pequeño santoral gay” que se incluye en la página de documentos de este Blog y, más detalladamente en el siguiente enlace en el que, además, podréis conseguir la referencia bibliográfica de sus obras, especialmente de la que se titula: “La Amistad Espiritual“, editada en español por la editorial Monte Carmelo en el vol. 4 de su colección Biblioteca Cisterciense. Burgos, 2002
“No es poco consuelo en esta vida tener alguien con quien te puedes unir en un íntimo cariño y el abrazo de un amor santo, alguien en quien tu espíritu puede descansar, a quien le puedes contar tu vida, a cuyos agradables intercambios, como a canciones calmantes, puedes llevar volando la pena… con cuyos besos espirituales, como con ungüentos de remedio, puedes sacar todo el agotamiento de tus ansiedades sin descanso. Un hombre que puede derramar lágrimas contigo en tus preocupaciones, ser feliz contigo cuando las cosas van bien, buscar contigo las soluciones a tus problemas, a quien con las ataduras de la caridad tu puedes conducir hacia las profundidades de tu corazón;… donde la dulzura del Espíritu fluye entre vosotros, donde tanto te unes a ti mismo y te pegas a él como alma que se mezcla con alma y dos llegan a ser uno.” Leer más…
“Ayer estaba crucificado con Cristo: hoy soy glorificado con El. Ayer moría con Cristo, hoy resucito con El de la tumba. Llevamos nuestras primicias a Aquél que ha sufrido y ha resucitado por nosotros. No me refiero al oro ni la plata, ni a telas ni piedras preciosas, pobres bienes de la tierra, que se encuentran casi siempre en las manos de los hombres perversos y esclavos de las riquezas terrenas.
Ofrezcamos, por el contrario, nuestras mismas personas que son dones preciosos a los ojos de Dios y cercanos a El. Rindamos ante su imagen aquello que más se le asemeja. Reconozcamos nuestra grandeza, honremos a nuestro modelo, comprendamos la fuerza de este misterio y los motivos de la muerte de Cristo.
Seamos como El, Cristo, porque Cristo ha sido como nosotros.El tomó lo peor para darnos lo mejor; se hizo pobre para enrriquecernos con su pobreza; tomó la condición de esclavo para conseguirnos la libertad; se abajó para exaltarnos; fue tentado para vernos triunfar; se hizo despreciable para cubrinos de gloria. Murió para salvarnos…”
Ahora va a resultar que quien tiene que dictar lo que ha de hacer un Parlamento es la jerarquía de la Iglesia. Ahora va a resultar que lo que decida un Partido Político lo ha de dictar el Obispo de turno. Ahora va a resultar que lo que dos diputadas de la derecha hagan con su conciencia y su voto, lo ha de decidir el señor Rouco Varela.
Y resulta que eso parece. El Parlamento Español ha admitido a trámite una proposición de Izquierda Unida para reprobar la actitud de Benedicto XVI acerca del preservativo y su utilización en la lucha contra la pandemia del SIDA y resulta que dos diputadas del Partido Popular: Celia Villalobos (que ya votó a favor del matrimonio homosexual, por lo que fue sancionada por su partido) y la responsable de sanidad del PP Ana Pastor. han votado a favor de que dicha proposición sea admitida a trámite frente a los votos contrarios de sus dos compañeros de partido. La Caverna se ha despachado furiosa contra ellas y la jerarquía ha arremetido contra esta “injerencia” en la vida de la Iglesia y en las conciencias de los católicos (¡¡¡¡Dios mío, los obispos hablando de injerencias!!!!) Leer más…
Según informa alborozado el reducto integrista, el cardenal John Henry Newman podría ser beatificado en breve coincidiendo con la visita que Benedicto XVI hará al Reino Unido.
Tengo muy claro que el alborozo de los integristas es motivado porque así se daría un sonoro bofetón a la Iglesia Anglicana (la iglesia de la infancia y juventud de Newman antes de su entrada en la iglesia católica) y de paso, dar carpetazo a un Ecumenismo que se les antoja un peligro para su “ortodoxia”
Pero nosotr@s podemos también sentirnos gozosamente orgullosos de ver cómo alguien de nuestra “raza” sea elevado a los altares y puesto como modelo para el resto de l@s cristian@s. Y es que, como recordaréis, se armó un buen revuelo cuando el Vaticano, que ya estaba con los trámites de la beatificación, ordenó separar los restos de Newman y su “compañero del alma” el padre Ambrose Saint John, 15 años más joven que él y muerto en 1875, junto a quien vivió durante treinta años, sobreviviéndole otros quince al que dedicó una preciosa oración fúnebre, y dijo que “lo había amado con un amortan fuerte como el de un hombre por una mujer” . Son sus propias palabras y, de hecho, pidió ser enterrado en su misma tumba para continuar juntos toda la eternidad. La inscripción que hay sobre la tumba de ambos en Rednall, “Ex umbris et imaginibus in Veritatem” (“De las sombras y de las imágenes hacia la Verdad”), aludiría a ello.
No vamos a repetir ya lo que podéis leer en los enlaces, pero para quien quiera saber algo más de John Henry Newman, os dejo estas dos fotografías (Newman es el de la derecha, Ambrose el de la izquierda) y este enlace que amplía su biografía y añade un listado de obras que han sido publicadas en lengua española.
Por una vez, gracias Benedicto porque ahora tenemos a alguien “nuestro” y declarado en los altares. Y hoy se hace m,ás claro el epitafio escrito sobre la tumba de ambos:
“Ex umbris et imaginibus in Veritatem”
(“De las sombras y de las imágenes hacia la Verdad”),
Hace unos días pude leer en Redes Cristianas la noticia de que miles de menores sufrieron abusos a manos de sacerdotes en Irlanda.
Miles de menores fueron objeto de abusos sexuales en Irlanda durante más de 30 años, según admitió el arzobispo de la diócesis de Dublín, Diarmud Martin, como adelanto de un informe “horroroso” (según sus palabras) que se dará a conocer la próximamente.
El arzobispo hizo estas declaraciones durante la misa de los jueves celebrada en Dublín, en la que aseguró que la investigación “hará más humilde a la iglesia”, la que, según dijo, no ha reconocido aún todo el horror de años de “abusos físicos, sexuales y de torturas psicológicas”.
El arzobispo, una de las voces más críticas con la institución católica irlandesa, aseguró que la diócesis de Dublín, objeto del mencionado documento tiene que afrontar, en consecuencia, una serie de retos que no ha experimentado en muchos años”.
El arzobispo añadió que “El informe de la Comisión sobre Abusos a Menores nos horrorizará a todos. Es probable que miles de niños y jóvenes de toda Irlanda fueran objeto de abusos por sacerdotes durante el periodo investigado”. Leer más…
Deje asi... juzgar a los Ministros de Cristo de antes de
1968, los
sacerdotes es CAUSAL DE FUEGO ETERNO¡¡¡ y si
algun LGBT pervierte a algun niño, vera las
consecuencias graves... (COMO SIEMPRE LA
IMAGEN DE PRESENTACION ES ABOMINABLE)
La FELGTB apuesta porque la diversidad afectivo-sexual se trabaje también en la asignatura de Religión
El Área de Asuntos Religiosos recuerda que el mensaje de Jesús era el Amor y no la represión de la felicidad del ser humano
La Conferencia Episcopal Española lanza una campaña de promoción de la asignatura de Religión, mientras que el porcentaje de alumnado en la misma está siendo cada vez más reducido. Probablemente ese sea el motivo de esta nueva iniciativa, pero las causas de ese descenso hay que buscarlas más allá de una mera cifra.
Es evidente que la línea oficial de la Iglesia Católica se aleja cada vez más de la sociedad. Mientras los países avanzan en derechos civiles, la jerarquía católica no hace más que cerrarse en sí misma con muy poca capacidad de autocrítica. Ello le lleva a posicionarse en contra de cualquier libertad hacia el ser humano, a veces incluso favoreciendo la violencia hacia las minorías más débiles. Sobre todo, es muy destacable la represión y condena de la sexualidad humana, restringiéndola al hecho reproductivo.
La educación en España durante la última época democrática se ha caracterizado por su apertura, pero el intervencionismo de la Conferencia Episcopal y otras ideologías neoconservadoras empaña tristemente este proceso. La lamentable manipulación desde algunos colegios religiosos es claramente conservadora y partidista. Hemos podido ver hechos con características muy evidentes estos últimos cinco años, desde la oposición a la asignatura de Educación para la Ciudadanía hasta la utilización de la Religión como adoctrinamiento político en contra de gobiernos progresistas.
Desde la FELGTB (Federación Estatal de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) celebramos el Año por la Educación en la Diversidad Sexual. El Área de Asuntos Religiosos quiere unirse a esta celebración realizando las siguientes llamadas de atención:
- A la Conferencia Episcopal Española, que debe actuar conforme al mensaje que Jesús predica. No se puede hablar de defensa de la vida y estar constantemente lanzando mensajes homófobos, que calan en el subconsciente social y son traducidos en actitudes violentas contra las personas LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales). El centro del mensaje es el Amor, y no la represión ni el castigo. Esas misivas condenatorias quedan fuera totalmente del mensaje de esperanza de Jesús, y lo prostituye, porque no conduce a la felicidad del ser humano. Por el contrario, intenta someterlo y manipularlo considerando al Pueblo de Dios, en lugar de personas, como borregos sin inteligencia ni libertad, y ellos sus pastores con la exclusiva de la Verdad. Es necesario un giro de 180º en su acción evangelizadora: mucho más social y participativa, y menos dogmática y de adoctrinamiento.
- A los colegios de educación primaria y secundaria, públicos, concertados o privados, cuya su función es enseñar y educar, no adoctrinar. La educación es un derecho de todas y todos los españoles, independientemente de sus creencias religiosas. El derecho a la asignatura de Religión no significa tener “carta blanca” e introducirse en los colegios para hacer proselitismo sexista y homófobo. Jesús nunca hizo eso. Los profesores de Religión tienen la gran responsabilidad de transmitir ese mensaje de paz y amor de Jesús. No pueden atentar contra la libertad y el respeto hacia sus propios hermanos y hermanas: alumnos/as, compañeros/as y profesores. Si lo pervierten, están fallando en lo más básico, que es su propia dignidad como personas.
- A los padres y madres, que tienen la función de educar y velar por una correcta educación de sus hijos e hijas. La educación en valores no se puede relegar únicamente a los colegios. La familia es el núcleo básico de formación y educación para la infancia. Si en esa educación se introducen elementos de odio o violencia, y de no respeto a los derechos fundamentales de la persona, se estará fomentando el desarrollo de futuras generaciones con actitudes antisociales y de rechazo a la diversidad, incluso es probable que se vuelva en contra de los propios educadores. Ser padres o madres no lo determina el mero hecho reproductivo, sino que exige una responsabilidad no hereditaria que se debe aprender y ejercer con acierto.
La sociedad somos todas y todos. Por eso, debemos construirla entre todas y todos, sin imposiciones, desde el respeto y el amor hacia el ser humano, desde la vida y la dignidad como personas libres, conscientes y responsables. Solo así seremos capaces de superar nuestras barreras y prejuicios y alcanzar un equilibrio que nos permita vivir en comunidad.
Grupos miembros del área de Asuntos Religiosos: “Ángelus” Grupo Cristiano del colectivo Arcadia (Cádiz); Comisión de Asuntos Religiosos del colectivo Cogam (Madrid); Comisión cristiana de la asociación Ojalá (Málaga); Cristianas y Cristianos del colectivo Bolobolo (Toledo); “Abrazos” Grupo Cristiano del colectivo No te Prives (Murcia); “Crismhom” Cristianas y Cristianos de Madrid Homosexuales-lgtb; Cristianas y Cristianos de la asociación ABLesGay (Albacete); Cristianas y Cristianos de la asociación Gylda (La Rioja); “Diálogo” Grupo Católico del colectivo Gamá (Gran Canaria); “Esperanza” Grupo Cristiano de la asociación Jerelesgay (Jerez de la Frontera); Grupo Cristiano de la asociación Alega (Cantabria); Área Cristiana DecideT (Alicante); Grupo de Asuntos Religiosos del Col•lectiu Lambda (Valencia); Cristianas y Cristianos del colectivo Xega (Asturias).
Grupos adheridos a este manifiesto: Redes Cristinas; Acgil, Associació Cristiana de Gais i Lesbianes (Cataluña).
La iglesia hace lo justo y necesario... lo que no
hace ES AVALAR EL ULTRAJE A LA LEY DE DIOS
en conductas tan abominables... la secta que ustedes
La Homosexualidad ha estado muchos siglos relacionada con “anormalidad”
Maricón en este pais ha sido un insulto fuerte y para la familia una desgracia. Hemos estado acorralados. Hay muchos paises que se encuentran en esa situación de soledad, de miedo y marginación.
Nos han hecho creer que estábamos abandonados de Dios, de Yavheh y de Alá. No os lo creais. Estamos salvados, porque Dios es AMOR y ama a todos los que aman, incluso a los que no aman.
Ya es hora de que vayamos superando nuestros miedos y nuestras dudas. No tenemos nada que temer, por que no hay nada que nos pueda separar de Cristo y su amor.
Nada ni nadie nos puede privar del amor de Cristo. Ni siquiera el pecado. Jerarcas de las religiones importantes llegara un día en que tendran que pedir perdón, por el sufrimiento que han causado.
En cuanto a otro tipo de problemas temporales, con frecuencia nos preocupamos demasiado. Toda nuestra vida está en manos de Dios.
Ayúdame a olvidarme enteramente de mí para establecerme en Ti, inmóvil y tranquila, como si mi alma estuviera ya en la eternidad. Que nada pueda turbar mi paz, ni hacerme salir de Ti, ¡oh mi Inmutable!, sino que cada minuto me sumerja más en la hondura de tu Misterio.
Inunda mi alma de paz; haz de ella tu cielo, la morada de tu amor y el lugar de tu reposo. Que nunca te deje allí solo, sino que te acompañe con todo mi ser, toda despierta en fe, toda adorante, entregada por entero a tu acción creadora.
¡Oh, mi Cristo amado, crucificado por amor, quisiera ser una esposa para tu Corazón; quisiera cubrirte de gloria amarte… hasta morir de amor! Pero siento mi impotencia y te pido «ser revestida de Ti mismo»; identificar mi alma con todos los movimientos de la tuya, sumergirme en Ti, ser invadida por Ti, ser sustituida por Ti, a fin de que mi vida no sea sino un destello de tu Vida. Ven a mí como Adorador, como Reparador y como Salvador.
¡Oh, Verbo eterno, Palabra de mi Dios!, quiero pasar mi vida escuchándote, quiero hacerme dócil a tus enseñanzas, para aprenderlo todo de Ti. Y luego, a través de todas las noches, de todos los vacíos, de todas las impotencias, quiero fijar siempre la mirada en Ti y morar en tu inmensa luz. ¡Oh, Astro mío querido!, fascíname para que no pueda ya salir de tu esplendor.
¡Oh, Fuego abrasador, Espíritu de Amor, «desciende sobre mí» para que en mi alma se realice como una encarnación del Verbo. Que yo sea para El una humanidad suplementaria en la que renueve todo su Misterio.
Y Tú, ¡oh Padre Eterno!, inclínate sobre esta pequeña criatura tuya, «cúbrela con tu sombra», no veas en ella sino a tu Hijo Predilecto en quien has puesto todas tus complacencias.
¡Oh, mis Tres, mi Todo, mi Bienaventuranza, Soledad infinita, Inmensidad donde me pierdo!, yo me entrego a Ti como una presa. Sumergíos en mí para que yo me sumerja en Vos, mientras espero ir a contemplar en vuestra luz el abismo de vuestras grandezas.
Todavía no he podido parar de reirme a mandíbula batiente viendo este despliegue de estupidez cavernícola. Es tanto el odio homófobo del “Lobby integrista de la ICAR”, que ya no saben cómo llamar la atención. Esto es confundir el rábano con las hojas, las churras con las merinas y hasta el “totum revolutum” más depurado. Podéis leer los patéticos ¿razonamientos? esgrimidos por quien escribe el artículo, fiel reflejo del hondo y profundo carácter homófobo de la Caverna en el siguiente enlace
Visto lo visto: la esperanza representada por Obama y el Apocalipsis cuasinuclear que es la divisa de Benedicto XVI, sólo me queda reflejarlo en la siguiente imagen: HOPE versus POPE (esperanza frente a Papa)
Esta es su manera de calentar motores contra el “Día del Orgullo Gay”: Una imagen enorme que pretende ser utilizada contra el “Orgullo” y una pequeña del Sagrado Corazón, que debiera ser lo más importante para ellos…Y no más de un párrafo dedicado al Maestro… ¿de verdad les importa el Sagrado Corazón? ¿o es que han dejado que les salgan sus “sacrílegas vísceras” a flote para arremeter contra Obama y los homosexuales?
Mientras una fiesta viene de siglos, la otra viene
de un dia para otro y sobre todo de inmoralidad...
Buceando por la red, me he encontrado este bonito post del Blog canciones para compartir que, a pesar de estar escrito en 2007 goza de plena actualidad:
Nunca podrás pecar de amor, el pecado está en no amar
Hoy, día del orgullo gay, este post va dedicado a todas aquellas personas que bien por haber nacido en un país en el que ciertos comportamientos sociales continuan siendo impensables, bien por temor a lo que opinen los demás, por convicciones o tabues religiosos que les marcan unas normas contradictorias con sus sentimientos… no pueden a día de hoy salir de su casa y mostrarse tal y como son, y continuan viviendo en ese cuarto oscuro en el que no hay normas, ni vecinos, ni mirones ni nadie que venga a decirte que tu forma de querer, por distinta, es peor que la suya.
Tomando las palabras que Sandra Mihanovich dice en su canción, yo también Si tuviese el poder de poder decidir dictaría una ley de que está prohibido prohibir
PROHIBIDO PROHIBIR
No se puede prohibir ni se puede negar
el derecho a vivir la razón de soñar.
No se puede prohibir ni el creer ni el crear
ni la tierra excluir Ni la luna ocultar.
No se puede prohibir ni una pizca de amor
ni se puede eludir que retoñe la flor
ni del alma el vibrar ni del pulso el latir
ni la vida en su andar no se pueden prohibir.
No se puede prohibir la elección de pensar
ni se puede impedir la tormenta en el mar.
No se puede prohibir que en un vuelo interior
un gorrión al partir busque un cielo mejor.
No se puede prohibir el impulso vital
ni la gota de miel ni el granito de sal
ni las ganas sin par ni el deseo sin fin
de reír, de llorar, no se puede prohibir.
No se puede prohibir el color tornasol
de la tarde al morir en la puesta del sol.
No se puede prohibir el afán de cantar
ni el deber de decir lo que no hay que callar.
Sólo el hombre incapaz de entender, de sentir
ha logrado al final su grandeza prohibir
y se niega el sabor y la simple verdad
de vivir el amor y en total libertad.
Si tuviese el poder de poder decidir
dictaría una ley
es prohibido prohibir
Dice Sto. Tomas de Aquino en ST I,98,2: que “el placer es tanto más grande cuando más pura es la naturaleza y más sensible el cuerpo” . No podemos entender la alegría de una manera solo espiritual, sin conexión con nuestro cuerpo, con nuestras necesidades emotivas, con nuestro deseo de placer. Dios, que ama al hombre entero ama también su gozo terreno, sensible, su cuerpo.
Dios ama el placer, la felicidad terrena, el gozo sensible del ser humano. Es cierto que Dios permite el sufrimiento por diversos motivos, y que el sufrimiento puede integrarse positivamente en la espiritualidad cristiana. Pero no es menos cierto que lo primero en el querer de Dios es el gozo del ser humano (1 Tim 6,17) Precisamente por eso cada uno de nosotros está llamado a procurar la felicidad (1 Tim 6,17).
Sin embargo, nadie estará marcado a fuego por este deseo, si no se convence a fondo de que Dios lo ama y desea su propia felicidad, si no percibe con íntima gratitud que Dios se complace en su placer y su alegría. Si no renunciamos a torturarnos a nosotros mismos no seremos capaces de buscar la felicidad de los otros (Ecl 14,6-7).
También respondemos a esa voluntad de Dios siguiendo esta invitación de la Sagrada Escritura: “Alégrate en el día feliz… Dios hizo sencillo al hombre, pero él se complicó por muchas razones…Yo por mi parte, alabo la alegría (Ecl,7,14.29;8,15).
Es lo que parece que pretende el nuevo arzobispo católico de Birmingham, partidario de abrazar a aquellos gays y lesbianas que vivan bajo los dictados de la iglesia. Lo que habría que ver es a qué se refiere: ¿podemos ser gays, cristianos, católicos, pero sin derecho a vivir en pareja o a contraer matrimonio? ¿hemos de guardar una castidad a la que no todos hemos sido llamados pero que la Iglesia nos impone? ¿Podemos ser gays pero tenemos vetado el acceso al sacerdocio?… Demasiadas condiciones, demasiadas prohibiciones que Dios no nos ha impuesto desde su amor incondicional que ustedes se empeñan en negarnos.
Bernard Longley será el nuevo arzobispo católico de Birmingham. Hasta ahora ocupaba el cargo de obispo auxiliar en Westminster, donde ha apostado por la integración de los LGTB en la diócesis, llegando incluso a celebrar misas para gays y lesbianas, lo que le valió numerosas críticas.
La elección de Longley, que a simple vista pasa por una buena noticia para gays católicos, ofrece sin embargo lecturas contradictorias. Es cierto que se ha acercado a los gays y aboga por que se les deje participar y no se les niegue la comunión, pero siempre siguiendo los dictados de la Iglesia Católica, que exige castidad a los homosexuales.
Parece que su entendimiento con lesbianas y gays es un intento de tenerles bajo control, más que otra cosa, sobre todo teniendo en cuenta que Longley ha sido señalado como un hombre ideológicamente cercano al actual Papa. Algunos analistas consideran que con la elección de Longley, algo joven para el cargo, Benedicto XVI se ha saltado una generación y prosigue con su estrategia de blindar a la iglesia ante cualquier intento de cambio.
Pocos teólogos se han esforzado por mostrar a Jesús cono un hombre feliz que contradecía la ley.
Entre nosotros los gays Cristianos y Católicos, encuentro sobre todo a gente comprometida con la Iglesia, con cantidad de escrúpulos, remordimientos, tristezas por ser Gays, por vivir en pareja, por enamorarse, por cuando ya no pueden más ir a una sauna, mirando por todas partes si hay algun conocido y salir corriendo.
¡Tranquilo! relajate. Jesús como varón Israelita, debería tener el reconocimiento de un padre, ser un hombre casado con su propia familia teniendo hijos varones, con un oficio que le permitiese tener medios suficientes para vivir, gozar de buenas y honorables relaciones, ser cumplidor de la ley, gozar de buena salud como señal de la bendición de Dios.
Si no era así se ponía en peligro la honorabilidad de esa persona.
Seguid predicando la Buena Noticia sin complejos, sin escrúpulos. Sed todo lo felices que podáis. La salvación no viene de los palacios vaticanos ni episcopales.
El niño homosexual está en guerra. No sabe todavía que es homosexual. Ni que está en guerra. También desconoce las causas de ambos hechos. Sin embargo, nació en guerra. Maldición, la de haber sido parido en territorio enemigo.
El niño judío sufre la estupidez del mundo y vuelve a casa y en su casa sus padres judíos le dicen “estúpido es el mundo, no vos”. Y le hablan de por qué esta noche no es como todas las noches y le cuentan de aquella vez que hubieron de salir corriendo y el pan no se levó. Le dan una lista de valores y tradiciones y le dicen: “Vos estás parado acá”. Y sabrá, el niño judío, que no está solo.
El niño negro sufre la estupidez del mundo y vuelve a casa y en su casa sus padres negros le dicen “estúpido es el mundo, no vos”. Y le hablan de la cuna de la humanidad, de un barco, una guerra. Le dan una lista de valores y tradiciones y le dicen: “Vos estás parado acá”. Y sabrá que no está solo.
El niño homosexual sufre la estupidez del mundo y ni se le ocurre hablar con sus padres. Supone que se van a enojar. Él no sabe por qué, pero se van a enojar. Y para sus padres, lo peor, es creer que su hijo no es como ellos.
Se enfrentará con algunas tonteras el niño homosexual. Será parte de una minoría con la cual, las relaciones que han establecido las mayorías han sido, generalmente, de crueldad. Las mayorías heterosexuales se han creído, a lo largo de los siglos, moralmente superiores y por lo tanto, con derecho a decidir cómo tienen que vivir todos los demás. La homosexualidad –en realidad, todas las sexualidades no reproductivas– fueron pecado para las religiones, fueron enfermedad para la ciencia y fueron delito para el derecho y los Estados. El poder no nos ha querido nunca.
El niño homosexual, sólo por haber nacido homosexual, sólo por haber sido parido en territorio enemigo, está en guerra con la religión, con la ciencia y con el Estado. ¿Cómo podría enfrentar un niño una lucha tan desigual? ¿Con qué armas? ¿Dónde está el adulto que lo escuche?
Con el tiempo, la ciencia que un día había decretado que la homosexualidad era una enfermedad, con la misma ligereza, decretó otro día que no lo era. No pidió perdón, pero por un decreto afirmó que éramos enfermos, y por otro, que ya no lo éramos.
Fue la primera de las tres fuerzas que reconoció el error. No, perdón no pidieron.
Ahora algunos señores representativos de la sociedad argentina 2009 deberán decidir sobre qué piensa hacer el Estado con estas minorías. Una posibilidad cierta sería matarnos a todos, hacerse cargo de la superioridad moral que se vienen atribuyendo y dejar un mundo binario; ir contra la naturaleza –que es variada y multisexual– y decidir que lo único que tiene derecho a existir es el hombre y la mujer, llamándole hombre a todo el que nació con pito y mujer a todo el que nació con chochi y listo. Y que necesariamente deben enamorarse entre sí para procrear. Podrían agregar un inciso en donde se elimine también a todos los estériles. El matrimonio, para esta posibilidad en donde sólo es un extensión legal para la procreación, se extinguiría apenas hombre o mujer ya no puedan cumplir su función reproductora. Allí, podrían ser eliminados también.
Otra posibilidad es que todo siga como hasta ahora. Que las mayorías heterosexuales no se hagan cargo de que nos imponen a todos los demás cómo debemos vivir. Que sigan disimulando que nuestras uniones le reportan al Estado los días de trabajo que no nos tomamos por unirnos; que las obras sociales nos cobren como solteros; que debemos pedir los créditos como solteros; que no tenemos asegurada la herencia después de haber vivido toda una vida con la persona que elegimos; ni siquiera la posibilidad de acompañarlo en la terapia intensiva. La posibilidad, si todo sigue como hasta ahora, es que nos digan “ustedes tienen los mismos derechos que nosotros a ser heterosexuales”, frase que oculta una verdad: no nos dan derecho a ser homosexuales. ¿Por qué no tenemos ese derecho? Porque somos minoría.
El matrimonio es una institución civil de la que se apropió la Santa Iglesia Católica y la convirtió en sacramento. Indisoluble. Monogámico. Y sagrado. En eso estamos de acuerdo. La Santa Iglesia Católica miente cuando dice que el matrimonio es “Lo que Dios ha unido”. El matrimonio es un sacramento indisoluble, monogámico y sagrado desde que así lo consagró el IV Concilio de Letrán, de 1215. Sus autores fueron hombres reunidos con fines políticos y económicos concretos, quienes interpretaron y monopolizaron la palabra de Dios a su antojo y necesidad. Que el matrimonio heterosexual y monogámico fuera definido como sagrado instauró una primacía que excluyó cualquier otro tipo de relación. De allí a la hoguera había un solo paso y no tardó nada la Santa Iglesia Católica en darlo. Es tan grande el malentendido que nadie explica cómo durante doce siglos de catolicismo nadie habló de esa unión conocida como matrimonio como algo sagrado. Es cierto que cuando se tratan estos temas, muchos ciudadanos armados de sentido común pregonan: no se puede criticar con los conocimientos y en el contexto de hoy lo que hicieron esos hombres en 1215. Es un error académico garrafal hacerlo. Nada parece más sensato. Si por un milagro uno de esos lobbystas de 1215 llegase a vislumbrar el mundo contemporáneo no viviría más de cinco minutos. Moriría de un susto de tan cambiado que está todo. Ahora bien, si es tan de sentido común, tan lógico no poder criticar hoy el pensamiento de hace ochocientos años ¿cómo se les ocurre que podemos vivir de acuerdo con una ideología pensada para la vida cotidiana de hace ochocientos años? En todo caso, los lobbystas del IV Concilio de Letrán aseguraron también que el matrimonio era indisoluble. Hemos podido comprobar que no lo es. Y Dios no dejó de ser Dios por eso.
A comienzos del siglo IV, el emperador Constantino proclamó al cristianismo como religión estatal del Imperio Romano, lo cual obligaba a todos los ciudadanos a cumplir con los preceptos católicos. Al convertir la ley canónica en legislación civil para toda Europa, la conducta sexual, que Grecia y Roma no habían reglamentado por pertenecer a la esfera de los derechos privados, pasaba a ser regulada por las autoridades civiles y eclesiásticas. En el siglo IV comenzaba a morir la libertad individual.
Ha pasado suficiente tiempo. Ha sufrido mucha gente.
Hoy tenemos la obligación de pensar todo otra vez.
“¿Entonces si mañana alguien quiere que el casamiento sea entre tres personas, hay que aceptarlo?”. Si el casamiento entre tres personas fuese común en la sociedad, como son las relaciones homosexuales, si hubiese miles de personas que dependiesen de que se legislase sobre eso, si hubiese marchas y pedidos, quizás debería pensarse. Pero al menos por ahora, no parece que ocurra. Ni aquí ni en ningún lugar del mundo.
“Mañana se van a querer casar con un delfín, y va a haber que aceptarlo?”. Nadie quiere casarse con delfines, pensar que nuestras relaciones son como enamorarse de un delfín habla más de quien lo piensa que de nosotros.
“Hay temas más importantes, es un pedido progre de clase media”. La homosexualidad cruza verticalmente las clases sociales. Y como en todo, los más pobres son los más desprotegidos. Y los pobres homosexuales están un poco peor que los pobres heterosexuales. Y las travestis pobres están peor que todos.
“Si todos fuesen homosexuales, se termina la humanidad”. Ninguno de nosotros quiere que la homosexualidad sea obligatoria. Sólo algunos heterosexuales quieren que la heterosexualidad sea obligatoria. Y no les sale. Queremos un mundo variado porque de la naturaleza nacimos todos.
Quizás el niño homosexual sea tu hijo. O tu futuro hijo. O tu nieto. O vos. O quizás no. No importa. Lo importante para todos es que el niño homosexual no tiene por qué sufrir porque vos te creas normal. Lo normal es que el mundo es maravillosamente variado y cada uno es valioso, porque es diferente a todos, y es diferente a todos, porque es igual a todos.
La mala noticia para los que insisten en vivir en el pasado, es que el casamiento homosexual ya existe hace años. Sólo falta que el Estado lo reconozca. Peleamos por ese reconocimiento. Cuando se despejen los prejuicios, los odios, la crueldad y la mentira se descubrirá finalmente la verdad que dos mil años de ocultamiento no pudieron tapar: la homosexualidad no es nada.
NIÑO HOMOSEXUAL?
NI EN SUEÑOS¡¡¡¡
los sodomierdas no son humanos
Primer cambio de sexo a un menor realizado en España.
Excelente noticia de la que nos informa el diario El Paisy que nos habla de que una persona hoy es más feliz, y de que hoy somos más felices todos… Y es que una joven de 16 años se ha sometido a la reasignación genital que venía solicitando desde hace meses, después de que un anacronismo legal impidiera a la joven y a sus padres tomar la decisión de recurrir al quirófano para adaptar su cuerpo a su identidad de género, según era su voluntad, y a pesar de que contaba con los informes favorables de los médicos.
Una joven de 16 años ha sido sometida en una clínica privada de Barcelona a la primera operación de cambio de sexo que se realiza en España a un menor. La chica llevaba más de año y medio sometida a tratamiento hormonal. La operación, realizada a principios de diciembre y no conocida hasta ayer, ha corrido a cargo del doctor Iván Mañero.
Mañero, que es jefe de la Unidad de Trastornos de Género del Hospital Clínico de Barcelona, diagnosticó el caso. Fuentes de este hospital explicaron ayer que la operación no pudo realizarse en este centro público porque no hay ninguno en España que contemple en sus protocolos las operaciones de cambio de sexo a menores. El centro médico donde se ha hecho la operación es el Instituto de Cirugía Plástica Iván Mañero, integrado en Barnaclinic….
La operación dura dos horas y la convalecencia seis días, explicó ayer el doctor que la ha hecho. “Está muy feliz”, añadió el médico. Extirpan los testículos y hacen una inversión peneana, que consiste en introducir el tejido del pene para construir un túnel interior, dice el doctor. Con el glande se hace un clítoris.
Los padres de la menor transexual se enteraron de que su hija, como se consideraba ella, no podía ser operada hasta que cumpliera la mayoría de edad. Pero no querían esperar a que su hija cumpliera 18 años. La menor ha estado más de año y medio en tratamiento psiquiátrico y hormonal. Pero, a pesar de que no es mayor de edad, el caso no ha presentado dudas desde el punto de vista médico y existió un dictamen favorable de los médicos forenses para que el adolescente, que nació varón, se haya convertido en chica.
La ley permite la intervención quirúrgica para cambiar de sexo a los que tienen menos de 18 años, pero siempre que cuenten con una autorización judicial. La familia de la menor decidió por eso recurrir a la justicia para hacer posible el cambio de sexo, que finalmente autorizó que la operación se llevara a cabo el pasado mes noviembre.
El cirujano Iván Mañero ha asegurado que es mejor realizar esta intervención antes de la edad adulta, incluso de los 18 años, que es la que establece la legislación española, debido a que los riesgos son menores. Para Mañero, este es “un debate abierto en todo el mundo”, aunque “probablemente habrá más casos que no hayan trascendido a la opinión pública”.
El doctor dice que si una chica de 16 años es madura para abortar sin decírselo a los padres, como contempla la nueva ley, también se deben autorizar estas intervenciones. “Casos como éste hay muchos, pues todos los transexuales pasan alguna vez por ser menores”. “Hay que seleccionar cada caso. Puede haber mayores no preparados y menores que sí. La edad cronológica no es determinante”, opina este experto. El tratamiento de la transexualidad también se inicia en edades tempranas en otros países desarrollados.
Como cuenta Dos Manzanas, no resulta frecuente que este tipo de intervenciones en menores, siempre rodeadas de polémica, salgan a la luz, aunque eso no significa que no se realicen, según explica el cirujano Iván Mañero. Hace unos meses el caso de un menor autorizado a someterse a mastectomía en Australia también saltó a los medios generando duras reacciones por parte de los sectores más conservadores de aquel país.
Conocíamos a este obispo por sus asuntos económicos en Castellón que dejaron en bancarrota a la diócesis (¿alguien le ha reclamado el dinero perdido?), por susmisas ante “franquistas” en Paracuellos junto a banderas franquistas, por suconservadurismo integrista, por sus ataques a las leyes progresistas , su machismo y su inmisericordia con las mujeres maltratadas… pero esta canallada ya nos indigna (y se asombrarán de que la gente decida apostatar)y creemos que tiene que tener una respuesta en los juzgados. Exigimos al Fiscal General del Estado a que actúe.
La diócesis una guía con consejos para “dejar de ser gay”
Acompañado de varios fragmentos de la Biblia que discriminan y critican la “ruindad” de la homosexualidad.
Para “celebrar” el día del Orgullo Gay, el obispado de Alcalá de Henares publica en su webuna página llamada “Homosexualidad y Esperanza” en la que defiende que los homosexuales pueden dejar de serlo. Entre otros diversos materiales, la página proporciona enlaces a una serie de “recursos”, algunos de ellos en la línea de las peligrosas “terapias reparadoras” para la supuesta curación de la homosexualidad. Lo más escalofriante es que también se dirige a padres de menores de edad que manifiesten “dicha tendencia” o “tales comportamientos”. Y con un cinismo desvergonzado, el Obispado dice que ofrece sus consejos “desde el más exquisito respeto a las personas” , ¡serán caraduras!.
“La orientación sexual de una persona puede cambiar en el transcurso de la vida” es posible tener “la esperanza”. Estas palabras se recogen en la guía publicada por el obispado de Alcalá de Henares en la que se aconseja como actuar para evitar o rectificar la homosexualidad. ¿Y que tiene que hacer el gay o la lesbiana para curarse, según la visión del Obispado de Alcalá? Pues leer la primera carta a los Corintios 6, 10: “¿Ignoran que los injustos no heredarán el Reino de Dios? No se hagan ilusiones: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los pervertidos”. O la primera carta a Timoteo, que vuelve a arremeter contra “los impúdicos y pervertidos”.
El texto también presta consejos a los padres para prevenir algunas conductas. “En lo referido a los menores de edad conviene recordar que los padres, por su parte, cuando advierten en sus hijos, en edad infantil o en la adolescencia, alguna manifestación de dicha tendencia o de tales comportamientos, deben buscar la ayuda de personas expertas y calificadas para proporcionarle todo el apoyo posible”. Expone el texto, que advierte de la posibilidad de rectificar estas conductas en los menores, y en caso de presentarse alguna posibilidad de una “desviación” sexual, reorientarla.
La Diócesis Complutense apoya su tesis con la presentación de varios textos bíblicos como por ejemplo el suceso de Sodoma aparecido en el Génesis, en el cual dicha ciudad es devastada por las llamas en castigo , supuestamente, por la homosexualidad y la lujuria de sus habitantes, lo que la exégesis más reciente niega de plano) y lo explica copmo un atentado contra la Hospitalidad debida al extranjero. En el texto se relata cómo varios hombres acuden a la casa de Lot, sobrino de Abraham, con el supuesto objetivo de tener relaciones con dos ángeles que Lot ha acogido en su casa. El anfitrión les contesta: “Amigos, les suplico que no cometan esa ruindad” y les ofrece a cambio sus dos hijas vírgenes para que hagan con ellas “lo que mejor les parezca”. “Pero no hagan nada a esos hombres, ya que se han hospedado bajo mi techo”, añade…
El Obispado dirigido por Monseñor Juan Antonio Reig Plà enlaza también con contenidos de la Universidad de Navarra que expone diversas teorías de la Asociación Médica Católica, tales como que la homosexualidad puede generarse por tener padres alcohólicos.
Otro de los recursos citados, por poner solo un ejemplo especialmente perverso, es el libro Cómo prevenir la homosexualidad, escrito por Joseph Nicolosi, y que en su momento promocionó la cadena COPE. Un texto especialmente peligroso, ya que pretendería influir no en personas adultas, sino en niños y adolescentes LGTB a través de sus padres, con el consecuente potencial de daño y secuelas psicológicas.
Según Diario de Alcalá, el delegado de Familia y Vida del Obispado de Alcalá, César Alzola, no ha querido entrar a valorar ayer este tipo de teorías. En cuanto a los textos bíblicos antiguos, argumentó que algunos de ellos “se escribieron hacen 3.000 años, si bien, la Iglesia no puede cerrar los ojos a la verdad”. Alzola también ha contado que el Obispado de Alcalá cuenta con un grupo de orientación con psicólogos que atienden de manera personalizada a gays, lesbianas o padres con hijos menores. “Tras pasar por este servicio, varias de estas personas han optado por el camino de la castidad. Y la castidad no es una castración, sino un camino más para acercarse a Dios, también en el caso de los heterosexuales”, ha manifestado.
Las recomendaciones van más allá e incluso, para el gay que quiera hacer meditación, hay santos a los que seguir. En el colomo de la indecencia manipuladora, en el apartado “Para meditar y orar: algunos santos mártires de la castidad”, el Obispado recomienda a “San Carlos Lwanga y compañeros, mártires de Uganda“, que según el documento al que deriva esta guía, murieron quemados “a fuego lento” por “negarse en redondo” a “los deseos lujuriosos del monarca”.
El otro mártir recomendado es “San Pelayo, el mártir de la castidad en el umbral de la juventud”.“El califa se sintió atraído por su figura y, al no poder doblegar su virtud, lo hizo martirizar, a los catorce años de edad, el 26 de junio del año 925“, dice el texto, acompañado por el retrato de un santo aniñado, lo que parece haber gustado a quienes han estado mudos ante la pederastia clerical.
Pedro Zerolo, secretario de Movimientos Sociales del PSOE y activista homosexual, calificó la actitud del Obispado de Alcalá de “impresentable”. “La homosexualidad no es una enfermedad, la homofobia sí, y se cura con Educación para la Ciudadanía”, afirmó Zerolo, que alertó de la línea involutiva en la que en los últimos tiempos están cayendo algunos obispos.
Nos seguimos preguntando cómo es posible que materiales de este tipo puedan ser publicados o promocionados sin ser considerado un delito contra la salud pública viendo los perjudiciales resultados que provocan. Esto es peor que fumar y beber alcohol y si estamos de acuerdo en prohibir su uso, en determinadas circunstancias, no entendemos por qué esto no. Basaría con recordar que la Asociación Americana de Psicología ya determinó, tras una profunda revisión de la literatura científica, que ya no resulta posible sostener que una persona puede cambiar su orientación sexual a través de terapia, mientras que los daños potenciales de tales intervenciones pueden llegar ser muy graves. También la Asociación Médica Británica ha alertado de su peligro.
Piensen en que los sodomitas distorcionan todo
y
pretenden tapar con su oscuridad por encima de su
error biologico que son... fatal y grave, heroes como
el señor aquel de alcala
de henares son personas que dan
frente a este problema moral que viene desde
las hordas...
Título: Homosexualidad y esperanza:
Terapia y curación en la experiencia de un sicólogo Autor: Gerard J. M. van deen Aardweg
Contenido:
1. INTRODUCCIÓN
2. ACTITUDES SOCIALES ACTUALES HACIA LA HOMOSEXUALIDAD
2.1. LA HOMOFILIA COMO TRASTORNO EMOCIONAL
2.2. Notas
3. ¿CUÁNDO UNO ES HOMOSEXUAL?
3.1. SENTIMIENTOS HOMOSEXUALES
3.2. INCIDENCIA
3.3. AUTOIDENTIFICACIÓN
3.4. Notas
4. ¿ES LA HOMOSEXUALIDAD INNATA?
4.1. HORMONAS
4.2. HERENCIA
4.3. NORMALIDAD
4.4. ¿ES TODO EL MUNDO BISEXUAL?
4.5. UNA ETAPA BISEXUAL TRANSITORIA
4.6. Notas
5. LA HOMOSEXUALIDAD COMO TRASTORNO PSÍQUICO
5.1. Notas
6. EL COMPLEJO DE INFERIORIDAD DEL HOMOSEXUAL
6.1. EL NIÑO AUTOCOMPASIVO EN EL ADULTO
6.2. EL COMPLEJO DE INFERIORIDAD HOMOSEXUAL
6.3. MASCULINIDAD Y FEMINIDAD: ¿ESTEREOTIPOS CULTURALES?
6.4. LA HOMOSEXUALIDAD EN EL DESARROLLO SEXUAL
6.5. Notas
7. ORIGEN Y MECANISMOS DEL COMPLEJO HOMOSEXUAL
7.1. ORIGENES EN EL HOMBRE
7.2. RELACIONES CON LOS PADRES
7.3. OTRAS INFLUENCIAS
7.4. ORÍGENES EN LA MUJER
7.5. OTRAS INFLUENCIAS
7.6. Notas
8. COMO OPERA EL COMPLEJO HOMOSEXUAL
8.1. Búsqueda repetitiva de un amante
8.2. El deseo homosexual es transitorio y superficial
8.3. Las personas con tendencias homosexuales y otros neuróticos padecen autocompasión compulsiva. 8.4. Las personas con tendencias homosexuales ansían llamar la atención
8.5. El egocentrismo es otra característica neurótica universal.
8.6. El “niño autocompasivo” en el adulto es inmaduro emocionalmente en otras áreas, además de la sexual. 8.7. Permanecer parcialmente como un niño afecta también a la relación con los padres
8.8. El “entrañable niño de antaño” mantiene sentimientos y actitudes infantiles hacia el sexo opuesto
8.9. Las personas con tendencias homosexuales tienen dificultades en aceptar plenamente su identidad sexual, la llamada “identidad de género”
8.10. Finalmente, no es superfluo resaltar que el complejo homosexual es sólo una parte de la personalidad de un sujeto
9. EL CAMINO PARA EL CAMBIO
9.1. AUTOPROFUNDIZACION Y LUCHA
9.2. HIPERDRAMATIZACIÓN
9.3. CURACIÓN
10. EL CAMBIO SIN PSICOTERAPIA
10.1. LA CONVERSIÓN RELIGIOSA
10.2. JOHN V.
10.3. Notas
11. EFECTOS DE LA TERAPIA ANTIQUEJA
11.1. BEN
11.2. EL SEÑOR L.
11.3. EL SEÑOR V.
11.4. LA SEÑORITA W.
12. PREVENCIÓN
13. BIBLIOGRAFÍA . .
1. INTRODUCCIÓN Ningún aspecto de la revolución sexual contemporánea ha sido más discutido y ha causado tanto malestar como la homosexualidad. Durante años, hemos estado agobiados por dos posiciones contrarias. Por un lado, el movimiento pro-homosexual, que clama por una total tolerancia y aceptación; por otro, (actualmente más oculto), los que rechazan de pleno el problema homosexual y se niegan a tomárselo en serio. De cualquier modo, hasta ahora, las cuestiones más importantes sobre la homosexualidad no han sido tratadas a fondo: sus causas y sus orígenes, así como los posibles cambios en la conducta y en la tendencia homosexual. Hoy en día, después de bastantes años de duras controversias, existe un deseo de llegar a alguna conclusión. En parte, esto se debe a un cambio en la opinión pública respecto al problema, ya que el movimiento homosexual radical de finales de los años 60 y 70 ha empezado claramente a retroceder, y el gran público que había llegado a considerar atentamente el problema homosexual, ha comenzado también a abandonar la gran simpatía que tenían por el movimiento en el pasado. Los mismos homosexuales han comenzado a meditar y reflexionar sobre su modo de vida. La crisis originada por el SIDA ha evidenciado algunas de las consecuencias del estilo de vida “gay”, totalmente desinhibido y militante. El SIDA es sólo un componente de un conocimiento más amplio, tanto entre los homosexuales como entre otras personas, de que ese modo de vida, con independencia de cualquier consecuencia médica, ha resultado realmente dañino para muchos. En resumen, creo que vivimos en una época, en la cultura americana y occidental, donde es posible la reflexión racional, crítica, pero llena de comprensión humana sobre la homosexualidad. El libro Homosexualidad y esperanza, de Gerard van den Aardweg, no podía haberse publicado en un momento más oportuno. La cuestión puede ser resumida de la siguiente manera: por un lado tenemos buenas razones para ser comprensivos y para interesarnos por los homosexuales, para reconocer la realidad de su situación. NO podemos ignorarles ni, simplemente, obligarles a cambiar su comportamiento. Por tanto, hemos aceptado el problema homosexual como un problema importante y real que requiere nuestra atención. Por otro lado, han aparecido en las últimas décadas numerosos estudios relevantes sobre el origen de la homosexualidad. Algunos afirman con gran seguridad y demuestran con pruebas, que la tendencia homosexual puede ser, y en algunos casos ha sido, modificada. La literatura de investigación que reafirmaba esta tesis fue bastante bien acogida. No obstante, como consecuencia del movimiento homosexual militante, este planteamiento fue marginado en los últimos veinte o veinticinco años, y ha permanecido como una posición minoritaria dentro de la psicología. El Dr. Van den Aardweg señala que esta investigación es extremadamente importante e insiste en que hay que tenerla en consideración. Esto, por sí mismo, es un importante logro. Además, él acepta que la homosexualidad es un grave problema, y describe un modo psicológico para tratarla. Con esto, el Dr. Van den Aardweg sitúa la homosexualidad en un nuevo contexto: el de la esperanza y el cambio. ¿Por qué debe ser importante la esperanza? Después de todo, muchos homosexuales propugnan una total aceptación de su modo de vida como intrínsecamente válido. Pero también es evidente que un gran número de homosexuales están muy insatisfechos con su modo de vida. Cuando se percatan de su homosexualidad, lo a mayor parte se sienten horrorizados y deprimidos. El estilo de vida homosexual trae consigo grandes dosis de culpa, no culpa neurótica (aunque estoy seguro de que también ha algo de esto), sino auténtica culpa: por la promiscuidad sexual; a consecuencia de las constantes mentiras sobre las relaciones amorosas permanentes que se rompen en semanas, e incluso a veces en días u horas. Este sentimiento de culpa, unido a la esperanza frustrada de poder tener una vida heterosexual, pesa enormemente sobre muchos homosexuales. La esperanza que se ofrece aquí es la ayuda para aliviar tales conductas, ideas y emociones dolorosas en extremo. El marco teórico para el cambio nos proporciona también un modo más racional de entender el problema homosexual y su tratamiento. En las últimas décadas hemos aprendido bastante acerca de las condiciones psicológicas (trastornantes y debilitantes) que afectan a gran número de personas. Tenemos ahora plena conciencia de los millones de personas que sufren o han sufrido las consecuencias del alcoholismo, de la ludopatía, del abuso de las drogas, de los desórdenes maníacodepresivos, esquizofrenia, anorexia, bulimia, estados graves de ansiedad, depresiones y fobias. Quizá todos nosotros, en algún grado y en algún momento de nuestras vidas, sufriremos alguna de estas enfermedades, igual que podemos tener, en un momento u otro, algún problema de salud física. Es muy importante el hecho de estar acostumbrados a pensar en la curación de las patologías psíquicas, igual que sucede con las enfermedades físicas. Todos conocemos a personas que han podido superar algún tipo de dolencia cardiaca, hipertensiones y también a otras que viven durante años con cáncer. O que se han curado del alcoholismo o de problemas psíquicos, como una profunda depresión, y son más fuertes gracias a ello. Tal vez nosotros mismos hayamos superado situaciones similares. El Dr. Van den Aardweg demuestra que la homosexualidad es una de las patologías a las que todos estamos expuestos. El origen radica en la forma en que somos educados y en diversas experiencias de nuestra vida. Como cualquier otra patología, podemos entenderla y curarnos de ella. Van den Aardweg extrae la homosexualidad de un sistema extremadamente irracional y la coloca en un contexto racional y realista. La homosexualidad no es una condena permanente a un modo de vida que será siempre contrario a la forma de vida heterosexual y a la mayoría de las instituciones más notables de nuestra sociedad. Los homosexuales no están condenados a una forma de vida alienante, marginadora y muy restrictiva de la persona. Una vez que hemos comprendido la homosexualidad como un problema psicológico del que uno puede recuperarse, nuestra visión de la cuestión homosexual cambia en dos sentidos. Al homosexual se le da la esperanza para cambiar, y al mismo tiempo, hay una aceptación del homosexual como parte de la común sociedad humana y, al igual que el resto, sujeto a patologías. Esto es particularmente cierto cuando vemos la homosexualidad como una situación de la cual uno puede curarse y en este proceso, Dios mediante, llegar a ser una persona más fuerte para encarar con éxito el reto que tiene. Esto necesita ser subrayado. Por ejemplo: sé de un grupo de homosexuales de Nueva York llamado “Coraje”; sus miembros trabajan duramente por llevar una vida cristiana y en concreto una vida sexual casta. Su nombre es adecuado, ya que tal forma de vida exige mucho valor, mucho coraje. En el proceso de desarrollo de una respuesta cristiana a su homosexualidad, estos hombres de convierten en modelos de fortaleza y coraje para muchos otros, incluidos los heterosexuales. De hecho, muchos heterosexuales sufren también estilos de vida enfermizos –en concreto, varios tipos de conductas sexuales comunes entre los heterosexuales, que son ahora reconocidas por muchos psicólogos como dependencias adictivas; así, la promiscuidad sexual, la masturbación habitual y el fetichismo sexual. Los homosexuales que puedan trascender su situación sirven de modelos de fortaleza y esperanza para muchos otros. En sus tesis, van den Aardweg enfoca la experiencia de la autocompasión como núcleo de la psicología del homosexual. Es importante señalar que las consecuencias neuróticas de la autocompasión no se limitan a la homosexualidad en ningún caso. La autocompasión es una enfermedad que afecta a muchos tipos de personas. Una de las mayores contribuciones de van den Aardweg es la de describir la dinámica que origina la autocompasión y algunos de los procedimientos psicoterapéuticos que pueden reducirla. Así, su trabajo en este campo es también valioso para personas interesadas en cómo afecta la autocompasión a la vida de personas heterosexuales. El Dr van den Aardweg utiliza el humor como terapia para el tratamiento de la neurosis de autocompasión en los más diversos tipos de personas. Cualquiera que sufre el sentimiento de autocompasión es candidato al tratamiento del humor. De hecho, pienso que el humor es una técnica de posible utilidad muy extensiva en psicoterapia, que merece un mayor interés teórico que el recibido hasta ahora por parte de los psicólogos. La tesis del Dr. Van den Aardweg se apoya sobre un área importante de la psicología: la educación de los niños y, en particular, la relación entre ésta y el desarrollo moral y ético. Cualquier fallo en el desarrollo normal de la identidad sexual tiene consecuencias morales y éticas. Van den Aardweg, de forma perspicaz y concisa, describe el conjunto de actitudes y valores que pueden conducir a un error en el desarrollo de la orientación heterosexual del niño. Su interpretación del desarrollo de la homosexualidad proporciona una perspectiva de psicología evolutiva, en particular en las características éticas y morales del niño. Urjo a los lectores interesados en este aspecto del desarrollo infantil a prestar especial atención al testimonio y tesis del autor. Finalmente, el punto de vista del doctor es especialmente significativo para la comunidad cristiana. No utiliza de modo explícito ningún concepto o teoría explícitamente cristiana en su interpretación de la homosexualidad o en su respuesta clínica. Sin embargo, este libro es una contribución profunda a la respuesta cristiana a la homosexualidad. Al orientador cristiano que tenía buenas razones para pensar que la tendencia homosexual no podía cambiarse, se le presentaba un serio dilema moral. Podía aceptar a la persona, pero si la inclinación homosexual no podía ser modificada, tenía que aceptar su conducta homosexual como válida. Hacer esto, sabiendo que el Judaísmo, del que Jesús era un fiel representante, condenaba inequívocamente la homosexualidad, era rechazar las Escrituras y la Tradición de la Iglesia en esta cuestión; no sólo en los 2.000 años de vida cristiana, sino también en los 3.000 precedentes de vida judía. La otra posibilidad es igualmente inaceptable, esto es, rechazar al homosexual, decirle que lo que estaba haciendo era incorrecto, pero no ofrecerle ayuda. Ambas opciones son anticristianas, y parecía que no había otras. Todos conocemos el célebre episodio de Jesús y la mujer adúltera, cuando El no quiso condenarla, y sabiamente, encontró una forma de alejar a aquellos que querían lapidarla. Cuando se quedaron solos, Jesús le dijo con claridad: “Vete y no peques más”. Hay ayuda real en este libro, así como en los textos recientes de otros psicólogos, tanto cristianos como no, que luchan con el problema de la homosexualidad. Estos y el doctor Van den Aardweg dan consejos importantes sobre la forma en que uno puede ayudar al pecador que honestamente quiere ir no pecar más. Paul C.Vitz IR A CONTENIDO . 2. ACTITUDES SOCIALES ACTUALES HACIA LA HOMOSEXUALIDAD Hoy en día se oye por todas partes que los sentimientos homosexuales son algo normal, una simple cuestión de preferencia o gusto. A esto sigue un alegato en pro de su aceptación social: el comportamiento y las relaciones homosexuales son, se dice, iguales a los heterosexuales, por consiguiente muchos reclaman, entre otras cosas, el reconocimiento legal de las relaciones homosexuales, hacerlas equivalentes al matrimonio, y dar una mayor información pública, en la que se reconozca su normalidad. El único problema planteado por la existencia de la homosexualidad no es, como se nos quiere hacer creer, social: hay que conseguir que el público acepte la situación y restaure los derechos de una minoría oprimida durante mucho tiempo. Algunos van incluso más allá y reclaman la aceptación de la idea de que cada adulto, por naturaleza, es en parte homosexual; por tanto, la educación de los niños debe ser modificada adoptando una postura más abierta hacia la homosexualidad, por ejemplo: dando idéntico trato a chicos y chicas. En este sentido, el movimiento de liberación homosexual va a la par del movimiento feminista. Ambos están de acuerdo en la necesidad prioritaria de un cambio en los papeles masculinos y femeninos y en las relaciones hombre-mujer. El santo y seña es que tenemos que deshacernos de los modelos predefinidos de papeles. “Predefinido” supone que hasta ahora estábamos obligados por la presión de nuestra cultura a formulaciones tradicionales de masculinidad y femineidad, a aceptar relaciones arbitrarias y restrictivas con el sexo opuesto; a acoger el matrimonio como única forma de relación sexual. Con todo, el argumento va mas allá, la sexualidad natural es mucho más rica en sus “variaciones”, y la ciencia moderna ha demostrado la existencia de tipos totalmente distintos de sexualidad, de amor sexual, y de relaciones sexuales, pero igualmente naturales. Para despejar el camino hacia ellas, ¡rompamos con prejuicios obsoletos! Quien no quiere aceptar la homosexualidad como normal es acusado de discriminar a la gente de condición diferente, personas que son “en esencia” (inherentemente) diferentes. Quizá él discrimina porque está reprimiendo el componente homosexual de su propia vida emocional; o peor, porque sufre homofobia, miedo patológico a la homosexualidad. Estas ideas, constantemente invocadas en radio y televisión, en periódicos y revistas, propagadas por organizaciones para la reforma sexual, así como por instituciones establecidas en el campo de la salud mental, no han dejado lugar para otras opiniones. Se ha hecho tradicional enseñar a los escolares y universitarios que la homosexualidad es algo normal; un profesor que expresara un punto de vista diferente podría verse sometido a la presión de la indignación pública. Los autores de libros de texto y artículos periodísticos en campos como medicina y psicología escriben con regularidad de acuerdo a esta configuración mental. Si otras opiniones sobre la homosexualidad, que no sean las doctrinas del movimiento de liberación homosexual, reciben publicidad, son comentadas de modo condescendiente y con una ironía apenas disimulada. No es de extrañar, pues, que éste no sea el clima más apropiado para una ulterior investigación imparcial de las causas de la homosexualidad *, y que se deje solas a las instituciones científicas oficiales en lo que se refiere a las posibilidades de tratamiento. Muchos editores vacilan al lanzar publicaciones que no sigan la línea habitual, por temor a críticas negativas. (*) Es interesante observar cómo la National Gay Task Force presionó a la American Psychiatric Association para que suprimiera la homosexualidad de la lista de desórdenes mentales (Nota del editor) Uno de los pocos que ha censurado la falta de libertad en este clima social es A.D. De Groot, un profesor holandés de psicología de la personalidad. Con motivo de una discusión sobre la hipótesis de que los homosexuales son más neuróticos que los heterosexuales dijo: “El cenáculo más poderoso de nuestro tiempo, entre los intelectuales y semiintelectuales, es la comunidad de seguidores de las opiniones predominantes, tendenciosamente progresistas. A cualquiera que se atreva a plantear una teoría de diferencias entre grupos de gente lo acusan del pecado de discriminación” La propaganda acerca de la aceptación de la homosexualidad tiene su principal origen en los círculos de militantes homosexuales. Tienen una oportunidad privilegiada para hablar cada vez que se trata de la homosexualidad en los medios de comunicación social, o cuando un artículo, libro o revista se ocupa de este tema. Aparentemente, son considerados como los mejores expertos de su propia condición emocional. Viéndolo más de cerca, de todas formas, hay razones abundantes para suponer que, como dice el viejo refrán: “Nadie es buen juez en causa propia” IR A CONTENIDO . 2.1. LA HOMOFILIA COMO TRASTORNO EMOCIONAL “Todo el mundo dice que es normal”. Muchas veces oigo esta afirmación, sobre todo de jóvenes afectados por el problema. En el capítulo siguiente explicaré por qué “todo el mundo” no es una expresión adecuada. Efectivamente, las personas de tendencia homosexual son a menudo informadas de su normalidad por médicos, psicólogos, e incluso sacerdotes, que añaden; “¿Por qué te preocupas por eso? Acepta que eres así, busca un amigo, apúntate a un club gay…. no hay nada que puedas hacer para evitarlo”. Aunque son opiniones infundadas, están de moda. Vamos a proponer aquí una perspectiva como alternativa. Para empezar, demostraré que la homosexualidad es un trastorno emocional que se manifiesta en la niñez y en la adolescencia. Después demostraré que, en muchos casos, aquellos que tienen esta tendencia pueden llevar a cabo un cambio profundo a mejor, con paciencia, dedicación y buena voluntad. [1] No es fácil dar en el punto adecuado. Como norma, los militantes homosexuales evitan la discusión abierta; tan sólo quieren oír que están en lo cierto. No hacen caso a los hechos y argumentos lógicos. Atacan y dramatizan su posición y, al parecer, tienen éxito con esta táctica. Su misma militancia nos obliga a reaccionar firmemente ante sus exigencias. Pero tal vez haríamos mejor prestando más atención a los grupos homosexuales bienintencionados, no tan vociferantes y a menudo olvidados. Viven preocupados por su difícil situación y sus consecuencias: aislamiento social, soledad, la aparente condena a una soltería permanente. A menudo, se sienten infelices, inferiores e incluso desesperados. Debemos atender más aún a los que llevan una vida homosexual, pero que no encuentran paz en ella, o a los que se sienten condenados a repetir “nunca seré normal”. No es un grupo pequeño. Cuando uno pregunta delicadamente en una conversación personal, resulta que la mayoría de los homosexuales están insatisfechos y desearían de algún modo cambiar “si fuera posible” [2]. En verdad, muchos homosexuales se resisten haber sus sentimientos como neuróticos, a comprometerse en intentos reales de cambio. Debemos admitir, sin embargo, que sus vacilaciones son, al menos en parte, agravadas por las actitudes sociales imperantes. En todo caso, ellos – y todos los que tratan de mantener alejados sus sentimientos homosexuales- necesitan comprensión realista, no sobreprotectora o sentimental. Necesitan coraje, pero también mirarse a sí mismos con actitud racional. Lo que sigue va especialmente dirigido a ellos, a sus cónyuges, si están casados con homosexuales, y a sus padres, los cuales (si no están confundidos por la propaganda de libración homosexual) se afligen por el camino tomado por sus hijos. Los que se enfrentan, en su trabajo o en su vida privada, a los problemas de colegas o amigos con tendencias homosexuales también encontrarán ayuda. IR A CONTENIDO . 2.2. Notas: 1. DE GROOT A.D., Hypothesen over homofilie, en “De Psycholoog” 17 (1982), pp. 244-245. 2. Resulta elocuente el resultado de una investigación, según la cual el 60% de los homosexuales “socialmente bien adaptados” (alrededor de un millar) había recurrido a la ayuda de un psicólogo o psiquiatra. Véase BELL, A.P.- WEINBERG, M.S.-HAMMERSMITH, S.K., Sexual Preference: Its Development in Man and Woman, Indiana University Press, Bloomington 1981. IR A CONTENIDO . 3. ¿CUÁNDO UNO ES HOMOSEXUAL? Expresiones del tipo “es un homosexual”, “es una lesbiana”, sugieren que las personas a las que hacen referencia pertenecen a una variedad de la especie humana diferente de la heterosexual. La homosexualidad, cada vez más, está considerada una “variante”, una “preferencia”, una “condición constitutiva”. Estos términos sugieren que uno nació así. Es, sin embargo, una concepción errónea. El conocimiento que tenemos a nuestra disposición indica que las personas inclinadas a la homosexualidad nacen con las mismas características físicas y psíquicas que cualquier otra. No hay pruebas de que exista una naturaleza innata “diferente” que haga que, por ejemplo, un porcentaje de hombres con tendencias homosexuales aparezcan poco viriles o incluso afeminados, en su conducta e intereses. Esto es un efecto de la educación o de una visión sobre sí mismos que no es innata, sino aprendida. Las mujeres “hombrunas” con tendencias lésbicas, no lo son por disposición natural, sino por hábito y por un específico complejo de inferioridad. Existen, por otro lado, lesbianas “femeninas” de quienes, a primera vista, poca gente sospecharía estas inclinaciones. Al decir “complejo de inferioridad” ESTOY ANTICIPANDO MI EXPLICACIÓN. Intentaré Demostrar que las tendencias homosexuales nacen de un tipo especial de complejo de inferioridad, puesto que por constitución una persona no es homosexual, sino heterosexual. Esto es así, prescindiendo de las conductas personales; un hombre o una mujer podrán no tener, o sólo muy débilmente, inclinaciones heterosexuales, pero aún son, en esencia, heterosexuales. Estrictamente, los “homosexuales” u “hómofilos” no existen, como tampoco en el reino animal; sí que existen personas con inclinaciones homosexuales. En realidad, debería evitarse el término “homosexual” y usar designaciones como “personas con inclinaciones homosexuales”. IR A CONTENIDO . 3.1. SENTIMIENTOS HOMOSEXUALES Por sentimiento homosexual se entiende cualquier sensación de enamoramiento o atracción erótica hacia personas del mismo sexo. Esto viene acompañado de un débil o nulo interés erótico por el sexo opuesto. Aquí debemos hacer una excepción: sentimientos homosexuales que puedan aparececer durante la adolescencia (pubertad) y hasta los 17 años, por lo normal, son transitorios y deben ser contemplados como una etapa más del desarrollo psicosexual. Desaparecen sin dejar huella cuando, en la siguiente fase, despiertan los sentimientos heterosexuales. Como describiré más adelante, la prepubertad y pubertad son los períodos más importantes en lo que respecta al desarrollo de la “genuina” homosexualidad: los sentimientos homosexuales que perduran durante toda la vida. Además, debemos recordar que la palabra “homosexualidad” engloba una gran variedad de tipos y formas. Por ejemplo: hay hombres que se sienten atraídos sexualmente por cualquier hombre, y otros que tan sólo están interesados en tipos específicos de varones. En algunos, el sentimiento homosexual está continuamente presente en su imaginación, como si fuera una obsesión, mientras que en otros aparece a rachas. Algunos se inclinan por compañeros de su misma edad; otros, por mayores, y otros, por jóvenes, adolescentes o niños. Algunos cambian en sus preferencias. Hay diferencias también en los papeles que asumen en las relaciones con sus compañeros. Unos desempeñan predominantemente un papel activo; otros pasivo, mientras que muchos –la mayoría- no tienen un papel fijo. Algunos con tendencias homosexuales pueden ser conscientes de sus sentimientos heterosexuales, que son de escasa intensidad: son los llamados bisexuales. En el otro extremo, están quienes sólo de forma esporádica tienen impulsos heterosexuales, y quienes apenas tienen ninguno: son los llamados homosexuales exclusivos (digo “apenas ninguno” porque Freud afirmó acertadamente que, en un análisis cuidadoso de las fantasías a lo largo de la vida de una persona con fuertes tendencias homosexuales, se encuentran siempre trazos de una disposición heterosexual normal, aunque profundamente oculta). Otra distinción más: algunos desean un compañero para una relación más duradera; otros no. De cualquier forma entre el deseo y la realización, los primeros encuentran una gran distancia; una relación leal y duradera es extremadamente rara, si es posible en algún caso. Así, en un estudio realizado a setenta hombres y mujeres con inclinaciones homosexuales, más del 70% que afirmaba haber aceptado sus sentimientos como normales y estar viviendo homosexualmente, deseaba unas relaciones duraderas: pero, tan sólo cuatro hombres y siete mujeres reconocían haber tenido un solo compañero durante los dos últimos años[1]. No importa en qué país o con qué muestra de personas inclinadas a la homosexualidad se hagan estas encuestas: el resultado es invariablemente el mismo. Es posible, sin embargo, distinguir entre los que buscan contactos transitorios (los tipo “crucero”) y los otros que tratan de hallar una relación más o menos duradera. IR A CONTENIDO . 3.2. INCIDENCIA Fueron los homosexuales militantes los que dieron a conocer el eslogan “una persona de cada veinte es homosexual”. Esto es pura propaganda. Algunos creen que demostrando que hay una alta incidencia en la población, se conseguiría normalizar la condición, pero no hay ninguna lógica en ello. Sólo porque un alto porcentaje de la población sufra alguna clase de reúma, no significa que el reúma deje de ser una enfermedad. Si el argumento aducido fuera cierto, millones de americanos serían homosexuales. Estos cálculos no están avalados por ninguna investigación. Los pocos estudios válidos –que se han llevado a cabo con grupos selectos- apuntan, como mucho, a un 2 ó 3% de la población; otro estudio ni siquiera alcana el 1%¨[2]. Estadísticas recientes, más amplias y fiables, han confirmado que el porcentaje para Estados Unidos es del 1%[3] y para el Reino Unido de cerca del 1,5%[4]. Hay que tener en cuenta, además, que probablemente las mujeres con tendencias homosexuales son menos que los hombres (y la mayoría de las estimaciones son extrapolaciones de muestras de varones); el 30 ó el 40% de los que tienen tendencias homosexuales son bisexuales y pueden ser contabilizados correctamente con la población no homosexual; los niños y adolescentes deben ser excluidos del número total de los homosexuales de una población, pues su desarrollo sexual aún no está completo. De esta forma, los porcentajes y los números se reducen considerablemente. Nos hacen creer que la homosexualidad ha crecido mucho en los últimos años. Dudo mucho de este aumento drástico; puede ser, en todo caso, que haya aumentado el número de los que actualmente convierten sus sentimientos en comportamiento homosexual. La desmesurada atención que se presta al tema (apenas se puede ver un periódico popular sin encontrarse con algún comentario sobre los homosexuales y sus problemas) contribuye de forma considerable a la impresión de omnipresencia de la homosexualidad. Esto es lo que buscan quienes abogan a favor de la normalidad del fenómeno “gay”. Estar a favor de la homosexualidad se ha convertido en un signo de visión progresista. IR A CONTENIDO . 3.3. AUTOIDENTIFICACIÓN Los jóvenes que perciben en sí mismos tendencias homosexuales, con frecuencia lo pasan bastante mal. Se sienten cada vez más separados de los compañeros de su edad porque son incapaces de compartir sus intereses por el sexo opuesto, y se sienten obligados a comportarse como si los tuvieran. Están avergonzados; cuando se alude al tópico de la homosexualidad, quieren esconderse para que el resto no lo asocie con ellos. Sufren en silencio; puede que intenten negar o quitarle importancia a sus sentimientos, incluso delante de sí mismos. El momento crucial llega en torno a los 18 años, cuando el joven tiene que afrontar su situación. Entonces, es fácil que acabe diciendo: “soy un homosexual”. Esto puede producir un gran alivio. La tensión extrema disminuye, pero hay que pagar un precio. Los más jóvenes apenas se dan cuenta de que se han fijado una etiqueta casi definitiva con su “autoidentificación”, con la que se incluyen en una “segunda clase”, en un status marginado de hecho. Algunos podrán adoptar una actitud orgullosa y se sentirán incluso superiores a las personas normales, pero a pesar de sus esfuerzos para parecer contentos con su inclinación, se darán cuenta interiormente de que su “ser diferentes” es considerado como una forma inferior de sexualidad. Querrán pertenecer a una minoría bien definida y sentirse cómodos entre gente de inclinaciones similares, libres de las dificultades que supone vivir en el mundo heterosexual. El precio, sin embargo, es un fatalismo depresivo que está implícito en la nueva identidad adquirida: “soy así”. El joven no piensa: “es cierto que tengo sentimientos homosexuales ocasionales o regulares, pero sustancialmente soy igual a los demás”. No, él siente que es una criatura diferente e inferior, que carga con una predestinación: se ve a sí mismo como un ser trágico. Esta desgraciada autoetiqueta encaja con un sentimiento de inferioridad que ya lleva alimentándose desde hace tiempo; es el llamado sentimiento de desplazamiento. La idea de “no soy como los demás” está definitivamente grabada en su mente gracias a la autoidentificación: “soy un homosexual”. Volveremos sobre esto más tarde. El sentimiento de no ser como los demás, de no pertenecer al grupo, junto a la necesidad de ocultar sus sentimientos frente a los demás, de mantenerse apartado, es algo propio de la mayor de las personas con esta tendencia. ¿No es esto más bien efecto de la discriminación social? No. Es verdad que las personas con tendencias homosexuales no están consideradas como normales por el resto: pero ésta no es la causa principal del sentimiento de tragedia. Estas personas conservan dicho sentimiento incluso cuando viven en un ambiente en el que es aceptado. Es parte de su neurosis. Desde la visión actual, por la que uno nace con una preferencia homosexual, que es mejor que sea aceptada, la autoetiquetación fatalista está más promovida por el mundo exterior de los adolescentes. Frecuentemente, los jóvenes que expresan sus sentimientos fantasías homoeróticas, que con toda probabilidad no son fijas todavía, son informados por los “expertos”, de su condición de homosexual, lo que puede suponer un duro golpe y destrozar cualquier esperanza de cambio. Sugiero, como respuesta preferible ante los jóvenes que descubren sus sentimientos secretos, la siguiente: Tú sientes un interés real por tu propio sexo, pero es un asunto de inmadurez. No eres así por naturaleza. Tu naturaleza heterosexual aún no ha despertado. Lo que tenemos que arreglar es tu problema de personalidad, el complejo de inferioridad. Las tensiones sexuales pueden ser tan intensas que, con facilidad, los jóvenes con tendencias homosexuales creen que comprometerse en una relación homosexual será la solución a todos sus problemas, incluido el de la soledad. Acabarán, tarde o temprano, en un modo de vida completamente desordenado, neurótico de hecho. Su estado profundo se parece en diversos aspectos a una toxicomanía. El estilo de vida homosexual se describe por los medios de comunicación social de “color rosa”. Lo que resulta comprensible como propaganda, pero si se oyen las historias de la realidad vivida por homosexuales practicantes durante muchos años, queda claro que la felicidad no se encuentra en este estilo de vida. Desasosiego en sus contactos, soledad, celos, depresiones neuróticas y, proporcionalmente, muchos suicidios (dejando de lado enfermedades venéreas y otras enfermedades físicas): es la otra cara de la moneda no mostrada en los medios de comunicación. Un ejemplo es el caso de un famoso sexólogo alemán que cantaba públicamente alabanzas sobre las relaciones homosexuales duraderas y fieles, pero que puso fin a su vida después de una relación no tan duradera, la última de muchas. Su trágica muerte apenas fue mencionada en la prensa: podría haber creado en algunas mentes confusión y dudas no deseadas. W. Aarón, un antiguo homosexual, resume así sus muchas observaciones y experiencias del comportamiento homosexual: a pesar de la apariencia exterior, todo acaba en desesperación.[5] La periodista americana Doris Hanson entrevistó a homosexuales: “Es un mundo duro y no se lo desearía ni a mi peor enemigo”, afirmó uno de ellos. “Durante años viví con una serie de compañeros de habitación, a algunos de los cuales prometí amar. Ellos juraron que me querían. Pero los vínculos homosexuales empiezan y acaban con el sexo. No hay nada más que eso. Después de un encuentro apasionado, el sexo es cada vez menos frecuente. Los compañeros se ponen nerviosos. Quieren nuevas emociones, nuevas experiencias. Empiezan a engañarse el uno al otro, en secreto al principio, más claramente luego…. hay peleas por celos. De pronto huyes y empiezas la búsqueda de un nuevo amante”.[6] La madre de una joven lesbiana que se suicidó, comentó acerca de su hija: “Elena buscó amor toda su vida. En cierto momento (con su última compañera) parecía que lo había encontrado, pero era un amor basado en una mentira y nunca hubiera podido funcionar”. Doris Hanson cree que la madre había sintetizado perfectamente lo que ella misma aprendió en sus entrevistas. “Es”, escribe, “un mundo en el que las emociones se construyen con mentiras. Para alcanzar una satisfacción momentánea del sexo, los homosexuales repiten “te quiero” tan a menudo como se dice “buenos días”. Una vez que la experiencia ha finalizado, sólo están preparados para decir “adiós”. La caza empieza otra vez” Puedo asegurar que no son exageraciones oscuras o moralistas. Una persona con inclinación homosexual está empujada a una existencia neurótica y conflictiva. Tenaz e insensiblemente, contra todo consejo, y a pesar de la pena que infligen a sus padres, los jóvenes que sufren este problema se abrazan a su “elección”, que, en su ignorancia, confunden con la “felicidad”. No quieren nada más. Puede resultar duro, pero es verdad: muchos degeneran; la alegría y la frescura de juventud se desvanecen; se rinden, son, en muchos aspectos, como los drogadictos. Afortunadamente, hay hombres y mujeres con tendencias homosexuales que quieren tomar otro camino bien distinto. IR A CONTENIDO . 3.4. Notas: 1. SBARDELLINI, E.-SBARDELLINI, E.T., Homosexualismo masculino e homosexualismo feminino: Neuroticísmo e fatóres psicológicos na infancia, inédito, Universidade Católica, Department of Psychology, Campinas, Sao Paulo 1977. 2. SIGMUND, G., Die Natur der menschlichen Sexualität, J.w. Naumann, Würzburg 1972 3. ALAN GUTTMACHER INSTITUTE, The Sexual Behavior of Men in the U.S., en “Family Planning Perspectives”, 25 (1933), pp. 52-62. 4. WELLINGS, K. Y OTROS, Sexual Behavior in Britain, Penguin, Hardmonsworth 1994. 5. La historia de su penosa –pero al final victoriosa- fatiga por liberarse de sus sentimientos homosexuales y relatada por AARÓN, W., Straight: A Heterosexual Talks about His Homosexual Past, Doubelday, New York 1972. 6. HANSON, D., Homosexuality: The International Disease, L.S. Publications, New York 1965 IR A CONTENIDO . 4. ¿ES LA HOMOSEXUALIDAD INNATA? Existe una fijación en entender la homosexualidad como innata. Mucha gente la continúa considerando como algo anormal y creen todavía que se nace “de esta manera”.[1] Que yo sepa, no existe ningún sondeo de opinión fiable entre los médicos, pero sospecho que gran número de ellos asumen la existencia de alguna causa hereditaria o física. Los psiquiatras americanos, en cambio, tienden a verlo como una interrupción o bloqueo en el desarrollo psicosexual de cada individuo, y no se fijan tanto en las causas físicas o hereditarias[2]. Sin embargo, el impacto de su opinión sobre el conjunto de la institución científica oficial está lejos de ser decisivo. De hecho, en 1973, el Consejo Directivo de la Asociación Americana Psiquiátrica reemplazó la definición de homosexualidad como “trastorno” en su Manual de Diagnóstico oficial por el término neutral de “condición”. Esto ocurrió después de la intensa presión por parte de grupos de homófilos militantes. Es comprensible que las personas con tendencias homosexuales noten frecuentemente sus impulsos como algo biológicamente muy arraigado, como si fuera un instinto muy fuerte. Además, el percibirse a sí mismos como diferentes estaba ya presente en la juventud, aunque en esa época no les preocupase realmente su sexualidad. Con frecuencia no se comportaban como los compañeros de su misma edad y sexo; tenían intereses distintos, gustos o aversiones diferentes. A menudo, se veían a sí mismos desplazados antes de ser conscientes de sus primeras inclinaciones homosexuales. Por tanto, empezaron a pensar que su naturaleza debía ser diferente en algo, como si pertenecieran a un “tercer sexo”. Refuerza este planteamiento la tendencia a glorificar el “ser diferente a los demás”: algunos llegaron a creer que su sexualidad era signo de un talento emocional especial, que les dota de más sensibilidad que las “aburridas” personas normales. El sentimiento de inferioridad se convierte en una ilusión de superioridad, pero siempre basándose en la creencia de una disposición innata. En un análisis más profundo, los intereses artísticos de los varones homosexuales se explican mejor por la educación y por factores ambientales. Algunos buscan actividades “blandas” y los asuntos carentes de osadía, y alimentan una aversión hacia las cosas más “duras”, más “viriles”. Verse a sí mismos sensibles es típico de muchos neuróticos; esto tiene que ver con un ego quisquilloso, como veremos luego. La creencia en la causa hereditaria y en otras causas físicas operantes después del nacimiento llevan al pesimismo en lo que se refiere a plantearse un posible cambio. Las personas con tendencias homosexuales que quieren continuar siéndolo son los seguidores más fieles de la presunta “base biológica”. Por ejemplo: según los miembros de una “iglesia gay” americana, la homosexualidad es una forma de amor creada por Dios. ¿Iría entonces en contra de los principios del Creador? La teoría hereditaria sobrevive gracias a los esfuerzos de los homófilos militantes y de sus protectores libertarios, a pesar de la creciente evidencia de lo contrario. Repetidas veces se ha hecho pública una investigación que apoya la idea de normalidad. Por consiguiente, los estudios sobre la homosexualidad deben verse con sano sentido crítico, especialmente si proceden de ambientes favorables a la homosexualidad. Un ejemplo reciente es el informe de Bell y sus colaboradores[3], que defiende que es altamente probable la existencia de una base biológica de la homosexualidad; y entre las conclusiones, los autores diseñan la moral con la que los padres deberían educar a sus hijos “de acuerdo con su naturaleza”. Esto significa que los niños con tendencias homosexuales necesitan un tratamiento específico (favorable a la homosexualidad, por supuesto), como si su presunta preferencia fuera un hecho consumado desde el principio y claramente visible por los padres. Su trabajo es una manipulación de la opinión pública; de hecho, uno de los autores es reconocido por su postura prohomosexual. Las estadísticas recogidas por los investigadores no tienen nada que ver con datos biológicos, sino con la niñez y el comportamiento en general y social de los homosexuales que actúan como tales. En ellas se refleja que esas personas se sentían aisladas de sus compañeros de juegos, lo cual, si bien es una prueba de evidencia en sí misma, no dice nada respecto de la biología. En los años setenta era usual, entre los homosexuales europeos más sofisticados, citar el estudio de Schofield[4] como prueba de la existencia de una variante normal (y presumiblemente innata) de homosexualidad. Su estudio no se centraba en la normalidad o anormalidad, sino en la adaptación social y, más específicamente, profesional. Se identificaba así a un subgrupo de hombres homosexuales bien adaptados, pero no por ello se justifica ninguna conclusión acerca de la normalidad o anormalidad sexual. En otro caso, un estudioso del problema no encuentra diferencias en las puntuaciones de algunos test de personalidad entre homosexuales y heterosexuales. Como es de esperar, esto es interpretado por algunos como evidencia de la normalidad de la condición homosexual. De todos modos, si nos fijamos en lo que realmente mide el test –o pretende medirdescubrimos que demuestra que el factor homosexual no está directamente relacionado con la normalidad psicológica, ni con el hecho de que tal forma de sexualidad pueda ser llamada “una variación” normal. IR A CONTENIDO . 4.1. HORMONAS Los términos “normal”, “biológicamente arraigado”, “hereditario”, “innato” y “por causa físicas” son a menudo intercambiables, pero no lógicamente equivalentes. El que la homosexualidad no pueda ser normal desde un punto de vista lógico y biológico lo examinaremos más adelante, pues debemos, en primer lugar, tratar la cuestión de las posibles causas físicas, hereditarias o no hereditarias. ¿Son tal vez las hormonas?, se pregunta mucha gente. No, según la opinión de un experto en este campo como Perloff, quien escribió en 1965: “Es un fenómeno puramente psicológico… y no puede ser cambiado por sustancias endocrinas (hormonas)”[5]. Esta afirmación aún es válida. Es verdad que, de forma ocasional, se ha encontrado una reducida concentración de hormonas sexuales masculinas (testosterona) en la sangre de hombres con tendencias homosexuales, en comparación con hombres heterosexuales sin dichas tendencias[6], en las mismas cantidades que grasas y productos metabólicos de hormonas adrenérgicas o supararrenales[7]. Pero Tales resultados no deben ser interpretados precipitadamente –como ya se ha hecho- para apoyar la teoría de que la homosexualidad deriva de peculiaridades hormonales. ¿Por qué no? Porque esta clase de diferencias de concentraciones hormonales anormales entre hombres con tendencias homosexuales no han sido encontradas por otros investigadores. En el período de 1972-1976 se pueden contar, al menos, seis estudios que no han encontrado valores hormonales anormales en los grupos homosexuales[8]. Tales diferencias están, a veces, conectadas presumiblemente con las características específicas de los grupos bajo estudio y, por tanto, no son universalmente válidas. Se pueden explicar muy sencillamente como diferencias específicas entre los grupos con distintas inclinaciones sexuales, en lo que ser refiere a hábitos de comida y bebida, hábitos de vida y trabajo, estado civil, actividad profesional o el ejercicio deportivo; y promovidas por factores tales como el uso de drogas o medicinas, o diferencias de edad. También se ha señalado que los pequeños cambios hormonales encontrados pueden ser el resultado y no la causa de una determinada orientación sexual. En un grupo de hombres con tendencias homosexuales, Evans encontró diferentes valores para los productos metabólicos de hormonas suprarenales, grasas, y un producto metabólico asociado con el desarrollo muscular; además, fijó distintos valores para pesos y fuerzas musculares diferentes, pero no localizó ningún valor que se debiera a hormonas sexuales[9]. Él opina que un factor, al que llama “desarrollo muscular reducido” contribuye al desarrollo de una propensión a la homosexualidad. Este estudio es uno de los pocos que se ha encontrado con algo parecido a un factor específico de los hombres homosexuales. Por ello, debemos examinarlo más de cerca y así ver cómo deben ser evaluados resultados de este tipo. Como cualquier estudio científico, el de Evans no es interesante hasta que sus resultados se repitan en otros grupos. No es posible establecer una relación entre ese factor y la tendencia homosexual antes de haber obtenido una serie de datos comparables de diversas muestras. Supongamos, por un momento, que se descubren en el futuro una serie de resultados análogos que se confirman mutuamente; lo que no es probable y, aunque lo fuera, no constituiría un argumento convincente a favor de una causa física. Así, la posible correlación entre homosexualidad y “debilidad muscular” puede significar que los chicos con un crecimiento muscular deficiente corren un riesgo más alto de convertirse en desviados sexualmente a causa de su sentimiento de inferioridad. Esto podría ser un ejemplo del fenómeno de “inferioridad orgánica” descrita por el conocido psiquiatra Alfred Adler. Un niño puede desarrollar sentimientos de inferioridad a causa de alguna mengua o retraso físico y, como veremos, su sentimiento de inferioridad durante la juventud por la apariencia física, la conformación del cuerpo y otros aspectos similares, es lo que puede motivar un desarrollo de tendencia homosexual. De todas maneras, quizá nuestra explicación de este caso sea poco probable, y tan sólo significaría que los hombres con tendencias homosexuales son menos propensos a los movimientos corporales de cierto tipo, practican menos cierto tipo de deportes, comen más, o consumen más grasa que os otros hombres. Esta explicación apenas sorprende y estaría en línea con los modos de vida que se observan en muchos que tienen tendencias homosexuales. Que la causa de la homosexualidad no se encuentra en hormonas sexuales desviadas está demostrado además por el hecho de que los individuos con desviaciones hormonales, producidas pro trastornos funcionales de las gónadas, no sufren, necesariamente, anormalidades en el desarrollo sexual. Pro ejemplo: los hermafroditas (personas con características físicas de ambos sexos causadas por deficiencias genéticas) que son biológicamente, genéticamente, hembras, tienen un exceso de la hormona sexual masculina (testosterona) desde la fase embrionaria, pero eso no les predestina al lesbianismo[10]. Todo parece indicar, entonces, que las hormonas sexuales no pueden ser las culpables; puesto que las hormonas están producidas según dictan los cromosomas, las hormonas sexuales de las personas con tendencias homosexuales indican un funcionamiento normal de los cromosomas del sexo. IR A CONTENIDO . 4.2. HERENCIA Los cromosomas sexuales, estructuras moleculares extremadamente complejas que contienen información hereditaria transferible, permiten ser examinados directamente en el laboratorio. Consta que los hombres y las mujeres homosexuales tienen cromosomas masculinos y femeninos normales, respectivamente. [11] Esto es, tenemos que asumir que todos los órganos y funciones conectados con la sexualidad, desde la anatomía de los órganos a los centros sexuales del cerebro – la “infraestructura” entera de la sexualidad-, son normales por herencia. Por tanto, la teoría de una sexualidad desviada innata, o una preferencia sexual innata no puede sostenerse. En el caso de que se prefiera, sin embargo, atenerse a la teoría de un posible factor hereditario, habría que asumir, que éste sea tan sólo una propensión que facilite el desarrollo homosexual. Un factor de este tipo era el que Kallmann tenía en la mente en 1958 para explicar los resultados de su investigación con gemelos de tendencias homosexuales varones idénticos y no idénticos (mono y dicigóticos)[12]. Descubrió que todos los hermanos gemelos monocigóticos entre los tendencialmente homosexuales de su grupo tenían también sentimientos homosexuales, aunque no exactamente en el mismo grado. Pero sólo el 12% de los gemelos no-idénticos (dicigóticos) de los varones con inclinaciones homosexuales no tenían intereses homosexuales. El 100% de similitud y concordancia en la homosexualidad en monocigóticos, personas con un carácter genético completamente idéntico, no es, sin embargo, algo universal sino una consecuencia del método de muestreo de Kallmann. Después de él, series enteras de parejas de gemelos idénticos han sido examinadas a fondo, de las cuales un miembro tenía tendencias homosexuales y el otro heterosexuales.[13]. Además, existe una conciencia creciente de que este tipo de investigación sobre gemelos, fascinante en sí misma, no permite decidir si una propiedad o una variable de la personalidad está determinada por la herencia. Los resultados obtenidos así (como los de Kallman) se explican por la educación de la niñez y por factores ambientales, o por factores psicológicos, tales como el alto grado de identificación mutua tan sorprendente en los gemelos. Que se debe buscar una explicación en esta dirección es evidente por la alta concordancia en la homosexualidad encontrada por Kallman en sus dicigóticos (12%). Ésta es mayor que la concordancia homosexual entre los que tienen tendencias homosexuales y sus hermanos no gemelos. Los dicigóticos difieren entre sí en su estructura genética como cualquier pareja de hermanos no gemelos. En otras palabras, la gran similitud de la homosexualidad en los dicigóticos tiene causas no genéticas. Para ellos, la explicación podrá ser también la intensa identificación mutua, en comparación con la de los hermanos no gemelos, es decir, su sentimiento de ser el alter ego del otro, y el hecho de ser tratados y considerados de idéntico modo en el ambiente que les rodea. Existen lagunas en el estudio de Kallmann que no necesitan ser examinadas aquí (una explicación detallada se puede encontrar en otro sitio)[14]. Aquí, quiero apuntar que los datos de Kallmann no pueden ser usados para una teoría de la homosexualidad con base genética; además no proporcionan indicaciones sólidas para un factor de predisposición. Hasta ahora, ningún factor genético –sexual o de otro tipo- ha sido descubierto como elemento diferenciador de personas con tendencias homosexuales. Algunos investigadores mantienen abierta la posibilidad teórica de un factor genético u hormonal, aún no descubierto, por el que se identifique, al menos, un subgrupo de personas con tendencias homosexuales. Supongo que tienen en la mente a hombres homosexuales que impresionan por su afeminamiento, o a mujeres lesbianas que lo hacen por sus modales masculinos. Pero, en realidad, no atribuyen gran influencia a ese factor teórico, ya que afirman al mismo tiempo que las causas principales no están en las hormonas o en los genes. Masters y Johnson adoptan esta postura[15]. Estos científicos sociales de la escuela de Kinsey, a pesar de que opinan claramente que la conducta homosexual es normal y plenamente aceptable, afirman: “Es de vital importancia que todos los profesionales en el campo de la salud mental tengan presente que el hombre o mujer homosexuales son fundamentalmente un hombre y mujer por determinación genética y que tienen tendencias homosexuales por preferencia aprendida”. Probablemente, para evitar la acusación de tener prejuicios, se apresuraron a agregar que tampoco la preferencia heterosexual se da sobre una base genética; afirmación acrítica que se puede refutar fácilmente. Su llamada a “todos los profesionales en el campo de la salud mental” sobre la homosexualidad como comportamiento adquirido no debe ser olvidada; aunque rechazamos su gancho torpemente progresista sobre la homosexualidad. La historia de la teoría de la naturaleza homosexual como condición innata –es decir, connatural- es una larga historia. Dicha teoría se ha resquebrajado lentamente y ahora no queda de ella casi nada. En su libro Changing Homosexuality in the Male, el psiquiatra L.J. Hatterer dice sencillamente: “Los psiquiatras han llegado, por fín, a la conclusión de que los factores genéticos, hereditarios, constitucionales, glandulares y hormonales no tienen ninguna importancia como causas de la homosexualidad”[16]. En los medios de comunicación social se hizo una contumaz propaganda de supuestos hallazgos de una causa biológica de la homofilia. En 1991 se trató de una llamada particularidad en una región cerebral constatada en determinados hombres homosexuales[17]; en 1993 corrió la voz del descubrimiento de un “gen de la homosexualidad”[18]. Poco o nada de estas noticias ha superado un análisis profundo; al contrario, los resultados de recientes investigaciones sobre gemelos han hecho cada vez más improbable una explicación a partir de la herencia[19]. En la actualidad, podemos afirmar que no hay motivo para admitir la existencia de una homosexualidad transmitida hereditariamente, o causada por desarreglos hormonales antes o después del nacimiento; tampoco son responsables desviaciones en el desarrollo corporal, en la estructura de los órganos, del cerebro, del sistema nervioso o de las glándulas. Sería demasiado largo hacer aquí una enumeración completa de los informes de investigaciones científicas relevantes: bastan las conclusiones generales. Hasta que no se demuestre de modo convincente que la persona con tendencias homosexuales tenga alguna particularidad física, hereditaria o no, que no sea efecto de su condición, podemos asegurar que ella es perfectamente normal en su perfil biológico. A medida que pasa el tiempo parece cada vez más improbable que pueda suceder algo semejante. “También mi abuelo era homosexual”. “Dos hijos de mi tía también son así”. A veces oímos explicaciones como éstas en boca de alguno que tiene este problema emocional. Ello no indica que en sus familias exista una causa hereditaria, como tampoco podemos atribuir a los genes la responsabilidad del hecho de que el abuelo o el primo de alguno sea católico o socialista. Si en algunas familias la tendencia homosexual se presenta con frecuencia, a menudo en esas familias vemos desequilibrios en los modelos del papel de los dos sexos: los hijos son educados con géneros de papeles subdesarrollados, y ellos, a su vez, lo repiten con sus hijos. Las mujeres en esas familias pueden comportarse de una manera menos femenina y crían a sus hijas de este modo, así que se facilita el desarrollo de complejos de inferioridad de tipo homosexual. Tienen dificultades para aceptar los papeles sexuales en general, por lo que son incapaces de educar –y reconocer- al niño como niño, a la niña como niña. Para los padres valen observaciones análogas. Por lo demás, la relación entre la familia y la homosexualidad es, generalmente, muy débil[20]. IR A CONTENIDO . 4.3. NORMALIDAD Aún debemos aclarar otro punto. Supongamos que se demuestra una causa genética o física de la homosexualidad; una peculiaridad hormonal, por ejemplo; esto no nos permitiría afirmar que la homosexualidad es algo normal. Sería necesario identificar un hipotético factor causante de trastornos o enfermedades: una desviación de los cromosomas o de las hormonas, un trastorno en el desarrollo normal psicológico, una infección o cualquier otra cosa. Es importante dejar claro esto, pues se podría pensar fácilmente que el haber nacido “así”, es lo mismo que tener una tendencia “natural”. IR A CONTENIDO . 4.4. ¿ES TODO EL MUNDO BISEXUAL? La noción de una homosexualidad innata es falsa. ¿Podría haber, sin embargo, algo de verdad en la idea, familiar entre algunos psicólogos y psiquiatras, de que cada ser humano tiene una innata disposición bisexual? En este caso, cada hombre o mujer tendía iguales probabilidades de desarrollarse tanto homosexual como heterosexualmente. La forma en que un individuo se desarrolle dependerá de los métodos educativos recibidos en le hogar y, en general, de las influencias de todo el ambiente social durante la niñez. Esta opinión es expresada por Masters y Johnson[21], y fue la opinión nada menos que de Sigmund Freud. Sin embargo, la idea de una bisexualidad universal no es aceptable. Todo lo que Freud afirmó estaba basado en nociones fisiológicas hoy en día obsoletas; además, su concepto era algo equívoco, cuestión que no desarrollaremos aquí. Si fuera una mera cuestión de hábitos educativos de los niños o de costumbres culturales lo que determinaría si una persona joven se convertirá en homosexual o heterosexual, o una cuestión de ir a medias, Dios (o la naturaleza, si se prefiere) haría depender de un hilo la supervivencia del género humano. Hubiera bastado una tendencia cultural en alguna sociedad primitiva de preferir la homosexualidad o de educar a los hijos en esta dirección, para llevar a la humanidad al borde la extinción. ¿Y qué tendencia es en verdad imposible? Nada en la naturaleza nos permite ver que la propagación de la especie se haya realizado con tanto riesgo, ni que la supervivencia de las especies esté regulada con tanto descuido. En el mundo animal, la homosexualidad genuina, tal como la hemos definido, no existe. Los animales podrían comportarse homosexualmente, pero sólo ante la carencia de un compañero heterosexual o por lo que podríamos llamar errores de percepción y juicio. De hecho, los animales pueden reaccionar sexualmente ante propiedades específicas de otros animales de su especie: formas, colores, movimientos. En principio, estas propiedades son atributos del sexo opuesto, pero pueden provocar también una respuesta si un animal los percibe en un miembro de su mismo sexo, especialmente ante la ausencia de un compañero heterosexual. De todas formas, esto no es homosexualidad en sentido estricto[22]. La verdadera homosexualidad incluye una falta de respuesta ante los estímulos del sexo opuesto. Repito: es como si la naturaleza –o su Creador- hubieran descuidado al hombre –que es mucho más complicado y refinado que cualquier animal, y obviamente su producto más espléndido- y no le hubiera dotado de los mecanismos necesarios para asegurar su supervivencia. ¿Olvidaría la naturaleza hacer con el hombre lo que hizo con los animales: establecer impulsos heterosexuales estables y duraderos en el tiempo? La pregunta es ya una respuesta. Por otra parte, la teoría de la bisexualidad se contradice por los hechos. A. Karlen, un historiador de la sexualidad, en su revisión de la incidencia de la homosexualidad en otras épocas y culturas diferentes a la nuestra, escribe que todo lo que se puede decir es que la homosexualidad es tratada en distintas culturas con diversos grados de tolerancia, pero que en ningún sitio ha sido una meta deseable en sí misma[23]. El hombre nunca ha sentido inclinación por educar a sus hijos hacia la homosexualidad. La abrumadora mayoría, en todas las culturas y en todas las épocas, ha sido heterosexual. Por naturaleza, el ser humano siente atracción por el sexo opuesto. Si esto no fuera así, con tanta gente como ha vivido en épocas tan variadas hubiera habido excepciones, o al menos una, a la regla de que la mayoría es heterosexual. ¿Y los antiguos griegos? Parece que nuestra imaginación en este punto necesita algunas correcciones. Los historiadores apuntan que la cultura griega ha sido siempre esencialmente heterosexual[24]. El comportamiento homosexual –o, mejor, la llamada pederastia o amor por los jóvenes o adolescentes- fue una moda en cierta época y en ciertos círculos, pero no fue la expresión sexual preferida o deseada por la mayoría. Además, primero deberemos tomar con una pizca de gracia las imágenes de los hábitos sexuales de los griegos, que nos han llegado de la mano de unos pocos autores de esa época. Es dudoso que se pueda generalizar a partir de los poetas griegos, al igual que tampoco podemos obtener una idea fiable de los hábitos sexuales de nuestra época estudiando la literatura moderna. Lo excéntrico y lo desviado siempre ha sido acentuado por la literatura y el arte, más de lo que estaría justificado en su fundamento por su aparición en la sociedad. Afirmar que el ser humano se convierte en heterosexual por influencia de los métodos educativos, al reprimir su fuerte componente homosexual, sorprende por su artificiosidad, sobre todo si nos fijamos en el modo en que, de ordinario, se produce la selección del objeto heterosexual. Parece más correcto aceptar que el desarrollo hacia la heterosexualidad ocurre de modo automático e instintivo. En un momento dado, normalmente durante la adolescencia, la atracción hacia el sexo opuesto se siente como algo irresistible, incluso por jóvenes educados en un clima de restricción sexual o sin ninguna educación sexual. Es también una indicación del fundamento hereditario de la heterosexualidad el hecho de que uno nunca ve a jóvenes libres de tensiones emocionales, complejos de inferioridad y frustraciones íntimas –en otras palabras, jóvenes equilibrados y bien constituidos-, que en su interior se sientan empujados a la homosexualidad. Los jóvenes no-neuróticos son, invariablemente, heterosexuales. Es una conclusión inevitable que la heterosexualidad está determinada genéticamente. Los cerebros del hombre y de la mujer difieren como consecuencia de los procesos hormonales embrionarios[25], y probablemente algunas de estas estructuras cerebrales constituyen el fundamento biológico para las profundas diferencias psicológicas en el campo de la sexualidad[26]. Algunos argumentos interesantes sobre la existencia de una heterosexualidad innata pueden, además, deducirse a partir de la investigación del desarrollo sexual de ciertos tipos de hermafroditas, es decir, pacientes con trastornos en los cromosomas sexuales[27]. IR A CONTENIDO . 4.5. UNA ETAPA BISEXUAL TRANSITORIA Podemos, sin embargo, aceptar una variante de la teoría de la bisexualidad: consiste en suponer que un adolescente, durante el desarrollo hacia su madurez biológica y psicológica, atraviesa una etapa en la que puede estar interesado eróticamente en personas de su mismo sexo. En tal estadio, el desarrollo sexual no es completo y no ha madurado hasta el pleno descubrimiento de su meta: el sexo opuesto. En este momento del crecimiento, objetos y situaciones variadas, humanos o no humanos, pueden asociarse en la imaginación con el despertar de sentimientos eróticos todavía indefinidos: niños y adultos, pero también situaciones inanimadas o emocionalmente excitantes. La sexualidad de un adolescente en esta etapa podría denominarse bisexual, aunque no sería desacertado llamarla “multisexual”. En los homosexuales, el desarrollo sexual, junto a gran parte del desarrollo emocional en general, se detiene en este estadio. Esto no equivale a decir que cada adolescente deba experimentar clara –ni siquiera confusamente- los diversos posibles tipos de atracción erótica en esta época de su vida. Quizá no más del 30% de los adolescentes tienen, durante una época, lo que se puede considerar sentimientos homoeróticos. Los intereses eróticos en esta etapa dependen en gran medida del conjunto de la personalidad y sensibilidad de los adolescentes, de sus relaciones con los demás, de su posición social y de la imagen de sí mismos. Aunque las fantasías, intereses o prácticas homoeróticas se desarrollen, a pesar de todo, son de ordinario superficiales y tienden a desaparecer tan pronto como las atracciones físicas hacia el sexo opuesto empiezan a llamar la atención del joven que, en muchos casos, reacciona ante este descubrimiento como diciendo: “¡Esto es lo que yo andaba buscando!” Los impulsos homoeróticos en esta etapa indefinible pueden coexistir con los primeros impulsos heterosexuales. En algún caso, éstos últimos pueden ser bloqueados por la aparición de sensaciones homófilas, especialmente si el adolescente se siente frustrado en su primer amorío heterosexual. Una vez que las potencialidades del sexo opuesto han sido plenamente descubiertas, el desarrollo es irreversible. Los “objetos” precedentes simplemente resultan flatos de interés, y esto sin ser necesario un proceso exterior de aprendizaje, sino motivado por el mismo instinto sexual, que está orientado y dirigido a su fin propio. IR A CONTENIDO . 4.6. Notas: 1. MEILOF – OONK S. Y OTROS, Homosexualiteit: Een onderzoek naar beeldvorming en attitude bij de Meerderjarige Nederlandse bevolking, Stichting Vevordering Social Onderzoek Minderheden, Ámsterdam 1969 2. Sick again?, en “Time”, 20 de Febrero de 1969. 3. BELL, A.P. – WEINBERG, M.S. – HAMMERSMITH, S.K., Sexual Preference: Its Development in Men and Women, Indiana University Press, Bloomington, 1981. 4. SCHOFIELD, M., Sociological Aspects of Homosexuality, Longmans, Green, London 1965 5. PERLOFF, W.H., Hormones and Homosexuality, en Sexual Inversion, al cuidado de J. MARMOR, Basic Books, New York 1965. 6. KOLODNY, R.C. Y OTROS, Plasma Testosterone and Semen Análisis in Male Homosexuals, en “New England Journal of Medicine”, 285 (1971), pp. 1170-1174 7. EVANS, R.B., Physical and Biochemical Characteristics of Homosexual Men, en “Journal of Consulting and Clinical Psychology”, 39 (1972), pp. 140-147. 8. VAN DEN AARDWEG, G.J.M. – BONDA, J., Een netelig vraagstuk: Homofilie, geloof en psychologie, Callenbach, Nijkerk 1981 9. EVANS, R.B., Physical and Biochemical Characteristics of Homosexual Men, cit. 10. MONEY, J. – EHRHARDT, A.A., Man and Woman, Boy and Girl: The Differentiation and Dimorphism of Gender Identity from conception to Maturity, johns Hopkins University Press, Baltimore 1972. 11. WEST, D.J., Homosexuality, Penguin Books, Londres 1960. 12. KALLMAN, F.J., Comparative Twin Studies on the Genetic Aspects of Male Homosexuality, en “Journal of Nervous and Mental Disease”, 115 (1952), pp. 283-298 13. RAINER, J.D. Y OTROS, Homosexuality and Heterosexuality in Identical Twins, en “Psychosomatic Medicine”, 222 (1960), pp. 251-259; FRIEDMAN, R.C. Y OTROS, Psychological Development and Blood Level of Sex Steroids in Male Identical Twins of divergent Sexual Orientation, en “Journal of Nervous and Mental Disease”, 163 (1974), pp. 282-288. 14. VAN DEN AARDWEG – BONDA, Een netelig vraagstuk: Homofilie, geloof en psychologie, cit. 15. MASTERS, W.H. – JOHNSON, V.E., Homosexuality in Perspective (Boston: Little, Brown and Company, 1979) 16. HATTERER, L.J., Changing Homosexuality in the Male (New York: McGraw-Hill, 1970). 17. LEVAY, S., A difference in Hypotalamic Structure Between Heterosexual and Homosexual Men, en “Science”, 253 (1991), pp. 1034-1037. 18. HAMMER, D. H.-HU, MAGNUSON, V.L.-HU, N-PATTATUCCI, A.M.L., A Linkage Between DNA Markers on the X Chromosome and male Sexual Orientation, en “Science”, 261 (1993), pp. 312-327. 19. BYNE, W., The Biological Evidence Challenged, en “Scientific American”, 270 (1994), pp. 26-31. Por lo que concierne al estudio de HAMMER, D.H. (un militante “gay”) Y OTROS: uno de sus colaboradores lo ha acusado de manipulación fraudulenta de los datos de investigación. Actualmente la acusación está pendiente ante el Federal Office of Research Integrity. En cualquier caso, EBERS, G. (University of Western Notario), después de efectuar una contraprueba del estudio de Hammer, ha declarado no haber encontrado ninguna correlación entre homosexualidad y ciertos indicadores (“markers”), ni el cromosoma-X ni en cualquier otro cromosoma (“Scientific American” noviembre 1995). 20. VAN DEN AARDWEG, G.J.M., Homophilie, neurose en dwangzelfbeklag (Ámsterdam: Polak&Van Gennep, 1967). 21. MASTERS – JOHNSON, Homosexuality in Perspective, cit. 22. EIBL EIBESFELD, I., Liebe und Hass (Munich: Piper, 1970) 23. KARLEN, A., Sexuality and Homosexuality, (New York: Norton, 1971) 24. FLACELIÉRE, R., Amour en Gréce (Paris: Hachette, 1960). 25. GOY, R.W. – MCEWEN, B.S., Sexual Differentiation of the Brain (Cambridge, Mass.: MIT Press, 1980) 26. MAY, R., Sex and Fantasy: Patterns of Male and Female Development (New York: Norton, 1980) 27. VAN DEN AARDWEG – BONDA, Een netelig vraagstuk: Homofilie, geloof en psychologie, cit.; MONEY – HER-HARDT, Man and Woman. IR A CONTENIDO . 5. LA HOMOSEXUALIDAD COMO TRASTORNO PSÍQUICO Los primeros estudios sistemáticos sobre la homosexualidad se llevaron a cabo en el siglo XIX por autores como Krafft-Ebing y Magnus Hirschfield, que interpretaron sus datos a la luz de las teorías fisiológicas y biológicas predominantes en aquella época. La noción de “tercer sexo” o “intersexo”, por ejemplo, fue popular por aquel entonces. Sigmund Freud fue uno de los primeros en formular teorías acerca de la homosexualidad basándose en la importancia de los factores psicológicos. Pensó, entre otras cosas, que la persona con tendencias homosexuales se sentía identificada desde la niñez, con el padre de sexo opuesto y tenía una relación conflictiva con el padre del mismo sexo. Por consiguiente, Freud se fijó en la infancia, y enfocó especialmente su atención en esta relación padre-hijo. Consideró la homosexualidad como un trastorno eminentemente psíquico, que probablemente fuera estimulado por factores biológicos (hereditarios, según él) aún desconocidos. Uno de los primeros en no creer en la importancia del factor hereditario –quizá el primero- fue Alfred Adler, discípulo de Freud. Este “descubridor” del complejo de inferioridad describió en 1917 la homosexualidad como una consecuencia de tal complejo[1]. Sus observaciones le enseñaron que las personas con sentimientos homosexuales tienen invariablemente complejos de inferioridad en su masculinidad o femineidad. Otro discípulo de Freud, Wilhelm Stekel[2], acumuló una gran experiencia clínica con gente afectada por problemas psicosexuales y describió algunas observaciones originales de sus pacientes con tendencias homosexuales. La homosexualidad, teorizó, es la consecuencia del miedo al sexo opuesto. Confirmando las teorías de Freud relativas al origen psicodinámico de la homosexualidad en la niñez, Stekel minimizó la importancia de la supuesta predisposición hereditaria (mucho más de lo que hizo Freud) y quizá fue el primero en clasificarla como una neurosis. Además, no estuvo de acuerdo con Freud sobre el papel causal del famoso “complejo de Edipo”, y señaló una serie de errores en la educación del niño que podrían ocasionar la neurosis homosexual. Subrayó el papel del padre, a menudo mucho más importante que el de la madre, como causa de la homosexualidad masculina. También apuntó el carácter infantil de la vida interior de estos pacientes –entendió la homosexualidad como un “infantilismo psíquico”[3]- y resaltó que la motivación homosexual estaba intrínsecamente ligada a sentimientos de infelicidad. Más que Freud, creyó en la posibilidad de un cambio radical de la inclinación homosexual; aunque también pensó que esto ocurría raras veces. Sus observaciones influyeron profundamente en el pensamiento de sus discípulos. La segunda y tercera generación de psicoanalistas se basaron en los fundamentos dejados por sus predecesores. E. Bergler, psiquiatra austroamericano, introdujo un factor original: el llamado masoquismo psíquico[4]. El impulso homosexual contiene, según él una especie de autotormento, una necesidad inconsciente de sentirse rechazado y, en general, de “coleccionar injusticias”: situaciones desagradables y experiencias que dan la oportunidad de sufrir (de la misma manera que se dice que algunas personas buscan los problemas). I. Bieber, otro psiquiatra estadounidense, y sus colaboradores han estimulado notablemente las investigaciones psicológicas de la homosexualidad gracias a su extenso estudio estadístico sobre la personalidad y sus factores infantiles en varones homosexuales[5]. Ya he anotado la escasez de hallazgos en los campos de la psicología y biología. Por otro lado, Bieber –al igual que sus sucesoresha presentado con cronométrica regularidad un número más o menos específico de factores infantiles en hombres con tendencias homosexuales. Estos factores están entrelazados y forman un patrón reconocible relacionado de cerca con el proceso causal. Este patrón consiste en relaciones interpersonales con los padres, hermanos, y con el llamado grupo de los iguales, así como otros datos referentes al desarrollo psicológico, lo cual no es difícil de unir al pensamiento de los teóricos de la psicología moderna[6]. Las estadísticas de Bieber y sus colaboradores pueden ser usadas también como plataforma para la teoría de la homosexualidad que voy a exponer. Dichas estadísticas son más aceptables por haber sido recogidas en varios subgrupos de personas inclinadas a la homosexualidad y en varios países. La teoría no surgió de repente, sino que es el resultado de una evolución gradual de las investigaciones relativas a la neurosis y a la homosexualidad llevadas a cabo por psicoterapeutas formados psicoanalíticamente. Su fundador, el psiquiatra holandés Johan Leonard Arndt (1892-1965), integró una amplia variedad de observaciones y exámenes de los primeros teóricos, principalmente de Adler y de su propio maestro, Stekel. Arndt confirmó y elaboró un cierto número de las observaciones de Stekel, tales como: “Él (el homosexual) es infeliz, se siente condenado irremediablemente al sufrimiento”; Nunca he visto a un homosexual feliz o sano”; “(es) un eterno niño… que lucha con el adulto”[7] Al introducir el principio de autocompasión, Arndt no niega de ningún modo las conclusiones de sus predecesores, sino que las completa con una síntesis que contiene otros datos relevantes obtenidos por autores contemporáneos de las más diversas orientaciones teóricas. El homosexual, dice, al igual que otros neuróticos, puede estar dominado por una estructura interna que se comporta autónomamente como el ego infantil, un niño que se entrega a la autocompasión. Habiendo descubierto este mecanismo en numerosos casos de neurosis poco claros en cuanto a la expresión sexual[8], gradualmente se convenció de su aparición en cualquier tipo de neuróticos; finalmente también lo descubrió en los homosexuales[9]. Ardnt estaba impresionado por este lamento infantil crónico en los neuróticos adultos, de su persistencia y de su resistencia al cambio; aplicó el concepto freudiano de “represión” para aclarar la fijación de las reacciones infantiles de dolor y autocompasión, así como su carácter autónomo y repetitivo. Para Freud, el importante concepto de represión estaba íntimamente ligado a otro concepto esencial: es subconsciente[10]. Ya en su primera publicación sobre la histeria, escrita en colaboración con Joseph Breuer[11], Freud expuso la hipótesis de que las intensas emociones motivadas como reacción a las frustraciones, con frecuencia no son tratadas correctamente, sino que son suprimidas por la fuerza, de manera que se tratan disociadas del conocimiento consciente. Mantienen, sin embargo, su plena intensidad emocional en el subconsciente. Breuer y Freud se referían especialmente a los sentimientos de dolor, con sus respectivas manifestaciones de lágrimas, suspiros y cólera. Ardnt identificó la reacción principal de dolor como autocompasión. Sostuvo la hipótesis de que esta emoción fuese reprimida en el subconsciente para, posteriormente, forzar al neurótico a sufrir continuamente los impulsos de esta autocompasión (sin que él los reconozca como tales). La terapia para esta situación consistiría, lógicamente, en hacer consciente la autocompasión inconsciente del “niño que hay dentro y que se queja”. En ese momento, perdería su fuerza compulsiva sobre la mente. En un principio, yo me adherí a la teoría de Arndt[12], pero mis dudas acerca de ella aumentaron con los años, hasta que la rechacé. Innegablemente, la “represión” puede ser la explicación a varios fenómenos que solemos hallar en la psicoterapia. Así, se observa la conocida resistencia a admitir la autocompasión en el preciso momento en que ésta actúa. En efecto, hay algo que contrarresta el reconocimiento consciente de la autocompasión. Creo que este “algo” equivale más a un “orgullo herido”. Además, el proceso de superación de una neurosis, de una neurosis homosexual, una vez reconocido, está mejor descrito como una combinación de la conquista de su autoconciencia y de la lucha, en amplio frente, contra su infantilismo. No es tanto el desbloqueo de las represiones la causa del cambio, cuanto la disminución gradual de hábitos emocionales infantiles profundamente arraigados, como la autocompasión y reacciones asociadas a ésta. Lo más característico del neurótico es su egocentrismo, del cual la autocompasión es quizá el rasgo más sobresaliente. Ganar en madurez emocional equivale en gran medida a disminuir este egocentrismo tan infantil. La repetición neurótica y la resistencia al cambio se entienden mejor como efectos de los hábitos de formación o como “dependencia” a la autocompasión y a sus tendencias intrínsecamente conexas. Sin un esfuerzo deliberado por parte de la persona neurótica para adquirir autoconocimiento y combatir su autocompasión, ésta tendencia a buscar su satisfacción para, de esta manera, reforzarse. Se supera la neurosis cuando se rompen los lazos de la autocompasión. La concepción freudiana de represión en el subconsciente, y la del mismo subconsciente, me parece demasiado romántica. Estoy de acuerdo con aquellos que no creen en la existencia del subconsciente freudiano. Su existencia no ha sido empíricamente probada[13]. En décadas pasadas, muchos otros eminentes psicoterapeutas han estudiado la homosexualidad bajo el punto de vista psicodinámico; sus observaciones y concepciones constituyen contribuciones altamente valiosas, que no son rechazadas por la presente teoría. Destacan nombres como Karen Horney[14], H.S. Sullivan[15], el psiquiatra y neurólogo francés Marcel Eck[16], y los psiquiatras neoyorkinos Charles Socarides[17] y Lawrence Hatterer[18]. El libro de Hatterer merece una atención especial. No construye una teoría general, sino que explica un procedimiento práctico para el tratamiento de los homosexuales de sexo masculino. Describe muchos ejemplos de reacciones emocionales y de comportamiento verificado en sus pacientes, tales como los sentimientos de inferioridad, la idealización del compañero homosexual y la tendencia a sentirse como víctima. Esta y otras observaciones de fenómenos hallados durante la terapia son muy valiosas, y se encuadran en la teoría de la autocompasión. Los defensores de la teoría que admite la homosexualidad como normal, afirman que cualquiera que siga creyendo que se trata de una condición perturbada, más específicamente de una neurosis, es decir, de un tipo de trastorno emocional, está irremediablemente atrasado. La idea de que este trastorno puede ser superado sería, aún más, una seria manifestación de pensamiento obsoleto. Los partidarios de esta teoría parecen ignorar que es su propia alternativa la que está anticuada. En efecto, siempre recurren explícita o implícitamente, a alguna teoría “de lo innato”; en concreto, el punto de vista del siglo XIX. Los estudios sobre las peculiaridades emocionales de las personas que tienen este problema, así como la identificación del mismo como neurosis y algunos métodos de tratamiento, son recientes. Aunque el concepto de neurosis es indispensable en la práctica clínica y existe un consenso razonable acerca del diagnóstico de una neurosis en casos individuales, no ha sido posible identificar un instrumento objetivo de diagnóstico para su medida. Los intentos con test “objetivos” fisiológicos y psicológicos para distinguir neuróticos de no-neuróticos no han tenido éxito hasta ahora[19]. Por tanto, los investigadores tienen que fiarse del test de la única prueba “subjetiva” que ha logrado éxito: el cuestionario, que en palabras de uno de los principales investigadores, “puede ser fiable para hacer una clara distinción entre neuróticos y personas normales”[20]. En una variedad de test, realizados en varios países y diferentes grupos socioeconómicos, los expertos han encontrado, sin embargo, el mismo resultado: los grupos de homosexuales alcanzan repetidamente más puntos en las escalas de neurosis, que los grupos de “control”[21]. Esta correlación es una buena evidencia científica a favor del carácter neurótico de la homosexualidad. Tales estudios incluyen grupos en situaciones clínicas – aquellos que ya han intentado alguna forma de psicoterapia- y aquellos otros que, por el contrario, se han adaptado a la vida en sociedad[22]. En mi opinión, cualquiera que intente acercarse de modo imparcial a las publicaciones de investigación fisiológica y psicológica disponibles tendrá que admitir que la mejor interpretación de la homosexualidad es la que la considera como una variante de neurosis. De hecho, hoy en día, parece que unos pocos sociólogos y cultivadores de otras ciencias humanas admiten esta conclusión, que es ignorada casi del todo por la opinión pública, lo que se debe a las predominantes tendencias prohomosexuales libertarias, que censuran los puntos de vista no deseados. Esto es lamentable y paradójico a la vez, ya que es precisamente en estas últimas décadas cuando la actitud fatalista (acerca de la imposibilidad de cambio en la homosexualidad) ha sido más injustificada que nunca. Este libro se ha escrito después de más de veinte años de estudio de la homosexualidad, y después de tratar a más de 225 hombres homosexuales a una treintena de lesbianas a la luz de la teoría de la autocompasión. En mi opinión, la teoría de la homosexualidad como forma de neurosis autocompasiva es mucho más que una simple síntesis de material viejo. Es realmente un avance. Entender la naturaleza del problema es mucho más que un ejercicio académico: ofrece la esperanza de que los prisioneros del dogma de la homosexualidad como algo innato e inmutable puedan ser ayudados a madurar emocionalmente. IR A CONTENIDO . 5.1. Notas: 1. ADLER, ALFRED, Das Problem der Homosexualität, Reinhardt, Munich 1917 2. STEKEL, W., Onanie und Homosexualität, Urban&Schwarzenberg, Viena 1921. 3. STEKEL, W., Psychosexueller Infantilismus, Urban&Schwarzenberg, Viena 1922. 4. BERGLER, E., Homosexuality: Disease or Way of Life?, Hill&Wang, Nueva York 1957. 5. BIEBER, I. Y OTROS, Homosexuality: a Psychoanalystic Study, Basic Books, Nueva York 1962 6. Algunos estudios informando acerca de estos factores: EVANS, R.B., Childhood Parental Relationships of Homosexual Men, en “Journal of Consulting and Clinical Psychology, 33 (1969), pp 129-135; SNORTUM, J.R. Y OTROS, Family Dynamics and Homosexuality, en “Psychological Reports, 24 (1969), pp 763-770; THOMSON, N.L. Y OTROS, Parent-Child Relationships and Sexual Identity in Male and Female Homosexuals and Heterosexuals, en “Journal of consulting and Clinical Psychology”, 41 (1975), pp 120-127; STEPHAN, W.G., Parental Relationships and Early Social Experiences of Activist Male Homosexuals and Male Heterosexuals, en “Journal of Abnormal Psychology, 82 (1973), pp. 506-513; SIEGELMAN, M., Parental Backgrounds of Male Homosexuals and Heterosexuals, en “Archives of Sexual Behavior”, 3 (1974), pp. 3-18; VAN DEN AARDWEG, G.J.M., De factor klaagziekte, neurose en homofilie, en “Psychologica Belgica, 13 (1973), pp. 295-311. 7. STEKEL, W., Onanie und Homosexualität, ya cit. 8. ARNDT, J.L., Zelfdramatisering, Stenfert Kroese, Leiden 1950. 9. ARNDT, J.L., Een bijdrage tot het inzicht in de homosexualiteit, en “Geneeskundige Bladen”, 3 (1961), pp 65-105. 10. MADISON, P., Freud´s Concept of Repression and Defense, University of Minnesota Press, Minneapolis 1961. 11. BREUER, J. Y FREUD, SIGMUND, Studien Ubre Hysterie, Deuticke, Viena 1895 12. VAN DEN AARDWEG, G.J., A Grief Theory of Homosexuality, en “American Journal of Psychotherapy”, 26 (1972), pp. 52-68. 13. HOLMES, D.S. Investigations of repression, en “Psychologial Bulletin” 81 (1974), pp. 632-653 14. HORNEY, KAREN, Our Inner Conflicts, Norton, Nueva York 1975. 15. STACK SULLIVAN, HARRY, The Interpersonal Theory of Psychiatry, Norton, Nueva York 1953. 16. ECK, M., Sodome: Essay sur l´homosexualité, Anthéme Fayard, París 1966 17. SOCARIDES, C. W., The Overt Homosexual, Grune and Stratton, Nueva York 1968, idem, Homosexuality Aronson, Nueva York 1978. 18. HATTERER, L.J., Changing Homosexuality in the Male, McGraw-Hill, Nueva York 1970 19. Sobre tales intentos: EYSENCK, H.J., The Scientific Study of Personality, Routledge & Kegan Paul, Londres 1952; idem, The Dynamics of Anxiety and Hysteria, Routledge & Kegan Paul, Londres 1957; idem, Experiments in Personality, 2 vols. Routledge & Kegan Paul, Londres 1960; EYSENCK, H.J., GRANGER, G.W. Y BRENGELMANN, J.C., Perceptual Processes and Mental Illness, Chapman and Hall, Londres, 1957; CATTELL, R.B. Y SCHEIER, I.H., The meaning and Measurement of Neuroticism and Anxiety, Ronald Press, Nueva York 1961. Un posible candidato a test, EYSENCK, H.J, Dimensions in Personality, Routledge & Kegan Paul, Londres 1947, quedó descartado en la repetición del estudio: CLARIDGE, G., The Excitation-Inhibition Balance in Neurotics, en “Experiments in Personality”, editado por EYSENCK, H.J., vol. 2, Routledge & Kegan Paul, Londres 1960. 20. EYSENCK, Scientific Study of Personality, ya citado. 21. Existen muchos cuestionarios de este tipo, denominados cuestionarios “neuroticistas”: varias escalas o subcuestionarios del Minnesota Multiple Personality Inventory (MMPI) (DAHLSTROM, W.G. Y WELSH, G.S., An MMPI Handbook North Publishing Company, St Paul 1960)); el MAS (TAYLOR J.A., A Personality Scale of Manifest Anxiety, en “Journal of Abnormal and Social Psychology” 48 (1953), pp. 285-290); el Cornell Medical Index (BRODMAN, K., ERDMAN, A.J., LORGE, I., GERHENSON, C.P. Y WOLFF, H.G., The Cornell Medical Index Health Questionnaire III; The Evaluation of Emotional Disturbance, en “Journal of Clinical Psychology”, 8 (1952), pp 119- 124); algunas escalas del Sixteen Personality Factor Test (16PF) (CATTEL, R.B. Y STICE, G.F., Handbook of the Sixteen Personality Factor Questionnaire (Institute for Personality and Ability Testing, Champaign, Illinois 1957)); del Maudsley Personality Inventory (MPI) (EYSENCK, H.J., Manual of the Maudsley Personality Inventory, University of London Press, Londres 1959)); y del Eysenck Personality Inventory (EPI) (EYSENCK, S.B.G., Manual fo the Eysenck Personality Inventory, University of London Press, Londres 1964)). Han recibido diferentes nombres, pero los estudios de factor analítico han dejado claro que todos están tan altamente correlacionados que se puede decir que son más o menos idénticos, y miden el mismo factor general de “neuroticismo” o “emotividad neurótica”. BENDIG, .w., Factor Analices of “Anxiety” and “Neuroticism” Inventories, en “Journal of Consulting Psychology, 24 (1960), pp. 161-168, EYSENCK, H.J. Y EYSENCK, S.B.G., Personality Structure and Measurement, Routledge & Kegan Paul, Londres 1969; y GUILFORD, J.P., Factors and factors of Personality, en “Psychological Bulletin”, 82 (1975), pp. 802-814. 22. Los test que confirman este hallazgo han usado el MMPI, el 16PF, el MPI, el EPI, la Neuroticism Scale Questionnaire (NSQ), y el Maudsley Medical Questionnaire (MMQ). Estudios sobre grupos clínicos de personas con tendencia a la homosexualidad (personas en tratamiento) son: VAN DEN AARDWEG, G.J.M., Homofilie, neurose en dwangzelfbeklag, Polak & Van Gennep, Ámsterdam 1967 (Holanda, MMPI y MPI); OLIVER , W.A. Y MOSHER, D.L., Psychopathology and Guilt in Heterosexual and Subgroups of Homosexual Reformatory Inmates, en “Journal of Abnormal Psychology” 73 (1968), pp. 323-329 (EEUU, MMPI); CATTELL, R.B. Y MORONY, J.H., The Use of 16PF in Distinguishing Homosexuals, Normals, and General Criminals, en “Journal of Consulting Psychology”, 26 (1952), pp. 531-540 (Australia, 16PF); VERMEUL, A.W. – VAN MULLEM, Het voorkomen van de zogenaamde homosexuele signs in de Rorschachtest (investigación sin publicar, Gemeente Universiteit, Department of Psychology, Ámsterdam 1960) (Holanda MMQ); y FELDMAN, M.P. Y MACCULLOCH, M.J., Homosexual Behaviour Therapy and Assessment, Pergamon Press, Oxford 1971 (Gran Bretaña, 16PF y EPI). Aquellos que no usan grupos clínicos son CATTELL, R.B. Y MORONY, Use of the 16PF; DOIDGE, W.T. Y HOLTZMAN, W.H., Implications of Homosexuality Among Air Force Trainees, en “Journal of Consulting Psychology”, 24 (1960), pp. 9-13 (EEUU, MMPI); DEAN, R.B. Y RICHARDSON, H., Analysis of MMPI Profiles of Forty College-Educated Overt Male Homosexuals, en “Journal of Consulting Psychology”, 28 (1964), pp. 483-486 (EEUU, MMPI); BRAATEN, L.J. Y DARLING, C.D., Overt and Covert Homosexual Problems Among Male College Students, en “Genetic Psychology Monographs”, 71 (1965), pp, 269-310 (EEUU, MMPI), MANOSEVITZ, M., Early Sexual Behaviour in Adult Homosexual and Heterosexual Males, en “Journal of Abnormal Psychology” 76 (1970), pp. 396-402 (EEUU, MMPI); idem, Education and MMPI-MfSocres in Homosexual and Heterosexual Males, en “Journal of Consulting and Clinical Psychology”, 36 (1971), pp. 395-399 (EEUU, MMPI); EVANS, R.B., Sixteen Personality Factor Questionnaire Scores of Homosexual Men, en “Journal of Consulting and Clinical Psychology”, 34 (1970), pp 212- 215 (EEUU, 16PF); SIEGELMAN, M., Adjustment of Male Homosexuals and Heterosexuals, en “Archives of Sexual Behaviour”, 2 (1972), pp. 9-25 (EEUU, NSQ); idem, Psychological Adjustment of Homosexual and Heterosexual Men: A Cross-national Replication, en “Archives of Sexual Behaviour”, 7 (1978), pp. 1-11 (Gran Bretaña, NSQ);, LIONG A KONG, H,P., Neurotische labiliteit en homfilie bij mannen (investigación no publicada, Vrije Universiteit, Department of Psychology, Amsterdam 1965) (Holanda, MPI); y SBARDELINI, E. Y SBARDELINI, E. T., Homosesexualismo masculine e homossexualismo feminine: Neuroticismo e fatores psicológicos na infancia (investigación no publicada, Universidade Católica, Department of Psychology, Campinas, Sao Paulo 1977) IR A CONTENIDO . 6. EL COMPLEJO DE INFERIORIDAD DEL HOMOSEXUAL Un niño es egocéntrico por naturaleza. Tiene la sensación de que su ego es lo más importante del mundo, se concentra en sí mismo. Dicho de otro modo, tiene un fuerte sentimiento de la importancia del yo. Debido a este egocentrismo, el niño se compara constantemente con otros (como son en la realidad, pero con la concepción subjetiva que tiene de ellos). Cuando el resultado de esta comparación es negativo –cosa que ocurre fácilmente- se siente dolido, menospreciado, agraviado, despreciado y falto del respecto y aprecio que tienen los demás, reales o imaginarios. Si el niño, con su gran necesidad de afecto y aprecio, se siente suficientemente valorado, estará contento y feliz. Lo será también si se siente privilegiado en comparación con otros, o tratado, por lo menos, en condiciones de igualdad por los demás y por el destino. Sin embargo, como ya he sugerido, el niño tiene una fuerte inclinación a sentirse menos privilegiado, menos amado, puesto en una situación menos favorable. Justamente por sus ansias de aprecio, se siente profundamente frustrado ante cualquier carencia, real o imaginaria, de afecto o estimación. En ese caso, siente que su valor como persona decae; tiende a verse entonces menos valioso en comparación con los demás, como carente de sentido. El egocentrismo innato del niño le lleva a sobrevalorar determinadas experiencias –aquellas en las que siente menosprecio- que, de ordinario, no tienen gran importancia. También asume el significado de “verse” menos valioso en aspectos particulares de su personalidad. Ser “menos” en cualquier aspecto secundario de su personalidad o de su vida le lleva rápidamente a pensar que es inferior en todo. La posibilidad –por ejemplo- de “ser gordo”, “ser menos apreciado que mi hermano”, “ser tartamudo”, “ser hijo de padres socialmente humildes”, o “ser un fracasado en la escuela” le afecta a la totalidad de su persona. Se siente entonces inferior en todos los aspectos, como si esa inferioridad parcial se hubiera esparcido sobre su personalidad entera. Esta es la razón por la que, como norma, sentirse apreciado en un área de la personalidad no excluye una autoimagen inferior en otra. Sentirse inferior supone pensar que los otros no pueden quererte debido a tu carencia de valor. No pueden realmente aceptarte, así que no perteneces a su grupo. Las consecuencias son reacciones emocionales como la vergüenza, la soledad, el autodesprecio y, naturalmente, la tristeza y la cólera. El sentimiento o complejo de inferioridad puede derivar del parangón con los otros (el propio niño es el primero en forjárselo) y también de las críticas de los demás, particularmente de padres y otros miembros de la familia, y secundariamente de compañeros de juego y otras personas –externas al hogar- como los profesores. Con el paso del tiempo, cuando el complejo de inferioridad se refuerza con la repetición de experiencias externas o internas percibidas por el niño (o por el adolescente en cuanto concierne a nuestro tema) como análogas a las originarias, puede llegar a ser crónico. Ello se convierte en una convicción profundamente asentada en su misma identidad (el “propio yo”), como algo absoluto, una imagen negativa de sí que comienza una vida por cuenta propia. Una vez arraigada, desarrolla una resistencia a nuevas experiencias modificadoras y a nuevos aprendizajes. Es rígida y autónoma, y todo el afecto y aprecio del mundo parecen incapaces de rehacerla. Este es el motivo por el que se le llama complejo de inferioridad. Para entender mejor este peculiar fenómeno debemos hacer hincapié en una reacción emocional importante que se desarrolla como respuesta a un complejo de inferioridad y que, de hecho, es parte esencial del mismo. Es la reacción emocional al ego dolido de un niño o adolescente: la autocompasión. Si un niño o un adolescente que ha llegado a sentirse inferior, o no apreciado o no atendido, puede aceptar su situación, seguramente sufrirá debido a esa falta de amor, al desprecio y a las carencias que observe en sí mismo, pero mediante su aceptación, el dolor disminuirá en poco tiempo; recuperará su equilibrio interior y el placer de vivir. Sin embargo, es difícil imaginar este tipo de reacción en niños o adolescentes, a causa de su ego-importancia innata. Relativizar la propia situación no es precisamente un atributo de la mente infantil. El ego del joven debe reaccionar necesariamente con una emoción centrada en sí mismo y está obsesionado por la autocompasión “¡Qué lástima doy!” Nadie me quiere, no me aprecian, se ríen de mí, no quieren aceptarme”, etc. Y pensando en sí mismo, es decir, viéndose a sí mismo en su mente como una pobre criatura, comienza a tener una inmensa compasión por ese propio sufrimiento. El niño siente autocompasión, del mismo modo que siente lástima por otras personas que sufren. “Soy feo, impopular, débil, no soy bueno para nada, me rechazan y estoy en desventaja con mi hermano o hermana”. Todas estas frases implican otra: “¡Pobre de mí!” La autocompasión, como indica la palabra, es lástima orientada directamente hacia uno mismo. Quizá no haya ninguna experiencia o percepción que pueda despertar la autocompasión del niño como efectivamente lo hace la idea de “estoy solo” o “soy menospreciado”. La autocompasión reclama más que nunca la atención de la persona, sus energías mentales, hacia sí mismo. El ego busca entonces reconfortarse con la autocompasión, que es esencialmente un tipo de amor: un tipo de amor de sí mismo. El ego del niño quiere verse a sí mismo como una pobre criatura, como vería a otro que fuese merecedor de compasión. Por la autocompasión se proporciona calor, se compadeces, desea protegerse y mimarse a sí mismo y se siente con derecho a obtener compensaciones consoladoras. La autocompasión se expresa con palabras (compadeciéndose) y con quejas interiores, con lágrimas y sollozos. Se hace evidente por el tono de voz plañidero, expresiones faciales y posturas corporales. La autocompasión engendra casi siempre sentimientos de protesta, en forma de cólera, hostilidad, rebelión o amargura, cuando el niño se siente tratado injustamente. Analizándolo más de cerca, parece evidente que lo que designamos comúnmente como complejo de inferioridad (siguiendo la descripción de Adler) es idéntico a la autocompasión crónica de quien se siente inferior. Esto confirma la teoría del psicoanalista holandés Johan Arndt, que demostró el funcionamiento de la emoción universal –y yo añado “tan humana”- de la autocompasión. Cualquier caso de complejo de inferioridad es también un caso de autocompasión crónica[1]. Sin ésta, los sentimientos de inferioridad no tendrían tantas consecuencias negativas. Arndt denominó a la autocompasión de niños y adolescentes “auto-dramatización”, ya que el niño se siente y se ve a sí mismo como alguien importante y digno de lástima. “Mi sufrimiento es único”. Su conciencia de sí mismo se convierte en conciencia de su desdicha: pobre de mí. IR A CONTENIDO . 6.1. EL NIÑO AUTOCOMPASIVO EN EL ADULTO Las expresiones de autocompasión (llorar, quejarse, búsqueda de comodidad y compasión) pueden aliviar y ayudar a digerir las experiencias causadas por el dolo (el trauma). Los niños y adolescentes que se sienten solos durante largos períodos de tiempo con sus sensaciones desagradables nos desnudan su alma ante una persona de confianza. Se avergüenzan porque creen que nadie es capaz de entenderles. Como resultado, siguen alimentando su autocompasión. Una vez empezado algo, los niños no suelen pararse tan fácilmente: esto es aplicable a muchas emociones y comportamientos, también a la autocompasión. Una vez que sienten lástima de sí mismos, tienden a perseverara en ello, incluso a desearlo, puesto que la autocompasión tiene un dulce efecto inherente a la lástima: el consuelo. Puede ser muy gratificante sentirse uno mismo como una pobre criatura, incomprendida, rechazada y abandonada. Bajo este aspecto hay algo totalmente ambivalente en la autocompasión en la autodramatización. Una reiterada autocompasión durante la niñez y adolescencia puede generar una dependencia de ésta. Con otras palabras, se convierte en un hábito autónomo de queja interior. Este estado emocional de la mente es descrito por la siguiente fórmula: “el niño (o el adolescente) autocompasivo en el adulto”. La personalidad del “pobre de mí” de la niñez (o la adolescencia) sobrevive en la misma forma; la personalidad completa de niño está aún presente. Así que tenemos tres nociones casi coincidentes en la mayoría de los casos: el complejo de inferioridad, el niño que “habita” en el adulto y el hábito de la autocompasión (también llamado “enfermedad de la queja”). Son descripciones adecuadas de lo que ocurre en las mentes de los neuróticos en general, es decir, del que está afectado por dudas diversas, emociones obsesivas, sensaciones de inseguridad sin motivo y conflictos interiores. Los rasgos más importantes de la personalidad neurótica provienen de las características antes descritas. En primer lugar, observamos una continuidad de modelos pueriles o propios de niños. De cualquier modo, se permanece anclado en el niño o adolescente del pasado. Esto incluye los deseos específicos, sensaciones, luchas y modos de pensar del niño. No todo lo propio del niño, sin embargo, permanece en el adulto acomplejado. La madurez de la personalidad se interrumpe seriamente sólo en aquellas áreas donde operaron las frustraciones infantiles; en otras palabras, donde han tenido su origen la autocompasión y los sentimientos de inferioridad. En otras parcelas, la persona puede madurar psicológicamente. En los casos en los que existe un fuerte sentimiento de “niño que se queja”, la personalidad entera es inmadura, “infantil”. La homosexualidad es un tipo de neurosis. La persona con este complejo abriga una autocompasión infantil específica. Por este motivo, Bergler pudo afirmar: “A sus 50 años, él (el hombre con tendencias homosexuales) está emocionalmente en los años de su adolescencia”[2] La tendencia a quejarse, tan perspicazmente descrita por Arndt, es un segundo rasgo neurótico manifestado usualmente, aunque en algunas personas se muestra más oculto. El neurótico grave manifiesta de modo más claro la necesidad de compadecerse; parece estar buscando continuamente, y encontrando, razones para compadecerse y quejarse; puede que se sienta crónicamente objeto de injusticia, o frustrado, o sufriendo siempre por algo. Sus quejas pueden basarse en cualquier aspecto negativo: sentimientos de decepción, de soledad, de incomprensión, de carencia, de afecto, de falta de amor, malestar físico, dolor, etc. Parece como si la mente neurótica no pudiera prescindir del sentimiento de autocompasión de autodramatización; por este motivo es como una “dependencia” o, lo que es lo mismo, una inclinación a la queja. El resultado es que la autoconfianza, la seguridad y la alegría de vivir están muy debilitadas en el neurótico. Otro rasgo propio del neurótico es un deseo infantil de llamar la atención, de obtener la aprobación y la simpatía de los demás y, a menudo, una excesiva urgencia de autoafirmación. El “niño interior” anhela aprecio y cordialidad de modo tan insaciable e imperioso como un niño de verdad. Este ego infantil puede intentar ser importante, interesante, atractivo a los demás o ser el centro de atención tanto en la vida real como en su imaginación. Es necesario mencionar como último rasgo el egocentrismo mental. Gran parte de la conciencia psíquica puede estar ocupada o enfocada hacia ese infantil “¡pobre de mí!”. Para usar una comparación, el “niño compasivo en el adulto” mima y cuida de sí mismo como una niña cariñosa maneja una muñeca que trata como algo que merece compasión. Los sentimientos de amor hacia los demás, basados en un auténtico interés por ellos, están bloqueados por ese egocentrismo compulsivo neurótico, que ha surgido más o menos espontáneamente. IR A CONTENIDO . 6.2. EL COMPLEJO DE INFERIORIDAD HOMOSEXUAL Son muchos los tipos de complejo de inferioridad y las variantes del “niño compasivo interiormente”. El complejo de inferioridad homosexual es uno de ellos. Por eso, aparte de las formas de síntoma específico de deseo homosexual, la homofilia no es un fenómeno aislado, sino parte de una serie interminable de problemas neuróticos. Hemos apuntado que los sentimientos de inferioridad se pueden manifestar en varios sectores de la esfera de la personalidad individual. El niño o el adolescente que está trastornado por fantasías e intereses homoeróticos sufre sentimientos de inferioridad cuando mira hacia su propia identidad sexual (o “identidad de género”); en otras palabras, acerca de su masculinidad o feminidad. Un chico se siente entonces inferior cuando se compara en su masculinidad, dureza, vigor, capacidades deportivas, atrevimiento, resistencia o apariencia de hombre con otros chicos. Una chica se siente inferior cuando compara su feminidad en sus intereses, en su comportamiento o en su físico con la de las otras chicas. Puede haber variaciones a esta norma, pero la línea general es inequívoca. Es fundamental en este tipo de sentimiento de inferioridad la conciencia de no pertenecer realmente al mundo de las mujeres o al mundo de los hombres, de no ser uno de los chicos (hombres) o una de las chicas (mujeres). En la mayoría de casos esta autoimagen de inferioridad aflora en la prepubertad y en la pubertad, entre los ocho y los dieciséis años, con un pico entre los doce y los dieciséis. En el que será después un adulto con tendencia homosexual, el tipo específico de infantil o pueril “ego autocompasivo” permanece siempre vivo, incluso en sus antiguas fantasías y frustraciones, y en su autoimagen de los demás. Nuestro punto de partida ha sido un complejo de inferioridad, es decir, una sensación de no pertenecer al mundo de los hombres o de las mujeres. Algunas veces tales sentimientos son plenamente conscientes: el niño los expresará como el chico de diez años que más de una vez se quejaba ante su madre cuando le hablaba, contrariado, de sus contactos con otros chicos de la escuela: “¡Soy tan débil!”. (Me lo contó esto la madre cuando acudió a mí para hablar acerca de la homosexualidad de su hijo). Otros jóvenes pueden tener estos mismos sentimientos sin que realmente se den cuenta de ellos; son conscientes de ello después de unos años: “Mirando a mi pasado, descubro que siempre me he sentido inadaptada y poco atractiva comparada con las otras chicas”, respondía una lesbiana, “pero nunca fui consciente de ello”. Conscientes o no, los niños y las adolescentes sufren a causa de estos sentimientos de inferioridad que les roen. A menudo, no admiten este sufrimiento sin vergüenza ante ellos mismos, pues son conscientes de que el reconocimiento de sus inferioridades puede resultar doloroso: daña el propio ego, el amor propio o la ego-importancia infantil. Este sentido de inferioridad de un niño o de un adolescente puede distorsionar la imagen que tiene de los demás, algunos de los cuales pueden parecerle superiores. En el caso del chico, otros chicos y jovencitos le pueden parecer más masculinos o más fuertes. En el caso de la chica, otras chicas y mujeres le parecen más femeninas, más bonitas, más graciosas o más cercanas al ideal femenino. Desde ese punto de vista, las características físicas de los demás pueden ser centrales, pero en otros casos lo son la conducta y el comportamiento. Miembros del mismo sexo, y algunos de ellos más específicamente, son idealizados e incluso idolatrados. Hasta cierto punto, la idealización de personas del mismo sexo es normal durante la pubertad y adolescencia. Los chicos de esa edad admiran a los deportistas, héroes, aventureros o pioneros: hombres con coraje, fortaleza y éxito social. Se sienten atraídos por los ejemplos masculinos dominantes: el vigor y el atrevimiento masculino tienen un alto valor para ellos. Por consiguiente, admiran en algo a los chicos mayores, que son ya “más hombres” y quieren imitarles. Por su parte, las chicas prestan atención a los encantos y atributos femeninos de otras chicas y de mujeres más maduras que ellas. Admiran la sociabilidad y la gracia femeninas. IR A CONTENIDO . 6.3. MASCULINIDAD Y FEMINIDAD: ¿ESTEREOTIPOS CULTURALES? Llegados a este punto no podemos evitar algunas notas características de la opinión actual, que rechaza las ideas tradicionales de masculinidad y feminidad, así como los “modelos de roles”, como meros productos culturales. De acuerdo con esta opinión, la cultura tradicional ha sobrevivido a su tiempo y, por lo tanto, el “adoctrinamiento” de los niños con estereotipos de papeles sexuales está profundamente desaprobado. De hecho, para nuestra explicación de la homosexualidad no es decisiva la cuestión de si los modelos de masculinidad y feminidad son transmitidos naturalmente o no. Los sentimientos homosexuales, de hecho, emanan del sentirse deficiente en la propia masculinidad o feminidad, tal como es percibida por el niño (o por el adolescente) en su comparación con los demás. Hablando estrictamente, es irrelevante que esta masculinidad (o feminidad) sean algo relativo en cuanto dependientes de hábitos culturales arbitrarios o parte de la herencia biológica del hombre, o una mezcla de ambos. No obstante, la hipótesis predominante actual de la equivalencia fundamental de los sexos puede confundir un recto juicio sobre los comportamientos por desviación sexual. Además, los métodos igualitarios de educación infantil ponen en peligro seriamente el desarrollo emocional en general y su desarrollo sexual en particular. La teoría de la equivalencia es insostenible. En todas las culturas, tiempos y lugares del mundo, hombres y mujeres se diferencian en muchas dimensiones básicas del comportamiento. La interpretación más aceptable de esto es el factor hereditario. Los chicos y los hombres, más que las chicas y las mujeres, tienen una tendencia hereditaria a la “dominación social”, a ejercer la autoridad en la vida social[3]; son “luchadores” en el sentido amplio de la palabra y su modo de pensar suele estar dirigido hacia un objeto concreto. Las mujeres, en cambio, suelen dirigirse más hacia las personas, reaccionan con mayor fortaleza ante los estímulos emocionales y son sensiblemente más expresivas. Son más cuidadosas y experimentan una mayor “empatía” en sus emociones, lo cual no es una mera cuestión de aprendizaje estereotipado tradicionalmente (quien quiera profundizar en este campo puede leer el resumen de May sobre investigaciones acerca de las diferencias entre sexos, efectuadas en niños de varias culturas –incluida la nuestra-, en adultos y en algunos primates más altamente desarrollados que, por lo visto, presentan parecidas diferencias masculino-femeninas)[4] Por tanto, los papeles tradicionales ideales –ridiculizados hoy en día- del chico como alguien “firme”, “fuerte”, “líder” y que “conquista el mundo”; y de la chica como “cuidadosa” y “cariñosa” son más verdaderos de lo que aparentan a primera vista. Esto no significa que se deban exagerar estas diferencias psicológicas, ni tampoco extraer de ellas normas rígidas y absolutas de comportamiento (por ejemplo: profesiones y ocupaciones concretas asignadas a la naturaleza innata de hombres o mujeres). Lo que se afirma es que no es natural asignar los mismos papeles sociales y de comportamiento a chicos y a chicas (hombres y mujeres). Tampoco es natural comportarse como si los diferentes porcentajes de hombres y mujeres en profesiones variadas indicaran “discriminación” o injusticia social. Se deben hacer distinciones claras en los papeles asignados a chicos y a chicas durante la educación. No es deseable, ni beneficioso para el conjunto social, negar la evidencia de preferencias y talentos ligados al sexo en el caso de ciertas ocupaciones o papeles, y no hacer uso de las capacidades y dones inherentes y propios de uno u otro sexo. La psique humana es profundamente masculina o femenina. Esto se observa en niños educados sin apenas presión en la dirección de los papeles correspondientes a su género natural. Por ejemplo: niños criados más bien como niñas, con una presencia excesiva de una madre feminizante – con la cual se identifican o imitan-, o niños educados por padres ancianos en un ambiente que no favoreces el comportamiento como jóvenes varones: a pesar de todo, ellos desean en el fondo de su corazón las cosas de los chicos, aunque su comportamiento no sea el propio de los chicos. A menudo, admirarán a los otros chicos que ven como tipos masculinos. Una chica educada con una actitud despreciativa hacia lo femenino (“¡coser y todas esas ropas de niñas no son para mí!”), se impresionará –y admirará indefectiblemente dentro de sí- con aquellas chicas o mujeres que irradien feminidad. He observado más de una vez que las mujeres que luchan contra este “papel femenino opresivo” se sienten de hecho inferiores a ese papel. De hecho, admiran a las mujeres que aceptan libremente su feminidad. Podemos enfocar la cuestión de otra manera: los hombres y mujeres jóvenes sosegados, felices y sin conflictos interiores, parecen no tener problemas de papeles. Experimentan una determinada tendencia masculina o femenina en varios campos de su vida, como algo bastante evidente. Ninguno tiene problemas con la relación “tradicional” hombre-mujer. Considerando todos estos elementos, la filosofía psicológicamente más razonable es tomar las diferencias básicas de comportamiento sexual como punto de partida para estudiar las relaciones mutuas entre hombre y mujer, dentro y fuera del matrimonio. Dependiendo del tiempo y de las circunstancias, la expresión concreta de estas relaciones variará, pero sin abandonar el modelo configurado por la naturaleza. Los papeles sexuales son complementarios, de acuerdo con la naturaleza complementaria de los talentos o dones ligados al sexo. La eliminación forzada de estos patrones de comportamiento ligados al sexo, inspirada en todo caso por frustraciones neuróticas o por una filosofía igualitaria errónea, tan sólo producirá fricciones inútiles en las relaciones entre sexos y no será útil para la madurez psicológica. IR A CONTENIDO . 6.4. LA HOMOSEXUALIDAD EN EL DESARROLLO SEXUAL El hombre tiende por naturaleza a identificarse con su propio género. Un chico quiere pertenecer al mundo de los demás chicos y hombres, al igual que una chica a de las otras chicas y mujeres. El deseo de ser reconocido como uno de los chicos (o chicas) es también algo innato en chicas y chicos con sentimientos de inferioridad en su feminidad o masculinidad, respectivamente. Como ya hemos visto, un sentimiento continuado de inferioridad genera autocompasión y autodramatización. La conciencia penosa de ser diferente, en el sentido negativo del término, estimula el deseo de reconocimiento y aprecio por parte de los que son idealizados, para poder ser uno de ellos. Esto es comprensible ya que está basado en una compasión de intensidad infantil: “¡Pobre de mí! Desearía ser como ellos…” o: “¡si sólo uno de ellos reparara en mí, si se cuidara de mí!”. El adolescente afligido que se compadece busca un contacto por encima de todo: comprensión, consuelo, compasión, afecto. A esto, se añade un sentimiento de soledad y, a menudo tiene dificultad en relacionarse con los demás y será fácil comprender que el deseo de llegar a ser amigo de alguien admirado puede alcanzar gran intensidad. Esto ocurre, en primer lugar, en la imaginación del adolescente. Él puede “enamorarse” (de esta manera peculiar) de algunos compañeros de su edad, a menudo un poco mayores que él. Normalmente es un amor a distancia. En cualquier caso, la tendencia íntima emocional es la siguiente: “¡Nunca se hará realidad! ¡Nunca lograré su atención y su amor!”. Es un deseo de aprecio y “calor” impulsado por la autocompasión, propio de la edad en la que la inclinación sexual, aún vaga, empieza a despertar. Esta patética necesidad de “calor” puede conducir a fantasías eróticas íntimas con algún amigo admirado. En otros casos, el adolescente no tiene claros los deseos de cercanía y contacto físico, aunque más tarde pueda darse cuenta de que estaban latentes. Mirar intencionadamente a los otros chicos jóvenes por la calle es quizá el rasgo más común del despertar de los intereses homoeróticos. Se quiere tocar y acariciar el objeto de admiración y ser acariciado por él, estar cerca de él, intimar con él, captar su atención y “calor”. “¡Si me quisiera…!”, es la respuesta habitual del chico. La extensión natural de esta necesidad de “calor” y amor es una avidez erótica; no debe extrañar, puesto que en una fase particular del desarrollo psicológico –pubertad e inicio de la adolescencia- el instinto sexual se encuentra en una etapa de crecimiento, aún no ha alcanzado su meta final: el sexo opuesto. Por lo general, es posible que un chico –durante esta fase de madurez progresiva de sus emociones sexuales- desarrolle sentimientos eróticos hacia miembros de su propio sexo. Esto ocurrirá más fácilmente en el caso de chicos o chicas que se sientan excluidos, solos, inferiores y deseosos de “calor”. Su admiración por la apariencia física o la personalidad de los demás toma entonces una dimensión erótica. Los sueños eróticos estando despierto o las fantasías de la masturbación se centran en torno a personas idolatradas del mismo sexo y se manifiesta el deseo homosexual. En casos normales, el interés temporal –más o menos erótico- por miembros del mismo sexo desaparecerá cuando el chico (o chica) crezca y descubra los aspectos sexuales, mucho más atractivos, del sexo opuesto. Sin embargo, este interés adquiere especial importancia en el caso de chicos autocompasivos, abrumados por sentimientos de inferioridad acerca de su identidad sexual. Tanto para un niño como para un adolescente, el contacto corporal con alguien admirado supone la plena realización del apasionado deseo de amor y aceptación, la máxima felicidad. Ese contacto hace desaparecer, en la mente patética del adolescente, toda miseria interior, inferioridad y soledad. De esta forma, durante la adolescencia, puede crearse un engranaje entre el deseo de contacto de un niño que se siente merecedor de compasión y el erotismo. El deseo por alguien del mismo sexo es pasivo, un afán por ser querido. No es, por tanto, una experiencia feliz y gozosa como la del enamoramiento normal; el sentimiento de fondo es de desesperanza, de dolor. Esta búsqueda de amor está, por supuesto, dirigida al propio ego (el amor homoerótico es egocéntrico y “narcisista”). Sentimientos homoeróticos como los descritos en este esquema pueden ser bastante débiles al principio, pero van aumentando constantemente en intensidad, causada a menudo por sentimientos de soledad y por las fantasías eróticas de la masturbación. En cualquier caso, esta búsqueda erótica de niño autocompasivo, se convierte en una entidad independiente en la vida emocional; es lo que llamamos “complejo”. Es como si la mente hubiera adquirido una dependencia de esta mezcla de autocompasión y anhelo erótico. Muchas personas con tendencias homosexuales perciben su inclinación sexual como una obsesión, crónica o temporal. Sus sentimientos sexuales absorben a menudo gran parte de su atención, ocupan su pensamiento, mucho más que en los heterosexuales. Los impulsos homosexuales tienen realmente un carácter compulsivo, por lo que se asemejan a otros trastornos neuróticos, tales como fobias, preocupaciones obsesivas y neurosis obsesivo-compulsivas (causas de la inquietud del paciente). La principal fuerza de esta vehemencia es la insatisfacción inherente al complejo de inferioridad, motivo por el que el deseo es insaciable (puesto que el complejo se producirá siempre de nuevo). Una correspondencia o relación homosexual no puede satisfacer o proporcionar ningún tipo de felicidad, exceptuando pequeños “flases emocionales”. El compañero ideal sólo existe en la imaginación insaciable del paciente que sufre este complejo y, así, nunca lo encuentra. El sociólogo alemán Dannecker, homosexual confeso, fue objeto de las iras del movimiento homosexual al declarar explícitamente que la “amistad homosexual fiel” era un mito. Dicho mito –afirmó cínicamente- tendría su finalidad en acostumbrar a la sociedad al fenómeno homosexual. La “amistad duradera” se vende fácilmente. Tenemos que aceptar este fenómeno en su plena realidad y conseguir que lo acepten las masas. La realidad, admite, es que buscamos muchos partners forzados por nuestra “inclinación”. Dannecker corrobora su afirmación con estadísticas sobre el número de partners de los que tienen tendencias homosexuales, comparado con el de los heterosexuales[5]. Lo que dice no es nuevo. Confirma el carácter compulsivo y frenético de la homosexualidad: ser “gay”* no es algo “gozoso”, sino una psico-dependencia. ( *Juego de palabras con el que el Autor alude al significado de “gay”: alegre.) Un ejemplo del curso inevitable de los acontecimientos es el testimonio de un hombre con tendencia homosexual, que creyó haber encontrado, después de muchos años, un compañero al que amar realmente toda la vida: “Al principio creí que realmente me había encontrado a mí mismo en esa relación. Estaba convencido de que todas las desgracias que tuve en mi pasado eran debidas a la necesidad de un amigo estable. Sin embargo, lo raro fue que esa misma inquietud volvió de nuevo. Una vez más, me vi en la necesidad de dar rienda suelta a contactos furtivos, a pesar de la buena relación que mantenía con mi compañero (durante un par de meses)”. La conclusión de este hombre fue que la homofilia es realmente una compulsión neurótica. De todas formas, no había decidido si quería deshacerse de ella. En síntesis: lo que el homosexual busca inconscientemente no es encontrar a alguien y disfrutar de esa relación, sino que busca dolor y sufrimiento para alimentar su necesidad de autodramatización. IR A CONTENIDO . 6.5. Notas: 1. ARNDT, J.L., Genese en psychotherapie der neurose, 2 vols. Boucher, La Haya 1962 2. BERGLER, E., Counterfeit Sex. Grunne & Stratton, Nueva York 1958. 3. GOLDBERG, S., The Inevitability of Patriarchy. Temple Smith, Londres 1977. 4. MAY, R., Sex and Fantasy, Patterns of Male and Female Development. Norton, Nueva York 1980 5. DANNECKER, M., Der Homosexuelle und die Homosexualitat. Syndikat, Frankfurt 1978. IR A CONTENIDO . 7. ORIGEN Y MECANISMOS DEL COMPLEJO HOMOSEXUAL Algunas personas desarrollan un complejo de menosprecio, incomprensión; otras de ser un fracasado, incompetente, no querido, etc. La autoimagen de inferioridad “yo soy sólo…” va acompañada, invariable y estrictamente, de la autocompasión, del sentimiento de “¡pobre de mí!”. Esto es típico del complejo homosexual, que se refiere al sentimiento de inferioridad en su identidad sexual. ¿Por qué algunas personas desarrollan un complejo homosexual en su juventud y otras un complejo de inferioridad no referido al sexo? IR A CONTENIDO . 7.1. ORIGENES EN EL HOMBRE Un chico puede llegar a sentirse menos masculino, menos viril, cuando ha sido educado de una forma sobreprotectora y de ansiedad por una madre entrometida, cuando su padre ha prestado poca importancia a su educación[1]. En la mayoría de los casos, es la combinación de estos estilos paternales y maternales de formación la que predispone al desarrollo del complejo homosexual. Antes de continuar, debemos estudiar la cuestión de la culpabilidad[2]. Podríamos acusar a los padres, y a sus defectos de carácter, de ser los responsables; pero no es este el caso. En primer lugar, nuestra tarea es de tipo psicológica y no moral, lo que significa que tan sólo indicamos determinadas relaciones entre padres e hijos, o entre el comportamiento de los padres y el de sus hijos. En segundo lugar, los defectos y debilidades de la personalidad observados en ciertos padres de personas tendentes a la homosexualidad no les pueden ser imputados simplemente como culpa. Estos padres actúan a menudo a partir de modelos de los que apenas son conscientes, y no ven claramente cómo sus modos de tratar a los hijos pueden afectarles. Además, ellos mismos son en parte producto de su propia infancia. Yo no juzgo su libre voluntad y, por tanto, su responsabilidad moral. Hay cierto grado de culpa, puesto que nadie puede ser completamente “programado” por su educación y las circunstancias en que ha vivido en su juventud. El alcance de la culpa paterna no puede ser evaluada, sin embargo, más allá de la culpa de cualquier padre que comete errores en la educación de sus hijos. La naturaleza de nuestros defectos como padres puede diferir, pero todos tenemos hábitos egocéntricos y otras debilidades, seamos conscientes o no de ellos. Los padres de personas con tendencias homosexuales pueden tener su parte de culpa, pero en la mayoría de los casos no más que la del resto de padres. Las personas con tendencias neuróticas quejumbrosas mantienen a veces una actitud de reproche a la educación resida de sus padres. Debemos darnos cuenta de que esto es otro tipo de queja. Además, estas quejas prolongadas acerca de los padres –en la que el hijo se ve a sí mismo como una víctima- están siempre basadas en una visión no realista de los padres. La perspectiva del niño que se lamenta de los padres es por definición una visión infantil, condicionada por sentimientos egocéntricos. Es necesario corregir esto para que la persona madure, pero los homosexuales neuróticos continuarán igualmente quejándose de las actitudes equivocadas de sus padres. De esta manera aumentan los vínculos infantiles no resueltos (apego o aversión), con sus madres o con sus padres. Para los cristianos, hay una razón adicional para desistir de una lamentación persistente acerca de las equivocaciones de sus padres, entienden que es necesario el perdón. Algunos casos de pacientes con tendencias homosexuales muestran claramente que el progreso terapéutico puede bloquearse debido a la incapacidad o a la poca disposición para perdonar a un padre. Otro efecto de la queja infantil hacia los padres es que impide asumir las propias responsabilidades. En otras palabras, el “niño quejumbroso” que hay en el neurótico no acepta ningún tipo de responsabilidad de su comportamiento e inclinaciones. Así, hemos llegado a la culpabilidad del homosexual neurótico. ¿Es el responsable de su situación? o ¿es una víctima de su enfermedad, un enfermo? Nuestra respuesta debe evitar ambos extremos. El ho9mosexual neurótico es como cualquier otro neurótico, y como cualquier ser humano; no es completamente inocente. Todas las debilidades y hábitos emocionales del hombre medio, categoría a la que pertenecen los que tienen tendencias homosexuales, han sido formadas, en parte, gracias a que las hemos consentido. Esto es aplicable igualmente a la autocompasión, autoconmiseración, hábitos de autoafirmación infantil, al reclamo de atención, etc. Existe cierto grado de culpa si una persona de tendencia homosexual se entrega demasiado fácilmente a sus impulsos, masturbándose o buscando contactos, e incluso mucho más si justifica su actitud y la recomienda. Esto es todo lo que podemos decir sobre el tema. Es incuestionable que hay algo automático en un complejo neurótico, por lo que una persona no puede ser, al menos plenamente, responsable. Esto es cierto para cualquier deficiencia de carácter o personalidad (no tenemos en cuenta aquí a personas que son realmente enfermos mentales, como los esquizofrénicos). IR A CONTENIDO . 7.2. RELACIONES CON LOS PADRES En el 60-70% de los casos, la madre, de una forma u otra, ha sido demasiado interesada: sobreprotectora, dominante, entrometida, mimosa, intrigante o proclive a viciar. Ha tratado a su hijo como un bebé, o como su favorito, su confidente. Estas influencias han hecho el chico dependiente y débil, han sofocado su espíritu emprendedor, su coraje y su autoconfianza. Este tipo de madres transmite su actitud temerosa de la vida hacia sus hijos; una madre que quiere decidirlo todo por su hijo anula su voluntad y su iniciativa. Los chicos criados así difieren bastante de la vitalidad infantil normal; son demasiado obedientes o inhibidos. Puede ocurrir también que un hijo esté demasiado apegado a su madre por culpa de un afecto sin moderación –esencialmente egocéntrico- o adoración de la madre hacia el chico, el cual se coloca en una situación especial. Él será luego incapaz de salir de la atmósfera de seguridad y de mimo de su madre, y vuelve a ella tan pronto como el mundo exterior no le responde placenteramente. Quien quiera un ejemplo sobre los perniciosos efectos de este amor enfermizo madre-hijo debe leer la vida del novelista francés Marcel Proust: escribía cartas de amor a su madre cuando era adolescente, ¡viviendo ambos en la misma casa! En algunos casos, el amor materno es al mismo tiempo algo vehemente. Por ejemplo: la madre amenaza con ataques de la histeria si el hijo no se comporta tal como ella desea. En otros casos, la madre se impone al hijo de un modo más amistoso, pero al fin y al cabo se impone igualmente. A pesar de las tentativas de militantes homosexuales y de reformadores sexuales liberales de minimizarlo, es indiscutible que las madres han ocupado un lugar demasiado principal en la niñez de numerosos hombres homófilos. La consecuencia es que el hijo depende demasiado de su madre, y preserva su actitud hacia ella sin modificar ese “niño que se compadece” que lleva dentro. Este “niño” tenderá a transmitir esta actitud hacia otras mujeres. Ha sido el “niño bonito de mamá”, el “niño obediente y temeroso”, el “chico dependiente” y, en algunos casos, “el chico reprimido y tiranizado”. Estos lazos maternos son enfermizos y constituyen un gran obstáculo para que el niño se convierta en un hombre adulto. Después de muchas conversaciones con hombres angustiados por sus tendencias homosexuales, el investigador y terapeuta. Bieber afirmó que ninguno de sus pacientes había tenido una relación normal padre-hijo[3]. En la mayoría de los casos, el padre estaba “alejado”, no se involucraba en los intereses y en la vida cotidiana de su hijo. Mi experiencia es la misma. Un análisis más detallado de una serie de factores psicológicos infantiles –llevado a cabo con un subgrupo de 120 de mis pacientes masculinos con este problema- dio como resultado que tan sólo dos o tres casos de relación padre-hijo podían ser considerados positivos. Incluso en aquellos casos la relación con el padre era una relación distante. Uno de los padres era ya anciano cuando su hijo era un chico; y el otro caso, el lazo afectivo entre el padre y el hijo me pareció demasiado frívolo. Podemos afirmar entonces que rara vez la relación padre-hijo es positiva: el hombre que desarrolla un complejo de inferioridad homosexual no ha tenido la oportunidad de conocer a su padre como un auténtico padre. Esta deficiente relación con el padre puede haber tenido varias causas. Un padre psicológicamente alejado puede prestar poca atención a su hijo porque éste sea uno de los más jóvenes entre los hermanos (en una familia numerosa). El interés paterno se concentra en los hijos mayores. En algunos casos, el padre consideraba al hijo como una obligación de la esposa (la existencia de un lazo exclusivo madre-hijo pudo condicionar esta actitud del padre). Un buen ejemplo de una situación similar fue la del novelista holandés Louis Couperus, que vivió a principios de este siglo. Desarrolló un complejo de inferioridad porque creía “ser un inepto”. Esta autoimagen se originó porque se sentía dolido por la falta de aprecio de su padre. El padre había abandonado a su hijo pequeño, Louis, al cuidado de la madre y de sus hermanas mayores; no lo aceptó en su propio mundo, que compartió con los hermanos mayores[4]. Algunos padres están demasiado ocupados para dedicar tiempo a su familia y, en particular, a uno de sus hijos. Otro grupo de padres forman las clásicas “personalidades débiles”, poco masculinas, demasiado dependientes, temerosas y que, a veces, se apoyen demasiado en su esposa. Son flojos como modelos de virilidad, con lo que sus hijos tienen un patrón deficiente con el que identificarse. A padres relativamente ancianos les falta el dinamismo juvenil necesario para el desarrollo de sus hijos: no juegan con ellos ni les animan a desarrollar actividades masculinas. El resultado es que el comportamiento de los hijos se ve afectado, pareciéndose a un “pequeño viejecito”. En cerca de una cuarta parte de mis casos y de la de otros investigadores, el hijo experimenta la figura del padre como algo inequívocamente negativo. Su padre le critica, no le da su aprobación, así que el hijo se siente rechazado por el hombre más importante de su mundo. El chico también se siente menos apreciado si el padre le compara continuamente con sus hermanos y hermanas. En cierto porcentaje de casos –probablemente alrededor de un 20%- experimentar el rechazo del padre parece ser el factor crucial del trauma psíquico, haciendo que el chico se sienta excluido del mundo masculino. Para un chico, su padre es el prototipo de hombre. Sentirse apreciado por el padre es esencial para su autoconfianza como hombre. Lo mismo sirve esta conducta para la chica en relación con su madre. IR A CONTENIDO . 7.3. OTRAS INFLUENCIAS Por término medio, creo que pesa más el factor del padre que el de la madre. Sin embargo, hay mayor riesgo de desarrollo homosexual si está presente la influencia de ambos factores. Como norma, la homosexualidad masculina resulta de la combinación de defectos de ambos padres. A propósito de esto, debo apuntar que en la mayor parte de mismos casos existían graves problemas entre los padres de mis pacientes: a veces, la madre era evidentemente la personalidad más fuerte o dominante, obligando al padre a retirarse a un segundo plano; otras veces, la madre sufría a causa de la negligencia del padre, y esta insatisfacción le hacía apegarse a uno de sus hijos. En general, una mujer tiene la tendencia natural a hacer de un hombre de su entorno “su hombre”; si no tiene un lazo emocional con su marido, lo buscará con un hijo. Además, están también todo tipo de tensiones matrimoniales. Tienen su origen en diferentes hábitos egocéntricos y en los modos de actuar y reaccionar infantiles que todos llevamos con nosotros en el matrimonio. La incidencia de relaciones matrimoniales satisfactorias es, sin embargo, estadísticamente más baja entre padres de personas con tendencias homosexuales que entre padres de personas que no han desarrollado este complejo. Esto nos ayuda a entender una vez más que la homosexualidad no es un fenómeno individual limitado a quien es afecto, sino también un síntoma de desequilibrio familiar y, no raramente, de discordia entre los padres. Al contrario, las personalidades de los padres, sus relaciones mutuas y con los hijos, y sus modos de educarlos no son los únicos factores que predisponen a la homosexualidad. Dentro del ámbito familiar, factores como los siguientes pueden contribuir al desarrollo del complejo homosexual: número que ocupa el hijo entre los hermanos, proporción de chicos respecto a chicas, rivalidad o bromas entre hermanos,… De acuerdo con algunos estudios, los hombres con inclinaciones homosexuales –en mucha mayor medida que los heterosexuales-, son los hijos más jóvenes de familias numerosas. Esto sugiere la existencia de una madre sobreprotectora y quizá un padre de edad avanzada y más distante. Algunos hombres con este complejo provienen de familias en las que predominan los chicos, situación que hace que la madre tienda a tratar a uno de sus hijos como si fuera una hija. Un chico puede también desarrollar el complejo si se ve a sí mismo como el más débil o el menos viril de los hermanos (resultado de compararse con ellos, o bien porque le gastan bromas o le ridiculizan). El factor “burla” ha sido extremadamente importante en un buen número de personas que he estudiado con este complejo. La comparación con un hermano en particular, que es visto como más fuerte, parece ser en otros casos el factor que desencadena el complejo. Finalmente, debo apuntar la influencia de otros factores que predisponen, tales como la autopercepción de ser feo y débil físicamente. Un chico puede sufrir durante cierto tiempo a causa de ser flojo, enfermizo, asmático, demasiado bajo de estatura, demasiado flaco o demasiado gordo. Estas autoimágenes son asimiladas como variantes de ser poco fuerte y poco atractivo como varón. El resultado de lo dicho acerca de los padres y de otros factores puede ser una falta de masculinidad en el comportamiento e intereses y, más específicamente, una carencia de atrevimiento y autoconfianza en las actividades juveniles, como el pelear. El chico huye de estas actividades diciendo: “no son para mí…”. Por ejemplo: los estudios revelan que la mayoría de los hombres con este complejo tuvieron una sincera aversión infantil hacia el fútbol u otros juegos de grupo. Tales juegos son, en mayor o menor medida, la personificación de la actividad de los chicos en nuestra cultura; requieren competir con los demás compañeros de juego y cierto espíritu de lucha, e indican el grado de conexión del individuo con el grupo[5]. El siguiente paso en el desarrollo del complejo homosexual es decisivo. Es la autocompasión del niño con compañeros de su misma edad y sexo. Si un chico, con influencias familiares desfavorables (como las que hemos descrito), cruza con éxito el umbral de las actividades masculinas y entra en el mundo de los chicos –animado por los demás, por ejemplo- se puede afirmar que el peligro de desarrollo homosexual se ha erradicado. A menudo, las cosas no toman este rumbo positivo y, en vez de conquistar por sí mismo una posición entre los otros chicos, el muchacho se desanima y se abandona a sentimientos de insuficiencia y autocompasión. Si tiene la ocasión de hacer un amigo, éste será un marginado como él: se siente solo y apartado. Frecuentemente, este tipo de chicos son objeto de burlas, ridiculizados por su falta de valor, les llaman “maricas” y cosas similares. Muchos pasan por un período preadolescente o adolescente de soledad y depresión. Entonces, comienza el tercer paso en el proceso de desarrollo. El chico sueña en ser como los demás y encontrar un amigo en su misma situación. El deseo homoerótico de consuelo y compasión va indisolublemente unido al inicio de la auto-dramatización. Estadísticamente, la homosexualidad está generalmente unida a estos factores de “adaptación social”, o “factor de igualdad”, mucho más que a circunstancias relativas a los padres o a situaciones familiares[6]. El drama interior de estos hombres es que en su niñez o adolescencia no pudieron realmente sentirse parte de la comunidad de los chicos. IR A CONTENIDO . 7.4. ORÍGENES EN LA MUJER La situación de la chica que se siente homosexualmente atraída por otras mujeres es, en más de un aspecto, exactamente igual a la del chico. Sin embargo, hay ciertas diferencias, pues los factores causantes en la mujer son a menudo más variados que en el hombre[7]. Muchas mujeres con tendencias lésbicas sintieron durante su infancia una falta de comprensión por parte de su madre. Esta sensación de distanciamiento de la madre tiene muchas variantes. Por ejemplo, tal como lo resume una mujer: “Mi madre hacía cualquier cosa por mí, pero yo apenas podía hablar con ella sobre mis asuntos personales y emocionales”. Otras quejas son las siguientes: “Mi madre nunca tenía más contacto con mi hermana que conmigo”, “Ella no me dejaba hacer nada y me ha seguido tratando como un niña pequeña”, “estaba siempre enferma”, “estuvo internada varias veces en una institución mental”, “abandonó la familia cuando yo era todavía niña”, etc. Algunas veces, la chica asume el papel de la madre para el resto de la familia, siendo la hija mayor; o en casos en que la madre no funciona como tal debe hacer de madre y esto hace que se sienta privada del calor de una madre que la comprenda. La madre puede haber sido inhibida en sus funciones como mujer, y, por tanto, no sentir su papel femenino en el hogar. Esto inspira en ella una actitud crítica hacia todo lo que vea como papel femenino, y transmite esa actitud a su hija. La hija tiende entonces a rechazar su lado femenino. Algunas lesbianas creen que su madre hubiera preferido un chico, así que estimulan un comportamiento masculino en vez del propio de una chica. En la autoconfianza de una chica en cuanto mujer contribuye en primer lugar su madre. Cuando una madre consigue que su hija se sienta apreciada como mujer, la chica se sentirá como en casa en el mundo de las mujeres y entre sus amigas de la misma edad. En mujeres con tendencias homosexuales, a menudo la relación con su madre no fue personal y confidencia; no existía una participación en los intereses femeninos, no hacían juntas actividades propiamente femeninas. Como consecuencia, la chica no se siente valorada como chica (lo que quiere decir: distinta de un chico, pero igualmente apreciada). Existen considerables variaciones también en los modelos de relaciones padre-hija. Algunas mujeres con tendencias lésbicas están demasiado apegadas a la figura del padre, “su amigo especial”. Algunas veces, dicho apego es más o menos forzado, pues el padre les tiene asignado un papel específico: la relación entonces no es espontánea ni natural. En algunos casos, el padre hubiera preferido que su hija fuese un chico, un camarada, y así estimula en ella ciertos intereses, papeles y metas masculinos. El padre, por ejemplo, da excesiva importancia a su rendimiento escolar, a sus logros deportivos y a que obtenga un efectivo reconocimiento social. Como consecuencia, la chica no se siente ni comprendida ni aceptada como realmente es. En otros casos, el padre ve en su hija una figura maternal de ayuda y consuelo. Tiene una actitud alabadora hacia ella, la coloca en una posición de privilegio. Con este comportamiento, lo que hace es comprar la dedicación de la hija hacia sí mismo. Hay otros padres, con personalidades débiles, que se apoyan demasiado en sus esposas. En todos estos casos, los lazos emocionales con el padre se mantienen fijos en “la entrañable niña del pasado” de toda lesbiana adulta. Otras mujeres con este problema no son tanto la “niña de papá”, sino más bien la niña no deseada y desaprobada. El padre la critica, y ella siente su desprecio o su falta de interés. Comportamientos o intereses masculinos excesivamente compensatorios son el resultado de esta actitud paternal de no aceptación. En consecuencia, la chica aprende a ver el papel masculino como algo superior e intenta alcanzarlo. De nuevo, la existencia de sentimientos negativos hacia el padre, junto con esfuerzos demasiado compensatorios por adaptarse a su estándar masculino y conseguir así su aprecio, confluyen en el complejo neurótico. En conclusión, una relación padre-hija positiva y normal es menos frecuente en las mujeres con tendencias homosexuales que en las que tienen tendencias heterosexuales. IR A CONTENIDO . 7.5. OTRAS INFLUENCIAS En algunas mujeres, el complejo de fealdad (sentirse menos femenina o atractiva), tiene un importante papel como factor precipitante. En otros casos es la comparación con una hermana, considerada (por la misma chica o por su entorno) la más atractiva por su físico o por otros aspectos. Otras veces, la chica se siente inferior entre sus hermanos –“soy sólo una chica”-, y trata de emularles en su comportamiento. Durante la adolescencia, la atención que el sexo opuesto le preste puede ser su punto sensible: “los chicos me encuentran menos atractiva que a las demás chicas”, “no quieren citarse conmigo”, etc. Una chica que se sienta menospreciada por los chicos admirará la feminidad de otras chicas. Factores como los descritos anteriormente operan de modo conjunto y se refuerzan mutuamente, tanto en chicos como en chicas. Parte de las chicas que han desarrollado un complejo lésbico, de algún modo han tenido un comportamiento menos femenino que las niñas de su edad. Eso provoca en ellas un sentimiento de inseguridad en los femenino, posiblemente compensado por actitudes de descuido, indiferencia, mando o dominación, tratando de superar a los chicos en su masculinidad atreviéndose con todo, comportándose agresiva, grosera y duramente. Desarrollan, posiblemente, una manifiesta aversión a las costumbres, al modo de vestir y a las actividades domésticas femeninas. Sin embargo, esta autoafirmación hombruna compensatoria está marcada por una falta de natural dulzura. Es exagerada y se percibe bajo ella la tensión emocional. Esto no quiere decir que todas las mujeres con este complejo tiendan a comportarse “masculinamente”, ni que las mujeres que tienden a afirmarse de tal manera tengan necesariamente inclinaciones lésbicas; pero existe una correlación entre ambos rasgos. No obstante, el comportamiento excesivamente masculino en mujeres es casi siempre signo de un complejo de inferioridad. El factor principal en el desarrollo de una orientación lésbica es la comparación que la hija hace con chicas de su misma edad o con ciertas mujeres adultas “ideales”. Al igual que en el caso de los niños, el factor crucial es subjetivo: la percepción de la chica sobre sí misma. Por esta razón, algunas veces, aunque no a menudo, puede desarrollar tal complejo una chica cuyo comportamiento es objetivamente femenino del todo. Durante la adolescencia, la chica quiere tener amigas y ser una de ellas. Su soledad y su sentimiento de separación excitan su deseo de ser como las amigas admiradas o como algunas mujeres ideales. Si la chica se siente sin el afecto y compresión de la madre, puede idealizar a alguien que posea las características de la madre; por ejemplo: una profesora cariñosa o una chica mayor con actitudes maternales. La chica autocompasiva busca la atención exclusiva de su mujer idolatrada: “¡si tan sólo pudiera darme su amor…!” “El lamento de muchas lesbianas es que no tuvieron amigas verdaderas en su adolescencia”, escriben los psicólogos estadounidenses Gundlach y Riess en su informe sobre 200 mujeres con este complejo, pero adaptadas normalmente[8]. Lo interior de la “chica quejumbrosa” sigue alimentándose de los mismos sentimientos que tuvieron en su juventud: inferioridad, soledad, autocompasión y un deseo insaciable. IR A CONTENIDO . 7.6. Notas: 1. Muchos estudios han confirmado este modelo. Se puede consultar en BIEBER, I et al. Homosexuality: A psychoanalityc Study, Basic Books, Nueva York 1962; EVANS, R.B., Childhood Parental Relationships of Homosexual Men, en “Journal of Consulting and Clinical Psychology”, 33 (1969), pp. 129-135; SNORTUM, J.R. et al., Family Dynamics and Homosexuality, en “Psychological Reports” 24 (1969), pp 763-770; THOMSON, N.L. et al., Parent-Child Relationships and Sexual Identity in Male and Female Homosexuals and Heterosexuals, en “Journal of Consulting and Clinical Psychology”, 41 (1975), pp. 120-127; STEPHAN, W.G., Parental Relationships and Early Social Experiences of Activist Male Homosexuals and Male Heterosexuals, en “Journal of Abnormal Psychology” 82 (1973), pp 506-513; SIEGELMAN, M., Parental Backgrounds of Male Homosexuals and Heterosexuals, en “Archives of Sexual Behavior”, 3 (1974), pp. 3-18; VAN DEN AARDWEG, De factor “klaagziekte”, neurose en homofilie, en “Psychologica Belgica”, 13 (1973), pp 295-311. 2. El autor trata con más detalle esta cuestión en VAN DEN AARDWEG, G.J.M., Parents of Homosexuals: Not Guilty?, en “American Journal of Psychotherapy”, 38 (1984), pp 180-189. 3. BIEBER, I y BIEBER, T. Male Homosexuality, en “Canadian Journal of Psychiatry”, 24 (1979), pp. 409-422. 4. VAN DEN AARDWEG, G.J.M., De neurose van Couperus, en “Nederlands Tijdschrift voor de Psychologie”, 20 (1965), pp. 293-307. 5. BIEBER et al., Homosexuality; EVANS, Childhood Parental Relationships; THOMSON et al., Parent-Child Relationships and Sexual Identity; STEPHAN, Parental Relationships; SBARDELINI, E. y SBARDELINI, E. T., Homossexualismo masculine e homossexualismo feminine: Neuroticísmo e fatóres psicológicos na infancia, inédito; Universidade Católica, Department of Psychology. Campinas, Sao Paulo 1977 6. Se ha dicho que efectos como los descritos en las relaciones paterno-filiales de personas con tendencias homosexuales sólo suceden a aquellos que visitan el consultorio de psicólogo y del psiquiatra. Esto no es verdad. Como en el caso de los test de personalidad (ver las notas 19-22 del capítulo 4), se han recogido estadísticas y observaciones en todo tipo de grupos, incluyendo personas con tendencias homosexuales que están socialmente integradas. 7. Algunos estudios sobre este tema: BENE, E., On the Genesis of Female Homosexuality, en “British Journal of Psychiatry”, 111 (1965), pp. 815-821; KAYE, E. et al., Homosexuality in Women, en “Archives of General Psychiatry”, 17 (1967), pp. 626-634; KENYON, F.E., Studies in Female Homosexuality: Psychological Test Results, en “Journal of Consulting and Clinical Psychology”, 32 (1968), pp. 510-513; KREMER, M. W. Y RIFKIN, A.H., Early Development of Homosexuality: A Study of Adolescent Lesbians, en “American Journal of Psychiatry”, 126 (1969), pp. 91-96; GUNDLACH, R.H. Y RIESS, B.F., Self and Sexual Identity in the Female: A Study of Female Homosexuals, en “New Directions in Mental Health”, editado por B.F. RIESS, Grune&Stratton, Nueva York 1968; y SWANSON, D.W. et al., Clinical Features of the Female Homosexual Patient: A Comparison with the Heterosexual Patient, en “Journal of Nervous and Mental Disease” 155 (1972), pp. 119-124. 8. GUNDLACH Y RIESS, Self and Sexual Identity. IR A CONTENIDO . 8. COMO OPERA EL COMPLEJO HOMOSEXUAL Cuando se trata de descubrir la verdadera naturaleza del amor homosexual se produce a menudo una resistencia indignada: “¿Por qué no se me permite ser feliz tal como soy?”, ésta es la dramática pregunta fácilmente previsible. Sin embargo, la cuestión no es si está permitido o no, sino si es viable o no. Muchas personas con tendencias homosexuales no están dispuestas a ser desligadas de sus sentimientos ilusorios, al igual que tampoco lo están los alcohólicos o drogadictos de sus estimulantes. A partir de la literatura y la experiencia clínica, podemos establecer unas pautas en el complejo homosexual, tanto en hombres como en mujeres: IR A CONTENIDO . 8.1. Búsqueda repetitiva de un amante A pesar de que las mujeres con tendencias homosexuales tienen generalmente relaciones más duraderas que los varones con tendencias homosexuales, en ningún caso sus relaciones duran más de unos pocos años. La dependencia neurótica al deseo nunca satisfecho –queja neurótica- les domina y les fuerza a tener siempre nuevas ilusiones. IR A CONTENIDO . 8.2. El deseo homosexual es transitorio y superficial Estos deseos homosexuales, y los que están asociados a ellos (“calor”, compasión,…), deberían ser experimentados como lo más gozoso en la vida de una persona. Desde luego esto es una autodecepción. Los sentimientos homosexuales, ensalzados a veces como “puro amor” (“más profundo incluso que el amor matrimonial”), tienen de hecho poco en común con el amor real y verdadero. El “amor” homosexual es egocéntrico. Es una súplica de atención. Esto se observa en la forma en que usualmente se rompen las relaciones. El compañero sirve para aliviar la necesidad infantil del propio ego, así que no es realmente amado por lo que es. El resultado es que, por un lado, el homosexual se “agarra” a su compañero; por otro, existe una falta real de interés o indiferencia. Resulta muy gráfica la forma que tienen de hablar sobre sus relaciones pasadas: sin emoción, al igual que un niño cuando abandona un juguete en el que ya no está interesado. IR A CONTENIDO . 8.3. Las personas con tendencias homosexuales y otros neuróticos padecen autocompasión compulsiva. No todos expresan su autocompasión y tendencia a la queja de un modo dramático. Si se les conoce un poco más, sin embargo, casi siempre se puede percibir en ellos la autocompasión. Tienden a pensar en términos de problemas y preocupaciones; algunos son evidentemente demasiado emocionales; otros son más del tipo quejoso y lloroso; otros son hipercríticos consigo mismos o con otros; a veces sienten malestar físico (que dramatizan), depresiones, crisis nerviosas, soledad, apatía, dificultad para relacionarse con los demás, etc. La verdadera alegría y júbilo auténtico es justamente lo contrario a esta enfermedad. Es verdad que algunos homosexuales interpretan el papel de bufón o gracioso, pero analizándolo de cerca, parece claro que detrás de esto se esconde el niño autocompasivo y depresivo. Podría ser una manera pueril de que ese ego infantil quiera llamar la atención. Subyace siempre un desasosiego. IR A CONTENIDO . 8.4. Las personas con tendencias homosexuales ansían llamar la atención Se aferran a los demás para llamar su atención. Se presentan inconscientemente como víctimas y pelan a la ayuda y protección de los sentimientos compasivos de los demás. Algunos se imponen en su ambiente y otros lo tiranizan, al igual que un niño. Buscan, en primer lugar, la atención de un compañero deseado, pero esta búsqueda de atención puede convertirse en el modo habitual de relacionarse con los demás. IR A CONTENIDO . 8.5. El egocentrismo es otra característica neurótica universal. Esto implica que, en gran parte, sentir y pensar egocéntricamente produce como resultado un reducido interés o amor por los demás. “Mi esposo se desvive por las personas de su entorno”, me dijo una vez la esposa de un homosexual, “pero es incapaz de dar amor. No sabe qué es eso”. Cuanto más predomina el complejo homosexual en la vida emocional de una persona, tanto más es verdadera esta descripción. IR A CONTENIDO . 8.6. El “niño autocompasivo” en el adulto es inmaduro emocionalmente en otras áreas, además de la sexual. El infantilismo emocional de las personas que tienen un complejo homosexual hace que se comporten y piensen como niños, y que repriman –dependiendo de la fuerza del complejo- la madurez emocional normal. IR A CONTENIDO . 8.7. Permanecer parcialmente como un niño afecta también a la relación con los padres Los hombres con este complejo mantienen más a menudo algún tipo de “vínculo materno” o una actitud hostil de reproche hacia su padre porque existe un “vínculo negativo” hacia él. Algo parecido vale para las mujeres lesbianas. El vínculo establecido con los padres puede contener elementos ambivalentes: apegarse dependientemente a la madre, y tender al mismo tiempo a mantener disputas con ella, que descargan la irritación. IR A CONTENIDO . 8.8. El “entrañable niño de antaño” mantiene sentimientos y actitudes infantiles hacia el sexo opuesto Es posible que el hombre homosexual continúe odiando a las mujeres, del mismo modo que el adolescente de su pasado las veía como intrusas en su vida, rivales que le robaban sus amigos o, simplemente, como “esas chicas estúpidas” que entran a saco en el mundo de los chicos. Es posible que se siga sintiendo inferior y tenga miedo ante ellas avergonzándose de su masculinidad insuficiente. Es posible también que siga viendo a ciertas mujeres como figuras protectoras, maternales, afectuosas; y no como mujeres con las que relacionarse como un adulto. En términos similares, la “muchachita que persiste en la mujer lesbiana” sigue viendo a los hombres a través del cristal de la aversión, de la envidia, del miedo o de la molestia. IR A CONTENIDO . 8.9. Las personas con tendencias homosexuales tienen dificultades en aceptar plenamente su identidad sexual, la llamada “identidad de género” El hombre experimenta lo masculino como si no le perteneciera; la mujer lesbiana se siente intranquila ante las cosas femeninas. Sin embargo, es incorrecto pensar que estos hombres se sienten como mujeres; o que las lesbianas se sienten hombres. IR A CONTENIDO . 8.10. Finalmente, no es superfluo resaltar que el complejo homosexual es sólo una parte de la personalidad de un sujeto La persona entera es mucho más que su personalidad infantil, aunque algunos con tendencias homosexuales sean muy inmaduros. Si nos fijamos un poco más, descubriremos que cada hombre o mujer afectado de homosexualidad tiene muchas tendencias o cualidades adultas. Puesto que nuestro estudio se centra en la parte infantil de la personalidad, podemos dar la impresión equivocada de que estamos hablando de personas totalmente enfermas. De hecho, el psicoterapeuta trata en mayor medida la parte adulta de la personalidad homosexual, y haciendo hincapié en esta parte adulta es como podemos esperar observaciones realistas, buena voluntad y otros elementos curativos. La parte adulta de la personalidad es también la más interesante de las dos: está viva, mientras que el rasgo infantil del ego es más parecido a un mecanismo rígido y estereotipado. En la vida de cada día, lo que más abunda es una mezcla de los aspectos maduros e infantiles de la personalidad. La bisexualidad deriva de esta estructura de doble personalidad: la inclinación sexual de la parte adulta, en su máximo desarrollo, está enfocada directamente hacia el objeto maduro de la personalidad, es decir, el sexo opuesto. El “niño autocompasivo”, por su parte, empuja la sexualidad hacia sus objetos inmaduros. Puesto que una parte de la personalidad bisexual anula la otra, es evidente que la heterosexualidad de estas personas no está aún desarrollada. IR A CONTENIDO . 9. EL CAMINO PARA EL CAMBIO ¿Debe una persona con tendencias homosexuales obligarse a tener intereses o comportamientos heterosexuales?. Este enfoque del asunto sería erróneo. Como he comprobado, cierto grado de autoobligación es positivo, en la medida en que suponga un esfuerzo honrado por conocerse, sin reprimir descubrimientos no deseados o sin distorsionar aquellas realidades de las que uno puede darse cuenta, si quiere. Por consiguiente, habiendo adquirido conocimiento de los hábitos y motivaciones neuróticas (egocentrismo, por ejemplo), el que tiene tendencias homosexuales debe tomar la decisión de combatirlas o, en cualquier caso, refrenarlas. El proceso de cambio, ayudado por algún tipo de psicoterapia, puede conducir a resultados bastante satisfactorios; sin embargo, el resultado final depende de muchos factores. Entre los factores condicionantes se incluyen: la motivación del paciente para cambiar, su constancia, su sinceridad consigo mismo, el alcance de su neurosis y las influencias sociales, tales como el ánimo que le infunden los demás (como antídoto a sentirse solo, sin formar parte de un grupo social). El cambio real y profundo es, en principio, posible. De acuerdo con los artículos que he leído de otros investigadores y con las historias que he examinado personalmente de algunos antiguos homosexuales, a veces se obtiene un cambio radical con la ayuda de un “método” religioso. En cada caso de cambio real, sin embargo, éste es consecuencia de un largo trabajo, y sólo en casos excepcionales, de modo imprevisto, se da un milagro psicológico. Creo que el proceso sigue aproximadamente en todos estos casos el mismo modelo, tanto si se aplica la psicoterapia como cualquier otra ayuda. En el siguiente capítulo se presentarán algunos casos de curación sin una psicoterapia formal. El proceso de cambio es comparable al ascenso de una escalera cuyo final no se ve claramente: no sabes exactamente cuado acaba, pero cada escalón subido significa mejora, progreso. Ante todo, no hay que preocuparse demasiado de cual será el resultado final. No es realista fijar como meta el matrimonio para cualquier persona con este complejo que acuda a la terapia. Teóricamente, la meta más perfecta es ser emocionalmente maduro para el matrimonio (incluyendo las emociones sexuales). Eso puede lograrse a menudo, pero quizá a veces no, al menos durante un período largo de tiempo. Debemos recordar que, normalmente, los que tienen tendencias homosexuales desean casarse debido a complejos infantiles (el ser diferente a los demás, por ejemplo); por tanto, el matrimonio es deseado no por sí mismo, sino por ser una manera infantil de querer parecerse a los “demás”. La queja infantil de estar solo puede ser otro de los motivos para desear casarse. Primero debe ser superado el apego neurótico a la queja del “no estoy casado”. La persona debe aceptar completamente su situación, tanto interior como social. El primer paso en el camino del cambio consiste en salir de la inclinación homosexual. Esto normalmente lleva unos cuantos años. De lo ya dicho sobre la homosexualidad habrá quedado claro que el impulso del comportamiento homosexual es sólo parte de una estructura compleja de tendencias infantiles de conducta. De aquí que la supresión paulatina de los intereses homosexuales proceda paralelamente al decrecimiento gradual de sentimientos de inferioridad y de autocompasión egocéntrica. Un psicoterapeuta que trate una neurosis homosexual debería comenzar por explorar el pasado del paciente, el modo de verse a sí mismo, sus padres, sus hermanos y compañeros de juego, en la infancia y en la adolescencia, así como su historia homosexual. Estas entrevistas proporcionarán al psicoterapeuta una idea global de la neurosis del paciente y, casi siempre, le dan una buena cantidad de pistas sobre sus sentimientos infantiles de dolor e inferioridad. Después, el psicoterapeuta debería explicar la teoría del “niño autocompasivo”, en una o dos “lecciones”. Naturalmente, debe ajustar su lenguaje y sus ejemplos al nivel cultural del paciente. Esto es siempre posible porque las ideas básicas se prestan excelentemente a ser comunicadas en un lenguaje sencillo, directo y comprensible. El psicoterapeuta debe aclarar que el proceso es de profundización y lucha por parte del paciente; que él tiene que hacer el trabajo duro por sí mismo, y que el papel del psicoterapeuta es proveerle de una guía, como el entrenador en una actividad deportiva o como un profesor. El psicoterapeuta aconseja al paciente que suprima sus contactos homosexuales, o que rompa su relación con su compañero homosexual. Algunos buscan una componenda; quieren cambiar pero, al mismo tiempo, continuar con las compensaciones emocionales que les proporcionan sus contactos. Tenemos que hacerles ver que con esta postura están satisfaciendo los deseos de su “niño interior”, alimentando su neurosis, y obstaculizando la posibilidad de cambio. A veces, un consejo tan duro puede posponerse por razones tácticas, pero normalmente es preferible mostrar que ser radical es la forma más rápida de cambiar. Por otra parte, el psicoterapeuta debe esmerarse en desdramatizar muchas de las lamentaciones del paciente: “Soy un homosexual, un inadaptado. ¡Tengo que cambiar! No puedo vivir más tiempo de esta manera: tengo que casarme como los demás”, etc. Podemos explicar que el “niño interior” toma posesión de la conciencia de ser diferente en lo que respecta a los sexual, haciendo un gran drama de ello para proporcionarse a sí mismo una gran cantidad de autocompasión. IR A CONTENIDO . 9.1. AUTOPROFUNDIZACION Y LUCHA Me parece muy difícil superar un complejo homosexual sin adquirir una profundización adecuada de las propias motivaciones y una opinión más objetiva sobre la propia conducta. Es más, la persona debe profundizar en su ego infantil, en su autocompasión y en las tendencias interiores de queja, en sus búsquedas de simpatía y apreciación. Incrementar el autoconocimiento en estos campos genera una mayor libertad interior especto de la obsesión, de ese complejo que vive una vida propia, aunque esto no es suficiente en sí mismo para superarlo por completo. La observación y el análisis de uno mismo en busca de la detección de quejas infantiles es progresiva. Cada paciente descubre sus propias claves que le dicen: “en este momento, o con este sentimiento, la tendencia a las quejas está funcionando”. Se reconoce la actividad de ese “ego autocompasivo” por los sentimientos de inquietud, irritación, inferioridad, apatía, emociones y pensamientos negativos, depresiones en general. Estos impulsos se experimentan como más o menos compulsivos, como procedentes del exterior del propio ego (“Se adueñó de mí…”, “Me vi asaltado por…”, etc). Cada cliente aprende a reconocer su “niño autocompasivo” por sus peculiaridades individuales. El asunto principal de la queja es específico en cada caso, y son siempre variantes individuales del tema principal. Estas quejas se repiten en la mente del adulto. Mucha gente tragada por una neurosis homosexual tendrá que constatar que un impulso de queja crónico está influyendo en sus emociones. Esto no es difícil, pueden verlo como un acompañamiento emocional negativo que, a menudo, deteriora sentimientos y experiencias positivas. Estos individuos poco a poco llegan a ser conscientes de que sus sentimientos de infelicidad no vienen causados por problemas de su vida, por situaciones externas, o por otras personas, sino por la fuerza negativa que llevan dentro de sí mismos. El paciente debe ser honrado consigo mismo si quiere beneficiarse de nuestro método de autoobservación y autoanálisis. No es agradable para el ego infantil tener que admitir una y otra vez que uno estuvo sintiendo, pensando o actuando como un niño, e incluso más: que buscó una satisfacción en la autocompasión. Admitir esto totalmente significa que no hay que ampararse en las excusas, las explicaciones, ningún “sí, pero…”, y que tampoco se puede culpar a las demás personas o a las “circunstancias”. Para superar este paso de reconocimiento pleno de los sentimientos de víctima, el paciente debe dar una sacudida oportuna a su autoimportancia infantil. De esta forma, paso a paso, la actitud infantil y egocéntrica de queja llega a ser más evidente y menos una construcción teórica. Cuando la persona ha ganado en conocimiento propio, comienza un período de esfuerzo y trabajo. La parte adulta de la persona, su voluntad, intenta frenar las tendencias infantiles reconocidas con los métodos que parezcan apropiados. La fuerza del complejo disminuye porque los hábitos egocéntricos de pensamiento ya actuación no se “fomentan” más, y, en particular, porque se combate la autocompasión infantil. Inevitablemente, la persona bien intencionada con tendencias homófilas, encontrará el obstáculo de la dependencia del placer en su camino. La inclinación homosexual ha sido fuertemente reforzada en muchos de ellos por buscar su satisfacción, ya sea con otras personas o en su imaginación (masturbación). Romper con el hábito de ceder requiere no sólo conocimiento de su carácter pueril –aunque es necesario- sino también fuerza de voluntad y paciencia. Ceder a este hábito infantil de autoconsuelo puede ser especialmente tentador en ocasiones o momentos de estrés, humillación, sentimientos de inferioridad o de soledad. Como hemos visto, la fantasía homosexual fue creada como una solución ilusoria a un drama interno, y el placer de satisfacerlo a menudo implica más que una simple gratificación sexual. De forma bastante comprensible, la resistencia a abandonar estas gratificaciones pueriles sexuales (en la fantasía o en la práctica homosexual) es considerable. Si uno quiere cambiar en profundidad, salir del infantilismo, se requiere un esfuerzo continuo de la voluntad. En ciertas ocasiones, esto significa simplemente decir no a tendencias que se han reconocido como pueriles. Otras veces, significa que deben hacerse cosas aunque cuesten mucho esfuerzo y exijan mucho coraje. Como psicoterapeuta que intenta especialmente detectar expresiones de autocompasión infantil, a menudo enseño a mis clientes a aplicar métodos y técnicas de humor dirigidas a neutralizar las múltiples manifestaciones de esta emoción neurótica básica. Sonreír y reírse del victimismo infantil propio, y de sus quejas pueriles, puede ser muy efectivo. La efectividad de estas técnicas, sin embargo, depende de la voluntad del paciente de usarlas en su vida cotidiana. La lucha interior debe emprenderse en la parte neurótica de la mente e implica varias cosas al mismo tiempo. Por ejemplo: hay que intentar no buscar llamar la atención; atajar el hábito temeroso de huir de situaciones desconocidas: evitar una actitud de excesiva auto-indulgencia y mimo; luchar contra opiniones distorsionadas sobre uno mismo o sobre los demás (desde las infantiles a las más maduras); eliminar la dependencia de la autocompasión. Las lamentaciones de menor intensidad pueden ser controladas por las técnicas que buscan frenarlas una vez que se han reconocido conscientemente como quejas infantiles. Estas técnicas son adecuadas para gran cantidad de situaciones en las que la persona es consciente de una actitud interior negativa, sentimental o lastimera. Otras quejas requieren técnicas más complicadas. El interés por los demás debe ser aprendido o fortalecerse; la capacidad de amar y de dar deben desarrollarse. Reírse de uno mismo facilita todo esto. Quien aprenda a tratar su ego infantil con sana ironía, disminuye sus sentimientos de autoimportancia. Cuanto menos importante se sienta el ego, tanto más podrá prevalecer la personalidad adulta, y el descontento infantil dará paso a sentimientos más esperanzadores y felices. La persona crece menos débil ante sus propios ojos, más estable, más optimista, más tranquila. IR A CONTENIDO . 9.2. HIPERDRAMATIZACIÓN Hemos tenido éxito al aplicar varias técnicas de autohumorismo para superar tendencias infantiles, especialmente las manifestaciones de autocompasión infantil. La meta del autohumorismo es reemplazar una queja por su contrario, es decir, una sonrisa o una carcajada. En general, la meta es neutralizar la importancia del “niño interior”. El reírse de uno mismo tiene un gran poder curativo: ayuda a la persona a reconocer –emocionalmente, y no sólo de forma racional- ciertas distorsiones e inadecuaciones en su manera de pensar y de actuar. Es un antídoto excelente contra gran variedad de impulsos neuróticos. El humor dirigido sobre uno mismo, como el humor en general, desarma a cualquiera. Una comprensión meramente racional e incluso una clara observación de las luchas y las emociones infantiles –meta de la auto observación y del autoanálisis- falla al privar al enfermo de modelos neuróticos. Necesitamos el apoyo de fuerzas emotivas que puedan contrarrestar las fuertes emociones infantiles de queja: buscar llamar la atención, deseo de ser importante, etc. La emoción que emiten una sonrisa y una carcajada tiene la capacidad de alcanzar el ego infantil. El cliente que es capaz de reconocer el funcionamiento de su “niño” en la vida cotidiana puede beneficiarse de las técnicas de autohumorismo. Intentará aplicarlas en el punto exacto, después de haber reconocido una expresión de queja infantil. Luego imagina a su “pequeño niño” en persona ante él, o se visualiza a sí mismo en su imaginación como el niño que fue en su pasado. Comienza a hablar con ese “niño”, como alguien que se queja exageradamente a otro. Le cuenta al “niño” lo apenado que está; acumulando una serie de razones imaginadas para sus quejas, pinta ante los ojos de este “niño” un drama magnificado (hiperdrama) alrededor de la queja. Con un ejemplo quedará mejor explicada esta técnica. Un cliente homosexual se sintió menospreciado por su jefe, que había preferido a otra persona para que le representara en una reunión de negocios. El sentimiento de autocompasión expresado fue: “Mi jefe me encuentra carente de valor y no me considera nada”. Esta queja tenía otra parte: la envidia hacia su colega. Después de darse cuenta de que tras esto era su “niño pequeño” en acción, el hombre hiperdramatizó así: “Pobrecito, estás condenado a llorar a lágrima viva por esta injusticia. Era realmente un aso de violencia despiadada contra un niño inocente. Tú, que siempre trabajas tan duro sin que nadie te salve, fuiste requerido por tu jefe con un aullido, como si estuviera llamando a su perro. Temblando, permaneciste delante de él y de tus colegas, que estaban sentando en confortables sillones. Uno, el Colega Preferido, estaba sentado en una silla especialmente decorada, un gran y costoso cigarro (regalo del jefe) en su boca, sonriendo condescendientemente mientras te acercabas. Luego el jefe sacó solemnemente un pergamino, rompió sus sellos y comenzó a leer en voz alta: “Por la presente, yo, Sr. X, declaro a este incapacitado miserable (¡tú!) completamente incapaz de representarme. Manifiesto los sentimientos del más profundo hastío en sus acciones. No obstante, por fortuna está aquí un Hombre de impresionante superioridad que compensará este montón de harapos: ¡el colega Y!… “Luego, todo el mundo felicita al Colega Y, le arrojan flores y abren botellas de cava en su honor, mientras se ríen de ti y te tiran huevos podridos. Tú estabas ahí, con la camisa empapada de lágrimas. Finalmente caíste de rodillas y te arrastraste fuera de la habitación, al frío exterior, donde tus gemidos y tus lágrimas se mezclaron con la lluvia torrencial…” El hombre podría continuar, si era necesario, con la visión dramática del triunfo de su colega. Por ejemplo: podría dibujarlo pasando junto a él en un Rolls Royce con chófer. La víctima, con su vestimenta andrajosa, tenía que sufrir la humillación de sentir la ceniza del cigarro sobre su cabeza, que el Colega dejaba caer por la ventanilla abierta del coche. El cliente podría darse cuenta que era comprensible que a su sentimiento de ser menospreciado seguía un deseo homosexual como reacción de autoconsuelo. Una posible hiperdramatización para este deseo secundario, motivado por la autocompasión, podría ser: “Sí, realmente necesitas una cosa: que alguien te muestre con hechos un amor verdadero y cálido. Un brazo apasionado sobre tus espaldas, dos ojos viriles animados por sentimientos profundos buscándote con honda conmiseración; un amigo que te diga al oído que puedes sentarte en sus rodillas para siempre, tener tu delicado bracito alrededor de su cuello mientras su gran mano, peludo y musculosa, acaricia tu cara de chiquitín enfermito, etc.”. El paciente aprende a construir su propio repertorio de historias y escenas hiperdramáticas y a usarlas cuando nota una queja infantil. En la imaginación, todo está permitido: puede inventar las situaciones más absurdas según su sentido humorístico, con tal de que sirvan para influir directamente sobre su sentimiento de queja. También aprende a aplicar variante s y fórmulas breves de esta técnica. Trata a su “niño interior”, por ejemplo, como ¡”mi pobre muchachito”!, diciendo: “¡esta observación crítica que te han hecho era horrible! ¡Ahora el Presidente declarará un día de Duelo Nacional en tu nombre!”. O, simplemente: “¡Pobre muchacho! ¡Esto será tu muerte!”. Cuanto más vívida vea la escena imaginada ante sus ojos, cuanto más caricaturescamente dolido vea a su “niño” en el momento de quejarse, mayor será la huella que deje todo esto. Las hiperdramatizaciones con éxito hacen que una queja se evapore rápida o gradualmente. Es aconsejable cualquier procedimiento que obtenga una sonrisa o una carcajada sobre una queja. El método es aplicable también a manifestaciones de orgullo infantil sobreremunerador. Por ejemplo: “¡Eres maravilloso! Tu actuación (observación, presentación, etc.) fue de quitar el hipo. Puedo ver ya la estatua que se levantará aquí en honor a tu intervención; tú, sobre un gran caballo, como Napoleón, con la mano descansando, indiferente, tras tu chaleco…”. Aunque puede parecer fácil, practicar el humor sobre uno mismo requiere una gran determinación. Reírse del propio ego dolido es la última cosa que le gusta hacer a uno cuando está acosado por un quejido infantil. IR A CONTENIDO . 9.3. CURACIÓN La salida del complejo sigue una línea. Al principio, disminuye el carácter obsesivo de las emociones y comportamiento infantiles. Depresiones, ansiedades, miedos, preocupaciones, sentimientos de inferioridad y deseos homosexuales llegan a ser más controlables. La autoconfianza, incluida la confianza en su peculiar sexualidad, va despertando: lo que significa que el “¡pobre de mí!” infantil llega a ser cada vez menos importante, que la persona ya no se toma en serio a su ego. Los intereses homosexuales fluctúan durante largo tiempo, pero sentidos cada vez con menos intensidad hasta que son vencidos. Se desvanecen sin drama, en función del crecimiento de una emotividad más positiva y madura. El cambio sexual debe ser considerado como parte de la reorientación emocional total. Los homosexuales que quieren “curarse”, tienen a menudo una opinión estrecha de lo que supone el cambio y tienden a prestar atención casi exclusiva a los cambios de sus sentimientos sexuales. Es cierto que un cambio sexual real y profundo refleja cambios en otras áreas mentales, pero los efectos de una terapia o de una autoterapia (que es en gran parte nuestro procedimiento) no deberían ser medidos en términos estrictamente eróticos. Los cambios en sentimientos sexuales son más o menos “subproductos” y aparecen seguramente cuando –y a medida que- el “niño quejoso” del paciente vaya muriendo de hambre. Por tanto, no es aconsejable, para el psicoterapeuta y para el cliente, orientarse excesivamente hacia lo sexual ni en su atención ni en sus conversaciones. Las medidas decisivas del cambio están al nivel de la queja y del infantilismo emocional general del paciente. Naturalmente, cualquier cambio en estos factores ejerce una influencia en el campo erótico, pero la relación es jerárquica: cuanto más profundo sea el cambio en las dimensiones fundamentales de infantilismo y autocompasión, más radical será su reorientación sexual. Se puede decir que, tal vez en la mayoría de los casos, la persona pasa por una fase intermedia en la cual la inclinación homosexual está casi extinguida, pero la heterosexualidad aún no ha despertado. Esta etapa puede durar varios años en algunos casos. La persona “descubre” el sexo opuesto gradual o repentinamente, después del proceso de maduración. Algunos se enamoran una o dos veces y acaban casándose; para otros, hace falta un largo período de tiempo antes de que sean capaces de mantener una relación amorosa heterosexual duradera. El proceso en su totalidad es un tipo de autoreeducación. Alzas y bajas, recaídas ocasionales, son normales durante el proceso. Puede haber momentos –incluso largos periodos- en los que se pierda la esperanza. El curso del proceso varía mucho en cada caso particular. Las personas con tendencia homosexual, aún cuando están dispuestas a cambiar, inicialmente tienen serias dudas sobres si hay oportunidades reales de una mejora profunda. Estas dudas vuelven una y otra vez, a pesar de que los progresos sean claramente perceptibles y sólo desaparecen cuando el cambio en los sentimientos ha llegado a ser más obvio. Las dudas afloran cada vez que esta gente oye o lee los tópicos sobre la homosexualidad: “si lo has sido una vez, lo será siempre”. Mirándolo más de cerca, veremos que estas dudas son sólo otra variante de la queja neurótica: “Nunca seré normal; es mi destino; ¡pobre de mí!”. Por tanto, la esperanza y la fe son excelentes barreras para estos pensamientos dañinos, que conllevan una pérdida de entusiasmo y de energía. Una posición realista es también un buen remedio para estas dudas paralizantes: “En cualquier caso, veo que tengo que luchar contra lo que hoy he reconocido como infantil y erróneo, y si persisto en hacerlo, estoy seguro de que progresaré, incluso si lo que consigo no es más que un cambio moderado”. Podemos repetir una y otra vez que quien se esfuerza llega s ser más feliz. NO se obsesione con la duda de si alcanzará o no un ciento por ciento de mejora, alégrese con cada avance y disfrútelo. Esta es, después de todo, la mentalidad que más atrae al paciente hacia su meta. Superarse a sí mismo, luchar contra lo indeseable, atacar hábitos egocéntricos, no son puntos populares en una era permisiva e indulgente. Ciertamente, se ha escrito mucho sobre terapia psicológica, y se han desarrollado una gran variedad de teorías y técnicas terapéuticas. Pero sólo una pequeña parte de todo esto anima a luchar contra los fallos y las flaquezas personales para superarlas. Raramente la psicoterapia es poco más que una invitación al paciente para que se abandone a su egoísmo pueril e incluso a la inmoralidad. La exhortación “acéptate a ti mismo” ha llegado a ser una invitación a rendirse a la inmadurez, por una parte, ya la represión de lo “mejor de sí mismo” por otra. (Esta “mejor parte de sí mismo”, o su yo adulto, puede ser un anhelo saludable para lograr una existencia más madura, y puede ocasionar fastidio en el ego infantil, y hasta sentimientos de culpa). Guste o no, la realidad psicológica humana es que debemos elegir entre tendencias opuestas. La defensa del “acéptate a ti mismo” es, con frecuencia, un alegato del infantilismo. La alternativa, “supérate a ti mismo” es más difícil, pero es la única forma de lograr la felicidad interior y la paz del espíritu. La poca gente que intenta salir de su tendencia homosexual no conoce mucha comprensión ni aprobación del público en general. Al contrario, encuentran desaliento por todas partes. Espero que este pequeño trabajo les ayude a refutar el falso eslogan “no puedes hacer nada”. IR A CONTENIDO . 10. EL CAMBIO SIN PSICOTERAPIA Antes de mostrar los resultados de la terapia “antiqueja” que hemos esquematizado, me gustaría describir algunos casos de personas que se han curado con otros medios. En este capítulo presentamos dos casos que han aparecido en informes científicos publicados. Ambos señalan cómo las mismas dinámicas psicológicas usadas en la terapia “antiqueja” funcionan en otras situaciones. El primer caso es el de una mujer ex-lesbiana que contó su historia a un psiquiatra holandés homosexual partidario de la “aceptación” como solución, y que ha tratado de su caso en un artículo[1]. El psiquiatra publicó su conversación con ella, resaltando que “ella daba la impresión de estar completamente normal. Normal emocionalmente, una risa relajada y una seriedad adecuada. Era totalmente creíble”. El caso debe impresionar más en la medida en que es una curación real relatada por un hombre totalmente escéptico acerca de la posibilidad de remediar la homosexualidad. La mujer dijo: “Aunque su artículo no ofrece mucha esperanza, yo me he curado a los 37 años. ¿Puede Ud. Imaginar mi felicidad? No es comparable a nada. 37 años de dolor, miseria, búsqueda de ayuda, rezos, esperanzas, etc., sin ver nada más en el mundo que mi propia miseria que me irritaba del modo más profundo. Con la firme convicción de que lo vas a arrastrar hasta la muerte”. Junto a su llamada a la fe y a la esperanza, este fragmento contiene una frase muy instructiva que no debemos omitir: “sin ver nada más en el mundo que mi propia miseria que me irritaba de modo profundo”. Es un epitafio muy bonito para su vida neurótica anterior, que resume sus elementos esenciales: el excesivo egocentrismo de los sentimientos de autocompasión. La mujer ve con ironía su comportamiento anterior, sonriendo a los dramáticos “¡pobre de mí!” de su pasado. ¿Cómo se desarrolló todo? Ella era enfermera y se enamoraba frecuentemente de mujeres mayores que ella (“me preocupaba por completo, era como una nube que me rodeaba”) y una vez intentó suicidarse después de un fracaso amoroso (nunca practicó contactos homosexuales). La mujer se sentía completamente perdida y deseaba librarse por completo de sus obsesiones. Quizá esa depresión dolorosa le prepara a uno para el cambio, ya que no puede ir a peor. En este estado mental, ella encontró a un sacerdote comprensivo y realista, que escuchaba atentamente sus quejas, pero que también le hacía observaciones punzantes. “Después de hablar con él, volvía confundida, como si me hubiera lavado el cerebro. Pero una vez me dijo algo que jamás olvidaré: “Niña, no ha madurado, es como si tuvieras dieciséis años”. Esa mismo noche en mi habitación, a las 21:30, de improviso lo entendí todo”. Ella identifica claramente el momento del “cambio”, las 21:30: se ve como una niña, y como tal ha sentido y se ha comportado. El sacerdote le abrió los ojos haciéndole ver su “niña interior” y así reconoció su inmadurez. En ese mismo instante empezó su proceso de curación. Habiendo observado su personalidad infantil, la mujer empezó a superar, con vigor, sus antiguas facetas. Es lo que ella llamó su “adaptación”, el “cambio” hacia “la sociedad tal como es, y no como yo la veía”. Tuvo que descubrir la realidad, puesto que había vivido en un mundo demasiado subjetivo y de carácter emocional. “Antes, yo era vivida”. Esto expresa claramente su obsesión neurótica dominada por una emotividad que confundía la realidad. El neurótico vive en una atmósfera de emociones que por regla general son quejas y, por tanto en una realidad distorsionada. “La gente debe haber pensado de mí: ¡qué persona tan ingenua!”. Era realmente una niña, juzgando su entorno desde el punto de vista y con los sentimientos de una niña. La “adaptación”, que ha ocurrido después del reconocimiento de ser una niña “quizá durante al menos un año”, me parece muy rápida. Esta mujer no sólo describe su cambio como un abandono de su infancia, sino también como la desaparición de un complejo de inferioridad. “Tenía un gran complejo de inferioridad”, dice. “Antes, cualquier cosa o persona era siempre superior a mí”. Además, relata el cambio en sus sentimientos de vergüenza: se avergonzaba de cosas de las que no tenía por qué hacerlo: eran sentimientos de inferioridad, que se manifestaban como una sumisión exagerada. “Anteriormente hacía de todo para todos. Aún hago cosas para la gente, pero hay siempre un “pero”. Tal vez es insensato que antes no pensara en mí misma”. Sus sentimientos de inferioridad habían tomado esta forma: “No soy buena para nada. Debo servir a todo el mundo porque soy la última”. Refiriéndose a su pasado, menciona sus celos, su falta de sentimientos reales de simpatía hacia la gente que sufría, a pesar de su comportamiento servicial (egocentrismo), su cambio de actitud hacia Dios (antes, le inspiraba miedo, y que ahora le llenaba de gratitud y respeto); sus tics nerviosos en la boca, su caminar ansioso pegado a las paredes de las casas en vez de ir por el centro de la acera. “Nada es igual”. Aquí vemos la experiencia común de que en un homosexual curado nace una “nueva y flamante personalidad”; la curación de la homosexualidad es, en primer lugar, un cambio emocional y un cambio en la personalidad. ¿Y acerca del cambio erótico en esta ex-lesbiana? “Antes los hombres no me excitaban, no me decían nada. No pensaba en casarme. Cuando crecí, las relaciones sexuales entre hombre y mujer me resultaban extrañas; no podía entenderlo ni sentir nada. Un hombre me excitaba de la misma manera que lo haría un gato”. De esta cita uno concluye que, en su desarrollo erótico, esta mujer permaneció como una niña, ni siguiera como una adolescente. El primer shock de reconocimiento de su fijación en la infancia provocó en ella gran gozo y alivio. “El mundo entero era mío, así que era muy feliz. NO tenía deseos hacia mujeres ni hacia hombres”. El curso de los acontecimientos es el típico de muchos casos de curación: el gozo borra los intereses homoeróticos (mostrados en forma de queja, lo opuesto al gozo y a la felicidad). El paciente atraviesa una etapa en la que parece ausente cualquier componente erótico en las dos direcciones. “Sólo en los años posteriores ha ido apareciendo gradualmente el interés por los hombres”. Sin desaparecer la sexualidad neurótica basada en la queja, no pueden liberarse las emociones heterosexuales adultas; como dice esta mujer, puede ser un proceso largo: se parece a un proceso de crecimiento. Cuando despertó en ella, la heterosexualidad tenía las características propias de la de una adolescente, enamorada apasionadamente de varios hombres a la vez: “quería casarme con todos al mismo tiempo”. Al fin, abandonó esta etapa, se calmó y se casó con quien actualmente es su marido. Por lo que concierne a sus obsesivas preocupaciones sexuales del pasado, siente que las ha superado. Esto, teniendo en cuenta que la mujer tenía 44 años en el momento de la investigación, se puede interpretar como un signo de madurez. Acerca de sus anteriores intereses lésbicos, dice: “Es como una pierna que ha sido amputada y que no puede volver. Yo ahora no puedo entender cómo pude ser de aquella manera durante tantos años; ni lo entenderé jamás”. Este cambio real –sus antiguos sentimientos lésbicos son ahora difícilmente imaginables para ella- dura ya siete años desde que hizo estas declaraciones, un período más que aceptable para confirmar los resultados. Sumando los factores de curación que pueden ser identificados en su historia, los terapeutas antiqueja reconocen un número de elementos que son familiares: el rechazo de todo corazón a identificarse irremediablemente a sí misma como homosexual, lo que conduce a una apertura mental óptima hacia cualquier cosa que pudiera conllevar un cambio; el reconocimiento de su “ego infantil” o autoanálisis; la lucha por superar inclinaciones infantiles en el pensamiento y en los hábitos; la honradez consigo misma; y la confianza en su “psicoterapeuta”, que fue el hombre adecuado para ella, que observó su infantilismo y le dio el conocimiento y el apoyo correctos. IR A CONTENIDO . 10.1. LA CONVERSIÓN RELIGIOSA Algunas personas afirman haber sufrido un cambio profundo en su inclinación homosexual a raíz de una conversión religiosa. En general, es bueno ser escépticos ante estas historias, por la posibilidad de un autoengaño en la personalidad neurótica que puede hacer creer a la persona en lo que ardientemente desea creer; hasta que, naturalmente, una investigación crítica haya anulado nuestras dudas. He examinado a varias personas que afirmaban haber sido “curadas” por una conversión religiosa, pero en realidad no lo estaban. De hecho, rechazaban y desaprobaban vehementemente sus intereses homosexuales, o jugaban de forma inconsciente el papel de “homosexual cambiado”, aferrándose a su nuevo descubrimiento religioso, lo que hace parecer que sus neurosis simplemente se han trasladado de un tipo de obsesión a otro. Normalmente estas personas no responderán a cuestiones sobre su actual vida erótica o sobre la naturaleza exacta de sus sentimientos sexuales y en vez de eso comenzarán a incoar un sermón, como si intentaran persuadir a otros, -y a ellos mismos-, de que realmente han cambiado. Este tipo de autoengaño, en realidad, no es dudoso privilegio de aquellos que intentan el camino religioso como meta del cambio. Uno debe tener en cuenta esta posibilidad en el curso de cada proceso psicoterapéutico; la voluntad del paciente a veces, desea vehementemente ser normal y, por esto, intenta persuadirse a sí mismo de que ya ha cambiado. El homosexual religioso puede, además, disfrutar egoístamente de pertenecer a un grupo religioso o incluso de ser un miembro destacado en éste (como el “converso” o el “predicador”). Sin embargo, conozco a varias personas que se curaron por una activa vida religiosa, y podría asegurarlo después de repetidas conversaciones en las que he analizado cuidadosamente sus actitudes y sentimientos. Hablaron tranquilamente y sin inhibiciones sobre sus emociones y actitudes; no evitaban las preguntas directas y contestaban también directamente; no manifestaron ningún deseo exagerado de persuadirme de nada. Creo que estos casos son quizá más numerosos de lo que podemos pensar, porque muchos de ellos prefieren permanecer en el anonimato y no ser ejemplos públicos de “homosexual converso y curado”. En algunos de estos casos estaba bastante seguro de que cada impulso homosexual, aunque fuera pequeño, había desaparecido muchos años atrás y que sus sentimientos estaban heterosexualizados. Además, habían sido liberados de un desorden emocional, muchas depresiones y preocupaciones, y habían llegado a ser considerablemente menos egocéntricos en sus pensamientos y sentimientos. Curiosamente, podían hablar sobre su pasado con sentido del humor. Todos resaltaron la importancia de la voluntad: “como homosexual, puedes quejarte, desear cambiar, etc.”, decía uno de ellos, “pero en realidad es demasiado bonito para ti querer realmente deshacerte de ello. Tu voluntad está medio endurecida, lo que supone un gran problema”. Al ser preguntados años después del cambio de su inclinación sexual, todos dijeron que el cambio emocional general en ellos había sido gradual y todavía podían experimentar algunos sentimientos de inferioridad en algunas situaciones hoy en día, aunque sin verse seriamente afectados por ellas, tan sólo experimentándolas como intromisiones menores en su estado normal de salud psíquica. De mis conversaciones con homosexuales en cuyo cambio influyeron motivos religiosos puedo generalizar que ha sido muy importante para ellos encontrar la fe, la seguridad en la vida, un profundo sentido a su vida personal, y que tal descubrimiento les hizo sentirse felices, le proporcionó un gran consuelo y una fuente de gozosas emociones. Les hizo ver su problema homosexual como algo secundario, despojándolo de la importancia capital que antiguamente tenía en sus conciencias psíquicas: dejaron de estar ansiosos y de quejarse por ello. Desde entonces, se dieron cuenta de que era importante buscar y cumplir la voluntad de Dios y no la suya propia: así empezó el proceso de rescisión del egocentrismo. “No servía a Dios con mis quejas”, me contó una ex-lesbiana. “Intenté hacer lo que pensaba que Él quería de mí, y esto fue todo un programa. Ha sido esto lo que, poco a poco pero de modo radical, cambió mi vida”. Podemos entender el efecto saludable de este cambio de actitud. El neurótico, persona egocéntrica que piensa primero en sí mismo, sometiendo su propia voluntad a la voluntad de Dios, esto es, a metas más allá de sí, acaba liberado de sí mismo. En el proceso, descubrirá sin duda cómo su orientación había estado dirigida hacia sí mismo (hacia su ego infantil). La reorientación de este “ego” será a menudo difícil y dolorosa, porque presupone el sacrificio de un número de cosas que eran muy queridas por su “ego” infantil. Además, implica meditación, oración, estudio de la Biblia y doctrina para conocer “la voluntad de Dios”, que va a ser su nueva meta vital[2]. Las obsesiones o anhelos homosexuales desaparecen de la conciencia psíquica de la persona, en el curso del proceso, y surgen los intereses heterosexuales, sin que la persona misma tenga que concentrarse mucho en este tema. El cambio real se siente como algo muy central en la personalidad y el nuevo rumbo de los intereses sexuales como la consecuencia más o menos natural de esta mutación básica. En consecuencia, no se puede hablar en tales casos de “sublimación de la homosexualidad”, la cual esencialmente no sería más que una confusión de la atención; explicación que parece más adecuada para los casos de “neurosis con fondo religioso” de la cual hemos hablado anteriormente. IR A CONTENIDO . 10.2. JOHN V. Como un ejemplo de la influencia curativa de la conversión religiosa en la homosexualidad, citaré el folleto Ik ben niet meer “zo” (Ya no soy “así”), que se refiere a la historia del cambio de la homosexualidad a la heterosexualidad de un joven holandés, John V.[3] Más de diez años después de que su cambio fundamental se hubiera consolidado razonablemente y tras varios años de casado, pude convencerme de la autenticidad de su cambio por su sinceridad, ya que no quiso ocultarme que se había visto alterado ocasionalmente por impulsos neuróticos menores, durante un largo tiempo después de su cambio principal. John V. es muy abierto y honrado sobre sus sentimientos. Admitió que podía, en principio, imaginarse la posibilidad de volver a tener un contacto homosexual, en circunstancias excepcionales, pero que piensa también que es muy improbable que esto suceda. “Quiero decir”, aclaró, “que a su pregunta ¿no puedes imaginar la posibilidad de un nuevo sentimiento homosexual, ni siquiera en circunstancias extraordinarias? No puedo responder con un “no” firme, ni que la imaginación de un contacto homosexual me produce una desazón física”. Así que, de acuerdo con los criterios más exigentes, su cambio no puede ser reconocido como perfecto; pero en vista de la casi completa ausencia de cualquier impulso homosexual en su fantasía o en su consciencia durante muchos años, así como la presencia de intereses heterosexuales normales, los resultados totales no pueda sino impresionar al estudioso de la homosexualidad que se halle libre de prejuicios. Citaré las notas autobiográficas de John V., no porque su cambio sea el más radical que yo haya visto, sino porque su narración contiene observaciones sobre algunos fenómenos que ocurren con frecuencia en el curso del cambio de un homosexual, como la rendición salvaje, desesperada e infantil por lo que creyó que era su salvación –en este caso, el movimiento pentecostal-[4], sus períodos de desesperación profunda como los de gran júbilo; y después de todo, el hecho es que el cambio se produjo poco a poco y consistió en un crecimiento normal, u proceso de aprendizaje que fácilmente puede traducirse en términos psicológicos. Habiendo sido diagnosticado como homosexual “primario” o “nuclear” y como irremediablemente tal por un conocido sexólogo, y después de haber vivido como un homosexual comprometido, este hombre de cerca de treinta años no podía sentirse emocionalmente satisfecho con sus amistades homosexuales, experimentándolas interiormente como algo contrario a sus creencias religiosas. De cualquier modo, sentimientos religiosos aparte, descubrió que su modo de vivir homosexual era incapaz de hacerle feliz. “Lo aprendí de forma tormentosa. Pero no me ha dado una profunda felicidad… “el amor, sin embargo, no es pecado”, afirmaba. Pero en mi interior llegué a sentirme vacío. No leía casi nunca la Biblia y estaba totalmente neurótico… Estaba muy cansado… y no me arriesgaba a tener compañía”. Una conversación con un cristiano que reconocía haber sido homosexual durante muchos años, pero que se sentía liberado de sus obsesiones, le hizo darse cuenta de que su estilo de vida, la relación con su amigo, era un todo pecaminoso. “Parecía como si en ese instante hubiera una gran luz en la habitación, una luz capaz de hacer desaparecer la oscuridad de mi vida”; pero esa misma noche se sintió incapacitado para cambiar y enamorarse de una chica; incluso le parecía una cosa desagradable sólo pensarlo. Sí y no: la lucha interna de tantos homosexuales encadenados a impulsos que creen naturales. A pesar de eso, de algún modo sabía que debía romper su relación “pecaminosa” con el amigo. Muchos homosexuales se reconocen en lo que él recuerda: “Las últimas noches antes de abandonar definitivamente a mi amigo, las pasé con él en Bergen Op Zoom (una ciudad holandesa) y fue horrible. Hasta el último momento pensé que sería incapaz de soportar la ruptura entre nosotros. Durante tres años vivimos juntos y nos quisimos. Yo estaba muy nervioso y lloré mucho. Pero fue como si un poder sobrehumano me capacitara para apartarme de él. Cuando llegué a Rótterdam, por primera vez en muchos años, me sentía relajado, como si me hubiera quitado de encima una carga pesadísima”. Luego, pasó por un período de alternancia entre esperanza y desesperación, rezando a Dios cuando sentía surgir las tendencias homosexuales que le hacían sesear a su amigo, y buscando apoyo de predicadores del movimiento pentecostal. A pesar de cierto espíritu crítico que tenía hacia esa gente, aceptó la imposición de las manos, creyendo que recibiría al Espíritu Santo. Al mismo tiempo, un matrimonio cristiano le apoyó y animó, reforzando su fe en que, con la ayuda de Dios, podría superar su homosexualidad. Todo esto le dio la fuerza necesaria para destruir radicalmente cualquier recuerdo de su pasado homófilo (objetos, libros, fotografías, etc.) y persistir en su rechazo completo a cualquier pensamiento o impulso homosexual. “Unos dos meses después de liberarme, empecé a mirar a las chicas con otros ojos. Descubrí que en ningún modo son inferiores. Cada vez fui más consciente de mi masculinidad. Dios me hizo descubrir la belleza de las mujeres. Empecé a sentirme atraído por ellas. Pensé: “Estoy progresando poco a poco en la buena dirección”. Así empecé a ver las relaciones normales entre hombre y mujer de la manera correcta”. Aquí, John V. repite lo que puede observarse en muchos homosexuales en su camino hacia la normalidad: al principio, los intereses homosexuales disminuyen, acompañados por un cambio emocional general hacia emociones más positivas. Luego, después de un lapso de tiempo, surgen los primeros sentimientos heterosexuales. Hay que subrayar que el hombre dice esto en conexión con su sentimiento cada vez más fuerte de ser un hombre, es decir, en correlación con el atenuamiento de su queja por sentirse inferior como hombre. Su opinión de las chicas se vuelve más madura que cuando las veía a través de los ojos de un niño pequeño: traviesas criaturas de un mundo diferente, no del mundo de los “chicos que están juntos” John V. tuvo recaídas periódicas, como la mayoría de los neuróticos en proceso de curación, a veces muy vehementes. Pero persistió en su estrategia: intentar vivir según pensaba que Dios le pedía, rezando en los momentos de “tentación” y usando la fuerza de su voluntad. Algunos años después, se casó con la chica de la que se enamoró, y hoy es un hombre tranquilo, razonable y feliz. Las últimas veces que reaparecieron sus impulsos homosexuales, me contó, fueron pequeñas irrupciones en las que despertaba alguna frustración infantil, como cuando su prometida era visitada por una amiga y él se sentía privado de su atención. Ahora él no se queja, ni está inclinado hacia sentimientos patéticos, mientras que su autobiografía deja muy claro que una vez fue una persona altamente dramática y propensa a la queja. Como señalé antes, no quería explicar el proceso de desneurotización de John V. como algo sobrenatural. Las emociones religiosas, como todo psicólogo familiarizado con los trabajos de William James o Maslow sabe, pertenecen a las experiencias más fuertes que pueden afectar la vida emocional de una persona. En le caso de John V., estas experiencias son descritas como momentos que abren paso a esperanza y alegría; por sí mismas no neutralizaron la neurosis homosexual, pero le dieron una base emocional positiva sobre la que comenzar: el optimismo, un sentimiento de felicidad y una visión clara sobre el significado de su vida. Además, creía por la fe que su homosexualidad era reversible, que no estaba de acuerdo con su naturaleza tal como hombre creado por Dios. Finalmente, su convicción religiosa le ayudó a rechazar todos los sentimientos homofílicos y todo lo relacionado con ellos, en cuanto sentidos como pecaminosos, negativos y miserables. No deberíamos subestimar el último factor, porque el neurótico homosexual está muy unido a sus anhelos como algo precioso, grande, maravilloso que le conduce a la felicidad. En consecuencia, debemos establecer que una conversión religiosa puede aportar a un homosexual la esperanza y la energía que requiere el esfuerzo del cambio. El homosexual que quiere curase tiene extrema necesidad de esos ingredientes, porque la desesperación que vive es grande; la dependencia, muy fuerte; su voluntad de lucha es poca y está endurecida y minada por el negativismo inherente a su autocompasión. Las experiencias religiosas pueden temporalmente colocarle en un nuevo mundo interior; pero después tendrá que luchar de modo constante, porque ellas no arrastran de modo definitivo su neurosis. Sirven como fuentes de energía y motivación, mientras que el proceso psicológico del mismo cambio es una constante y radical “inanición” de las emociones neuróticas: un proceso de descongestión, podríamos decir. Por tanto, no es sorprendente que todo esto se prolongue durante un tiempo, y que las recaídas (grandes o pequeñas) formen parte del mismo proceso. Como el mismo John V. observa respecto a su despertar a la heterosexualidad: “Se crece lentamente”. La experiencia religiosa parece desencadenar los “recursos interiores”: fuerza de voluntad, introspección y emociones positivas; hacen que la persona realmente luche y permite fortalecer los motivos necesarios para continuar. Sería poco científico negar estos hechos empíricos, aunque puedo imaginar que algunos psicólogos pueden resistirse a tomarlos con seriedad. Una curación como la de John V. no es un milagro religioso, que tiene lugar en un santiamén. Hay homosexuales que confunden sus experiencias religiosas con una curación psicológica o que predican curaciones repentinas por conversiones religiosas (“fe terapéutica”). En mi opinión, se desilusionarán. Rezan, rezan y rezan, pero “nada les sucede” como ellos esperaban de modo equivocado. O en otros casos, se hacen creer a sí mismos que han “ahuyentado su demonio”. La prueba más simple de curación es un análisis profundo d toda la vida emocional de una persona, incluida su parte sexual. Un homosexual realmente curado es cualquier cosa menos una persona histérica, fanática o limitada: se siente relajado, es realista en las introspecciones y no tiene nada que esconder a sí mismo. Los casos de homosexuales curados sin psicoterapia nos recuerdan que “todos los caminos conducen a Roma”. Es más, estos homosexuales parecen haber seguido a grandes rasgos el mismo recorrido psicológico; de algún modo “aniquilan” su tendencia infantil de autocompasión y todo lo que le rodea, como el egocentrismo infantil, los sentimientos de inferioridad y la ansiedad. Todas estas historias confirman, además, la afirmación de Hatterer según la cual la “voluntad de cambio” es una condición indispensable para mejorar y el mismo proceso de cambio implica una lucha, que es un proceso de crecimiento guiado por la voluntad[5]. Los fenómenos encontrados en el curso de este proceso son: recaídas casi generales; períodos de desesperación, aumento de la introspección; aparición de intereses heterosexuales sólo después de que haya sido superada la tendencia homosexual, al menos en su mayor parte; un período de consolación, que puede durar varios años después del cambio básico. Sin embargo, animaríamos a un enfoque de tratamiento más sistemático, que unifique los elementos saludables citados arriba y que haga uso de nuestro conocimiento teórico sobre la homosexualidad como una patología de autocompasión infantil. Incluso el homosexual con motivaciones religiosas puede beneficiarse de estas introspecciones, ya que le proporcionan una estructura intelectual clara para reconocer su neurosis y, tras esto, le dota de armas concretas con las que luchar, para que pueda recorrer con más eficacia el camino que se ha marcado que si lo hiciera sin un mapa y una brújula psicológicos. La terapia antiqueja es un tratamiento sistemático y ahora es el momento de ver cómo deberíamos leer el mapa que ofrece y cómo funciona su brújula. IR A CONTENIDO . 10.3. Notas: 1. SENGERS, W.J., Homoseksualiteit als klacht: Een psychiatrische studie. Paul Brand, Bussum 1969. 2. La reorientación religiosa de la vida se usa, a veces, como método, por ejemplo, por el método jesuita de “discernimiento de espíritus” (qué “espíritu” o actitud mental es la correcta, la deseada por Dios, y cuál es la equivocada, la que debemos evitar). La aplicación de este método puede llegar a curar a un homosexual como “efecto lateral”, según me ha comunicado el sacerdote católico y publicista holandés Dr. Penning de Vries. Sin embargo, la meta primaria de este método no es curar una neurosis, sino reorientar la vida de una persona de acuerdo con los principios cristianos. 3. BOS, J.T., Ik ben niet meer “zo”. Gideon, Hoornaar 1969. 4. Aun permaneciendo profundamente religioso, la exaltación de este hombre se ha calmado mucho desde entonces. Él mismo se inclina ahora a ver su cambio como un esfuerzo psíquico, motivado yen gran parte animado por su conversión religiosa, la oración y, sobre todo, por un cambio total en la forma de vida. 5. HATTERER, L.J., Changing Homosexuality in the Male. McGraw-Hill, Nueva York 1970 IR A CONTENIDO . 11. EFECTOS DE LA TERAPIA ANTIQUEJA La neurosis homosexual puede superarse como otras neurosis. La idea fatalista de que esta neurosis no puede cambiarse es alentada por los portavoces del movimiento homosexual militante y por otros defensores de la moralidad relativista. No digo que sea fácil conseguir un cambio radical en las tendencias homosexuales: ningún cambio en un neurótico fóbico u obsesivo-compulsivo es sencillo. Pero la posibilidad de un cambio fundamental a mejor es posible. Depende en gran medida de la sinceridad de la persona en su lucha por obtener conocimiento de sí misma y de su voluntad, esta infravalorada y espléndida facultad de la mente. A raíz de un análisis extenso sobre 101 personas a las que he tratado[1], se derivan las siguientes conclusiones, resumidas sobre la efectividad de nuestra terapia. De aquellas que continuaron el tratamiento –el 60% del total del grupo- casi dos tercios al menos alcanzaron un período satisfactorio por largo tiempo. Esto significa que los sentimientos homosexuales han sido reducidos a impulsos ocasionales, mientras que la tendencia sexual se ha vuelto predominantemente heterosexual, o que las tendencias homosexuales fueron completamente abandonadas, con o sin predominio de intereses heterosexuales. De este grupo, sin embargo, cerca de un tercio cambió “radicalmente”, lo que quiere decir que no tienen ningún interés homosexual más, sino que tienen sentimientos heterosexuales normales, y además que muestran un cambio fundamental en la totalidad emocional de lo negativo a lo positivo –de la inestabilidad a la estabilidad- con un período de seguimiento de al menos dos años. De cualquier modo, el “cambio satisfactorio” no supone un estado mental definitivo. La persona puede continuar creciendo lenta e ininterrumpidamente. De hecho, puede pasar por nuevas crisis emocionales, de más o menos severidad, y puede beneficiarse de sus experiencias vitales para integrarse en un nivel emocional superior. No es raro que progresen tranquilamente, a pesar de los altibajos, a lo largo de los años. Por ejemplo: un hombre que interrumpió sus contactos regulares con el psicoterapeuta en el estadio de “cambio satisfactorio”, porque se enamoró de una chica con la que está actualmente casado. Unos doce años después, reanudé el contacto con él. Revisando su vida emocional del último período, me contó que había tenido algún estímulo homosexual ocasional durante el primer año de su matrimonio, pero que esos estímulos le afectaban emocionalmente mucho menos que en los años anteriores. Los había percibido como algo que ocurría fuera de él mismo. Estos fugaces fuegos se han desvanecido, y añadió “No puedo recordar haber tenido ningún interés en esa dirección durante años. Cuando miro con algún interés erótico a otra persona que no sea mi esposa, es siempre otra mujer. Si mi matrimonio se viene abajo, no buscaré contactos íntimos con hombres, sino con mujeres”. Además había pasado algunas veces por períodos de retraimiento, mostrándose taciturno y melancólico, sobre todo después de pequeñas disputas matrimoniales. (Tampoco la esposa carecía de mecanismos infantiles). De todos modos él logró aceptar estos hábitos suyos reactivos como repetición de reacciones de su infancia, cuando se sentía rechazado, y los identificaba como procedentes de residuos de su “pequeño niño digno de compasión”. Esto le llevó a dominar su gimoteo infantil. Cuando juzgó objetivamente que la conducta de su mujer no había sido razonable, llegó a una conclusión: “esto no te da derecho para sentirte mal contigo mismo”. En conclusión, él había llegado a ser mucho más maduro a lo largo de los años. Llegados a este punto, el escéptico notará posiblemente que sólo un tercio de los que siguieron el tratamiento cambiaron radicalmente. Estoy de acuerdo en que estos resultados todavía están lejos de ser perfectos, pero esto no conduce a una interpretación fatalista de los hallazgos. Pienso que hay más razones para considerar el vaso medio lleno antes que medio vacío. Los casos de cambio radical –de una homosexualidad completa a la heterosexualidad normal- bastan para rechazar la teoría de que la terapia de la homosexualidad no tenga sentido. Por el hecho de que pocos homosexuales intentan cambiar seriamente y de que pocos psicoterapeutas les animan a ello, la noción de que la homosexualidad es irreversible tiene el carácter tautológico de una profecía que se hace cumplir a sí misma. Si nadie lo intenta, nadie tendrá éxito. Finalmente, ¿por qué deberíamos adoptar una actitud fatalista hacia las posibilidades de mejora de la homosexualidad cuando hay un porcentaje razonable de mejora sustancial? Los resultados de curaciones de otras neurosis son similares a los de curaciones de enfermedades físicas que todavía no son curables en todos los casos. ¿Renunciaríamos si sólo tuviéramos éxito en una parte de los casos? A la vista de todo esto, pienso que podemos ser optimistas sobre la curación de la homosexualidad. Cerca del 20% de los homosexuales sometidos a tratamiento no parecen cambiar de forma perceptible. No obstante, algunas mejoras pueden conseguirse, incluso si se trata de neuróticos graves habituados a mantener multitud de contactos sexuales, a sufrir depresiones profundas y sentimientos de que sus vidas carecen de sentido. Por ejemplo: pienso en un hombre al que he tratado durante más de quince años. Soy, probablemente, la única persona con la que él puede hablar con libertad. Era neurótico profundo, obsesionado por numerosas dolencias y por impulsos homosexuales que él siempre odió. A pesar de mi escepticismo acerca de algún logro, después de mucho tiempo, comenzó a notar que había superado sus depresiones profundas con sus tendencias suicidas, y que debía admitir que en general estaba más sereno y optimista, lo que se plasmaba también en su conducta. Podemos aprender de tales casos que nunca debemos perder la esperanza. No creo que sólo la terapia basada en la autocompasión pueda cambiar las neurosis homosexuales. Estoy seguro, sin embargo, de que la profundización en el “niño quejoso” y el uso de las técnicas de autoironía pueden ser de mucha ayuda para quienes están determinados a luchar contra su neurosis. Estas técnicas estimulan los poderes salutíferos de la mente: la sana introspección, el interés por el autoconocimiento y, sobre todo, la fuerza de voluntad. Tales poderes probablemente operan también en homosexuales que cambian sin ayuda de terapias. La mayoría de las personas con tendencias homosexuales poseen el complejo homosexual en lo que yo denominaría una forma suave. También en ellos la emotividad infantil puede haber echado raíces profundas y creado fuertes hábitos neuróticos, pero si se tuviera la voluntad de combatirlos de modo perseverante, habría unas perspectivas favorables hacia la curación radical. Para demostrar qué puede hacer la terapia antiqueja, me gustaría presentar algunos pocos ejemplos sacados de mi propia experiencia. El primer caso contempla un desarrollo moderadamente positivo. Se refiere a un joven cuyo progreso fue fatigoso; me parece que representa toda una categoría de casos similares. IR A CONTENIDO . 11.1. BEN Ben no tenía aún veinte años cuando acudió a mi consulta. Desde la adolescencia había tenido fantasías eróticas con hombres de 30 a 35 años, particularmente durante la masturbación. No se sentía atraído del todo hacia las chicas, no tenía amigos (tampoco contactos sexuales) y la mayoría del tiempo permanecía en su casa. Su emotividad neurótica era visible en su rostro: parecía enfadado y malhumorado; su actitud y maneras eran blandas y perezosas. Había estado mimado y sobreprotegido por su madre a la que continuaba apegado. Ella estaba excesivamente preocupada por él; cuando la conocí, se refería a él de modo constante y en un tono sentimental como “este niño”. Su padre no se había ocupado de su educación; era un hombre algo inseguro que dejó a su hijo en manos de su esposa (la cual daba la impresión de haber querido tratar de dominarlo a cualquier precio). La madre parecía adorar a su hijo, pero quería que fuera como ella lo imaginaba. Ben no se atrevía a hablarle con libertad; era un marginado en el colegio y por la educación recibida, no podía competir con los otros muchachos. Se había recluido en una postura silenciosa y ligeramente arrogante, que, sin embargo, era incapaz de disimular sus profundos sentimientos de inferioridad. En este triste período, había conocido a un amigo de sus padres, un joven casado con modales simpáticos y amables. Este hombre prestó una atención especial a Ben, y a veces le invitaba a acompañarle en las salidas con su joven familia. En su imaginación infantil, Ben comenzó a idealizar a este amigo, poniéndole a sí mismo en el papel del niño desvalido que estaba en el centro de su atención. Empezó a imaginar que no existían la esposa y el hijo pequeño de ese hombre; llegó a ser, en su mente, el objeto de amor favorito del amigo admirado, que poseía todo aquello en lo que Ben se sentí inferior. Poco a poco, estas fantasías acudían a su mente cuando se masturbaba. Ben quería hacer algo con su tendencia homosexual que por aquel tiempo se había convertido en una obsesión. No quería ceder a ella; estaba profundamente avergonzado por ella, máxime porque la veía como otra prueba de su inferioridad respecto a los otros hombres; y tenía crisis regulares de llanto que rozaban con la histeria. Era un joven blando, que solía concederse todos sus deseos y evitaba cualquier cosa que pudiera causarle problemas o esfuerzo. Sus intentos de enfrentamiento con su “niño interior” no eran muy firmes. Las privaciones y los reveses normales, siempre habían sido causa de autocompasión. Y cuando entendió que tendría que pasar por un período prolongado de esfuerzos, reaccionó como solía hacerlo. A pesar de la lentitud de los cambios, sí que tuvieron lugar pequeñas mejoras. Por ejemplo: llegó a ser menos envidioso respecto a sus colegas, luchando contra sus sentimientos más enraizados, es decir: “Soy inferior a ellos; ellos tienen la atención, la estima, y yo no: ¡pobre de mí!”. Redujo la frecuencia de las masturbaciones, que, en su caso eran claramente una válvula de escape infantil que, a pesar de su elemento de placer, fortalecía la autocompasión de la que brotaba. Intentó enfrentarse a su complejo de inferioridad con los deportes, se asoció a un club deportivo y descubrió que había muchas situaciones que podía plantearse como reto. Lentamente, comenzó a cambiar su viejo hábito de dejar que otros tomaran las decisiones (su madre en primer lugar). A pesar de ello, a menudo no desafiaba realmente a su madre porque ella se enfadaba, y terminaba en una nueva capitulación ante su voluntad. Sus ataques depresivos desaparecieron completamente; no lo hizo, en cambio, la estructura subyacente y esencial de autocompasión crónica. Continuó sintiéndose digno de compasión ante las frustraciones diarias, en especial ante las sensaciones de ser despreciado, de ser incapacitado, de no tener éxito o de ser excluido. Cayó en la cuenta de esa autocompasión subyacente de múltiples formas cuando llevaba más de dos años bajo tratamiento. Se hizo cargo de su sentimiento de inferioridad y culpabilidad en casi todas las compañías que frecuentaba, respecto a cualquier persona que conocía. Descubrió que era él mismo quien adoptaba la actitud “soy inferior y digo de compasión”, y quien inmediatamente se colocaba a sí mismo en el papel de víctima, mientras que antes estaba convencido de que eran el mundo, los otros, quienes le trataban como alguien inferior. Se podría decir mucho sobre una serie de pequeños descubrimientos interiores y de cambios menores. Dio un paso real hacia delante, por ejemplo, cuando decidió no vestir más ciertas ropas que se había comprado por impulsos de su vanidad infantil, para llamar la atención y la admiración de los otros. La lucha contra la autocompasión infantil y la tendencia a quejarse debía ser enfrentada en la vida cotidiana, con ocasión de pequeñas frustraciones, disgustos, impulsos de apatía, de irritaciones exageradas, de cansancio tras el trabajo, etc. El caso de Ben no era diferente. Se concentró en su hábito de huir de las responsabilidades y de quejarse de la incertidumbre de su mejora. Llegó a ser más activo. Su fantasía homofílica, expresada en la búsqueda de cierto tipo de muchachos –al menos en su imaginación-, perdió gradualmente mucha parte de la fascinación que le producía. Naturalmente, se presentó de nuevo en momentos en los que se sentía desvalido y desesperanzado. A veces, emergieron sentimientos ocasionales de atracción hacia chicas, especialmente en los períodos más optimistas. Ha tenido últimamente una novia, aunque la relación parecía bastante inmadura (también es cierto que por ambas partes). Tengo la impresión de que Ben coloca a la chica demasiado en le papel de madre y no es realmente amor lo que siente por ella, a pesar de que sí hay algún interés heterosexual en sus encuentros. Su progreso, en conjunto, es evidente para su psicoterapeuta y para la gente que le conoce bien. Después de casi cinco años, es más independiente y varonil, y más optimista. Los intereses homosexuales no se han extinguido, aunque han perdido intensidad e influencia sobre su imaginación. Necesitará otro par de años para cruzar suficientemente el umbral de su virilidad adulta. IR A CONTENIDO . 11.2. EL SEÑOR L. Está cerca de los cuarenta y tiene a sus espaldas una intensa vida homosexual. Duda si continuar o no con esta forma de vida porque ha perdido la fe en la viabilidad de una relación definitiva. Es consciente de que, incluso cuando pensaba al principio que había encontrado al amigo que deseaba, invariablemente volvía a sentirse irritado con él después de un tiempo y rompían la relación. “¿Por qué?”, se preguntaba. Por otro lado, las mujeres no significan mucho para él, aunque se lleva bien con ellas en un nivel superficial. Sus modales son amistosos, obsequiosos; no se atreve a exponer su propia opinión, sobre todo si adivina un desacuerdo con sus ideas. Le impresionan en exceso los tipos de hombres agresivos y las figuras autoritarias en general. Su jefe en la oficina, por ejemplo, le hace sentirse muy tenso, y no puede encararse con él cuando está enfadado; por otro lado, siente una admiración excesiva por él. El señor L. a veces tiene depresiones y pasa por períodos en los que no se siente con fuerzas para trabajar. Su madre era muy modesta y ocupaba una posición de segundo plano en su vida emocional, aunque tenía la impresión de que su forma de criarle había sido demasiado blanda. El padre era la figura central en el hogar, quien decidía todas las cosas, incluso sobre cualquier suceso menor de la casa. Su `padre había sido la persona crucial en la juventud del señor L. Era, en general, agresivo y muy exigente y rígido con sus hijos. Había bloqueado el desarrollo emocional de su hijo. El señor L. siempre había lamentado no gozar de los favores de su padre. Nunca se mostró alentador con él; tenía la idea de que su padre le consideraba el menos interesante de sus hermanos, un blandengue. Sus hermanos triunfaron en varios deportes, mientras que él se veía decididamente inferior en ese campo. Más tarde, intentó compensar esto participando en carreras de coches, pero el complejo de inferioridad no disminuyó. El señor L. podría recordar una gran cantidad de experiencias amargas de su adolescencia, que perfilaron su complejo de inferioridad: observaciones críticas e irónicas de su padre, a quien temía y admiraba al mismo tiempo, fracasos en los deportes, períodos de soledad en su habitación, sentimiento de ser ofendido. Con ellos le había surgido la necesidad de buscar un amigo paternal. En efecto, poco después de cumplir los veinte años había tenido un buen amigo, con el que se comportó más o menos como un esclavo. El amigo se marchó a otra parte del país y después se casó. Los sueños homoeróticos de consuelo del señor L. se intensificaron. El proceso de cambio hasta el momento que apunto aquí duró cerca de tres años. Durante un tiempo, el señor L. vivió una división interior. Estaba convencido de la imposibilidad de renovar su vida sin hacer tabla rasa, sin ir más allá de intentar acallar las quejas que presentaba a primera vista: episodios depresivos y su incapacidad de tener relaciones homosexuales duraderas. Comenzó a ver claro el comportamiento de su “niño interior” y a reavivar muchas conductas infantiles: en su caso, sentirse insultado y humillado, inferior, tanto por sus modales como por su actitud, entre otros hombres de su entorno; entregarse a la autocompasión cuando estaba solo en su habitación, irritarse en exceso por pequeñeces, y quejarse por su estado físico cuando de hecho estaba sano y fuerte. Su sinceridad fue una gran ayuda. Al explicarle ciertas realidades de su vida y sus motivaciones, reaccionó con prevención, pero, a pesar de su resistencia, vio mucho de verdad en las observaciones que yo le hacía. Aplicó también las técnicas de la autoironía y del humorismo en las manifestaciones de su “¡pobrecito de mí!” infantil en muchas ocasiones de su vida diaria. Llegó a ser más independiente respecto a los demás hombres. No perdimos mucho tiempo discutiendo sus sensaciones y sus manifestaciones homosexuales, sólo hablábamos de su conducta no sexual con otros homosexuales con los que ocasionalmente seguía contactando en la época del tratamiento. Para él estaba claro que sus sentimientos homosexuales eran una mezcla de las ensoñaciones del adolescente lastimero, en busca de calor para su yo interior desvalido y de admiración hacia los otros, supuestamente viriles. Comprendió que buscaba contactos humanos ilusorios que no tenían nada que ver con amor hacia el amigo anhelado. Precisamente en la búsqueda de un amigo así, reforzaba su encarcelamiento en el egocentrismo y, por consiguiente, hacía imposible establecer una unión duradera. La queja “estoy solo” se repetía una y otra vez. Se dejaba caer en el aislamiento porque no podía vivir sin la autocompasión inherente a su papel de víctima. De forma vacilante se despedía del mundo homosexual y de su mundo interior de fantasías homosexuales. Ocasionalmente, recaía y se enganchaba de nuevo con contactos homosexuales, aunque no con la excitación anterior. Legó a ser más consciente del hecho de que toda la actitud hacia su vida y hacia otras personas había sido de reserva, o de no comprometerse en nada, jugando a ser un marginado ofendido. Por consiguiente, llegó a ser menos cínico y a poner a un lado su apariencia de superioridad que había asumido como compensación. Comprendió que debía dedicarse a encontrar el valor de las cosas, después de convencerse de que no es verdad que todo es relativo, y haber aceptado la creencia de que su vida personal no carecía de sentido, como pensaba antes. Reconoció, también, que su capacidad de darse a los demás, de amar, era muy pequeña. “¿He amado realmente alguna vez?”, se preguntó. Su opinión acerca de las mujeres cambió; comenzó a observarlas y a sentirse conmovido por la conducta femenina y las dotes físicas de cierta mujer. Ahora tenía la impresión de estar más capacitado para tener una relación estable con una mujer. IR A CONTENIDO . 11.3. EL SEÑOR V. Este joven de poco más de veinte años atravesó un penoso proceso interior similar, incluyendo unos episodios de decaimiento pronunciado; se enamoró de una chica después de un par de años de tratamiento. La relación amorosa le procuró nuevas dificultades. Tan pronto como comenzó a desearla, se dio cuenta de su gran miedo y del complejo de inferioridad que siempre había tenido hacia el sexo opuesto. Sus antiguos “papeles de adaptación”, los del chico encantador y afable, se debilitaron en la confrontación personal con una mujer, una relación en la que él era el hombre. A veces se asustaba; tuvo que luchar durante algunos meses contra su complejo de inferioridad y su autocompasión. De todos modos, también hubo momentos en los que se sentía relajado y podía identificarse con su “ser un hombre”. Entonces también despertaba su heterosexualidad, pero en los momentos de mal humor ésta parecía adormecida. Los primeros años de su matrimonio han sido buenos. Ha crecido continuamente abandonando los infantilismos, las ansiedades, cuando se enfrentaba a una situación que requería independencia y algunas dosis de agresividad normal, y las concesiones fáciles a la autocompasión cuando algo le disgustaba. Considera sus intereses homofílicos, que nunca practicó excepto en su fantasía, como una tendencia infantil que perteneció a un pasado, cuando todavía no había encontrado la dirección correcta de su vida. IR A CONTENIDO . 11.4. LA SEÑORITA W. Esta mujer, que rondaba los treinta años, me informó que se había visto trastornada desde su adolescencia por al necesidad de mirar compulsivamente a las mujeres y a las chicas y que estaba atormentada por varias fantasías eróticas referentes a su propio sexo. Todo esto iba contra su gusto, y nunca intentó aceptarlo como algo normal. Este síntoma sexual parecía una expresión de un complejo de inferioridad que minaba toda su vida emocional. Estaba ansiosa cuando iba acompañada, pensaba que los demás le miraban con desprecio, y a menudo estaba deprimida; a veces, podía reaccionar furiosa y rebeldemente. En lo que se refiere a su infancia, marcada por problemas y preocupaciones familiares, sólo quiero apuntar la influencia desfavorable de la falta de comprensión que había notado por parte de su madre y las observaciones destructivas y recelosas que solía hacerle su padre. Ya desde la escuela elemental, se sentía ridícula e inferior a las otras chicas en casi todos los aspectos: ropas, forma de hablar, apariencia física y situación familiar. Durante años cargó con su problema no resuelto –autocompasión- sobre su triste destino; a ello se añadió una actitud generalizada de protesta. En la adolescencia, esto había sido un campo fértil para su admiración hacia otras mujeres y el deseo de amistades íntimas. El tema central durante su proceso de mejoría fue llegar a ser menos pesimista. Esto suponía que debía estar menos influida por ideas autocríticas sobre su antipatía, carencia de valor e incapacidad, del temor de llegar a ser la víctima de todo tipo de desgracias, y sobre todo de su actitud de queja total manifestada en la frase “nacida para la miseria”. Era el clásico ejemplo de queja y, aunque lo admitía, se reconocía interiormente convencida de que tenía derecho a quejarse. Con la ayuda de su buena voluntad, salió al paso de sus depresiones severas, combatió su actitud de queja y de rebelión crónica y, como resultado, su estado de ánimo general mejoró. Las fantasías lésbicas la acompañaron durante varios años, pero finalmente se desvanecieron. Intentó aceptar su papel femenino y a veces se encontraba a gusto como mujer. Sus sentimientos hacia los hombres nunca habían estado totalmente ausentes, aunque no habían sido nunca centrales en su emotividad. Durante un corto tiempo mantuvo relaciones con un hombre de una edad similar a la suya, pero, a pesar de su afecto y de su interés erótico, hubo demasiados problemas entre ellos, y lo mejor fue poner fin a aquello. Pudo aceptar su situación de soledad, después de una corta crisis; actualmente, tiene un deseo normal de casarse y tener hijos. * * * Estas son algunas descripciones resumidas de unos pocos casos “medios”. Espero que el lector sabrá deducir de ellos que pueden conseguirse muchas cosas positivas, siempre que tengamos buena voluntad, sinceridad y perseverancia. En ciertos casos, el proceso de cambio es más veloz o con un resultado mejor que el de los casos examinados; otros, en cambio, son más frustrantes y problemáticos. Algunos factores sociales ventajosos, que no deberíamos dejar de mencionar, son tener amigos alentadores y una situación familiar favorable; además, tener sanas convicciones morales y una vida religiosa personal y profunda es una ayuda inmensa. Desventajas son: un carácter débil, ser un dudoso permanente o tener un bajo criterio moral y, naturalmente, haber sido esclavo de satisfacciones homosexuales durante un largo período de tiempo. A mi juicio, una cosa es obvia. Una actitud fatalista respecto a la mutabilidad de la inclinación homosexual no está justificada. IR A CONTENIDO . 12. PREVENCIÓN El eslogan de que la homosexualidad debe ser aceptada suena engañosamente humanitario para muchos oídos; algunos han pasado por un lavado de cerebro tan radical como para tragarse la tontería de que las relaciones homosexuales deberían disfrutar de los mismos derechos del matrimonio. Sin embargo, los muy entusiastas respecto a la vida homosexual, no quieren reconocer el dolor que a menudo conlleva ésta. Parecen indiferentes ante los apuros de los adolescentes y los adultos jóvenes que corren el riesgo de errar en algo central de su vida, cuando el desarrollo homosexual les lleve a un punto muerto. Ni siquiera piensan en prevenir esto aunque, objetivamente, no hay razón para tomar a priori una posición fatalista al respecto. Desde nuestra exposición, se pueden deducir algunas ideas sobre la prevención. Las primeras y principales personas que pueden prevenir esta anomalía en el crecimiento de sus hijos son, naturalmente, los padres. Deben ofrecer el ejemplo de una relación normal hombre-mujer. Si su matrimonio es bueno y tienen éxito al crear una atmósfera razonable de unión y cariño, reducirán considerablemente las ocasiones de caer en un complejo neurótico, incluido el homosexual. En la educación, tanto el padre como la madre necesitan tener presente que deben tratar al niño como varón y a la niña como mujer. Esto no significa que les fuercen a entrar en “roles preestablecidos”, sino que cooperen con las propensiones naturales de los hijos y tengan en cuenta las diferencias innatas. El factor preventivo primordial es la consideración del chico como chico y de la chica como chica. Los hijos deben percibir esta apreciación. Como hemos indicado, deben evitarse las deficiencias en relación a este aspecto. Los períodos críticos en el desarrollo de la autoconfianza masculina o femenina son la pubertad y la adolescencia. No sólo los padres, sino también otras personas ajenas a la familia pueden ejercer una influencia beneficiosa en esa edad. A veces, por ejemplo, los profesores pueden contribuir positivamente al fortalecimiento de una sana confianza en la identidad sexual del alumno/a. Pueden animar y ayudar al chico a la chica a superar algunas limitaciones. Pienso, por ejemplo, en el chico que sistemáticamente se queda atrás en los juegos y deportes, que está aislado en su grupo de edad; considero la importancia de la comprensión personal que un adulto, sea o no profesor puede expresar, en una conversación o de cualquier otra manera para ayudar al adolescente a evitar el peligro de caer en la autodramatización. Hay también un efecto preventivo en una buena educación sexual. Los adolescentes con ciertos tipos de complejos de inferioridad originarios pueden experimentar un shock depresivo cuando se les enseña, pro una “autoridad ilustrada”, como un profesor, que “la homosexualidad es inherente en el cerebro”. Tal absurdo fija al chico o a la chica en sus dudas sobre su identidad y puede conducir una mente indecisa e inmadura, hacia una dirección perniciosa. A los jóvenes se les tiene que enseñar, por el contrario, que los sentimientos homosexuales en la adolescencia son una cuestión referida a un problema de desarrollo emocional, y que la verdadera homosexualidad innata no existe; es más, que esta tendencia surge de un complejo de inferioridad que se puede cambiar: así el educador inculca esperanza y señala un camino por el cual puede continuar el crecimiento interior. 13. BIBLIOGRAFÍA Además de la bibliografía citada a pie de página, puede resultar interesante: BRAATEN, L.J.-DARLING, C.D., Overt and Covert Homosexual Problems among Male College Students, en “Generic Psychology Monographs”, 71 (1965), pp. 269-310 FREEDMAN, M., Homosexuality and Psychological Functioning, Brooks & Cole Publishing Company, Belmont 1971 HOPKINS, J.H., The Lesbian Personality, en “British Journal of Psychiatry”, 115 (1969), pp. 1433-36 SULLIVAN HARRY STACK, The Interpersonal Theory of Psychiatry, Norton, New York 1953
Que alguien me diga acontinuacion donde aparece un triangulo lila, que significa ese triangulo?
(la trinidad al revés)
En 1973 fue quitada la homosexualidad de la guia de transtornos mentales de la APA por presiones de activistas gay y del congreso de Estados Unidos.
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